Capítulo 12: Quirk adaptado.


Se sentí inspirado, así que decidí apresurarme con esta historia, usare el resto para poder escribir las demás jeje.

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POV Izuku

Esta mañana me sentía extraño, sentí que algo había cambiado en mí. Tal vez no un cambio tan grande como en el pasado, pero la verdad es que me sentía diferente. Me preguntó si lo que hice con Mina en la escuela tendrá algo que ver jeje.

Salí de la cama, di algunos saltos hacia la mesa como siempre, me alegré bastante al haberle dado mantenimiento a mi "brazo" y "pierna" la noche anterior, de esta manera ya estaban listos para ser usados.

Los construimos juntos, ella y yo... Me enseño muchas cosas realmente interesantes jeje.

-"Me preguntó cómo se encontrara" – Sonreí al recordarla. Me apresure a colocar las últimas piezas, me he vuelto bueno haciéndolo, aunque aún me falta mucho para superar su habilidad.

Sentado en la cama, me prepare para conectarlas. Ya no duele, con el tiempo me acostumbre. Unir los miembros, cables y enlaces artificiales, es realmente doloroso ¿saben?

-¡Yoshi!- Apreté el puño, moví los dedos de mi "pierna". Todo normal. 

Me sentí aliviado, creí que al "despertar" este nuevo Quirk ya no podría usar nada que funcionara con electricidad. Debo esforzarme para controlarlo como a los otros, aunque espero no tener que usarlo seguido, ya no quiero faltar a clases por quedarme en cama.

Luego de heredar el All For One, de descubrir mi verdadero Quirk, de encontrarme con Ochako otra vez, de hacer buenos amigos, estoy feliz... Realmente lo estoy. Todo lo que he vivido, lo que he sufrido... Con suficiente esperanza, pude superar casi todo. Esos son los pensamientos que tengo antes de salir de casa. Sólo quisiera... Quisiera...

-Ittekimasu – ... Que ella lo viera.

Cerró la puerta, dejando su solitario hogar..

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Era un día normal en la academia UA, las clases eran largas y muy normales para tratarse de una escuela de héroes, sin embargo, al llegar el medio día, las cosas se ponían inusuales cuando un pelinegro, cubierto de vendas por completo, impartía la sesión de entrenamiento especial.

Con el evento deportivo cerca y la emoción a tope, los jóvenes aspirantes a héroes estaban más que dispuestos a entrenar para sobresalir del resto, sobre todo cuando se enteraron que los héroes profesionales los observarían, para pedir por ellos si su desempeño lo ameritaba, una recomendación de su parte, era un paso muy grande para convertirse en profesionales.

-Midori-chan – Dijo con voz alegre y una hermosa sonrisa, aquella pelirrosa abrazó por la espalda al chico.

-Mina-chan ¿Qué sucede? – Preguntó extrañado, sin reacción alguna, el busto presionando su espalda no le afecto en nada, después de todo, tenía experiencia en campos de los que nadiese imaginaba de él.

-"De nuevo sin reacción jijiji. Midori tu sí que eres especial" – Lo miró con una sonrisa pícara y luego volteó hacia su compañera. La castaña sólo puedo hacer un moflete.

Era como siempre, una escena de celos en el salón de clases, Izuku y Ochako se habían quedado para terminar una tarea, mientras que Mina no desaprovecho la oportunidad para abrazar al chico y mostrarle a su compañera lo mucho que quería estar con él... Como lo habían hablado hace unos pocos días.

-¿Vas a entrenar hoy? ¿Puedo acompañarte otra vez? – Su voz era juguetona, se veía a lenguas que quería hacer otra cosa. Esto provocó a Ochako e hizó sonreír internamente al peliverde.

-¿Hoy?... Mmmm... - Él se puso a pensar – Hoy estaré en la biblioteca. Ya sabes, tengo algunas tareas como representante jeje- Explicó, soltando una pequeña risa. La idea de hacer papeleo lo tenía algo cansado, pero al recordar quien lo acompañaría, lo haría sin quejarse.

-Ehh- Mina expresó su disgusto, como una niña al comer vegetales – ¿De nuevo? ¿Por qué no le pides a Momo-chan que lo haga por ti, digo ella es muy inteligente, seguro podrá hacerlo sola – Sugirió, no se rendía ante la idea de querer "entrenar" con Izuku.

-Vamos, no digas eso, además...

-¡Además tú puedes entrenar conmigo! – Interrumpió Ochako, se había cansado de solo escuchar.

-Ochako-chan... Tu cara da miedo – Mina sonrió de forma nerviosa, sabía que la había provocado demasiado.

-Deja a Deku-kun tranquilo, ya te dijo que tiene cosas que hacer – Encaró a la pelirrosa haciendo que esta suelte al chico, era increíble lo mucho que cambiaba cuando se trataba de defender a su peliverde... Aunque este ya no fuera solo suyo.

