Capítulo 11: Quirk incompatible.
En algún lugar, una especie de taberna oscura y sombría, un agujero negro apareció, anunciando la llegada de dos individuos, un hombre o especie de neblina humanoide y el otro, un peliceleste quien cayó rendido en el piso de madera.
-Auch... - Se quejó - No puedo creerlo... Perdimos por completo... Nomu fue derrotado... Todos los subordinados que junte fueron vencidos... Esos niños eran fuertes... - Conforme se quejaba, su tono de voz subía, sonando completamente enojado- ¡El símbolo de la paz, estuve a punto de asesinarlo!
-Los subestimamos – Dijo una voz ronca a través de un viejo televisor que sólo mostraba una imagen: only sound – Así que es normal que estés frustrado – Siguió hablando, tratando de calmar al joven villano.
-¿Qué ocurrió con el Nomu? – Preguntó otra voz; la de un anciano.
-Se fue volando, no pude recuperarlo – Contestó el hombre neblina, aquel que vestía de barman.
-¡¿Cómo es posible?!... Y nos esforzamos tanto para hacerlo tan poderoso como All Might –Dijo frustrado el viejo o quién fuera que acompañaba a la otra voz.
-Qué se le va a hacer, supongo que nos faltó poder – Habló relajado la primera voz– Que desafortunado.
-¿Poder? – Expresó el peliceleste, tratando de pararse, sin embargo, sentía sus piernas pesadas, estaba temblando, todo su cuerpo – Eso es...Ese mocoso... ¡Ese maldito mocoso! – Se enfureció conforme recordaba el rostro y la sonrisa de aquel peliverde- No sólo era igual de rápido que All Might... Si no que también dejó fuera de combate a la mayoría de mis subordinados...
-¿Oh? – Expresó la voz siniestra.
-¡¿Qué demonios fue ese poder?!... ¡Nos dejó paralizados!... ¡Sí no fuera por él!... ¡Hubiéramos sido capaces de asesinar a All Might!... ¡Mocoso!... ¡MOCOSO!... ¡JURO QUE LO ASESINARE!
- Es normal que tengas arrepentimientos, Shigaraki Tomura – Siguió hablando el siniestro – Esto ya no será un ejercicio. Llama a la élite, tomate el tiempo que necesites, esta vez iremos enserio... Ah y por cierto... - Hizo una pausa, dejando en intriga a los dos villanos en el bar – Sé que te vas a molestar, pero... No vayas a hacer nada contra ese chico jeje.
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La sala iluminada por completo, en esa habitación, cierto joven guardaba reposó. Izuku había sido atendido y, como se había mencionado antes, puesto en observación. La habitación contaba con un espejo falso, dos personas veían al joven durmiendo.
-¿Cómo se encuentra?- Preguntó el roedor, el director Nezu.
-Ya lo han tratado, podríamos decir que se encuentra mejor que Aizawa-kun y 13 – Respondió All Might, una venda rodeaba su cabeza y brazos, había recibido unos cuantos rasguños y golpes, no le fue tan mal como a los demás. Estaba preocupado, aún no había ido a visitar a los dos héroes heridos.
-Me parece sorprendente – Dijo el director.
-¿Qué cosa?
-All Might, revisamos la grabación. Ese chico, prácticamente se convirtió en el muñeco de trapo de ese monstruo y aun así, casi no sufrió heridas – Explicó intrigado, ya había leído el expediente con anterioridad- Lo que lo dejo en este estado fue otra cosa... ¿Verdad?
-El joven Midoriya ha pasado por muchas cosas, su pasado... Se exigió bastante al entrenar, tiene esa capacidad, la de sobreponerse al dolor, pero... - Se enfocó en su discípulo – Creo que no lo suficiente, este fue su segundo encuentro con un villano... Debí llegar antes de que esto ocurriera – Terminó con un tono culpable.
El director se limitó a seguir contando lo que ocurrió.
– Y sobre todo eso, ese "rugido", lo que dejó a la mayoría de los villanos inconscientes ¿Acaso su verdadero Quirk volvió a manifestarse?- Dejo sin habla al rubio, este divagaba en su mente; la manera en la que debía explicar eso.
-Es como usted dice. Las condiciones fueron las mismas que sus Quirk anteriores – Hizo referencia al pasado del joven.
(Time alter: "Despertado" al verse en peligro de muerte, y desarrollado al ver a su amiga a punto de ser herida)
(Re-dirección: "Despertado" al sufrir constantes abusos por parte de sus "compañeros" de escuela, y desarrollado al...)
(¿Quirk sin nombre?: "Despertado" al verse acorralado por los villanos, y desarrollado al ver a All Might y a sus compañeros en peligro)
-The One, un Quirk muy raro, no, mejor dicho, un Quirk único, que le permite al usuario "crear" otros "dones"... Ese poder... Nadie debería tener un poder así, mucha gente sin escrúpulos se moverían sí supieran de su existencia.
-Lo sé – Respondió el héroe afligido.
-Y sobre todo, ese "don", es casi como...
-¡Lo sé! – Interrumpió All Might, empleando un tono severo – Pero se equivoca, director. El joven Midoriya no es como ese sujeto, ni de lejos. Él es único, sumamente dedicado y amable, él sabe apreciar la fuerza, comprende perfectamente lo que es ser débil. El poder no lo corromperá y es por eso que lo elegí como mi sucesor, para que aprenda a emplear ese poder y desarrolle el OFA a un nivel más alto de lo que yo he logrado– Soltó de corazón, con una expresión decidida.
El roedor no sabía que más decir, solo deseó que el héroe no se equivocara, ya que al igual que All Might, tenía mucha fe en sus estudiantes, fe en que todos ellos se convertirán en esplendidos héroes.
Siguieron observando al joven, hasta que ocurrió; el pitido en la habitación empezó a debilitarse, los monitores se volvieron rojos, eso alarmó al héroe y al director, cuando vieron al personal ingresar a la habitación.
