Capítulo 15
-Es hora de aprender el rasengan cariño -el pequeño giró su rostro con duda, asintió -observas este globo, quiero que sientas el movimiento del chakra y lo repliques, será sencillo para ti al ser un ninja sensor -Naruto asintió observando como su padre hacia reventar el globo, afiló su mirada, tomó un globo, lo observó por un momento, comenzó a imitar el movimiento de chakra como su padre había hecho, trataba de recordar cómo había sido, su chakra reventó el globo a los quince minutos. Minato sonrió -segundo paso, fuerza -el globo con textura más gruesa reventó. Naruto lo observó con duda -puedes hacerlo de nuevo -el Hokage asintió -generó chakra en su mano, con el mismo movimiento en una pequeña explosión lo explotó -Naruto levantó su mano con el globo, apretó su ceño, le costaba igualar la cantidad de chakra y la presión para explotarlo, el globo se movía de un lado a otro, el globo reventó, el rubio menor tomó otro globo. Minato se había retirado, fue a la cocina a preparar un poco de limonada para todos -Naruko-chan, ayúdame con los emparedados que hizo tu madre -ambos salieron y se colocaron junto a la pelirroja que ponía la manta para el día de campo, el globo explotó, otra vez, cada vez duraba menos tiempo.
-Naru-nii es fantástico pa -su pequeña pelirroja ya se encontraba en su tercer año de la academia -tú también lo serás cariño, no te preocupes -la pequeña sonrió al ver llegar a su madre -mami, ya sé con quién me casaré -Minato escupió la limonada -nada de eso cariño, serás monja -Kushina se revolcaba de risa mientras su pequeña inflaba sus mejillas en berrinche -¿quién es tu objetivo Naruko-chan? -la pequeña sonrió -es un niño grande, se llama Konohamaru Sarutobi, es súper increíble -el rubio mayor sentía un vahído en su cuerpo, reaccionó al momento antes de caer de espaldas y regresó -nada de eso, serás monja, ya te dije -
Kushina sonreía con diversión, Naruto se acercó a su padre, levantó su mano, el globo reventó, sólo habían sido treinta minutos. Kushina sonrió -a mí me costó una hora, no cabe duda que eres increíble Naru-chan ttebane -Minato sonrió -ahora sólo debes unir rotación y fuerza -el rubio menor se sentó, levantó su mano, con la izquierda comía, mientras con la derecha lo intentaba. El Hokage negó con diversión mientras lanzaba a su pequeña en el aire, era su día libre, sí o sí este día se libraba del trabajo, dejaba un sapo para emergencias -¿qué harás contra el Hyuga? -Naruto levantó su mirada un poco viendo a su papá, la regresó al rasengan de inmediato.
-Dijiste que las técnicas más poderosas del clan Hyuga con respecto al puño suave eran los Ocho Trigramas Hakke Rokujūyon Shō que acaban en setenta y cuatro palmas y el Ocho Trigramas Palma de Retorno al Cielo, Hakkeshō Kaiten, sus técnicas únicamente se basan en chakra y taijutsu, no manejan ningún otro ninjutsu, su armamento es limitado por tal, confían ciegamente en sus ojos, otro vez chakra -
Minato abrió sus ojos al entender -¿limitarás su chakra? -Naruto asintió -si es así, deberás ser rápido o puede ubicar los sellos en el campo -el pequeño negó -me descubrirá, dejaré que se acerque -Minato lo vio con cuidado -si te lastima por arriesgado harás los deberes de Naruko y los tuyos por un mes -Naruto levantó un puchero, asintió -no lo hará- el kage negó con fastidio, su hijo a veces era muy confiado.
…..
Naruto tocó la puerta de la mansión Uchiha, la puerta se abrió dejando ver a la matriarca -Naruto ¿qué haces aquí? -el rubio sonrió ligero -buscaba a Sasuke, me dijo papá que mañana se iría a entrenar con Kakashi-nii -la señora asintió, la puerta se abrió por completo de golpe dejando ver al patriarca -¿otra vez tú aquí? -el rubio enfrió su mirada haciéndola gris, el chakra del señor era café igual que aquella chica -no me agradas, hueles a problemas -el rubio asintió -señora, si me disculpa, me retiro -Fugaku apretó el ceño, cerró la puerta en la cara del rubio. Naruto vio la puerta casi en su rostro unos segundos, se dio la vuelta -lamento lo que mi padre hizo, es algo especial-
El Namikaze vio a Itachi con su uniforme anbu llegar a su casa, su máscara colgaba de su cadera. El rubio lo vio con cuidado, sonrió ligeramente con un suave sonrojo, sacó de su bolsa un caramelo, se lo dio. Itachi sonrió ligero, le divertía el pequeño -¿por qué siempre me das dulces? -el menor sonrió ligero -me agrada como se hacen enormes tus ojos cuando ves dulce -el Uchiha se sonrojó, metió el caramelo en su boca -¿así que descubriste mi debilidad? -el rubio giró su rostro viéndose extremadamente tierno. Itachi lo vio con cuidado mientras mordía lentamente el dulce algo perdido en esa vista -¿quieres que le pase recado a otouto? -Naruto asintió, sacó un pergamino, se lo dio -le traje ramen de tomates y sellos de peso para sus extremidades -el azabache abrió sus ojos con sorpresa -te agradezco, ¿no estás molesto por como te trata padre? cada que vienes te corre -el rubio lo vio con cuidado analizando qué responder -de nada sirve que me enoje o que diga algo, tal vez después será más difícil ver a Sasu-
Itachi sonrió ligero -lo lamento, si tu padre supiera cómo te corre mi padre, es seguro que no te dejaría venir -el Namikaze negó -es mejor así, papá es demasiado sobreprotector, desde… bueno, ya sabes, supongo -el comandante asintió, levantó dos dedos, le regaló un poke al pequeño -gracias por ser amigo de Sasuke -un sonrojo cubrió el rostro de Naruto. Itachi sonrió divertido por su reacción, le había encantado -¿te parece si te invito unos dangos como agradecimiento? -el rubio abrió un poco sus gemas, asintió -el sábado por la tarde te espero en la plaza central -el pequeño sonrió un poco, comenzó a salir del lugar caminando lentamente sin sentirse incómodo por la mirada del Uchiha sobre él.
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