-De acuerdo, entrenare contigo jeje – Se rindió, soltó una pequeña rosa –"Sera mejor no hacerla enojar" – Pensó, luego hablaría con ella sobre lo que habían hablado anteriormente.

-Bien, que te parece sí continuamos, Ochako-chan – Sonrió, invitando a la castaña a seguir con la tarea.

-D-De... De acuerdo – Se sonrojó enormemente, Izuku sí que la había conquistado, al punto de convencerla con la idea de tener que compartirlo con Mina.

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Ese mismo día en una zona que simulaba una ciudad destruida, un par de jóvenes, vestidas con el uniforme de E. F. se encontraban entrenando. La castaña hacía flotar algunas rocas, mientras que la pelirrosa disparaba el ácido que secretaban sus manos.

-Te acercas demasiado a él. ¿Qué no ves que estamos en la escuela? – Riño a la pelirrosa, mientras deshacía el sello de sus manos.

-Eh ¿Qué tiene de malo?, sí tú también... - Dio un gran saltó - ¡Querías hacerlo! – En el aire, arrojó más ácido hacia las rocas, haciendo que estas se derritan - ¿Verdad? – Preguntó una vez que toco el suelo.

- ¿Eh? – Ochako se sonrojó otra vez – P-Por supuesto que... - Se sumió en sus fantasias, se imaginó a ella misma abrazando a Izuku en cualquier parte de la escuela, besándose y quien sabe que otras cosas a espaldas de todos -¡Por supuesto que no! – Mintió toda roja y nerviosa. Como pudo tapo su rostro.

Mina sonrió, se divertía al ver las reacciones de la castaña.

-Vamos, vamos, no te pongas así jeje – Aun así la apoyó, dándole algunas palmadas en la espalda.

-Pero, es que... - No podía destapar su mirada. Con la sola idea de tomarse de la mano con el peliverde en público, era suficiente para dejarla en tal estado de vergüenza, algo irónico considerando lo lejos que había llegado con él.

-¿No dijiste que querías ser más abierta? ¿Qué querías hacerlo feliz? – Le recordó la pelirrosa.

Recordó sus palabras, la discusión que tuvieron sobre Izuku, más que una declaración de guerra, era más bien una propuesta, una alianza donde nadie saldría herido. Ese día la expresión de Ochako no dejo de verse muy impactada, al punto de ensombrecer su rostro. La ira y los celos la hubiera poseído sino fuera porque recordó el pasado, los acontecimientos que llevaron a Izuku a irse lejos, y las "cicatrices" de su cuerpo. Sentía que no podía reprocharle nada a su amigo de la infancia, así que, aguantándose y dejándose converse por Mina, aceptó sin más, además de que fue convencida con otra cosa.

-S-Sí – Contestó tímida. Lentamente destapo su mirada.

-¿Sí qué? – Volvió a preguntar Mina.

-Sí quiero hacerlo feliz... Quiero demostrarle cuánto lo quiero – Aun sonrojada, puso un semblante serio. Era un hecho que se esforzaría.

-Entonces yo te voy a enseñar – Declaró aquella pelirrosa, sonriendo como una experta... Una experta en seducción y amor, a pesar de que Izuku ha sido el primer chico con el que había estado.

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En otra parte...

El lugar era tranquilo y silencioso, tanto para disfrutar como para hacer algún trabajo, este último era el caso para una pelinegra, quien se veía algo impaciente.

-Hmm ¿Dónde estará? – Pronunció con molestia, mientras hacía a un lado algunos papeles en la mesa, muchos de ellos documentos que debía revisar el representante antes de ciertas clases.

Se estaba cansado de esperar, de hacer sola el trabajo. Sacó un pequeño libro de su mochila, de portada roja algo sospechosa, antes de abrirlo, miró a su alrededor, un carmín decoró sus mejillas.

Se imaginó la escena, a la vez que sus ojos brillaban con anhelo, donde el hombre, en el clímax de la historia, tomaba a la doncella entre sus brazos mientras la lluvia mojaba sus cuerpos. Con calma tocó sus labios, no podía verse más sonrojada – "Me preguntó... Cómo se sentirá el real" – Se imaginó la silueta de cierto joven, que cuando se hizo más clara, sacudió su cabeza para disipar esa idea- "No, no, no... ¿Por qué rayos estoy pensando en él? – Apretó su libro con fuerza- Él ya tiene a alguien- Susurró para sí misma, mientras bajaba la mirada.

-Vaya, no pensé que a Yaoyorozu-san le gustara este tipo de lectura – Aquellas palabras vinieron en un susurró, que sumado a lo cercano que estaba de su oído, hicieron que la pelinegra pegara un brincó y arrojara el libro en el aire.

