Naruto iba esperar a quien iba a ser su acompañante, Shikamaru estaba preparando todo tipo de argumento legal en caso de que algo saliera mal, por lo que, ambos estarían solos frente a la pareja de divorciados

Sakura llegó usando un vestido parecido a los que usaba cuando Boruto y Sarada eran pequeños, llevaba el símbolo de los Haruno en su espalda —¿Creés qué...— desistió al recordar

—¿Qué?— preguntó el oji-azul

—Es algo de moda, no entenderías— justificó

—Te ves igual de bien que siempre— soltó pensando que debía de decir algo

Ese «de bien» cambio la oración por completo

—Gracias— agradeció tratando de evitar que esa vergüenza no se pudiera traducir en el color en sus mejillas. Lo logró.

Naruto era un poco más caballeroso que antes, aunque con ella siempre tuvo detalles esporádicos así

Ambos llegaron dónde la pareja de magnates estaba

—Hokage-sama, Sakura-san— dijo parándose para recibirlos

Los dos excompañeros hicieron una reverencia para saludar a ambos y se sentaron uno al lado del otro

Naruto se sentía presionado, la aldea tenía problemas de dinero, no parecía que la administración fuera lo suyo, le estresaba haber cometido otro error en la contaduría

—Hokage-sama— habló la ex esposa del magnate —Sere directa, ¿Lo hizo con mala fé?— preguntó

Sakura vió a Naruto con amabilidad, como diciéndole que ella estaba ahí para ayudarle

—Claro que no— exclamó poniéndose erguido

El otro hombre vió a la mujer mirando al rubio con severidad

—Yo tuve la idea— soltó la peli-rosa —No es problema de Naruto o la aldea, tomaré mi responsabilidad—

La adversa sonrió, el hombre con el que había tenido una relación se asombró por eso —¿Porqué quieren conservar ese "basurero"?—

—Esta en lugar donde no podemos poner nada, es un lugar prohibido— explicó la oji-jade tratando de librar de carga a su acompañante

—¿Se lo dijeron a él?— preguntó apuntando al del sexo opuesto cerca de ella

—Lo hicimos, de muchas formas pero insistía—

El magnate empezó a sudar y vió la cara dura de su ex esposa —Por cosas como esa me divorcié de tí— recriminé —Me hiciste quedar como idiota por defenderte— acusó

—Suzu...yo...— trató de justificar

Ella se le quedó viendo de manera juzgadora

—Tú querías un lugar así desde hace mucho pensé que ellos solo le querían vendar a Matsuda— explicó con justificación a una competitividad laboral

—¿Matsuda?— preguntó el Hokage —Gaara me aconsejo no darle ningún terreno a ese tipo— comentó el rubio

El de cabello amarillo y la de cabello rosa estaban mirando como se llevaba una pelea dado a una serie de mal entendidos

Konoha necesitaba esa inversión, por lo que no podían solamente dejar que se fuera, ese rico por más molesto que fuera. Las reuniones normalmente eran a distancia, él ya había visitado alguna vez la aldea y se puso terco, aunque no sabía el estado actual del terreno, parecía un capricho

—¿Porqué quisieras a estás alturas complacerme?— preguntó la mujer

Él se quedó callado y nervioso —Yo alguna vez te ame y es algo que nunca te pude dar, solo...— divagó —Soy muy terco— cansado suspiró

Suzu sonrió, eso era tierno, suspiró —Entonces yo me encargaré de este negocio— exclamó con una sonrisa

Él tragó en secó y afirmó

—Lo siento tanto— se disculpó con la pareja que representaba a la aldea

Sakura y Naruto se vieron a los ojos, sonrieron y voltearon a verlos

—No hay porque— dijeron ambos

—Como disculpa por favor quédense a comer con nosotros— fue amable

Ambos afirmaron con la cabeza

Pasaron un tiempo, las mujeres habían pedido el mismo platillo por lo que la de mayor poder adquisitivo se la llevó a enseñar como elegir y preparar el platillo

—Hokage— llamó tomando un poco de sake —Lamento las molestias, seguramente debe de estar asombrado de que alguien como yo sea un exitoso empresario—

—Dattebayo— soltó con ligereza

Él contrario lo vió con mala cara, pero la bajó y soltó una sonrisa —Fue por ella— dijo con un poco de pesar —Suzu estuvo conmigo apoyándome aunque tuve tantas caídas, ayudándome...— suspiró

Naruto también tenía a una mujer que tuvo mayor participación en su vida que siempre lo ayudó en el camino difícil sin ningún tipo de interés. Pensándolo con cabeza fría, era la primera mujer que al estirar la mano estaba con un seño fruncido para ayudarlo o curarlo, cuando pocos estaban ahí para él, por cualquier razón, era la chica que ponía sus esperanzas en ella realmente estaba ahí.

—Cuando ella me pidió el divorcio, hubo algo que nunca volvió a ser igual para mí— dijo mirando en dónde estaban ambas

Eso mismo sintió él cuando Sakura se fué con Sasuke, si fuera por él hubiera querido que ambos se quedarán, Sasuke ya no estaba en la aldea desde antes, pero que ella se fuera, rompió algo en él  que nunca se arregló, aunque ella volvió

—¿Has sentido algo como eso alguna vez?— preguntó, pues no había encontrado palabras para explicarlo mejor

—Creo...— soltó tratando de reservar una información tan polémica y reveladora, después de todo era casado —Yo no me divorciado—

—Hokage-sama, ella es especial para usted, ¿no?— preguntó con otro trago de sake a su cuenta

El oji-azul se atrevió a mirar a la mujer se vestido rojo y cabello rosa, después de dos segundos cambio de dirección su mirada

—Era mi mejor amiga— respondió tomando la botella para servirse un poco

Él le sonrió —Ese "era" suena deprimente como cuando yo digo que Suzu "era" mi esposa—

El Uzumaki vió el líquido en el plato semi hondo donde tradicionalmente se sirve ese alcohol

Lo era, Sakura "era" tan importante para él, ¿cómo pudo descuidar tanto algo que apreciaba con tanta intensidad?. Ya lo había hecho y otras veces. Él recordó cómo pudo controlar el chakra de Kurama solo por la motivación era protegerla, ¿dónde había dejado la pasión y la llama de su vida? ¿Era porque perdió su juventud?

Naruto se había convertido en los adultos que siempre odió de niño, su hijo ya le había dado señales de eso, aunque no era del todo cuadrado, sentía que no era lo que quería ser y todo eso pensaba ahora, solo porque una niña quería su ayuda para que sus padres no se separan y él se la dió