EL ÚLTIMO VIAJE


Buenos días, tardes o noches damas y caballeros, ¿Cómo están hoy? Espero que bien, porque yo sí gracias a que mi mamá está un poco mejor y porque cada vez está más cerca el día en dónde la operen del cáncer de seno que posee.

Así que por eso les traigo un fic especial y si digo que es especial es porque forma parte del pequeño metaverso que he creado centrado en Lincoln y sus hermanas siendo ya adultos y con sus respectivas familias y las diversas vivencias que han tenido.

Pensaba en hacer un Lunam (Luna-Sam) pero la inspiración me impulsó a hacer otra cosa sobre los dos personajes que han hecho esto posible al ser los originales cimientos de la Familia Loud.

Y como lo habrán notado ya en el Sumary, me refiero obviamente a Rita y Lynn Sr. ¿Por qué? Bueno, pues por lo que dije, si no fuera por ellos dos no existiría la Familia de Locos y por lógica no existiría ni Lincoln, ni las Chicas Loud y mucho menos la serie, así que era momento de dedicarles un cuento, aunque eso sí, no esperen que sea el más animado o con el final de "y vivieron felices para siempre"

Así que iniciemos. The Loud House es de Nickelodeon y blablablá, pero la historia y cualquier OC es puro blablablá y más blablablá.

-¡POR FAVOR, NO TE VAYAS, NO TE VAYAS, NO TE VAYAS!- suplicaba llorando a caudales un ya bastante viejo Lynn Sr. abrazando de modo muy dramático a una Lily de 17 años de edad.

-Ay, papá... por favor, me avergüenzas- la joven adulta se sentía de lo más abochornada por tal escena y lo empujó con sutileza para que la soltara.

-¡TE PREPARARÉ TUS PLATILLOS FAVORITOS TODOS LOS DÍAS, PERO POR FAVOR, NO NOS ABANDONES TAMBIÉN!- el hombre casi calvo seguía con el bizarro espectáculo.

-Querido...- intervino una también anciana Rita poniéndole una mano en el hombro -habías prometido que no armarías una escena cuándo Lily fuera a la universidad, así que cálmate.

-Pero es que perder a la última de mis princesas...- puso ojitos de borrego y sus labios temblaban.

-Pero si no mes estás perdiendo, papá- la menor de sus hijas acarició su frente para calmarlo -no los estoy abandonando ni nada parecido. Solo voy a seguir mis sueños de ser una gran cocinera como lo eres tú, ¿Qué eso no debería ponerte de lo más feliz?

-Claro que me pone de lo más feliz que sigas mis pasos, mi pequeña princesita...- se incorporó pasándose una mano por la cara para secarse las lágrimas -pero ahora que te vas, no quedará nadie que nos haga compañía. ¡NO TIENES IDEA DE LO DIFÍCIL QUE SERÁ PARA NOSOTROS PERDER A LA ÚLTIMA DE USTEDES!- nuevamente la abrazó llorando muy exageradamente.

-"Dios, dame paciencia..."- pensó ya muy exasperada la joven -no los abandonaré por siempre y vendré a visitarlos cuando pueda, tal y como las chicas y Lincoln lo hacen. ¿Te parece bien?- volvió a acariciar su cabeza.

-Nos parece muy bien, mi niña- Rita volvió a interferir y literalmente tuvo que usar una barra para separar a su marido de la menor de sus hijas al meterla entre sus brazos para apartarlo.

-Todo muy triste y dramático, Lily. Pero ya tenemos que irnos- la llamó el ya no pequeño Carlitos Casagrande, qué desde el interior de un auto, había contemplado el espectáculo con pena ajena.

-Sí, sí. Un momento. Bien, hasta la próxima, mamá y papá. Deséenme suerte y cuídense mucho.

-Mucha suerte, mi angelita. No olvides llamarnos y visitarnos cuando puedas y recuerda esto: siempre estaremos contigo, a tu lado apoyándote cuándo más necesites de alguien- con mucha más moderación, su mamá también la abrazó soltando unas cuantas lágrimas.

-Es lo mismo que le dijeron a Lincoln y a las demás cuándo también se marcharon- también permitiéndose llorar un poco luego de reír, le besó la mejilla y tomó sus maletas para subir al vehículo de su novio -¡SALUDEN A LINCOLN Y A LAS DEMÁS DE MI PARTE!- terminó por despedirse sacando por la ventana la cabeza y la mano derecha agitándola.

Sin más que hacer, Carlitos pisó el acelerador y los Señores Loud no podían hacer nada más que ver como el vehículo se alejaba más y más junto con lo último que quedaba de lo que alguna vez fue su enorme y bulliciosa familia.

-¡WAHAHAHA!- otra vez chillando como una magdalena, Lynn Sr. ingresó a su casa tapándose la cara con ambas manos seguido de Rita que se había quedado quieta en su lugar agitando también una mano hasta que soltó un pesado suspiro y agachó la cabeza.

Volvió a permanecer inmóvil para admirar el interior de su hogar. Ya no habían más gritos, ya no habían más peleas, ya no habían discusiones, ya no habían más sonidos de cosas rompiéndose, ya no habían más explosiones, ni notas musicales, ni flatulencias o exclamaciones de espanto o sorpresa.

Todo estaba tan calmado, tan silencioso, tan tranquilo... tan vacío.

