Nuevo Año Escolar- Las Mismas Mentiras
Debería estar feliz porque había empezado la secundaria, mis amigas aun estaban conmigo y estudiaría en el mismo instituto que Taylor, pero la verdad era que tendría que empezar hacer muchas cosas para poder complacer a papa por ejemplo; la admisión al equipo de fútbol, me estaba controlando poco a poco hasta que tomara su puesto en la empresa y no sé, si llegaría a soportarlo.
Mis padres habían llegado de sus cortos días a las afuera de la casa. Mama parecía preocupada por la abuela que no se acercara a nosotros por un tiempo. Papa estaba muy cómodo de que mis primos se reincorporaran a la familia, ellos no mostraban negación, estaban cómodos. En la mañana mientras íbamos a unas compras de útiles escolares para el nuevo año, estuvo todo el tiempo con Fanny.
- ¿Cómo te sientes en la casa? – le pregunte – Papa es un poco controlador, en realidad mucho, pero él quiere intentarlo – le dije – además que me gusta vivir con ustedes – ella me escucha atentamente y sonríe al punto de ponerme nervioso.
- Tranquilo primo. Anthony y yo estamos acostumbrados andar en casas y cambiar de familias desde pequeños nos adaptamos, hasta que llego mama y papa. ellos nos amaron y se fueron ahora estamos aquí y ustedes también nos quieren – ella me coloco un brazo en el hombro y casi me hace llorar, la abrace. No sabía que habían pasado por tan difíciles situaciones.
¾ Yo también quiero un abrazo – Anthony regreso y sonríe, pero yo lo ignore.
Seguimos caminando el centro comercial, comimos helado. Fanny invito Andrés y Taylor para que nos acompañaran y no hubo roces entre él y Anthony, eso me ponía nervioso, tal vez por rabia Anthony podía decirle a Taylor lo que paso en la fiesta de la semana pasada. Anthony se acerco a Taylor y conversaban como si fueran los mejores amigos que antes solían ser. Eso me enfurecía, Anthony era un hipócrita y poco hombre.
- ¿Qué tienes? – Me pregunto Taylor para que dejara mi estado nervioso.
- Nada – le sonreí nerviosamente. y me acaricio las mejillas. el parecía muy animado hablando de autos con Anthony y riéndose como si fuera genial saber sobre el tema. algunos chicos le parecía cool, pero a mí en particular, eran nada más que vehículos y ya.
Había hablado poco con Rosa y un poco estaba mejor que antes, estaba animada con empezar las clases, y quería que nos viéramos pronto. Había estado escondida con su papa en otro estado desde que descubrió que Armando le era infiel. Lauren por su parte seguía en clases de matemáticas, había estado tomando clases privadas, porque se estaba viendo en exámenes de revisión ya que no era buena con los números, prefirió reforzar. Cuando se enteraron de la fiesta que habían planificado mis primos no podían creerlo, y menos cuando le conté que me habían nombrado el tercer rey del instituto en cuanto a popularidad se trataba, ni siquiera Jace era tan importante como mis primos para hacer que alguien como yo se hiciera con tanta popularidad del día a la mañana.
Cuando se retiraron Taylor y Andrés porque nos iríamos a casa, mama nos esperaba para almorzar. Detuve a Anthony antes de entrar en el vehículo.
- Tengo que hablar contigo y espero que me entiendas y respetes cada palabra – le dije casi molesto. no podía dejar pasar lo de aquel día y que se acercara a mi novio a pesar de sus intenciones conmigo.
- Si quieres hablar sobre lo de aquella noche yo no me acuerdo de nada – Me dijo sonriendo.
- Pues si me acuerdo y no pienso caer en tu juego, porque me entere de lo tuyo con el ex de Taylor – se quedo sorprendido – no sé que estas pensando con invitarme a tu círculo de amigos cerrado y nombrarme popular. pero si te digo que no pasara lo mismo conmigo que con ese chico – y seguí y entre en el auto molesto.
- ¿Qué paso? – me pregunto Fanny mirando por la ventana que Anthony no entraba al auto después de hablar conmigo.
Al empezar el primer día de clases decidí que no tomaría parte de la popularidad, ni seria parte de ningún grupo de amigos que no eran los míos.
- ¿Vas a renunciar a ser un dios de este instituto por una pelea? – me pregunto Rosa sorprendida. ambas sabían que eso me cambiaría la vida, pero ahora no quería nada de eso.
- Ya se le pasara, solo tuvieron una discusión – dice Lauren y la mire mal – es la verdad, eres su primo y te nombraron tercer rey, no podrás evitar que todos te miren así – se ríe, pero tenía razón. Lo importante era de que Taylor me apoyaba. era el primer interesado de que me alejara de Anthony y lo entendía. Él no tenía límites, no conocía las reglas.