-¡Traigan el desfibrilador! – Ordenó el doctor, una enfermera rápidamente fue por el aparato, mientras otra revisaba el cuerpo del chico.
-¿Qué está pasando? – All Might estaba en shock. El joven peliverde prácticamente estaba bien, y sin embargo, ahora lo veía intentar abandonar este mundo.
-¡¿Qué pasa con ese desfibrilador?! – Volvió a exigir el instrumento.
-¡Aquí esta! – La enfermera llego tarde al entrar en pánico, se veía a leguas que era una novata; su primera emergencia.
-¡Bien! ¡Despejen!– El doctor tomó el aparato, listo para emplearlo en el joven.
-¡Doctor, espere! – La otra enfermera habló, deteniendo al hombre.
-¿Qué es lo que sucede? – Vio a la mujer revisando la muñeca del peliverde.
-Doctor... El joven... Su corazón está bien, ésta respirando con normalidad – Dejó perplejos a todos. No se lo podían creer, sobre todo por lo que indicaban los aparatos.
-¡¿Cómo dices?!
El cuerpo de Izuku se habría sacudido varias veces si no fuera por la intervención de la enfermera con más experiencia.
-¿Qué...? ¿Qué fue lo que acaba de ocurrir? – Fue la pregunta de los dos héroes. All Might y el director seguían en shock, la muerte de un estudiante no era cosa de broma, menos tratándose de Izuku. Inmediatamente, luego de ver que el médico y las enfermeras terminaron de verificar, fueron a preguntar qué había ocurrido.
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-¿Corto circuito? – Habló un confundido All Might.
-Así es – Confirmó el doctor detrás su escritorio – El joven está bien, al parecer algo hizo que los aparatos hicieran corto circuito y mandaran la señal roja por error – Explicó, disminuyendo la tensión en la expresión de los héroes – Sus heridas han sido tratadas, sólo queda esperar a que despierta y será dado de alta – Agregó, haciendo sonreír al rubio.
-Eso es excelente.
-Se lo agradecemos mucho, doctor – Expresó el roedor.
-No me lo agradezca a mí, agradézcaselo a la ciencia – Y con esas últimas palabras, los dos héroes se retiraron.
Aunque quedaban muchas interrogantes sobre el nuevo Quirk de Izuku, el director decidió dejarlo por el momento, ya habría tiempo para discutirlo, sobre todo porque aún quedaba discutir qué medidas se tomarían después de recibir semejante ataque por parte de los villanos.
En el área de espera...
-Bien, debo ir a ver cómo se encuentran los profesores ¿Vienes?
-Sí – Confirmó el rubio – En un minuto, sólo debo hacer una llamada, luego lo alcanzare, director.
-De acuerdo- Dijo el roedor, dirigiéndose a otra área del hospital.
Justo cuando iba a sacar su teléfono alguien se acercó a su lado.
-Disculpa... – Una voz tímida lo hizo voltear.
-Oh... Uraraka-kun ¿Cierto? – La desconoció, en ese momento no estaba en su forma de héroe - ¿Qué es lo que sucede, jovencita?
-Disculpa, lo vi salir junto con el director... Y supuse que usted podría saber ¿Cómo se encuentra Deku-kun? – Preguntó preocupada la joven castaña. Con sus manos unidas y unos ojos llorosos.
-"¿Deku?" – All Might estaba al tanto de ese apodo, estaba sorprendido que alguien lo empleara de esa manera, sobre todo al saber de ella, la amiga de la infancia de su discípulo. Decidió ser sincero al ver lo preocupada que estaba – Él se encuentra bien, su vida no corre peligro- Dijo con una sonrisa.
Sus palabras calaron en su mente, Ochako se sintió aliviada, muy feliz, y sin embargo, una lágrima estaba a punto de escaparse. La secó de inmediato, pero otras más vinieron.
-M-Me alegro... Deku-kun... Así que está bien... Que bueno... - Habló entrecortada por su llanto.
-Sí, él está bien, así que no tienes por qué preocuparte – El héroe estaba conmovido por la reacción de la castaña. Decidió seguir con ella hasta que cesaran sus lágrimas. Una vez que ella se calmó, All Might le pidió que se fuera a casa, Izuku no podía recibir visitas, no hasta que despierte.
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POV Izuku
Desde que era niño... Desde el accidente... He tenido el mismo sueño... la misma pesadilla...
Me encuentro sentado en el piso, llorando a mares, pidiendo por ayuda, pidiendo por mi madre... El lugar es amplio y oscuro, no parece que este encerrado, sólo el vacío, eso era lo que más me asustaba en ese entonces.
-M-Mamá... Mamá... ¿Dónde estás?... No me dejes solo... Mamá... - Continué llorando, hasta que alguien apareció. Subí la mirada y me encontré con él... Ese chico de traje elegante... Sonriéndome. Por alguna razón, no me asuste, él me resulta familiar.
-Hola ¿Qué pasa, amiguito? – Me saludó animado, haciendo una reverencia – Mi nombre es... - Lo vi mover los labios, pero no escuché sus palabras – Te estábamos esperando. Ven rápido que la función está por comenzar – Me ofreció una mano, y yo, limpiando mis lágrimas, la acepte.
Caminamos en la oscuridad, pero ya no tengo miedo. Tomado de la mano, el joven misterioso me guió a través de un camino iluminado, hasta llegar a otro lugar. El suelo de madera cruje, y delante de mí parecieron ocho sillas de madera; siete formadas en círculo y una en medio.
-Toma asiento, amiguito – Me pidió el joven que lucía como un anfitrión.