Comprendía perfectamente el dolor de su esposo. No negará para nada que sus 10 hijas e hijo en incontables ocasiones los sacaron de quicio con sus travesuras, pero al mismo tiempo, las cosas que hacían era lo que les daba sabor a sus vidas.

Tanto lo bueno como lo malo, las diversas experiencias que vivieron gracias a ellos los han llenado de un amor, cariño y satisfacción que ningún otro padre o madre puede adjudicarse.

Por lo que, ahora que la última del rebaño abandonó el nido para hacer su vida, se sienten exactamente como ahora mismo está su hogar: totalmente vacíos.

Varias veces en el pasado deseaban que toda su descendencia se fuera para al fin tener una vida más tranquila sin aguantar todas las diabluras que les generaban y que acabarían hasta con la paciencia del más santo de los santos.

Cuando primero Lori y luego otras mayores de sus hijas se fueron pudieron al fin darse un respiro porque los incontables dolores de cabeza mermaban al haber menos causantes de ellos, pero cuando su único hijo varón se fue es que cayeron en cuenta de lo mucho que les hacía falta el resto de la familia.

Lo que significaba que un enorme dolor se apoderaba de sus corazones cada vez que tuvieron que decirle "adiós" a sus demás descendientes (En donde Lynn Sr. sobreactuaba sin poder evitarlo) hasta que finalmente ocurrió lo inevitable y tuvieron que dejar partir a la última de sus hijas.

Sintiendo una emoción de desalojo mucho más intensa que las anteriores porque ahora ya no quedaba nadie que los acompañara y ayudase a llenar ese enorme vacío en su interior.

El Síndrome del Nido Vacío que deberán afrontar y superar totalmente solos.

-Ya, querido, cálmate- palmeó su espalda cuando tomó asiento en el sofá principal de la sala.

-¡¿Cómo puedes pedirme eso, Rita?! ¡¿Cómo me voy a calmar ahora que nuestra pequeña Lily nos dejó como lo hicieron las demás y Lincoln?! ¡¿Qué se supone que vamos hacer a partir de ahora?!

A la rubia se le prendió un foco encima de la cabeza.

-Bueno, si deseas calmarte, hay algo que solo nosotros podemos hacer- tomó su mano derecha sonriéndole con calidez.

-... no, Rita. Ahora no estoy de humor para hacer "eso"- una vena palpitante se formó en la frente de la mujer cuando él malinterpretó lo que dijo.

-Me refería a ir a esa discoteca ochentera a bailar como si no hubiera mañana igual a como lo hacíamos de jóvenes. Eso siempre te anima- su marido tuvo unas fuertes ganas de patearse a sí mismo al percatarse de la enorme metedura de pata que hizo.

-Pero si quieres... podemos hacer "eso" luego de agitar el esqueleto y ahora que no hay nadie que nos interrumpa, ¿Te parece bien?- pero la sonrisa seductora que le dedicó hizo que arqueara la ceja y que expresara su mismo gesto.

Nada mejor que revivir la chispa de la pasión para mitigar un poco esa sensación de desalojo, ¿No?

Los días se volvieron semanas y las semanas se convirtieron meses. Aun con la mucha falta que le hacían todos sus hijos, Rita y Lynn Sr. de a poco se acostumbraban a su nuevo estilo de vida pacifico sin las emociones que genera una gran familia bulliciosa.

Tal vez eso se debía a que ya no eran unos jovencitos y lentamente estaban pasando a la tercera edad, siendo unos abuelos tanto en sentido práctico como literal ya que sus hijas mayores e hijo varón han forjado sus propias familias ampliando más y más el rebaño Loud.

-Es tan adorable...- ahora mismo, Rita cargaba al más reciente hijo de Lincoln -mírame bien, Rafa. Soy yo, tu abuela Rita, nunca olvides mi linda cara- lo acercó a su rostro y le hizo cosquillas sacándole muchas tiernas risitas.

-Se nota que tú y tu mujer no pierden el tiempo, ¿Verdad, hijo?- Lynn Sr. le dio un leve codazo a Lincoln sonriendo con picardía -¿Es que estás muy ansioso por tener 11 hijos tal y como los tuvimos nosotros?- muy honrado se sentía de que quisiera seguir sus pasos en ese aspecto.

-Bueno...- el peliblanco se rascó la nuca sonriendo cohibido -las cosas se dieron así de repente y no está en nuestros planes tener tantos hijos, pero si llegamos a ese número, tendré que usar todos los trucos que me enseñaste para no perder la cabeza- le devolvió ese codazo juguetón.

-Me alegra ver que has aprendido algo de mi basta sabiduría. Espero que sigamos ahí para ver las nuevas bendiciones que tú y Ronnie traerán en el futuro y si llegas a superar el récord de tu madre y yo- después de bromear de nuevo fue a cargar al recién nacido solo para que este le diera una patada en su larga nariz y se pusiera a llorar.

-¿Qué pasa, papá? ¿Estás perdiendo el toque con los años?- dándole unas palmaditas en la espalda y riendo un poco, Lincoln le quitó a Rafa para calmarlo mientras que él se sobó la nariz.

Si tan solo hubieran sabido que esa sería la última vez que presenciarían el nacimiento de alguno de sus nietos, habrían hecho que fuese algo más digno de conmemorarse.

Porque no mucho después de eso, llegó su aniversario de bodas y para celebrarlo, Lynn Sr. y Rita decidieron ir de viaje a Hawái. Sería la primera vez que podrían ir de vacaciones ellos dos solos sin correr el riesgo de que alguno de sus hijos hiciera alguna tontería que les echara a perder su momento de diversión como ha pasado en años anteriores.