-¡Mi-Mi-Midoriya-san! - Ella uso sus brazos para cubrir su sonrojo -¿Hace cuánto que llegaste? –Preguntó, a la vez que el libro caía, este fue interceptado por una mano enguantada.

-Veamos... Ujum – Acomodó su voz antes de empezar - Capítulo siete: y la besó con todo lo que tenía, transmitiéndole todo su am...

-¡Waaah! – De inmediato, la pelinegra se acercó, arrebatando el libro al muchacho, antes de que este siguiera leyendo donde se había abierto - ¡Responde! –Alzó la voz, lágrimas se habían amotinado en sus ojos, se sentía muy avergonzada por su descuido.

-Mmmm- Izuku se puso a pensar- Hace unos minutos jeje- Respondió, mientras rascaba su nuca. Su Quirk de sigilo siempre se activaba cuando nadie lo veía o cuando se sentía muy relajado, como lo estaba en ese momento, a pesar de que la pelinegra lo miraba con algo de enojo.

-E-Eres un... Eres un desvergonzado – Exclamó la pelinegra, era una suerte que no hubiera nadie en aquella biblioteca o seguro serían reprendidos – No sólo llegas tarde sino también me espías ¿Qué clase de acosador eres? - Lo señaló de forma severa.

-Ooh – Expresó impresionado, no parecía estar afectado por las palabras de la pelinegra. En cambio, sonrió de la forma inocente que podía. Se acercó a la chica, la tomó de la mano- Tal vez lo sea, pero al menos yo sí hable antes de que hicieras otra cosa – Soltó como si nada, ella no parecía entender - ¿Disfrutaste el espectáculo, Yaoyorozu-san? – Agregó, dejando fría a su compañera.

-T-Tú... ¿Tú sabías que te observábamos? – Le costó formular, se había dado cuenta apenas le preguntó.

-Por supuesto – Contestó, era un tanto perturbadora la forma en la que sonreía el chico, admitiendo que no sólo había tenido relaciones con la castaña, sino también que sabía que lo observaban- No dije nada porque no quería asustarlas o que pensaran que estaba molesto jeje.

-L-Lo... Lo siento... No era mi intención espiarlos – Ella se disculpó mientras bajaba la mirada- No sabía que tú y Ochako-chan... Que ustedes tenían ese tipo de relación, la verdad es que yo... – Fue interrumpida, cuando una mano levantó su barbilla, de tal manera que viera al muchacho a los ojos- ¿M-Midoriya? ¿Qué estas... Mmf... - Sus labios fueron reclamados, la sensación cálida la lleno de felicidad, a la vez que una pequeña corriente pasaba por su espalda. Con lentitud, rodeó el cuello del chico, se dejó llevar, pero al entrar en razón, ella lo aparto de inmediato.

-¿Q-Qué crees que haces? – Secó sus labios con el dorso de su mano- Se supone que estas saliendo con Ochako-chan ¿Por qué hiciste eso? – Seguía cubriendo su boca, sonrojada hasta las orejas, unas lágrimas amenazando caer. Había sido su primer beso, tomado de forma repentina por el chico que le gustaba en secreto. Tristemente él ya le pertenecía a otra.

-Lo hice porque me gustas – Dijo sin vacilar, acercándose nuevamente a la chica. Ella retrocedió unos pasos, seguía cubriéndose medio rostro.

-¿Te das cuenta de lo que dices? – Una mezcla de sentimientos la hicieron sentirse confundida, estaba molesta y al mismo tiempo se sintió feliz al escuchar aquellas palabras – Vas a lastimar a Ochako-chan, además ella es mi amiga, no puede hacerle eso.

-Lo sé, pero me gustas de igual forma – Seguía insistiendo a expensas de la nerviosa señorita – Ochako-chan, Mina-chan, Yaoyorozu-san, me gustan todas, además... -Bajó la mirada, sonriendo de forma gentil para ella – Ustedes son las únicas que al verme no me miraron con lastima o miedo – Hizo referencia a su apariencia, la cicatriz en su rostro, en sus brazos y la falta de extremidades - ¿Lo recuerdas? – Ella regresó la mirada, volvió a sonrojarse al ver la sonrisa de Izuku –En el salón, cuando fuimos elegidos representantes, no desviaste la mirada, me miraste directo a los ojos y aunque fuera por un segundo, pude verte sonreír levemente, realmente me cautivaste con eso- No era palabrería, desde que recuerda, la gente siempre lo miraba con lastima y asco, por ser un "invalido" o por su mera apariencia. Reencontrarse con Ochako y al conocer a otras personas le hicieron recuperar lo que había perdido, un sentimiento de amor y confianza.

Momo quería creerle, cedió por unos segundos al ver la sinceridad en esa sonrisa, pero, realmente, lo que estaba proponiendo Izuku era una locura, algo irrazonable.