Tímido y nervioso, me dirigí a las sillas, pero me detuve, el joven me negaba con el dedo – Lo siento, muchacho, pero esas sillas son para los "actores" –Me miró decepcionado, entonces me dirigí a tomar la de en medio. De repente, fui tirado de la mano - Esa tampoco, es para un "invitado" especial jeje – Sonrió y yo quedé en shock, por alguna razón, sus palabras me hicieron temblar.
-P-Pero... ¿Dónde me sentare? –Estaba confundido, esperando a que me guíe de nuevo.
-¿Tú?... – El joven puso una expresión pensativa, mientras tomaba su barbilla - Es obvio que aquí no, después de todo, este es el escenario – Levantó los brazos. El lugar se iluminó por unos reflectores, mostrándome la verdad en sus palabras.
Estaba en un escenario algo antiguo y derruido – Toma – Me entregó un pequeño papel negro- Esta es tu entrada, es un boleto único con el podrás tomar asiento ahí – Señaló, el resto del lugar se reveló, sólo apareció una butaca debajo del escenario. Con su ayuda, logré bajar para convertirme en el único espectador – ¡Bien, vamos a comenzar! – Anunció. Los reflectores se enfocaron en las sillas, para después centrarse en la de en medio. Entré en pánico una vez más.
Varias sombras aparecieron en los asientos, estas se levantaron y sin contemplación alguna empezaron a luchar, a golpearse, todas ellas querían ocupar la silla de en medio.
-¡MAMÁ! – Grité por ella, el miedo me dejó paralizado. Lo que fueran esas sombras no se detenían, seguían peleando entre ellas, masacrándose unos a otros.
-¡Calma, amiguito! Esto terminara pronto – Dijo el presentador, viendo todo con una sonrisa siniestra.
Inmóvil y desesperado, presencié el "show". Algo que me hizo gritar, sollozar, sentir mucho miedo, ver aquella carnicería, personas... No, no eran personas cualquieras, esas personas soy yo, mi propio rostro bañado en sangre, masacrándose. No puedo apartar la mirada, algo me obligaba a seguir mirando, mirando como terminan de matarse entre sí. Cuando se detienen, cuando el escenario empieza a escurrir la sangre de los cuerpos, el presentador simplemente se acerca y me sonríe.
-Ahora, es nuestro turno... Entre tú y yo... ¿Quién quedara al final? jeje.
Siempre el mismo sueño, termino despertando de golpe. No me puedo mover, lo único que puedo hacer es llorar, gritar y algunas veces mojar la cama, todo eso hasta que mamá entra a mi habitación.
-Izuku- Con cariño, se acerca a secar mis lágrimas, me reconforta, se queda hasta que me tranquilizo... No quiero volver a dormir, no sí mi madre no se encuentra a mi lado... Ese era mi pensamiento cuando era niño, cuando empecé a tener estos sueños – Ya mi amor, todo está bien, mamá está aquí contigo.
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Un día paso e Izuku fue dado de alta, despertó con total normalidad, sintiéndose un poco diferente.
All Might fue el primero en hablar con él, estaba feliz de verlo recuperado, pero había algo que le preocupaba todavía, sin embargo, se sintió aliviado luego de tener una seria conversación.
Aunque afirmaba sentirse bien, no lo dejaron ir a la escuela, gracias a la influencia del héroe, el chico se tomó un día de descanso, algo que le resultó extraño ya que apenas estaba comenzando el curso.
Era plena tardé, el sol a punto de ocultarse, en las calles de un barrio cualquiera, se podía ver a una joven castaña uniformada con una bolsa de vivieres en mano.
-Me pregunto sí ya habrá comido – Se dijo a sí misma. Se había retirado de la academia lo más rápido que pudo, luego hizo unas rápidas compras, con el objetivo de visitar a su "amigo", ese quien ya lo había invitado a su departamento, sus mejillas se enrojecieron al recordar lo que habían hecho ahí, y más al imaginar qué podría pasar esta vez – ¡No, no, no, no! ... ¡¿En qué estás pensando?!... Él salió del hospital apenas, debe estar descansando - Agitó su cabeza para desaparecer esos pensamientos.
Si bien le habían dicho que Izuku se había recuperado y que al día siguiente volvería a la academia, era obvio que no estaría tranquila hasta poder verlo. Había otra razón para visitarlo; ni una llamada, ni un mensaje, Izuku no contestaba a su teléfono, se sentía preocupada y un poco molesta por ello.
Unos cuantos pasos más y entonces llego al edificio, se dispuso empujar la puerta de vidrio, pero alguien se le atravesó; dos personas más.
-Ah, Disculpa no me di... ¿Eh? – Quedo perpleja al ver de quién se trataba – "No puede ser"
-¿Ochako-san? –Dijo una pelinegra.
-¿Momo-chan? – Dijo una pelirrosa.
-¿Mina-chan? – Y esta vez habló la castaña.
-¡¿Qué es lo que haces aquí?! – Dijeron las tres. Cada una apuntando a la mencionada.
Cada una sabía perfectamente lo que vino hacer la otra, sólo dos lo admitirían, una con pena y la otra descaradamente.
-Pues al parecer lo mismo que ustedes dos jiji – Rió la pelirroja, un poco sonrojada a pesar de su actitud altanera – Vine a visitar a Midori, la verdad es que me preocupa mucho – Miró a sus compañeras, estas se exaltaron, estaban pensando en una respuesta.
-Como vicepresidenta es mi deber ver por la salud de uno de mis compañeros, en especial si se trata del representante- Habló la pelinegra, con un aire elitista –Además me pidieron entregarle la tarea. Por dios, este chico no hace más que darme más trabajo – Un carmín decoró sus mejillas, sus compañeras fueron conscientes de ello.
-Yaomomo, si se ve a leguas que querías venir a ver cómo esta Midori- Mina quiso provocarla. Lo consiguió. Rápidamente el rostro de la pelinegra quedo por completo rojo.
-¡Para nada! –Gritó- No digas cosas que se pueden malinterpretar – Regañó muy abochornada – Sí viniste a jugar mejor vete.