-"Es que me habría encantado que estuvieran aquí, en la reunión que organicé para celebrar mi más reciente invento"- les dijo una decaída Lisa mediante una videollamada.

-A nosotros también nos encantaría estar ahí contigo y con tus demás hermanas y Lincoln, mi pequeña genio. Pero este viaje ya lo teníamos preparado de antemano y no podíamos cancelarlo.

-Así es, y no te pongas triste, cuando regresemos lo primero que haremos será ir a felicitarte por tu más reciente invento, ¿Te parece bien?- trató de reconfortarla su papá.

-"Está bien, está bien. Solo no lo olviden, ¿De acuerdo?"- la científica sonrió un poco -"Ahora si me disculpan, debo atender a mis invitados. Me despido y que les vaya bien en su viaje, Unidades Progenitoras"- usando este modo tan formal de llamarlos, cortó con la comunicación.

-Ah...- pero Lynn Sr. suspiró con tristeza cuando apagó su celular -¿Estamos haciendo lo correcto, Rita? Es decir, toda la familia va a estar reunida en la casa-laboratorio de Lisa y no estaremos ahí para ver a nuestras demás hijas y a Lincoln y lo mucho que han crecido nuestros nietos.

-No comiences de nuevo con tus sobreactuaciones, Lynn. Recuerda lo mucho que hemos ahorrado para este viaje y no podemos tirar a la basura todo ese dinero. Ya habrán más reuniones en dónde toda la familia esté junta, como... ¿Cuándo Lincoln nos avise sobre el nuevo hijo o hija que tendrá con Ronnie?- con esta bromita, su mujer le levantó los ánimos.

Llegó su hora de abordar el avión y así lo hicieron con muchas otras personas que igual que ellos están de lo más ilusionadas en pasar unas bellas vacaciones y divertirse a lo grande.

Claro, si es que esa emoción les duraba en todo lo que tardaba el viaje desde Royal Woods hasta Hawái y más de uno se quedó dormido en su asiento presa de un tedioso aburrimiento.

-ZZZ... no, no. Lynn, ya te dijimos que no jugaras futbol dentro de la casa y mucho menos si estás toda sucia de lodo...- el antiguo patriarca de los Loud soñaba con recuerdos de las muchas travesuras que su prole hizo.

Rita a su lado solo se limitaba a reír por lo que decía mientras leía un libro. También quisiera revivir esas "viajas glorias" pero ya ha aceptado de mucho mejor modo que su marido la nueva vida que poseen comprendiendo que es parte natural de la vida dejar que sus descendientes se vayan de su lado para forjar sus propios caminos y que en algún mañana estarán en la misma posición en la que ahora ellos están siendo un ciclo inevitable.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una fuerte sacudida.

-Estas turbulencias... siempre me ponen los pelos de punta- comentó incómoda y quiso seguir leyendo.

Su marido también se despertó por los temblores y frunció el ceño murmurando algunas cosas molesto debido a lo que vivía en sus sueños, pero al parpadear y alzar un poco los parpados, vio algo que le hizo abrir por completo los ojos.

-Ah... eh... Ri... Rita...- la llamó con voz temblorosa y le puso una mano en el hombro haciendo que le preguntase fastidiada que le pasaba -es... ¿Es idea mía o la turbina del avión está votando fuego?- señaló por la ventanilla.

No comprendió lo que quiso decirle, pero cuando miró en esa misma dirección también abrió de par en par los ojos y sus pupilas se volvieron pequeños puntos al corroborar que salían llamas de uno de los motores del enorme vehículo aéreo.

-Oh Santo Dios...- una gruesa gota de sudor frío escurrió por su sien izquierda al saber lo que eso podría significar... y que no tenían forma de evitar.

MUCHOS AÑOS DESPUÉS...

En un gran parque de Royal Woods, Lincoln, teniendo ya 39 años, estaba de paseo familiar tanto con los 11 hijos que ha gestado con su mujer, junto con las familias que sus hermanas y amigos también han creado con el correr del tiempo.

-¡PASE LARGO!- lanzó un balón de futbol americano que voló por encima de todos los infantes para caer en las manos de Lewis, su tercer hijo mayor de 16, y el más... "especial de todos"

-¡ES MÍO, MÍO, MÍO!- dio unos brinquitos emocionado y comenzó a correr para anotar.

-¡TODOS A ÉL!- su hermano mayor, Larry de 18, quiso taclearlo al abrazarlo por la cintura.

Increíblemente, el adolescente algo regordete no se dejó frenar por eso y siguió corriendo. Más asombroso fue que de uno en uno, sus otros hermanos y primos también se le arrojaron encima, pero ni así pudieron detenerlo y continuó moviéndose, teniendo prácticamente a la mitad de su enorme familia encima de él y arrastrándolos hasta hacer la anotación.

-¡GANAMOS, GANAMOS, GANAMOS!- cantaba con tono soso sujetando en lo alto la pelota volviendo a dar saltitos e ignorando por completo como sus parientes quedaron todos sucios al ser arrastrados por el césped gimiendo adoloridos.

-Auch... sin dudas... lo que te falta de cerebro, lo compensas con fuerza, hermanito...- le felicitó Larry tronándose el cuello y escupió varias hojas que se le metieron en la boca.

