Aunque bello a los ojos del resto de la galaxia, el panorama de desigualdad en Cybertron era asfixiante. Los cybertronianos de clase alta no sufrían mucho, de hecho, se daban una gran vida. Sin embargo, las clases media y baja tenía una amplia lista de exigencias sociales para Sentinel Prime y el Congreso.

Tuvieron que pasar milenios, pero pronto se inició una revolución. "Igualdad para las castas" exigían los oprimidos. Líderes heroicos se levantaron para guiar a su pueblo hacia la libertad. Lamentablemente, los ideales se corrompen, y hasta el mesías más heroico renuncia a sus ideales con tal de mantener el poder.

Megatronus había sido la inspiración de todos los sometidos; un Cybertroniano de clase baja que se había levantado, sin titubear siquiera un poco, contra los líderes más poderosos de todo Cybertron; un mech de las minas que no había dudado en denunciar lo evidente:
"Nuestra aleación es exactamente la misma que la de los miembros del congreso, es idéntica a la de las clases altas, ¿por qué ellos gozan mientras nosotros sufrimos?"

La multitud vitoreó, Primus los había escuchado, un mesías había llegado para transformar las estructuras sociales, políticas y económicas que, si bien traían desarrollo a las clases más acomodadas de Cybertron, significaban la tortura y la miseria para aquellos que no habían sido predeterminados a vivir la vida de alcurnia.

Megatronus era fuerte y pronto se rodeó de aliados igual de resistentes. Orion Pax lo había acompañado desde el principio; su mano derecha, su asesor para ciertos temas, pero a la vez su mejor amigo y aprendiz. Había otros cercanos a Megatronus: Soundwave, Shockwave, Dreadwing, Skyquake. Ninguno se igualaba a lo que Megatronus significaba para Orion, mucho menos a lo que Orion significaba para Megatronus.

La hermandad entre ambos Cybertronianos era tan fuerte y complementaria que en un principio la división era inconcebible. ¿Cómo podría existir el movimiento si uno de los dos se restaba de las filas? Megatronus venía del bajo mundo, sabía lo que era trabajar hasta que te dolieran los engranajes, había visto la muerte en las minas, la pobreza, la marginación. Orion no era precisamente un noble, pero tenía una mejor vida que la clase media; sin embargo, había adquirido consciencia sobre el sufrimiento de las clases bajas, había reflexionado sobre la desigualdad y la había condenado. Aunque más sensible y débil que Megatron, Orion era astuto, y fungiría como el nexo perfecto entre el movimiento y aquellas clases dominantes que seguían despreciando a los que se habían levantado para exigir sus derechos.

Pero un día maldito... Todo se desvaneció. La entrega del título sagrado a Orion, ahora Optimus Prime, había sido como una daga a la spark de Megatronus. Él había abierto su alma a Orion, le había confiado sus aspiraciones, sus más profundos deseos, la visión de un nuevo Cybertron en el cual las clases bajas y medias gozaran de la calidad de vida que todo ser sintiente merece; y ahora él, un acaudalado que jamás había experimentado el dolor y humillación que toda su gente había tenido que enfrentar, era nombrado Prime por el Congreso. Jamás podría perdonarlos por semejante acto de corrupción. El Congreso y todos sus simpatizantes caerían, y Optimus no lo haría sin antes sufrir el dolor más agonizante de la existencia en su spark.

Nota: Oficialmente este libro está en edición. No eliminaré los capítulos, así que puedes seguir gozando de él, pero los iré editando paulatinamente. Cada capítulo editado tendrá en su título la siguiente etiqueta: /Editado/ por si quieres leerlo. No será un proceso rápido, pero quiero aumentar la calidad de este libro para que sea del gusto de todos ustedes y puedan gozar de una historia más óptima.