-Jijij no te pongas así – Dijo Mina divertida, esta vez decidió centrar su atención en su otra compañera - ¿Y tú, Ochako-chan? ¿También viniste a verlo? - Preguntó, aunque ya sabía la respuesta.
- Eh, ¿yo? – Contestó nerviosa.
-Pues claro ¿Quién más?
-Si... - Asintió un tanto Cohibida – Viene a ver cómo se encuentra Deku-kun, también... -Dudó, pero al final encontró el valor para decirlo – También vine a traerle algo de comer. La última vez que estuve en su casa, su refrigerador estaba vacío – Dijo sonriente y un poco sonrojada.
-"¿La última vez, eh?" –Pensó la pelinegra, levantando una ceja. Mientras tanto, Mina no podía evitar divertirse con las reacciones de sus compañeras, disimulaba muy bien sus ganas de ver a Izuku.
-Entonces, qué les parece si vamos juntas, digo, ya llegamos hasta aquí ¿no? – Lanzó la propuesta, algo que ninguna de ellas pudo rechazar.
-Ésta bien – Dijo Momo, tosiendo un poco para aclarar su voz – Pero nada de juegos – No podía confiar en la pelirrosa, sobre todo al ver que seguía sonriendo.
-¿Vienes, Ochako-chan? – Mina volteó a ver a la castaña.
-Sí, vamos todas juntas jeje - Afirmó sonriente, aunque en el fondo se sentía inquieta, ver a dos de las chicas más lindas de la clase igual de preocupadas por Izuku, un sentimiento negativo creció en su pecho – "Se supone que sólo seríamos nosotros" –No dejó de sentirse así, ni aunque ya estuvieran enfrente de la puerta.
Una vez que Ochako tocó la puerta, otro "mal" presentimiento surgió... En todas las féminas.
-Voy en seguida – Habló detrás de la puerta.
-"Esa voz..." – Pensó Momo sorprendida.
-"¿De verdad?" – Mina estaba en la misma situación.
-No puede ser – Ochako terminó con la boca abierta al ver quien las había recibido
-Ah, Ochako-chan, Mina-chan, Momo-chan, buenas tardes, kero- La expresión estoica de la peliverde no reflejaba su sorpresa, en cambio las mencionadas tenían la quijada hasta el suelo.
-T... T...Tsuyu-chan... ¿Qué haces aquí? – Ochako estaba sorprendida, preguntándose qué hacía su compañera en casa de Izuku.
-Viene a ver a Midoriya-chan, estaba muy preocupada por él, kero – Dijo seria, un poco ruborizada, su fama de decir lo que piensa se hizo presente, más sin embargo, eso no ayudaba a las psiques de sus compañeras, seguían algo atolondradas.
-Y-Ya veo jeje- Expresó Ochako sonriente, al ver lo seria y honesta que era no pudo reprocharle nada.
-jeee, no sabía que eras así de atrevida, Tsuyu-chan – Expresó Mina, un poco picara y a la vez sorprendida.
-¿Y Midoriya-san? ¿Dónde está? – Preguntó Momo, queriendo cambiar el tema.
-Ah, él esta... -Tsuyu miro hacia atrás, el pequeño pasillo estaba oscuro, al igual que el interior del departamento.
Entraron sin dar explicaciones, y cuando entraron, quedaron sorprendidas.
-Ah – él se percató de inmediato – Hola, chicas ¿Cómo están? – Saludo casual, mientras colgaba del techo, sus pies colgaban una barra mientras, con sus manos en su nuca, doblaba su cuerpo hacia arriba.
-¿Deku-kun? – Ochako quedo perpleja. El muchacho bajo de un salto, tomó una toalla colgada en una silla, secó su sudor -¿Qué estás haciendo? Se supone que debes estar descansando – Le riñó, realmente estaba preocupada por Izuku, y al verlo ahí haciendo esfuerzo físico como si nada, no se veía para nada contenta.
-Pero ya he descansado lo suficiente jeje, además esto es sólo fue para estirar– Dijo despreocupado el chico, más sin embargo, ella seguía luciendo molesta.
-Mooo, Deku-kun, siempre eres... Siempre eres... - Tan irritaba se puso por el comportamiento de Izuku que se había olvidado de algo, algo que recordó de inmediato; la angustia que sintió cuando supo lo del hospital, el estado del peliverde, estaba a punto de soltar lágrimas, lagrimas que fueron detenidas por un cálido abrazo.
-Lo siento, no fue mi intención, perdóname Ochako-chan – él sabía que fue su culpa, fue solo y fue derrotado en su primer combate real, se culpaba al no ser lo suficientemente fuerte, hacer que ella se preocupe.
-Gojum – Justo cuando se habían sumergido en el momento, la pelinegra acomodó su voz, haciendo que se separen - Es de mala educación ignorar a tus demás compañeras – Dijo con tono de regañó, ligeramente sonrojada al ver aquel acto.
-Ah, lo siento – Él rasco su nuca de forma despreocupada, procedió a ofrecer asiento a las chicas.
-¡Midori-chan! – No queriéndose quedar atrás, Mina arrojó, termino pegando sus pechos en la espalda de Izuku y provoco descontento en la expresión de sus compañeras- Te extrañe mucho – Dijo de forma animada, mientras lo abrazaba con más fuerza.
-Eh, pero si sólo he estado ausente un día – Comentó el chico un poco confundido.
-Moo, Midori-chan, tú no lo entiendes – Ella hizo un moflete – Cuando una chica está preocupada por el chico que le gusta, pasar un día sin verlo es como si hubiera sido un año- Argumentó de forma despreocupada, causando un revuelo en la mente y corazón de las demás.
-¿C-Có... Cómo que el chico que te gusta? – Nerviosa, la castaña la riñó- Suelta a Deku-kun – De inmediato se puso a jalar a la pelirrosa.