-Tu hijo tiene un enorme potencial para el futbol americano, Lincoln. Con la fuerza de locomotora que posee, nadie podría detenerlo- dijo su hermana Lynn, acercándosele con su novio Jack, que formó un perfecto círculo con la boca debido al asombro que le generó tal demostración de poder físico.

-Gracias, Lynn. Tal vez pueda llegar muy lejos si tiene como entrenadora a una deportista de alto calibre como lo eres tú- bromeó el peliblanco tomándole una mano haciendo que se apenara y desviara la mirada sonriendo levemente.

-¿Y exponer a otro de mis hijos a un deporte barbárico como ese? No, gracias. Yo paso- pero a Ronnie esa idea no le gustaba en lo más mínimo y le dedicó una mirada acusadora mientras cargaba a la menor de sus hijos, Ronnie Jr. de solo un año que se chupaba el dedo.

-No te molestes, cariño. Si lo dices por Larry y la lucha libre, recuerda que fue porque así él lo quiso desde que era muy chico- intentó calmarla su marido también sujetándole la mano, no notando la tensión entre ambas mujeres que casi se lanzaban rayos de los ojos al verse.

-¿Estás bien, Larry?- el hijo de Clyde y Stella, Gerald, se acercó al primogénito de Lincoln y le ofreció una botella de agua cuando terminó de tronarse el cuello.

-Claro que sí. Esto no es nada que no haya lidiado antes- cuando afirmó esto quitándose la camiseta dejando al descubierto si bien trabajado torso y agarró esa bebida, no se percató del fuerte sonrojo que le generó al pelinegro con esa acción.

-Bu-bueno... si ti-tienes alguna herida, no du-dudes en pedirme que la atienda...- esta era la excusa perfecta para poder tocarlo sin restricciones y hacer real sus medio perturbadoras fantasías.

-¿Atender sus heridas mientras están sentados en el césped? ¡Se verían tan tiernos así!- Rachel, una de las hijas de Lincoln con 14 primaveras, al presenciar eso también dejó volar su imaginación hasta las nubes y comenzó a hacer un dibujo de ellos dos en ese escenario.

-Vamos, Rafa, no te quedes ahí como conejito asustado y juguemos con Charles Segundo- pidió Lionel, el segundo más chiquito de los hijos de Link con 6 años a su hermano mayor de 12.

-¡NO, NO, NO!- el joven poseedor de un gorro de aluminio se mostraba muy reacio y se abrazaba a sí mismo temblando sin control mirando en todas direcciones -¿Qué no se dan cuenta del enorme peligro que todos corremos al estar en un espacio abierto tan grande como lo es este parque? ¡PODRÍAMOS MORIR DE TODAS LAS FORMAS POSIBLES, COMO QUE NOS CAIGA UN RAYO, UN METEORITO O PEOR, UN MISIL DE LOS RUSOS QUE NOS EXTERMINARAN A TODOS, OH CIELOS SANTO!- grito esto de forma tan rápida que casi no se le pudo entender.

-Si así lo quieres, problema tuyo. ¡ARRE, CHARLES, ARRE!- mucha vergüenza debería darle ver como su hermanito que solo tiene la mitad de años que él, posea mucho más coraje y espíritu aventurero y se subió en el enorme Mastín Inglés como si de un caballo se tratase para galopar.

-Saca toda esa energía delirante y errática de tu cabeza, hermano mío- llamó a Rafa una de sus hermanas mayores, Laura de 15, que está sentada en una roca en posición de meditación rodeada por pajaritos y ardillitas que jugaban alegremente a su alrededor y mantenía los ojos cerrados.

-Así que ven, hazme compañía y goza de las buena vibras que la Madre Tierra ofrece- pidió que se sentara a su lado y él lo hizo luego de mirar de nuevo en todas direcciones hasta que una ardillita se posó en su regazo viéndolo con curiosidad.

-¿De-de-dejas que estos a-animales se muevan a tu al-alrededor? ¡¿QUÉ NO SABES LO PELIGROSO QUE ESO PUEDE SER?! ¡¿QUÉ TAL SI TE MUERDEN Y TE CONTANGIAN CON ALGUNA TERRIBLE ENFERMEDAD Y LUEGO SIN QUE LO SEPAS ME CONTAGIAS A MÍ Y LUEGO YO CONTAGIO AL RESTO DE LA FAMILIA Y NOS PONGAMOS TAN MAL QUE NOS PONDRÁN EN CUARENTENA?! ¡O ALGO PEOR, COMO...!- la comenzar a delirar de ese modo causó que ella gimiera ya frunciendo ligeramente el ceño porque acababa con toda su paz y armonía.

-¡VILMA, NO COMAS ESO!- no muy lejos de ellos, el amigo granjero de su papá, Liam, tomó a una nenita de pocos meses de vida y le quitó de la boca un hueso de plástico todo viejo y sucio -¡ESO NO SE COME!- la regañó cargándola con el brazo derecho mientras que en la mano izquierda sostenía ese objeto que la niña quería tomar ya poniéndose a chillar.

-No seas tan duro que nuestra pequeña, Liam- pidió Lana que jugaba con el gemelo de esa nena en un charco -solo debes verme a mí. De chica era capaz de llevarme las cosas más repugnantes a la boca y por eso tengo la fuerza de un toro- presumió inflando el pecho y sonriendo... mostrando lo muy sucios que están sus dientes.

