-¿Para qué nos has citado Minato? -el rubio veía a sus conocidos más cercanos, los sannin, Shikaku, Hiruzen, sus alumnos Kakashi, Obito y Rin -como recordarán, hace seis años fuimos atacados y en consecuencia mi hijo murió -todos asintieron con algo de tristeza por el Hokage -la situación es, no está muerto -abrieron sus ojos demasiado esperando explicación -hace un mes exactamente el diez de octubre encontraron sobre el monte Hokage a un pequeño, estaba desollado en gran parte de su cuerpo, con fracturas bastante graves, un órgano perforado y sin memoria -la molestia en todos era evidente -la policía Uchiha tomó el caso al tratarse de un civil, no han encontrado nada, estuvo internado durante un mes, fue atendido por ninjas médicos gracias a la gravedad de sus heridas-

-El día de la graduación de la academia regresaba a la torre caminando por la aldea, choqué con este pequeño, se veía temor en sus ojos y en sus acciones, evidentemente con signos de tortura, la señora del servicio social que lo llevaba al orfanato me contó todo esto, cuando pregunté su nombre casi me desmayo "Naruto" -Jiraiya abrió sus ojos demasiado -pero ese nombre, eso es imposible -Minato asintió- cuando el pequeño levantó el rostro, lo supe, era mi hijo, es igual a mí cuando era niño, creí que me estaba volviendo loco, yo mismo enterré a mi hijo -

Todos lo veían con duda -le conté a Kushina, ambos fuimos al orfanato, la enfermera tomó muestras sanguíneas, las llevé al hospital, estos son los resultados -Tsunade tomó la hoja, abrió sus ojos demasiado al leerlos -no hay duda, en verdad es tu hijo y de Kushina, pero ¿cómo? yo misma evalué su muerte -

Minato asintió -en la tumba ya no hay nada, está totalmente vacía, no se ve violada, no entiendo qué demonios sucede, lo que me importa es que regresó y que quiero encontrar al maldito desgraciado que atacó a Kushina, estoy seguro que él es el culpable de tal atrocidad contra mi hijo-

La puerta del despacho se abrió dejando ver unas gemas azules. Kushina abrió la puerta, le dió un ligero azote cariñoso en sus pompitas. Naruto caminó hacia su padre con la mirada gris ante la vista de todos, se escondió tras su silla viendo a todos, los presentes en el lugar lo vieron con sorpresa, efectivamente era igual a Minato, el pequeño vio al anciano al que llamaban tercero, al resto nunca los había visto en su vida.

-Es igual a usted sensei -Obito habló con sorpresa -es verdad, es hermosoooo -Naruto abrió sus ojos demasiado, se puso rojo ante la efusividad de Rin, el gigante se acercó al pequeño, abrió sus brazos -ven aquí renacuajo y dame un abrazo -Minato sonrió levantando a su pequeño, lo colocó en los brazos del sannin quien lo abrazó con fuerza -estás tan chiquito renacuajo, vamos, puedes llamarme jiji, te dejaré hacerlo -Naruto lo vio con cuidado, giró su mirada a su papá -¿qué es jiji? -un silencio se formó, ahora entendían lo de la perdida de memoria -es abuelo renacuajo, siento a Minato como si fuera mi propio hijo -el pequeño asintió, enterró su rostro en el chaleco del mayor sintiendo sus caricias en su espalda -vamos Jiraiya-sensei, déjame presentar, soy el alumno favorito de tu padre -una gota cayó en todos. Kakashi negó, era evidente que él lo era, Rin negó, era evidente que ella lo era, Minato sonrió divertido -Rin, tu marido cada día está más loco ttebane -Obito vio a la pelirroja -no estoy loco, simplemente soy el optimista y alegre del grupo -la señora negó -eres el baka del grupo -ambos chocaban rayitos en sus ojos, al final sonrieron con diversión.

-Renacuajo, esta sensual rubia a mi lado es mi esposa, me saqué la lotería renacuajito -el pequeño giró su mirada a la rubia exhuberante que volteó los ojos con diversión -dime tía Tsunade, así me llama tu madre -el pequeño asintió -eres bella -la rubia sonrió -ya me agradas mocoso -Jiraiya sonrió divertido -este anciano de aquí es mi sensei, Sarutobi el tercer Hokage -el anciano fumaba analizando al pequeño, era verdad que se veía asustado y temeroso. Naruto lo observaba con cuidado, se abrazó más al sannin -es un gusto pequeño -el rubio asintió con duda.

-Shikaku, tal vez tu hijo quiera ayudar un poco siendo su amigo ¿sería mucha molestia? -el Nara negó -estará feliz, lo traeré el fin de semana -Naruto vio con sorpresa a su papá, siempre quiso un amigo, sonrió levemente llenando el corazón de sus padres, se veía feliz con esa idea -te lo agradezco Shikaku, Naruto, por último Kakashi y Rin, mis otros dos alumnos -ambos chicos sonrieron amables. Naruto veía el cabello del peliplata, pensaba en ¿porqué su cabello no caía? mientras los adultos hablaban sobre el pequeño, el rubio menor estiró su mano, con cuidado tocó el cabello del Hatake, no picaba, era suave. Kakashi sonrió divertido, levantó su mano acariciando la cabeza del pequeño suavemente, una gema azul se abría ligeramente, su mirada gris se calmó mostrando una más azul, esta gente se veía que eran buenas personas, tal vez no todos eran monstruos.