-No, no quiero – Por supuesto Mina se resistió, como una niña aferrándose a lo que sea para que no la apartaran de lo que más deseaba.
-Mina-san, deja de ser tan desvergonzada – Esta vez habló la pelinegra con ligera molestia.
Mientras Ochako intentaba apartar a la pelirrosa, cierta peliverde se adelantó a la pequeña cocina, tenía un tiempo estando en ese lugar.
Las dos chicas no paraban de discutir y pelearse mientras que Izuku...
-¿De verdad? – Dijo con un tono monótono, deteniendo a las dos – No lo sabía, entonces tendré más cuidado para no preocupar a ninguna de ustedes – No fue consciente de sus palabras, ellas rápidamente se sonrojaron al ver su sonrisa, incluso Momo.
Después de otro bufido por parte de la pelinegra, al fin pudieron dejar de pelear y ponerse a platicar en la sala.
-Jeee, así que aquí vives – Comentó la pelirrosa mirando los alrededores, pero le daba trabajo, ya que la habitación seguía en penumbras, sólo la luz de la única ventana las ayudaba a ver el resto.
-¿Por qué no prendes las luces? Aparte de eso, el calor es un poco sofocante, deberías encender el aire acondicionado – Comentó Momo, mientras agitaba su mano para abanicarse.
-Sobre eso... – Izuku se acercó al apagador. Grata fue la sorpresa de ellas cuando vieron como hizo chispas – Por alguna razón esto sucede cuando me acerco a los aparatos eléctricos, incluso estoy tuve problemas con mi celular, mi brazo y mi pierna jeje – Bromeó, aunque su situación era bastante seria y peculiar, unas prótesis simples lo ayudaban a moverse con normalidad.
-¿Cómo es eso posible? - Momo no se lo podía creer.
-La verdad es que... -Izuku lo pensó muy bien, no podía contarles ese secreto, no aun – Es una capacidad derivada de mi Quirk de aumento y aceleración, ya saben, generar estática a través de la fricción de objetos, en este caso mi cuerpo jeje.
-Comprendo... Mmmm – Expresó la pelinegra algo convencida, sin embargo, seguía pensando en eso.
-Ya está listo – En seguida apareció Tsuyu, trayendo algunos platos de comida, había suficiente para los cuatro.
-Mmm- Expresó Izuku al probar bocado.
-¿Cómo esta, Midoriya-chan? Kero – Aunque no lo pareciera, la peliverde estaba ansiosa por oír su respuesta.
-Esta delicioso – Comentó el chico – Vas a ser una gran esposa, Asui-san – Ella se sonrojó. Aunque sus facciones no habían, estaba muy avergonzada y feliz, las demás estaban que ardían de celos, en especial la castaña.
-Llámame Tsuyu-chan - Dijo la chica, aun sonrojada.
-Yo también traje algo – De inmediato Momo colocó dos cajas enormes de almuerzo en la mesa, los compartimientos fueron colocados, cada uno con un platillo elegante.
-Oh, como se esperaba de una Ojou-sama – Comentó Mina impresionada, a su compañera de expresión orgullosa.
-Para recuperarse es importarte consumir los mejores alimentos – Dijo con orgullo, sin embargo, cada alimento era por decirlo así... Bastante peculiar, bastante elegante.
-Hai, hai, yo igual traje algo – Mina levanto la mano para luego colocar algunas bolsas de frituras y golosinas.
-Esa es tu idea de un almuerzo – Reprochó Momo- Si no es más que comida chatarra.
-¿Eeh? ¿Qué tiene? Son deliciosos ¿No es así, Midori? – Buscó la aprobación del chico, él seguía comiendo como si nada, ya había acabado lo de Tsuyu, ahora estaba probando la comida de Momo.
-Está muy rico, gracias, Yaoyorozu-san – Sonrió como siempre, la pelinegra simplemente desvió la mirada.
-N-No hay de que – Sólo se alcanzaba a ver el rojo en sus orejas.
Platicaron mientras comían, durante ese tiempo, Ochako no pudo evitar sentirse desanimada, había venido con cierta intensión, la habían opacado por completo, agradeció haber ocultado su bolsa a un lado del sillón, esa con ingredientes.
-Ochako-chan ¿No vas a comer? – Preguntó Izuku, ella reaccionó de inmediato.
-Eh... Sí, claro – Izuku vio a través de su mirada apagada, lo que ella vino a hacer.
-Oh cierto – Dijo Mina, apenas terminó de comer – Midori ¿ya sabes lo del festival deportivo?
-¿Festival deportivo? – Preguntó confundido.
-Sí, el festival deportivo de la UA ¿Cómo es posible que no lo sepas? Se supone eres el representante – Regañó Momo, no podía evitarlo.
-Ah cierto, me olvide por completo jeje.
-Será en unos días, Aizawa-sensesi nos dijo que entrenáramos para eso- Habló la castaña, al menos sí avisarle de eso.
-Jeee ¿Entrenar, eh? – Dijo con algo de duda - ¿Ustedes ya empezaron?
-Por supuesto – Dijo Momo, todos empezaron apenas dieron la noticia, pero por lo visto tú... Creo que no era necesario que te lo dijéramos – Miro de reojo hacia una esquina, donde pesas y mancuernas estaban colocadas.
-Ya veo, entonces creo que tendré que ir en serio, gracias por recordarmelo.
-Ni que lo digas, perdimos un día de entrenamiento por venir a decirte, así que se agradecido- Seguía hablando con regaño mientras tomaba un vaso de agua.
-Aunque fuiste tú quien se ofreció a venir a decirle, Yaomomo – Susurró Mina a su lado, haciendo que se atragante con el agua.
-Yaomomo ¿Estas bien? – Tsuyu ofreció una servilleta, que la pelinegra aceptando de inmediato.