-¿Verdad, William?- acarició el cabello naranja del bebé que reía al estar todo cubierto de lodo teniendo una pequeña rana en sus manos, parecida a su vieja mascota Brinquitos, a lo que su marido se quitó su sombrero de paja e hizo una mueca al rascarse la nuca intentando pensar en cómo lidiar con tal situación de lo más... "escatológica" por así decirlo.

-Si eso fuese verdad, entonces Lola tendría la fuerza de un coloso- comentó Luan haciendo que Ben, su esposo, se atragantase con su bebida y tuviera que golpearse el pecho para poder reír por semejante broma a costa de la ex-reina de belleza.

-¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR, DIENTES DE MULA?!- la mencionada pudo oírla y no iba a quedarse cruzada de brazos ante tal falta de respeto y la persiguió para agredirla.

-Algunas cosas nunca cambian... o si lo hacen, es para peor- Lori se llevó una mano al puente de la nariz para reunir paciencia mientras que su marido Bobby y los más pequeños de entre sus hijos y los de sus hermanas reían por el pintoresco show que ofrecían Luan y Lola sin comprender la magnitud de semejantes palabras tan inapropiadas.

-Ya, Lola, contrólate- pidió Carl sujetando a la iracunda rubia que rugía como toro furioso teniendo fuego en sus ojos y expulsaba vapor de la nariz -¿Me estabas diciendo que convertías el taller de Lana en un Salón de Belleza? Bueno, yo conozco a unos albañiles con los que podría ayudarte con eso a un muy buen precio, ¿Te parece bien?- con cierta pena le ofreció esto.

-Suspiro... retomar la lucha por un amor no correspondido... que tierno- Lucy notó eso mientras reposaba bajo la sombra de un árbol leyendo un libro de horror teniendo a su murciélago mascota dormido sobre su hombro derecho.

-Muy bien, niños y niñas, como se lo enseñamos- por su parte, Luna y Sam habían organizado una orquesta infantil con sus hijos y con los de sus hermanas para cantar al aire libre.

-¡Familia Loud, Familia Loud, la mejor familia en la que vivir! ¡Familia Loud, Familia Loud, una familia de lo más singular!- la nota era un derivado de la letra que la castaña una vez usó hace mucho tiempo en ese concurso musical en donde casi le obligaron a cambiar su imagen.

-¡ESTÁS TOCANDO MUY LENTO TU PARTE DE LA BATERÍA, TONTA!

-¡NO, TÚ LA ESTÁS TOCANDO MUY RÁPIDO, TORPE, POR ESO NO ESTAMOS SINCRONIZADOS!

Los que gritaron esto fueron los gemelos entre los hijos del Ronnielcoln, Rick y Rita de 11, que intentaron tocar la batería al mismo tiempo, pero no lograban hacerlo con buena coordinación y sonaban muy desafinados rompiendo la armonía la música que componían los otros niños.

-¡Vamos, soldados, pónganle más empeño!- Logan, otros descendiente de Lincoln con 13, intentó dirigir a los más pequeños como si de un general comandando a sus tropas se tratase tocando con todo fervor, por no decir mucha brusquedad, la guitarra eléctrica que empuñaba.

-¡SHUNK!- hasta que inevitablemente una de las cuerdas se rompió y le dio un latigazo en la cara partiéndole en la nariz y se la sujetara ahora llorando como si de un niño chiquito se tratase.

-¡¿YA VES LO QUE CAUSAS CON TU IMPRUDENCIA, LOGAN?!- la segunda mayor de sus hermanas, Rose con 17, de inmediato fue a atenderlo y le puso un pañuelo en la nariz para detener el sangrado -¡¿Cuándo vas aprender a dejar de ser tan imprudente?! Vamos a que te curen- lo empujó para que se moviera y él lo hizo con la cabeza gacha sintiendo la enorme vergüenza que le daba ser el "líder de la banda" a volverse el nenito al que deben cambiarle el pañal.

-Déjenme revisarlo- un hombre rubio, de gafas rectangulares y cara algo infantil se tomó la molestia de ver la nariz a Logan, y antes de que pudiera decir algo, se la acomodó de un solo movimiento generando un sonido parecido al de huevos quebrándose.

-¡AUCH, ESO DOLIÓ, MIERDA!- exclamó dando unos saltos sobándose la nariz.

-¡JOVENCITO, QUÉ ES ESE LENGUAJE!- lo regañó Ronnie yendo hasta él con una chancla en la mano dispuesto a "componerlo" por decir tan mala palabra.

-¡NO DIJE NADA, NO DIJE NADA!- otra vez actuando como un niñito, empezó a correr para que no le dejara hinchadas las nalgas a base de chancletazos.

-Muchas gracias por atender a mi sobrinito, Butters. Eres todo un amor- agradeció Leni apenándolo de un modo parecido a como Lincoln lo consiguió con Lynn.

-Bueno, en realidad es por co-costumbre. Porque cuando mi hermano Leonardo y yo éramos unos niños, él era muy inquieto y yo siempre debía atenderle sus heridas, en especial cuando se metía en problemas o cuando...- comenzó a contarle cosas de su juventud.

Todo eso y demás cosas le ponían una radiante sonrisa a Lincoln en su cara. No solo porque le traían miles de recuerdos de cuando era niño y hacía ese tipo de cosas junto con sus hermanas, sino porque cumplen con las expectativas de lo según él debería ser una perfecta gran familia.

