El tenía que seguir, tenía que hacerlo, pero algo le impedía que lo hiciera, no sabía que era pero era fuerte y lo empujaba más y más a estar triste ¿Que podría hacer?

El unicornio estaba confundido, se vengó y comió sus manzanas tranquilo ¿Que más podría pedir? No lo sabía pero tenía que descubrirlo, entonces se puso su traje de detective y agarró una lupa y se puso a investigar, tenía que haber una solución a este problema.

En el camino se topó con sus amigos, los cuales estaban muy enojados por lo que había hecho, pero como él sabía defenderse, pero no quería parar de estar feliz simplemente los pasó de largo. El unicornio seguía buscando una explicación pero no la encontraba, que estará pasando?

La verdad el no quería ser feliz, pero como ya lo sabemos el tenía una meta de que tenía que ser feliz toda la vida, pero sus amigos se lo impedían. El estaba triste... por dentro, porque por fuera tenía que ser feliz cueste lo que cueste.

El unicornio de la felicidad ya no quería ser de felicidad, se había aguantado tantas lágrimas, tantos berrinches... QUE ESTABA PASANDO? Quería descubrirlo pero no encontraba el problema y pensó en rendirse, pero no... el quería continuar porque... tenía que hacerlo, ERA EL UNICORNIO DE LA FELICIDAD, LOS UNICORNIOS DE LA FELICIDAD TIENEN QUE SER FELICES!

El unicornio de la felicidad ya no quiere ser feliz...