-¿De qué estás hablando? – Le dio la espalda, mientras abrazaba su libro – Lo que dices es una tontería, no hay manera en que puedas tener varias chicas a la vez... - Se sonrojó al darse cuenta de lo que dijo, algo sacado de alguna novela, de las tantas que había leído.

-¿Ooh? ¿Acaso estas retándome? – Preguntó con una sonrisa confiada, ella se dio cuenta por el tono empleado.

-¡¿Qué?! ¡No! – Se sorprendió- No lo hago, es sólo que lo que dices es irrazonable, vuelve a la realidad ¿Quieres? – Lo encaró, algo exaltada – Además, si hubiera una posibilidad de que cediera, yo... Yo... -Se sonrojó otra vez, aun así reunió las fuerzas para decirlo – Yo querría tenerte sólo para mí, lucharía con todas mis fuerzas para ser tú número uno – Lo dijo con tanta seguridad, a la vez que sus lágrimas escapaban y apretaba sus puños con determinación.

Izuku sonrió, por dentro estaba más que complacido. Sin que quisiera hacerlo la había convencido, otra más que se volvería una de sus preciadas "compañeras. Tomó la mano de la chica. De nuevo, una corriente eléctrica atravesó todo su cuerpo, sabía que tenían algo en común, desde que lo hicieron por primera vez; la capacidad de crear.

-Ninguna de ustedes será mi número uno, todas son únicas, me gustan todas por igual – Besó la mano de la chica, con calma subió hasta alcanzar sus labios, rodeó su delgada cintura. Nuevamente, la pelinegra agradeció que nadie estuviera ahí para verlos.

-"Con que así se siente uno verdadero... Me gusta" – Dejó caer el libro, ya nada se comparaba a aquella sensación, ni siquiera la más "fuerte" de sus lecturas.

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Dos semanas pasaron, había llegado el día, el gran evento esperado por todo la gente, sobre todo por los estudiantes que participarían; el festival deportivo llegó.

Gente apresurándose a llegar para ocupar los mejores lugares en el gran estadio de la UA, y otros frustrados como ciertos reporteros quienes tenían que ser inspeccionados antes de ingresar. Y es que desde el ataque de los villanos, los profesores aumentaron la seguridad de la academia. No podían permitirse verse débiles ante un "simple" ataque, tenían que demostrar su fuerza y resaltar su imagen como la mejor academia de héroes, y que mejor manera que realizando el festival como si nada hubiera pasado.

-Este año los alumnos de primero son los más prometedores.

-¿El director estará en la ceremonia?

-No, creo que él estará con los grupos de tercero.

-Hey ¿sabías que entre los estudiantes de primero está el hijo de Endeavor?

-¡¿De verdad?! Me muero por ver el escenario de los de primer año?

Comentarios que la gente dejaba en el aire, mientras se paseaban entre los puestos de comida, después de todo, la palabra festival no estaba ahí como adorno. Incluso algunos héroes profesionales fueron solicitados para hacer de seguridad, como era el caso de sujeto con mascara de madera, un fornido hombre con enormes argollas de metal en las muñecas y una rubia de traje ajustado, quien usaba sus "encantos" para regatear comida en un puesto de Takoyaki.

En los vestidores, un grupo de jóvenes se veían nervios, más bien ansiosos por comenzar aquel evento.

-Ahh que lastima – Suspiró con decepción, una pelirrosa quien veía su atuendo- realmente quería usar mi traje este día.

-Para que todo sea justo no podemos - Dijo el joven con cola, Ojiro.

La mayoría estaban sentados, esperando la señal para dirigirse al estadio, habían entrenado muy duro para este día. Incluso Bakugou, quien seguro se sometió a un rigoroso entrenamiento, a pesar de que siempre se jactaba de ser el mejor, el resentimiento acumulado desde su última derrota a manos de Izuku le había dado una razón para esforzarse como nunca lo había hecho. Miró fijamente al peliverde, este se encontraba sentado, platicando alegremente con una castaña y, extrañamente, con una pelinegra de expresión seria.

-Estoy un poco nerviosa, no sé cómo me ira – Habló la castaña, recibiendo el apoyo de cierto peliverde.

-Tranquila, entrenaste muy duro para este día, sé que te ira bien, Ochako-chan- Sonrió a la castaña, esta bajó la mirada, se sonrojó, más que calmarse, ahora estaba más nerviosa que nunca.

-G-Gracias, Deku-kun – Aun así agradeció, dándole a Izuku una tierna sonrisa. Intentó tomar su mano, pero al sentirse rodeada por sus compañeros, decidió retroceder. Una pelirrosa fue testigo de ello.

-"Aww, parece que aun tendremos que trabajar duro en esa parte, Ochako-chan" – Pensó, para luego soltar un suspiro, era increíble lo tímida que podía ser su amiga en público, pero no en la intimidad como había visto una vez.