Con sus pros y sus contras, los buenos y malos momentos, desacuerdos y apoyos mutuos entre los diversos integrantes del mismo clan. Muchas gracias daba que pese a la distancia o vivir en zonas alejadas de Royal Woods aún se podían hacer reuniones familiares como ésta en donde sus hijos, sus hermanas, los hijos y parejas de estas puedan juntarse estando prácticamente completos.

Excepto... por una cosa que varios de sus hijos y sobrinos nunca podrán experimentar ni gozar.

Al sentarse en una banca cargando a Ronnie Jr. mientras que su mujer aún perseguía a Logan, vio a unos ancianos pasear con lo que supuso son sus nietos divirtiéndose por su lado, riendo del mismo modo en como alguna él y sus hermanas lo hicieron con su abuelo Pop-Pop o como sus hijos mayores lo hicieron con Lynn Sr. y Rita.

Su expresión se invirtió a una de gran tristeza y suspiró mirando al Cielo que casualmente era surcado por un avión muy parecido al que ellos abordaron cuándo hicieron ese viaje a Hawái.

El último viaje de sus vidas...

(...)

Recordaba bien ese momento, cuando él, sus hermanas y respectivas familias asistieron a esa reunión en la casa-laboratorio de Lisa para celebrar su más reciente invento de ese entonces: una batería tan pequeña como una moneda de un centavo Norte-americano capaz de generar la suficiente energía como para mover un tanque de guerra y que se recarga con la luz solar.

Todos se divertían, incluyendo los niños al poder hacer sus travesuras sin restricción alguna. Aunque al igual que la científica, a varios les dolía la ausencia de Rita y Lynn Sr. para festejar como es debido tal invento que le traería tantos beneficios a la humanidad.

Pero cuándo todos se disponían a retirarse luego de todo un día de celebración...

-"Informamos que un avión de pasajeros rumbo a Hawái cayó en medio del océano. No se sabe que causó tal suceso, pero se estima que todos sus pasajeros han perdido la vida"- dijo un reportero en la televisión.

-Pobres personas...- Leni se llevó las manos al pecho muy afligida.

-Mientras que no sea el mismo vuelo que tomaron mamá y papá, no hay de que preocuparse- Lynn no quiso que ella se angustiara.

Inesperadamente, una alarma comenzó a sonar en el bolsillo derecho a Lisa.

-No... esto... esto no puede ser posible... no... debe tratarse de un error... ¡NO!- todos la vieron desconcertados por su actitud cuando al sacar y ver un dispositivo se retiró corriendo a una de sus salas de pruebas.

-¿Lisa? ¡¿Qué te pasa?!- la llamó Darcy, su mejor amiga, pero ignoró sus palabras y las de los demás que se vieron entre sí sin saber que hacer o decir al respecto.

-Para que haya reaccionado así... es porque algo realmente grave acaba de pasar- Lincoln quiso ir tras ella luego de que Darcy fuera en la dirección que tomó.

Todos guardaron silencio cuando Lisa regresó llorando a caudales seguida de una muy angustiada Darcy que no se atrevía a ver a nadie y se limitaba a mirar hacia un lado.

-¿Qué te pasa, hermanita?- su hermano varón la sujetó de los hombros.

-Li... Lincoln... mis hermanas... yo... yo...- no podía hablar bien por el llanto y se quitó las gafas para pasarse el dorso de las manos por el rostro -no... no sé cómo de-decirles esto.

-¿Decirnos qué? ¿Qué está pasando, Lisa?- Lori ya estaba asustada y meció a uno de sus hijos menores que dormía plácidamente en sus brazos.

-Es que... es que... primero díganles a sus hijos que salgan. Lo que... lo que voy a decir es demasiado fuerte para sus mentes infantiles.

-¿Pero qué puede ser tan fuerte como para que nosotros no...?- intento objetar Larry, que tenía solo 7 años de vida en ese instante.

-¡MALDITA SEA, SOLO VÁYANSE!- supremamente exasperada, gritó haciendo que él y varios de los pequeños palidecieran, como si se hubiera convertido en un horrible ogro.

-¡OYE, A MI HIJO NADIE LE GRITA ASÍ!- iba a reclamarle la hermana menor de Bobby.

-¡RONNIE, POR FAVOR, BASTA!- pero Lincoln se puso en medio para calmarla -este... Larry, llévate a Lewis y a tus hermanos al patio trasero, ¿Te parece bien?- solicitó palmeándole la cabeza.

No del todo seguras, sus hermanas también le pidieron a su prole que se retirasen quedando únicamente los adultos y los bebés que aún no tenían la capacidad de entender lo que iban a oír.

-Ya se fueron todos nuestros hijos y sobrinos, así que dinos que rayos te ocurre- exigió Luna.

-Dios... por favor no se enojen por lo primero que les diré- Lisa se pasó una mano por el pelo -ustedes... ¿Recuerdan que cuándo éramos más jóvenes yo les había implantado en secreto unos localizadores que me permitían saber su ubicación exacta a cada momento?

-Claro que recordamos eso... un segundo, ¡¿De nuevo nos pusiste esas cosas sin nuestro permiso?!- Lynn y el resto se molestó mucho.

-¡ESE NO ES EL PUNTO, POR UN DEMONIO!- pero la genio volvió a gritar iracunda haciendo que se callaran -el... el problema es... es que a mamá y papá también les implanté esos localizadores... y estos solo dejan de funcionar si se los arrancan o cuando ellos dejen de vivir... y su señal desapareció casi enseguida después de ese informe sobre ese avión que se accidentó.