-Por cierto, Midori ¿Vives sólo? ¿Dónde están tus padres? – Mina preguntó, estaba un poco curiosa, aparte de eso, en sus ojos se podían ver otras intenciones.
-Ah... Ellos...- se puso a pensar por un momento, Ochako prstó mucha atención, desde que se reencontraron, nunca le había preguntado sobre ello– Mi madre fue transferida en otra ciudad por la empresa en la que trabaja, al estar un poco lejos de la academia tuve que mudarme aquí y vivir sólo- Explicó, sin ningún atice de duda.
-Jeee – Expresó Mina un poco sorprendida– "Con que vive sólo jijij" – Se puso a planear otras cosas, la pelirrosa y dos más.
Entre pláticas y risas, terminaron sus alimentos, al final se quedaron dormidos, Izuku prestó unas mantas para que ellas descansaran en el sillón, sólo una castaña se prestó para el aseo, después de todo, era lo único que quedaba por hacer hacer. Tallaba los platos, un mandil blanco evitaba que se mojara, le daba un aire de ama de casa, un ama de casa muy joven y hermosa... Que Izuku no pudo resistir.
-Ghya- Grito de forma linda, sorprendida cuando alguien rodeo su cintura. Se sonrojo, sabía muy bien de quien se trataba – Deku-kun... Espera... Aaah – Gimió. Con cariño, Izuku comenzó a besar su cuello, mientras una mano empezó un viaje adentro del delantal, hasta reclamar su intimidad – Aah... N-No... No puedes... - Intentó cerrar las piernas, pero era imposible, sus bragas ya habían sido invadidas.
-¿Por qué? – Susurró Izuku, deleitándose con el lóbulo de la chica, de sus gemidos – Ya espere demasiado – Volvió a hacer que Ochako se retuerza, que sus piernas tiemblen.
-N-No... Por lo menos... -Intentó formular, luchando contra sus jadeos – Por lo menos espera que termine con esto... Aaah – Miró los platos sucios, para después tapar su boca con una mano.
-Me encargare de eso después, no tienes porque...
-No puedo hacer eso – Interrumpió. Izuku se detuvo, por el tono que empleó la castaña parecía que estaba molesta, más bien triste, esto se confirmó cuando ella se giró para encararlo – Estaba contenta... Cuando me dijeron que estabas bien, que te recuperaste... Quería visitarte yo sola, quería hacer algo por ti... Y sin embargo, no puede hacer nada... Creo que yo no... - Fue interrumpida, unos labios sellaron los suyos, un beso cálido y tierno, que hizo que se relaje.
-Ya lo hiciste – Profirió al separarse, sosteniendo las mejillas de la chica – Que estuvieras aquí, el poder verte, es suficiente para mí – Sonrió de forma sincera, ella se exalto, pero aun así no era suficiente para hacerla sentir mejor.
-Pero yo... Yo no soy suficiente... – Dijo mientras bajaba la mirada- No soy como ellas, ni linda, ni inteligente o animada como ellas - Miró a sus compañeras durmiendo en la sala- Sólo soy tu amiga de la infancia – En su expresión se veía lo dolida que estaba. Nuevamente, Izuku no la dejo seguir.
La abrazó, la levanto hasta sentarla en el lavamanos.
-Tal vez – Dijo, de inmediato atacó los pechos de la chica, ella tapo su boca, evito gemir por lo repentino de la acción –Momo es muy seria e inteligente, pero aparte de eso, se ve muy linda cuando se comporta como una niña – Se deshizo del mandil, en seguida abrió los botones del uniforme.
-Izuku... No... Detente... Van a escu... Aaah- Por encima de su sostén, su pecho izquierdo fue reclamado por una boca hambrienta.
-Mina-chan es muy animada, es una linda chica, pero es mucho más linda cuando se ve avergonzada, cuando se comporta de forma tímida- Sus labios subieron, hasta alcanzar el cuello – Asui-san, puede parecer inexpresiva, pero es todo lo contrario, basta con darle un pequeño vistazo para ver sus lindas reacciones, aparte de eso es muy servicial y amable – Dejó marcas en la piel de porcelana, llegó hasta el rostro de la chica, ahí la encaró, vio su enorme sonrojo, su expresión excitada.
-I-Izu... Izuku... - Jadeó, no podía evitarlo, le faltaba el aliento, un pequeño mechón castaño quedo atrapado en sus labios, haciéndola ver muy hermosa, deseable.
-Ochako-chan – Con su mano, levantó su mentón, hizo que lo mirara a los ojos – Tú eres especial, nos conocemos desde niños, eres amable , fuerte y sobre todo muy valiente, me defendiste cuando nadie más lo hizo, fuiste mi única amiga, mi única compañera – Recordó cierto evento en un parque, de hace muchos años – Así que no digas que no puedes hacer nada por mí – Hizo que el corazón de Ochako latiera con más fuerza, la lleno de felicidad - ¿De acuerdo?
-S-Si – Confirmó débilmente, tanta felicidad la tenía abrumada– Lo prometo.
-Bien jeje- Él rió, se separó para dejarla continuar – Vamos a despertar a las demás, luego de eso pode... ¡¿Hm?! – Y se sorprendió cuando termino tendido en el suelo, con una linda señorita acostada encima -¿Ochako-chan?
-No es justo – Dijo con ojos llorosos –No puedes decir esas cosas y luego irte... Termina lo que empezaste, Deku-kun – Dijo firme, y a la vez avergonzada, ya no le importaba nada, ni siquiera el hecho de que sus compañeras despertaran y los vieran; sólo una pequeña barra separaba la cocida de la sala. Él sonrió, como si fuera algo que sabía que pasaría.
-De acuerdo – La atrajo con su mano para comenzar a besarla. Primero suave y lentamente, Izuku quería hacerla sentir bien, como la primera vez. Paso a besar su cuello, paso sus manos sobre su espalda hasta llegar a su suave y redondo trasero, ahí la masajeo, primero sobre su falda, hasta adentrarse en la prenda.