-¿Cuál crees que será el primer evento? – Preguntó un poco nervioso, un joven con apariencia de luchador, Sato.

-Cualquier cosa que sea habrá que estar preparados – Respondió su compañero con cabeza de ave, Tokoyami.

-¡Chicos! ¡¿Están listos todos?! – Entró al lugar un joven de lentes, Iida hizo a sus compañeros ponerse de pie.

-Bien, será mejor que vayamos – Comentó Momo. Miró a Izuku antes de dirigirse a la puerta, no pudo evitar sonrojarse y molestarse un poco cuando lo vio siguiendo hablando con Ochako y recibiendo un abrazo de Mina – "Deberían moderarse un poco ¿saben? – Con una vena en su frente, resistió sus ganas de intentar hacer algo también.

-Midoriya- Antes de que pudiera salir, un pelirrojo se puso en su camino, al igual que Izuku, una cicatriz cruzaba su ojo izquierdo, solo que esta se trataba de una quemadura. Los dos jóvenes se miraron fijamente.

-¿Qué sucede, Todoroki-kun? – Izuku para nada estaba lucia intimidado, a pesar de que el mitad albino lo veía de manera inquisidora. Este encuentro no pasó desapercibido por nadie.

-Viendo esto objetivamente, soy más fuerte que tú – Fue directo, sorprendiendo a todos sus compañeros, parecía que estaba atacando al peliverde – Pero por alguna razón All Might tiene la mirada en ti – Aquellas palabras lo hicieron reaccionar un poco, había sido descuidado en ese aspecto, el de recibir los constantes consejos del héroe número uno y actual profesor de la academia – Voy a derrotarte.

-¿Derrotarme? – Pensó Izuku. Por fuera lucía extrañado, pero por dentro, una sonrisa ladina se dibujó en sus labios. Para él, para el Izuku de este momento, un reto es lo último que lo podía preocupar, es más, lo esperaba con ansias.

-Hey, hey ¿qué pretendes al buscar pelea? – Un pelirrojo se acercó a ellos, con la intención de calmar las cosas. El mitad albino simplemente lo ignoró para dirigirse a la puerta.

-No estamos aquí para hacer amigos. Así que ¿qué importa?

-Espera- Se detuvo al ser llamado, se dio la vuelta, sorprendiéndose al cruzar miradas con un peliverde – No sé por qué buscas pelea conmigo, pero... - Casi todo el mundo se impactó al ver la expresión de Izuku, esa expresión calmada y alegre había sido reemplazada por una amplia sonrisa, dándole una apariencia casi maniática – Sí vas a venir por mí, será mejor que no te contengas porque yo no lo haré. Iré con todo lo que tengo, Todoroki-kun – Declaró, dejando consternado a más de uno, incluso al propio retador.

-...- El pelirrojo simplemente salió, todo lo hicieron no había nada más que decir, sus acciones, su desempeño en el festival, lo darían todo por vencer.

-Deku-kun – Ochako se acercó él, cuando solo quedando unos cuantos en el vestidor.

-¿Qué pasa, Ochako-chan? – Su expresión había vuelto a la normalidad, dándole una sonrisa a una de sus novias.

-¿Qué fue todo eso? ¿Por qué Todoroki-kun quiere pelear contigo? – Estaba preocupada él, más por el hecho de que se hiciera daño, fue la mirada que puso hace unos instantes.

-Tengo una leve idea, pero no estoy muy seguro – Comentó despreocupado, colocando una mano detrás de su nuca. De reojo, se dio cuenta de la expresión de la chica – No te preocupes, sólo se trata de una competencia amistosa je.

-De acuerdo – Asintió convencida – Sé que puedes ganar – Dijo lo que pensaba, sin siquiera dudarlo – Después de todo, "Deku" significa "puedo hacerlo" – Le recordó su seudónimo. Aquella sonrisa que hizo Ochako, lo obligó a sostener su pecho, sólo ella podía afectarlo de esa manera... Ella y tres más.

-Me esforzare – Dijo, y antes de que se dirigiera a la puerta, su cabeza fue sostenida por unas suaves manos. De puntillas, Ochako le plantó un pequeño beso, no importaba sí aún quedaba alguien ahí, de hecho, los únicos impactados por eso fueron un pequeño pelimorado y su amigo el rubio.

-Kaminari-kun, Mineta-kun ¿por qué siguen aquí? – Iida acababa de entrar otra vez al vestidor –Quiten esa cara y vayamos al estadio – Los jaló del cuello, impidiéndoles salir del shock causado por la escena de amor- Midoriya-kun, apresúrate también.

-Está bien, enseguida los alcanzamos – Confirmó con una señal de mano. Regresó con su compañera, se habían separado apenas escucharon a su amigo entrar -Realmente me sorprendiste – Dijo con una sonrisa.