-Es-espera un segundo, Lisa. ¿Lo que tra-tratas de decir es...?- comprendiendo a lo que se refería, Lincoln fue invadido por la misma desesperación que la carcomía por dentro.

-Así es... mamá... papá... ¡ELLOS ACABAN DE MORIR EN ESE ACCIDENTE AÉREO!- gritó volviendo a llorar a caudales y Darcy tuvo que abrazarla para reconfortarla.

Atónitos quedaron el albino y las Mujeres Loud, como si sus almas se hubieran separado de sus cuerpos. Por un momento creyeron que a todos les fallaron los oídos y escucharon mal e incluso pensaron que era de una elaborada broma de muy mal gusto por parte de la científica.

Pero era la cruda y terrible verdad y todo su mundo se desmoronó cuando les llegó la notificación de que sus padres se encontraban entre las múltiples víctimas de ese accidente aéreo.

Lo que se supone debió haber sido un día de dicha, alegría y orgullo para toda la familia, se volvió el más nefasto de todos. No podían hacer nada más que compartir sus lamentos y entre lágrimas expresar el dolor indescriptible que los poseyó a todos.

Teniendo también la tortuosa labor de explicarles a sus descendientes tan trágico acontecimiento.

-¿Por qué tenemos que vestirnos tan elegantes de nuevo, papi? ¿Vamos a ir a otra divertida reunión?- preguntó un muy inocente Lewis de 5 años cuando Lincoln lo vestía para ir al funeral de los originales Señores Loud.

-No, no, mi chiquitín especial. No vamos a otra fiesta, sino... a algo de mucha más importancia- hacía el esfuerzo sobrehumano de mantener la compostura ante él, aunque eran muy notables los rastros de lágrimas que tenía.

-¿Y esta vez sí podrán asistir los abuelitos?- ante tal pregunta, apretó fuertemente los labios para suprimir un fuerte sollozo.

-Lewis... es... es que justamente se trata de ellos- acarició su cabello tan blanco como el suyo -verás... ellos... ellos no podrán regresar de su viaje.

-¿No podrán regresar? ¿Por qué?- lo miró muy confundido.

-Porque... porque ellos...- su papá no tenía el valor de contarle la verdad, aún cuando junto con Ronnie se lo tuvo que decir a Larry y a Rose -porque... porque ellos tomaron un vuelo al País de las Maravillas en dónde cada día de es pura alegría y felicidad... un viaje del que no hay boleto de regreso- era lo único que se le ocurrió decirle cuando sonrió forzadamente.

-¡Suena muy lindo ese lugar, papi! ¿Por qué no vamos allá también para estar con ellos?

-No, hijo... no podemos acompañarlos ahora. Pero algún día, todos podremos estar juntos de nuevo, como una familia... y para siempre- no pudiendo contenerse más, Lincoln lo abrazó fuertemente descargando su llanto en su hombro dejándolo más confundido que antes.

(...)

-Oh...- suspiró cerrando los ojos y al abrirlos vio como ese avión se hallaba ya muy lejos.

Casi tan lejos como Rita y Lynn Sr. lo están ahora de las familias que solo pudieron existir gracias a ellos.

-¿Qué te pasa, papi? ¿Por qué estás aquí tan solito?- quería saber Lewis sentándose a su lado haciendo que su lado de la banca se alzara un poco.

-No me pasa nada, hijito. Solo... pensaba en mis padres, tus abuelitos.

-¿Y cómo están ellos? ¡¿Acaso mandaron un mensaje y al fin podrán regresar del País de las Maravillas?!- mucha ilusión le dio al adolescente pensar en eso, como si aun fuera un nenito.

-No, hijo. Ya te había dicho que ese era un viaje sin retorno- dijo con la misma sutileza que usó en esa ocasión y le palmeó su espalda -bueno, ya hemos descansado suficiente. ¿Te parece bien si seguimos jugando con tus hermanos y primos?- propuso para cambiar de tema.

-¡CLARO, PAPI, VAMOS, VAMOS, VAMOS!- con todo el entusiasmo del mundo, lo tomó de una mano y lo jaló como si de un muñeco de trapo se tratase casi haciendo que se le cayera Ronnie Jr.

-¡Muy bien, todos hagan la formación!- ordenó Larry después de entregarle la camiseta a Gerald que no pudo evitar aspirar profundamente el olor a sudor que esta emanaba.

-¡AHÍ LES LA PELO...!- Lincoln iba a arrojar de nuevo el balón, hasta que vio algo muy inusual.

-Eh... Ronnie, niños, chicas... ¿Eso que viene ahí es acaso un av...?

-¡POWWMMM!- desgraciadamente, ocurrió una de las muchas cosas que Rafa predijo y un avión cayó justamente en el parque matándolos a todos.

Primer y único capítulo de esta historia completado el 28/03/2022.

Y eso fue todo por esta ocasión. Que pena por Lincoln y sus hermanas por perder no solamente a sus padres en ese accidente aéreo, sino por morir junto con sus familias de forma casi igual.

Solo me queda por decirles... ¡LERO, LERO, LERO, NUEVAMENTE LES HE TOMADO EL PELO! ¡ÑA, ÑA, ÑA, ÑA, ÑA! ¡LUUUUU! (Me bajo los párpados de ambos ojos y saco la lengua)

¿De nuevo pensaron que iba a terminar un fic emotivo como este de un modo tan horrible? ¡POR SUPUESTO QUE NO! Así que sigamos con el cuento.