-"Eres muy pervertido, Deku-kun" – Pensó mientras gemía, mientras tapaba su boca, ya sea para evitar gritar o para esconder su sonrisa.
Sin que se dieran cuenta, unos ojos curiosos se asomaban de la barra, veían el acto con un enorme sonrojo, sorprendidas, la mirada de la pelirrosa se ensancha por ratos, cada vez que veía a Izuku invadir el cuerpo de su amiga; la pelinegra tapaba su boca como si repudiara aquel acto, pero por el enorme sonrojo que tenía, se veía que era todo lo contrario; mientras que una peliverde miraba todo con unos ojos curiosos, como si estuviera estudiándolos, preparándose para un examen, un bello sonrojo adornaba sus mejillas.
Durante una hora, ellas vieron como Izuku y Ochako consumaron el acto. No se dirigieron palabra alguna. Ya sea amor, envidia, celos... Algo cambió dentro de ellas. Cuando los vieron terminar, fingieron estar dormidas de nuevo, se despidieron como si nada hubiera pasado... Otro día había terminado.
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La ciudad en ruinas, si antes parecía un cementerio, ahora, después de tantas peleas, tantas "perdidas", el lugar parecía más bien el mismo inframundo, un lugar oscuro y abandonado, con olor a muerte y destrucción , a pesar de que eran las primeras horas de la mañana.
Restos de edificios caían, la tierra temblaba, él seguía luchando, contra sus enemigos, contra los que fueron alguna vez sus amigos y compañeros.
-Impresionante, muy impresionante – De pie, justo en medio de un gran cráter, cierta figura oscura expresó su admiración hace ese pelirrojo de dientes afilados.
-¡AAAAH! – Saltó hacia su ex-compañero, preparando su puño endurecido, un traje de refuerzo le daba la confianza necesaria.
El cráter se hizo aún más grande, sus brazos cruzados en equis habían impedido que el pelirrojo golpéara su rostro, pero no fue suficiente... El joven héroe tenía un as bajo la manga.
-¡Detroit...! - Debajo de la "armadura" negra, el peliverde ensanchó su mirada -... ¡SMASH! – Esta vez el pelirrojo acertó, hundió su puño en el estómago de su ex-compañero, mandándolo a volar por los aires.
El oscuro se repuso de inmediato, un par de alas de murciélago lo suspendieron en el aire.
-Así que... Fuiste elegido, Kirishima-kun – Dijo sin sentimiento alguno, hasta hace poco sólo estaba sorprendido por lo repentino que fue aquel ataque, el que hace un tiempo él empleaba.
-¡Cállate! –Gritó el pelirrojo, la ira lo hizo apretar los dientes y puños – Lo que le hiciste a Bakugou... Lo que le hiciste a Mina... ¡NUNCA TE LO PERDONARE! ¡MIDORIYA! – Explotó, usando su nuevo poder parar dar un gran saltó - ¡One For All: ...!
-El dolor que guardas en tu corazón, tienes todo el derecho de odiarme...- Lo vio acercarse, como si quisiera dejarse golpear- Pero se te olvida una cosa...- Levantó una mano - Mi dolor... ¡ES MUCHO MÁS GRANDE QUE EL TUYO! – Rugió.
-¡DETROIT SMASH! – El pelirrojo consiguió conectar el golpe, la enorme ráfaga impidió ver el resultado, cuando esta se detuvo, quedó consternado, completamente en shock, su puño había sido atrapado por una garra bestial, no había conseguido hacerle ni un solo rasguño.
-Ya veo, no hay huesos rotos, ni siquiera una fractura, tu Quirk debió endurecer todo, incluso tus huesos, eso te hace un portador adecuado para este poder, el poder de All Migh...
-E-Es imposible...Use el 100% ¿Por qué no pude hacerte daño? – Preguntó el pelirrojo, intentando liberarse.
-Porque eres como yo, como lo era en el pasado – Sus palabras confundieron al pelirrojo- Un portador construido de repente, All Might debe estar muy desesperado si no te contó eso o acaso él... - Se dio una idea, algo que en el pasado lo hubiera hecho llorar - Nada es para siempre, incluso la llama del más fuerte puede extinguirse - Con fuerza, arrojó al pelirrojo hacia abajo, este hizo un nuevo cráter con su cuerpo
-¡AGH! – Vomitó sangre, ni su Quirk pudo evitar que cayera inconsciente. Su traje de refuerzo termino hecho añicos.
– Si me escuchas, no te levantes, quédate ahí hasta que me haya ido, cuando te recuperes, vuelve a intentarlo, ven con toda la intención de matarme. Tómalo como un único regalo de un ex-compañero, Kirishima-kun – Sin decir otra cosa se fue volando de ahí, no había más que decir, no quería asesinarlo de esa manera, después de todo, una parte de su humanidad seguía intacta... Lo que desencadeno aquel caos.
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Un día paso, Izuku pudo al fin asistir a la academia, cuando volvió fue recibido por todos sus compañeros, con excepción de cierto par. Estaban agradecidos con el peliverde, los que fueron salvados por él, los que presenciaron su valor y los que se enteraron de después del ataque.
Izuku se sentía feliz, nunca antes había sido elogiado de esa manera, fue sincero y humilde, diciendo que le daban demasiado crédito, que el que en realidad los salvo fue Iida, ya que este había conseguido avisar a All Might y a los profesor. El pelinegro no supo que decir, se sintió pleno con las palabras de su amigo.
Se dejaron a un lado sus platicas, cuando el profesor Aizawa se arrastró dentro del salón.
Por ratos, ciertas chicas observaron al peliverde, estaban sonrojadas, no podían olvidar lo que habían visto, se preguntaba si acaso ellas también tendrían esa oportunidad.