-Sí, también yo – Habló sonrojada – "De misma"- esbozó una bella sonrisa. Afuera del vestidor, dos señoritas esperaban a ambos lados de la puerta, denotando ciertos sentimientos.

-"¿Qué cree que ésta haciendo?" – Pensó una pelinegra algo molesta y celosa, mientras mordía su uña. En cuanto a la pelirrosa a su lado...

-"Esta chica me llena de orgullo"- Tan sonrió, su arduo trabajo con su compañera había rendido frutos, había cumplido con una parte del acuerdo, ahora Ochako ya no podía negarse a compartir a Izuku, ni con ella o la vicepresidenta.

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Junto a sus compañeros, mientras se hacía camino por el gran pasillo, no dejaba de verse concentrado, sonriendo por dentro.

-"Quiero que le digas al mundo ¡Estoy aquí!" – Recordó las palabras de la persona que más admiraba, aquel rubio que le había heredado su voluntad.

-"De acuerdo, All Might" –Confirmó Izuku en su mente, sumamente confiado y decidido.

La imagen de ocho asientos en la oscuridad apareció de repente, había ocurrido algo, algo que hizo enojar al anfitrión de aquel escenario.

-¡Maldito estúpido! – Gritó, mirando con furia aquella sombra parada a un lado de la silla de en medio –Nunca dijiste nada, apareciste y te comportaste de manera fría sin siquiera decir ni una sola palabra ¿Qué es lo que pretendes ahora?– Seguía recriminándole a aquella sombra, hasta que esta reveló su imagen; un "Izuku" vestido con una gabardina negra, manteniendo una expresión bastante seria, como si se tratara de un asesino a sueldo -¡Maldito traidor! – Volvió a gritar el "Izuku" anfitrión.

-No estoy traicionando a nadie – Dijo el "Izuku" asesino. Miró la silla que estaba a su lado, posó su mano sobre una de las esquinas del respaldo.

De repente, algo se materializo en la silla, cabello negro amarrado en una cola hacia arriba, vestía un traje negro algo ajustado y una capa blanca. Cabizbaja, la mujer no dijo, no movía ni un solo musculo, después de todo unas cadenas la rodeaban, la obligaban a quedarse ahí sentada – Sólo cumplo con mi misión- Agregó serio. Regresó su mirada a su "compañero", aquel anfitrión, este apretó sus dientes con sumo enojo.

-¡Miserable!... Ese asiento... Debería ser para uno de nosotros siete, y tú te empeñas en protegerla ¡¿Qué carajos pretendes?! – Reclamó, todavía más furioso. El "Izuku" asesino no respondió, aquellas dos frases fueron suficiente palabrería para él. La oscuridad volvió a reinar en aquel teatro, en la mente de Izuku.

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-¡HEY! – En las grandes pantallas, Present Mic empezó su trabajo; animar al público con todo lo que tenía - ¡El festival deportivo de la UA está por comenzar! – Anunció eufórico - ¡¿Están listos?! – Preguntó, haciendo al público contestar con un grito- ¡Es hora que entren los de primer año! – Volvió a anunciar, el público enloqueció, vitorearon a más no poder a los jóvenes aspirantes a héroe.

En un área reservada para los profesores, All Might fijo su vista en su joven pupilo. Aquel peliverde lucía realmente confiado, una gran sonrisa era prueba de ello, sonrisa que contagió a su maestro.

-¡No hace mucho que están aquí, pero esta clase está llena de talento! – Otro grupo hizo su entrada, resaltando entre ellos una pelinaranja de ojos verdes, un peliplata de dientes afilados, una peliverde de expresión muy seria y un rubio sonriendo de manera sospechosa -¡El curso 1-B ésta aquí!

Los siguientes en hacer su entrada fueron el curso general, conformado por el resto de alumnos que tenían esperanzas de entrar al curso de héroes, estos tenía una expresión desalentadora, pues claro, pensaban que estaban ahí para hacer resaltar al resto de alumnos con "verdadero" talento. Sólo uno no se dejó afectar por ese pensamiento, un joven peliazul de mirada algo vacía.

El resto de alumnos pertenecían al área de apoyo y al curso de negocios, del primer grupo, sola una persona resaltaba, una linda y dotada pelirrosa, portando unos anteojos algo extravagantes, mientras mantenía una gran sonrisa.

Una vez reunidos, escucharon las indicaciones de cierta mujer; tanto los estudiantes, como el público masculino, no pudo evitar sonrojarse. Se trataba de Midnight, una heroína que hizo soltar a más de uno un suspiro, sobre todo por lo provocador que lucía en su traje héroe.

-¡Silencio! – Mientras agitaba su látigo, solicitó la presencia de uno de los estudiantes.

El rubio lucía muy serio, demasiado calmado para la actitud que había demostrado durante su estancia en la academia.