Cuando llegó la noche, todos volvieron a sus respectivos hogares para descansar luego de un largo día de diversión en familia.

Pero Lincoln no podía dormir. La culpa de eso era el calendario, porque al verlo, recordó que dentro de una semana ya serían 11 años los que pasaron desde el fallecimiento de sus padres.

Quiso aprovechar los sentimientos que eso le generaba y fue a su estudio para escribir una historia sobre ellos, para conmemorarlos, y lo único que ha escrito hasta el momento fue el título: "El Último Viaje" pero lo tuvo que borrar al no considerarlo muy correcto.

Cruzó los brazos tras su nuca y miro el techo intentando pensar, pero la inspiración no le llegaba. El cansancio hacía que cerrase los ojos y su cabeza se agachase para subirla de súbito.

-Vamos, Lincoln... piensa... piensa...- decía para sí mismo -debes pensar en algo para honrar su memoria. No puedes salir con un chorro de babas ahora- apoyó la cara en su mano izquierda y tanteó la hoja en blanco con el lápiz en su otra mano.

-Hijo... tú siempre nos honras- casi se cae cuando escuchó la inconfundible voz de su madre y sintió como alguien le tocaba el hombro derecho.

-Tú y tus hermanas... a toda hora nos homenajean... al vivir sus vidas con las valiosas enseñanzas que nosotros les dimos- ahora escuchó la voz de su padre sintiendo su mano en el otro hombro.

-Recuérdalo... jamás lo olvides... y nunca creas que nos has deshonrado de algún modo... porque nosotros siempre estaremos orgullos de ti y de las demás... recuérdalo... recuérdalo- las voces se oyeran más y más lejanas.

-¡¿Mamá?! ¡¿Papá?!- se giró para atrás, pero no vio a nadie -¿Será que me quedé dormir y soñé con todo eso?- gimió rascándose el cabello.

Hasta qué al mirar la hoja, descubrió que el título que había borrado, de nuevo estaba escrito.

-No... no fue un sueño, en serio eran ustedes... siempre junto a mí, tal y como me lo dijeron y a mis hermanas cuando nos fuimos del nido, apoyándonos cuándo más los necesitemos- volvió a mirar arriba dejando que unas pequeñas lágrimas escurrieran por sus mejillas.

Ya sabía que escribir.

-Todo comenzó cuando la última de sus hijas partió rumbo a la universidad. Tanto el padre como la madre se sentían de lo más afligidos porque ahora nadie...

Dejando que las palabras fluyeran solas por el lápiz que empuñaba, comenzó a escribir lo que tanta falta le hacía para cerrar esa vieja herida que lo ha agobiado por más de una década al recordar que sus padres, por siempre, estarán a su lado y al de sus hermanas como lo han hecho desde que tiene memoria.

Ahora sí, historia completada el 28/03/2022.

(Pongo una hélice delante de mí para desviar toda la comida podrida y objetos que me arrojan) ¡AJÁ, ESTA VEZ SI ESTUVE PREPARADO PARA LO QUE USARAN EN MI CONTRA! (Sonrío creyendo que me salve y apago la hélice, pero recibo un tomatazo en la cara)

Sí, sí. Sé perfectamente que esa broma quedó muy fuera de lugar y todo eso, pero, como dentro de poco será Primero de Abril, el Día de los Inocentes en USA, no pude resistir la tentación de poner una troleada de ese tipo aquí (Especialmente porque no se me ha ocurrido algo que subir para ese día XD)

Así que dejando eso de lado (Se escucha el sonido de muchas armas recargándose) este... como decía, dejando de lado esa inocente bromita, espero que les haya gustado esta historia centrada en Rita y Lynn Sr.

Como dije en las notas de autor de arriba, había pensado en hacer un Lunam, pero la inspiración me orilló a escribir esta historia. En el pasado ya había hecho fics enfocados únicamente en las Chicas Loud y me di cuenta de que no he hecho ninguno en sus padres, que gracias su aparente nulo consentimiento del preservativo, hicieron que la serie fuese posible (Al menos en su realidad sin ser dominados por los de Nickelodeon que no saben qué hacer con la caricatura)

Por lo que era hora de darles algo de aire fresco y darles una historia que (Al menos en parte) se enfocase en ellos y en lo que muchos otros padres sienten cuando sus hijos dejan el nido y hacen sus vidas en otra parte.

Si se preguntan porque hice ese salto temporal luego de que ven como la turbina del avión falla, es que al principio quería que la historia fuese más lineal, pero decidí cambiar un poco eso y mostré a Lincoln siendo adulto con la familia que formó con Ronnie (En especial porque me di cuenta de que últimamente no he hecho nada sobre la familia que le creé al Ronnielcoln)

Espero que les gustase el mensaje que quise transmitir, no solo el de dejar que los hijos vivan sus vidas, sino el de apreciar a tus padres, aquellos que cuidaron de ti cuándo eras joven, porque nunca se sabe por cuánto más los vas a tener a tu lado.

Pensamiento que se me ocurrió porque el sábado, 26 de Marzo, se cumplieron 14 años desde el fallecimiento de mi abuelo... que sigo queriendo mucho a pesar de todo (También me seco mis lágrimas como lo hizo Lincoln)

En fin, me despido por esta ocasión, les vuelvo a dar las gracias por todo el apoyo que me han dado debido a mi madre enferma y espero que tengan un muy buen día ;)

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