Para empezar tuve que juntarme con un grupo de chicos que estudiábamos juntos; José, Leanyer, Pablo y Alberto. Eran parte del equipo de fútbol del cual había sido aceptado. Aunque no los entendía no los soportaba tenía que aguantar porque era un simple capricho de papa. Había estado tratado de caerle bien a Pablo que me miraba por encima del hombro y solo me aceptaba porque éramos de la misma clase y el equipo de futbol. Leanyer era dulce y pícaro, traía locas a todas las chicas de la clase, me agradaba a veces y me hacia reír. Alberto era serio estaba enamorado de Rosa, pero esta no le prestaba atención para nada. Era mujeriego y el mejor amigo de José, quien era el más popular y el líder del equipo de fútbol, jugaba otros deportes como el béisbol y el tenis. Y por el era que los demás me empezaron hablar todos lo admiraban. Se acerco a mí sin decir más y desde entonces coincidimos en todos lados. A veces el venia a la casa y hablaba con papa más de lo que yo hubiera mantenido una conversación con mi propio padre. Me agradaba ese chico para que fuera mi amigo, pero no merecía que le mintiera, a veces tenía el impulso de decirlo que no jugaba con ellos por pasión y que me gustaban los chicos, pero Taylor me aconsejaba que no lo hiciera, ellos no lo entenderían y quizás tenía razón, era ese mi miedo.
Había estado actuando todo el tiempo por la presión familiar y social, de lo que hace o no un hombre, los planes a largo plazo de mi padre y todo eso me estaba afectando de alguna manera. Y Taylor era mi único refugio y el solo me decía que aguantara. Rosa y Lauren eran un apoyo, pero no podían hacer nada por mí, si no motivarme a seguir de pie, aunque cada vez más me costaba.
- Ya no puedo mas – le dije llorando a Taylor en su casa.
- No digas eso – me seco las lagrimas con un pañuelo – solo tenemos que esperar un poco más.
- ¿y si me muero antes? – le dije dramático.
- No digas eso, sabes que es duro, pero tenemos que luchar por estar juntos ¿lo recuerdas? – Me recordó besándome - ¿Qué haré sin ti? – Me dijo y me quede tranquilo.
Debido a los problemas con papa cada vez que intentaba armarme de valor y decirle que no quería jugar fútbol que quería ir a las clases de actuación y que no quería ser parte del negocio familiar y solo quería estudiar comunicación social. El e explicaba lo importante que era para el que yo heredara la empresa de su pares y que u asumiera todo y algún día tenga una esposa y familia. Se me iban quitando las ganas de hacerlo, decirle todo lo que quería, no quería herirlo, ni decepcionarlo.
Taylor me propuso escapar juntos a otro país, no me dio cual solo que teníamos que esperar que cumpliera 15 años y que el consiguiera un trabajo, algo de dinero y escaparnos. Cuando el reuniera el dinero que necesitábamos. Yo no veía más alternativa que escapar con el amor de mi vida.
Taylor para ayudarme me pago las clases de actuación en un conocido instituto de artes ya que mi padre jamás me consentiría algo como eso, según en sus palabras, era una pérdida de tiempo. Rosa y Lauren se habían animado a inscribirse y cada tarde pasadas las cuatro de la tarde salíamos del instituto a tomar clases de actuación. Mis primos habían seguido sus vidas de popularidad del cual que quedaba fuera.
A los nuevos en el instituto nos tocaba decidir, ser parte de los marginados, los nerds, o los populares. Yo decidí ser parte de eso 1% que podía tomarlo todo o quedar a un lado. Mis primos no lo entendían, su reinado era una supremacía y clasista. Tenía que adoptar sus costumbres sociales y dejar de hablarles a mis amigos que no tenían las mismas oportunidades de decidir como yo.
Manteniendo mi noviazgo con Taylor muy secreto. Solo mis primos y amigos sabían la realidad, el resto era algo que era inimaginable. A mí no me convenía decir la verdad sobre mi sexualidad y relación con nadie que no me conociera de verdad.
Mi papa había preparado una cena celebrando mi admisión al equipo de fútbol, invito a mis tíos paternos que eran tres, a finalidad de visitar la tumba de la tía Male y conversar sobre la educación de mis primos. Mi mama se había casado con mi papa por amor, pero en los negocios familiares eso poco importaba. Estaba nervioso y no era el único al parecer. Fanny estaba preocupada y pude notarlo porque no estaba animada. Anthony poco le importaba la familia.
- Hagamos un brindis porque ustedes están de visita y que mi hijo fue admitido en el equipo de fútbol – todos brindaron. los cristales de las copas de vino chocaron y ese sonido me mareaba. solo nosotros tres teníamos en nuestras copas agua. mama no dejaba de mirarme, ella no tenia que confesarme nada, sabía que no era feliz con eso. Terminada la cena papa invito a sus cuñados a la oficina y se encerraron.
Estaba condenado a permanecer en esa mentira, cumplir con los deseos de mi padre, solo tenía que esperar y viviría en un lugar lejos y con Taylor. Y me llego un mensaje, era mi profesora de actuación. Me estaba ofreciendo un papel en la obra de teatro el miércoles, no podía creerlo, pero necesitaba el permiso de mis padres para poder tomar el dinero del premio y el papel.
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