-Prometo... - Habló a través del micrófono- ... que seré el número uno – Su discurso bien pensado hizo enfurecer a todos los demás cursos, estos lo abuchearon, lanzaron comentarios negativos hacia él y hacia el grupo al que pertenecía.

-"Típico de ti, Kacchan" – Pensó despreocupado, no le afectó tanto como a sus compañeros, al contrario, ya sabía que iba a pasar algo así. De repente, su sonrisa flaqueó cuando se dio cuenta de cómo lo miraba aquel rubio.

-Y una cosa más... - Agregó serio, dejando a todos en silencio -¡Voy a derrotarte, Deku! – Su declaración resonó en todo el estadio, nadie del público entendió a quién se refería el muchacho, sólo la clase 1-A, entre ellos algunas chicas, quienes miraron con preocupación al mencionado.

-De acuerdo- Respondió tranquilo, sorprendiendo a sus compañeros a su alrededor y provocando al rubio – "Ven a por mí, esta vez te demostrare mi verdadero poder" – Pensó de forma siniestra, pero mostrando una sonrisa despreocupada. Era un hecho, Bakugou planeaba algo, pero Izuku... Izuku terminaría robándose el escenario.

La primera prueba daría inicio, los jóvenes se colocaron detrás de la línea de salida, sería un evento de eliminatoria, una carrera donde el más rápido y hábil sería el vencedor.

Mientras la luz continuaba en amarillo, nadie se dirigió palabra alguna, después de todos se habían convertido en rivales en este momento. Incluso Izuku se concentró, ya había hablado con anterioridad con las chicas, y ellas afirmaron convencidas. Lo daría todo para vencer, eso es lo que se planteó al hablar con All Might.

-¡START!- Nada más comenzó el evento y ocurrió lo que había predicho.

-¡No puedo pasar!

-¡Oigan, no empujen...Auch!

Quedaron atrapados, la cantidad de jóvenes había hecho que el pasillo se volviera muy estrecho, ni un alma podía pasar.

-Lo siento...- Aquellas palabras vinieron acompañadas de una brisa helada. De pronto, el suelo y el pasillo se cubrieron de hielo, los jóvenes estaban muy confundidos e impactados, vieron como un pelirrojo-albino se les adelantaba – ¡Pero tengo que avanzar!

Se trataba del primer filtro, el cual fue superado con facilidad por la mayoría del curso A.

-¡Bastardo mitad! ¡No te dejare ir tan fácilmente! – Gritó Bakugou usando sus explosiones para impulsarse – "¿Dónde ésta ese inútil?" – Lo busco con la mirada pero nada, no había rastro del peliverde.

Muchos más lograron salir de aquel pasillo, pero se les dificulto correr sobre el hielo. Fue necesario usar sus "dones" para superar el obstáculo impuesto por su compañero.

-¡Que ingenuo eres, Todoroki-san! – Momo creó un bastón para impulsarse sobre el terreno – "¿Los demás?" – Miró hacia atrás, aun habían algunos que estaban tratando de superar pasillo congelado, fue entonces que lo notó también, no había ninguna cabellera verde alborotada entre ellos.

-N-No puedo usar mi Quirk todavía.... Tengo que superar esto- Ochako se esforzaba por correr sobre el hielo, pero era difícil, estaba resbalando, un mal paso la hizo irse de espaldas.

-No te rindas- Ese susurro vino acompañado de un pequeño empujón.

-¿Eh? – Ochako recuperó el equilibro. Volteó, pero no se encontró a nadie -¿Deku-kun?

-Han logrado pasar más de los que espere – Dijo Todoroki para sí mismo, mirando hacia atrás mientras seguía corriendo. Se había adelantado a sus compañeros, tenía una gran ventaja. Siguió corriendo, sólo usaría su Quirk de ser necesario, cuando el primer obstáculo de la carrera apareció, ese momento había llegado.

-¡Robot Infierno! – Anunció Mic a través del micrófono; la primera "barrera".

Cinco maquinas que por su gran tamaño lograron intimidar a todos los jóvenes estudiantes.

-¿No son los villanos de cero puntos en el examen de ingreso? – Kaminari quería retroceder. Desde la prueba de ingreso, a más de uno le había traumado la idea de tener que enfrentar a esas cosas.

-Para esta ocasión, desearía que hubieran preparado algo mejor...- Cuando el primer robot amenazó con capturarlo, Todoroki no lo pensó, utilizo su Quirk para hacerle frente – ¡Ya que el estúpido de mi padre ésta mirando!

Tanto el público como los estudiantes estaban muy impresionados, por esa masiva cantidad de hielo formada en unos instantes. Una vez congelado el robot, Todoroki se hizo caminó entre sus piernas, logrando así superar la primera "barrera".

