XIII. ¡Penguin! ¡No es lo que piensas!
En el ultimo capitulo...
Con el paso del rato, ella se duerme. Le seco las lagrimas y la recuesto en un lado de mi enorme cama. Me quito la camiseta y me tumbo al otro lado de la cama para dormir un rato.
- Lo siento... - dice en sueños
- Ermine-ya, no importa, no te preocupes, lo hecho, hecho esta - digo acariciando la mejilla que apoya sobre el cojín quitándole las lagrimas
Ella abre los ojos llorosos y se esconde avergonzada con el cojín. Me acerco para abrazarla y tranquilizarla. Pero ambos terminamos dormidos.
La habitación se ilumina cuando el sol sale e ilumina el océano. Miro a Ermine-ya, que sigue profundamente dormida. Sus ojos dejan la muestra de haber llorado la noche anterior. La sabana la tiene por debajo de sus brazos y con su mano, me sujeta el brazo, bastante fuerte, sus uñas están clavadas en mi piel.
Recuerdo sus palabras de anoche, y entiendo por que perder a alguien se le hace tan difícil.
- Aun es una mocosa a pesar de todo... - susurro sin darme cuenta
Suelto un suspiro al mirarla. Se con bastante certeza que no me lo ha dicho todo, pero por algo se empieza. Me alegra que me lo haya dicho.
- Capit...an - dice Penguin abriendo la puerta - Perdón - dice un tanto avergonzado
Entonces me doy cuenta de la situación que Penguin ha visto. Estoy sin camiseta, con las sabanas hasta la cintura, y Ermine-ya tumbada en mi cama agarrándome el brazo, a pesar de estar vestida.
- ¡Penguin! ¡No es lo que piensas! - digo rápidamente sin moverme demasiado - Ella vino ayer a mi habitación llorando, y me quede con ella hasta que se durmió.
Penguin me mira dudando de mis palabras, pero decide dejarlo de lado.
- La estaba buscando, normalmente baja muy temprano y hoy no estaba. Pero da igual - dice suspirando - Voy a preparar el desayuno
Penguin cierra la puerta tras de si, y yo vuelvo a mirar a la chica que esta en mi cama.
Decido levantarme, retiro mi mano de su agarre suavemente evitando despertarla. Cuando lo consigo, ella gruñe y se da la vuelta en la cama.
Suspiro aliviado de no haberla despertado, y me voy al baño a mojarme la cara. Me miro al espejo con calma, veo mis ojeras, y sin querer se me escapa otro suspiro.
Cuando salgo Ermine-ya ha dado varias vueltas en la cama. Ahora esta boca arriba, como si estuviera muerta, pero muy espatarrada en la cama. Como si esa cama fuera suya.
Decido no darle mas importancia y como una chaqueta que tengo para no ponerme una camiseta para ir a desayunar.
Cuando bajo al comedor Penguin esta tomándose su café de buena mañana. Shachi esta aun medio dormido pero se come sus tostadas de alguna manera. Bepo, se ha dormido en el sofá con su taza de leche en la mano. Jean aun no esta a la vista.
- Ten - dice Penguin poniéndome encima de la isla de la cocina una taza de café - Tus onigiri están apunto
- Mersi - digo sentándome en frente de mi taza
A los pocos minutos Penguin me trae mis onigiri y me mira como si esperara que dijera algo.
- ¿No confesaras tus pecados? - dice así de la nada, le miro interrogante y el suspira al ver que no tiendo su pregunta - ¿Te gusta Ermi-chan?
Trago con tranquilidad mi sorbo de café.
- No - digo calmado
- ¿Entonces por que estaba en tu cama, contigo? - dice Penguin
Shachi al oír eso se espabila bastante rápido y para atención a la conversación.
- Ya te lo he dicho antes, vino llorando a mi cuarto y la consolé. - digo llevándome una bola de arroz a mi boca
- ¿Por que no la llevaste a su cuarto de vuelta? - dice Penguin - ¿Por que fue a tu cuarto? ¿Por que no la echaste como haces con nosotros?
- No la lleve de vuelta a su cuarto, por que era muy tarde y podría hacer mucho ruido, no se por que vino a mi cuarto, y no la eche por que vino llorando - respondo a todas las preguntas con calma
Shachi que escucha con atención la conversación decide hablar. Pero antes de eso decido añadir una ultima cosa.
- Si alguno de vosotros viniera a mi cuarto a altas horas de la madrugada, haría lo mismo. Ermine-ya es nuestra aliada, quiero que confié en nosotros. Es lo mínimo que podía hacer. - digo levantándome - Ya estoy, me voy a mi cuarto
Abandono el comedor y me encierro en mi habitación. Cuando hecho un vistazo a la cama Ermine-ya ya no esta durmiendo, y ni siquiera esta en mi habitación.
Me dejo caer sobre las sabanas. Quiero llegar a Zou ya.
Cierro los ojos y suspiro. Me levanto un rato después y decido ponerme una camiseta, me siento frente al escritorio y sigo maquinando mi siguiente movimiento.
Los mugiwaras tardaran aun dos años en reunirse. Todos se reunirán donde tienen el barco, es decir, en el archipiélago Sabaody. La única manera de ir al nuevo mundo es pasando por la isla de Gyojin, que ahora corresponde a Big Mom, después de que Barbablanca murase en combate.
La isla de continuación es Punk Hazard donde ahora están peleando Aokiji y Akainu para convertirse uno de esos dos en el nuevo almirante de flota de la marina.
Necesito reunirme con su tripulación para poder maquinar todo esto al 100%. Tengo que esperar dos años. Pero estaría bien, movilizarse dentro de los laboratorios de Punk Hazard.
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