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Las clases siguieron con normalidad, hasta que llegó la hora de E.F. durante esa hora los jóvenes de la 1-A se dedicaron a entrenar, a prepararse para el festival deportivo. Algunos practicaban al moverse ágilmente sobre los tejados de la réplica de una ciudad, como era el caso de un rubio con cola, mientras que otros hacían un entrenamiento más tranquilo, junto a los pequeños animalitos de la zona arboleda, como era el caso del joven Koda.
Dentro de la zona de bosque, cierto peliverde entrenaba a su manera, en posición de meditación. Se concentraba, con los ojos cerrados trataba de crear una imagen, algo que lo ayudara a controlar su Quirk, el que le fue heredado. Debía aprender a usarlo, después de todo, su objetivo era volverse el próximo símbolo de la paz, el sucesor de All Might.
-"No puedo seguir dependiendo de mi aceleración" – Pensó mientras creaba cierta imagen, la de un electrodoméstico, de esa manera, unos rayos verdes empezaron a rodearlo – "Sí, eso es, puedo sentirlo"- Siguió concentrándose, todo iba bien, hasta que los rayos se volvieron negros - ¡Argh! – De inmediato se fue de espaldas, una fuerza desconocida lo había golpeado – ¿De nuevo? ¿Por qué no puedo conseguirlo? – Vio su mano, la extraña energía había desaparecido, era como si algo no quisiera que dominara el poder de All Might -¿Hm? – Se sorprendió cuando su visión fue oscurecida por unas manos.
-Adivina quién soy – Dijo con una voz cantarina y alegre.
-¿Qué sucede? Ashido-san – Adivinó de inmediato. Esa personalidad y esa voz eran inconfundibles para él.
-Nada, termine antes con mi entrenamiento – Dijo la pelirrosa, mientras destapaba su rostro – Así que vine a ver cómo te iba- Sonrió, con un tenue rosa en sus mejillas. Se sentó en el pasto, a un lado del chico, para luego pegarse al brazo de este.
-No lo hagas – Dijo Izuku, con un tono de rechazo.
-¿Qué cosa? – Rechazo que ella no aceptó, procedió a aferrarse al brazo, a ronronear contenta.
-Saldrás lastimada – Izuku era consciente de los sentimientos de la pelirrosa, no era ningún despistado. Simplemente, su personalidad lo hacía parecer así.
-No importa – Dijo con un tono decidido- Yo quiero... - Se aferró con más fuerza – Yo también quiero ser especial para Midori – Lo miró directamente a los ojos. Izuku se exaltó. Mina lucía muy linda con esa expresión, esa expresión tímida y sonrojada- ¿No puedo? – Preguntó, casi como un ruego.
Izuku se puso a pensar, decidió probarla.
-Yo quiero a Ochako-chan – Declaró con una expresión seria, debía hacerlo, ya sea para que Mina se aleje o para comprobar qué tan fuertes eran sus sentimientos.
-Te lo había dicho ¿No? - Contestó la pelirrosa- No importa, no me importa si ya hay alguien más en tu corazón, yo quiero estar ahí, ser especial para ti, después de todo, tú me salvaste- Recordó los sucesos en aquel complejo de entrenamiento – No puedo sacarte de mí cabeza, ya no me puedo enamorar de nadie más, así que hasta responsable – Sonrió de forma linda e inocente, lágrima sinceras escapaban de sus ojos.
Izuku quedo anonadado, la abrazó de inmediato. Las palabras de la pelirrosa le recordaron a alguien, pero por la forma en que se confesó, le resultaba único, único de aquella pelirrosa.
-De acuerdo- Se separó levemente, acarició la mejilla de la chica – Si estás bien conmigo, quién soy yo para impedirlo jeje – Sonrió de forma sincera, como sólo él podía hacerlo, acrecentando el rubor de la chica – Pero ¿Qué sucede con Ochako-chan? Ella es tu amiga – Dijo sin remordimiento, como si no fuera su asunto.
-Hablare con ella Jijij- Respondió de inmediato, con una sonrisa muy alegre – Si acepta que yo sea la segunda, no habrá problema, después de todo muchos héroes profesionales son famosos y admirados a pesar de que tienen muchas parejas – Un argumento verdadero, pero que ocasionaba algunos problemas en la vida pública de aquellos personajes, problemas que cualquiera que se llamara a si mismo "héroe" podía afrontar- Y si no, y de alguna manera Ochako-chan termina se molestándose contigo – Empezó a dibujar círculos en el tórax del chico- Pues entonces tendrá que olvidarse de ser la primera, porque yo estaré más que dispuesta a quererte- Su resolución fue increíble, algo que hizo a Izuku sonreír, sonrojarse levemente.
-De verdad que eres especial, Ashido-san – Le acarició su mejilla, algo que ella disfruto.
-¿Verdad que sí? Jiji – Dijo de animada – Y una cosa más, llámame Mina, Ashido-san suene muy formal.
-Está bien- Confirmó Izuku – Mina-chan- Le susurró al oído, ella se ruborizo, ese tono casi seductor la había dejado muy roja y agitada. Con lentitud, acercó su rostro. Ella cerró los ojos, preparó sus labios, y entonces lo hicieron, sellaron el pacto con un beso, beso que se extendió muchos minutos. Sin darse cuenta, terminaron acostados en el pasto, Mina acariciaba la cabellera verde, evitando así que se separasen. Estaba loca por él... Tanto como para no ponerse a pensar en su oscuro futuro.
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Comparando el contador de vistas del primer al último capítulo, me doy cuenta que esta historia tiene algo que a la mayoría no les gusto, quisiera saber qué es, ya sea la forma en la que describo los personajes y acciones o el propio argumento en sí, quisiera que comentaran acerca de ello, haber si al final hago que nunca he hecho; reiniciar la historia.
Gracias por leer.
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