-¡Increíble! ¡Todoroki atacó y defendió! ¡Logró adelantarse de nuevo! – Anunció Mic, elogiando a su estudiante, pidió comentarios de su compañero de cabina, ese pelinegro vestido de momia, que respondía de manera muy técnica -¡Ahora! ¡¿Qué es lo que harán los demás estu... ¡Pero qué! – Se sorprendió al igual que el público concentrado en las pantallas.

-Soy el primero – Dijo para sí mismo, se concentró en su camino, tan confiado estaba que se olvidó de cierto detalle – No importa que, debo ganar, le demostrare a ese maldito que...

-Impresionante – Interrumpió una voz a su lado.

-¿Eh? – Todoroki volteó a ver, encontrándose con un par de ojos verde esmeralda, estos brillaban al igual que el aura eléctrica que rodeaba al muchacho.

-Realmente eres impresionante, Todoroki-kun- Elogió, dejando al albino-pelirrojo totalmente desconcertado.

-"¿En qué momento...? ¿En qué momento me alcanzo?"- Todavía no lo podía creer, pero ahí estaba. Izuku había logrado alcanzarlo.

-¡Increíble! ¡Midoriya empató con Todoroki en la carrera! – Sólo Mic y el público pudieron verlo, fueron testigos del momento en el que una especie de ráfaga verde superó a todos y pudo hacerse con el primer puesto.

-"Es como esa vez" – Pensó Todoroki, mientras recordaba la primera vez que presencio las habilidades del peliverde – "No... Es diferente"

Aquella aura eléctrica vino acompañada de una fuerte presión de poder, diferente a cuando el muchacho desaparecía y aparecía en un instante, esta era más continua, permitiéndole seguir "acelerando".


-"Así que lo hiciste"- Cierto rubio miró con orgullo las pantallas- "Al fin lograste controlar una parte del One For All, shonen"


-"One For All: Full Cowling" – Sonrió confiado al recordar el nombre con el que bautizo su nueva técnica. Ya no se cansaba como lo hacía al usar su primer Quirk (Time alter), ahora sentía que nada podía detenerlo, ni siquiera su corazón acelerado.

-¡Miren! ¡Esos dos lograron pasar! – Señaló uno de los tantos jóvenes que se quedaron atrás.

-¡Vamos a pasar por debajo también! – Dijo otro a su lado.

-Yo no lo haría – Advirtió Todoroki, él al igual que Izuku los habían escuchado.

Cuando el hielo empezó a ceder, entendieron el porqué de las palabras de del pelirrojo. La máquina empezó a caer a pedazos, unos cuantos estudiantes habían empezaron a escapar al querer pasar, la mayoría pudo salir antes de que más chatarra empezara a caer, sin embargo...

-¡Kyoka-chan! – Gritó Momo en pánico cuando vio a su amiga paralizada en medio del derrumbe.

-Se los advertí – Fueron sus frías palabras, mientras escuchaba su obra cayendo a pedazos. Era como había dicho; ganaría no importa que.

-No puedo permitir eso.

-¿Cómo? – Luego de escuchar lo anterior, Todoroki se sorprendió enormemente al voltear hacia atrás –"Ese sujeto... ¿Qué acaso ésta loco?"

Había dado media vuelta, olvidándose del primer puesto, con todas sus energías intentaba alcanzar a la pelinegra atrapada, pero sería imposible –"No quería usarlo ahora, pero..." – No para Izuku.

-¡Alguien que la ayude! – Gritó otro de los jóvenes al ver a la pelinegra.

-¡Tengo que rescatarla! – Luego de ese gritó, dentro de su mente, una sombra sonrió levemente, mientras que otra sombra torcía su expresión de ira – "One For All-Time Alter"- Los rayos a su alrededor se tornaron negro azabache, aumentando su velocidad y la presión a su cuerpo- "Double accel"

Todos vieron con terror como la maquina terminó cayendo, sin embargo, se sorprendieron cuando, en un instante, un peliverde apareció arrodillado ante ellos.

-¿Estas bien? – Preguntó a la chica en sus brazos, lágrimas se habían amotinado en sus ojos.

-S-Si...- Asintió cohibida, estaba muy conmocionada – G-Gracias... Gracias, Midoriya – Aun así le agradeció entre lágrimas de miedo, dejó de rodear el cuello del chico, y se puso de pie algo tembloroso.

Todos estaban impresionados, algunos un tanto confundidos, puesto que el chico no sólo había salvado a la pelinegra sino también había regresado para hacerle frente al ejercito de máquinas frente a ellos.

-Bien, creo que esto se va a complicar jeje- Sonrió despreocupado, mientras chocaba un puño con su palma. Los rayos negros habían desaparecido, era un hecho, aquella técnica le había costado más de lo que imaginó. Una lágrima roja corría por la mejilla de aquel peliverde.

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