Parte Diecinueve.
Sakura lo guío hasta el lugar donde los infantes jugaban, los ayudantes y los mayores se asombraron al ver al Hokage darles una visita
Las mujeres y los hombres hicieron un pasillo para inclinar su cabeza en forma de respeto al mandatario
Naruto lo agradecía aunque le parecía un poco exagerado, aún no se acostumbraba a ello, aunque de pequeño siempre lo había añorado ya se había cansado de ello
La peli-rosa lo podía notar con su actuar, el niño presuntuoso había aprendido de humildad con los golpes de la vida, ella estaba orgullosa
—¡Aaaah!— gritó una jóven con asombró y alegría —¿¡No me diga que el Hokage viene a darnos una visita!?—
—No a nosotros, a los niños— respondió al tener a Naruto al lado suyo
—Dattebayo— soltó con una sonrisa
Sakura sonrió al verlo, dos segundos pasaron para que las miradas confusas de las jóvenes la sacarán de su comodidad
—¿Viene a visitar a los niños?— preguntó muy feliz ignorando lo pasado —¡Es genial! ¡Los hará muy felices!—
—No nos avisó Shikamaru-sama de una visita— habló una de las cuidadoras
—Es porque no está agendada— respondió el oji-azul —Sakura-chan me invitó y acepté— alegré contó
Las mujeres vieron a la de prenda roja, ella sonrió —Es así—
—¡Fue una gran idea, Sakura-sama!— exclamó la chica emocionada
—Sera una grata sorpresa para los niños— la otra mujer dijo con una gran sonrisa
El rubio pensó un poco, a veces por el trabajo de oficina, el manejo de medios y su responsabilidad familiar a veces olvidaba como la población se sentía respecto a él, ¿Porqué era tan raro que él lo hiciera? Recordaba al tercero con una gran presencia social aunque tuviera sus cosas al tratar de abarcar tanto ¿Así podía a llegar a ser el mejor Hokage de todos los tiempos?
Las mujeres lo guiaron hasta donde los niños se divertían siendo un lugar seguro, él pudo verlos por entre las cortinas, niños que tenían sellos en los ojos, vendas y miembros faltantes, todos rescatados de lugares donde era difícil llegar, era triste y volvió a ver a la de cabello rosa. Ella se había encargado de juntarlos y ver por su manutención y terapias, su corazón se hizo pequeño, la mujer lo tocó en el hombro y se recuperó un poco
Entraron
Los niños dirigieron su cabeza hacía la puerta, los niños que no tenían tapados los ojos lo vieron y sonrieron
—¡Es el Hokage!— irrumpió uno
Los menores se concentraron enfrente de los adultos, dos con sus peluches abrazados a ellos, esperando que el Kage hablará con una gran expectativa
Años siendo Hokage, ya había pasado por esa posición, aún así sentía que en ese momento era diferente, se quedó sin palabras por un momento
—¿Están felices porque el Hokage los visité?— abordó Sakura tocando la espalda de Naruto en total apoyo
Él la miró sorprendido por el gesto
—¡Claro!— gritaron todos juntos
—...uh...o mejor dicho ¡Dattebayo!—
Los niños y las mujeres rieron por el comentario, entonces Naruto pudo reintegrarse a la dinámica riendo un poco —Dattebayo—
El pequeño estaba feliz de ser validado por el mismísimo dueño de la muletilla
Naruto decidió ser más cercano y se sentó en el piso con los niños rodeándolo
—¿Está descansado?— preguntó una pequeña apretando su peluche
El rubio rió con nerviosismo —Puede ser...—
Sakura lo tenía vigilado por lo que rápidamente se le formó una sonrisa
Dos niñas se vieron en complicidad y se emocionaron —¡Guardaremos el secreto!—
Naruto rió con el mismo nerviosismo
—¿Jugará con nosotros?— preguntaron expectantes
El Kage se puso erguido, levantó el pulgar, afirmó con la cabeza haciendo un ruido a juego
Los niños gritaron de alegría
La Haruno tuvo que irse, dejó a las mujeres con Naruto que se asombraba de que los niños tenían una lista y cada uno un papel para poder incluir a todos los niños y sus limitantes
Un niño carecía de su brazo derecho, igual que Naruto, él se quedaba cerca del rubio con toda la intención, hasta que tuvo el valor de hablarle —Mire, Hokage soy igual a usted— dijo moviendo el muñón
El oji-azul se sintió un poco mal de que un niño tan pequeño tuviera la perdida de un brazo, ni siquiera tenía edad para ir a misiones, él había endurecido con los años, pero no le haría mal fallar una vez y entristecer
—Sakura-sama me dice qué puede hacerme lo que usted tiene— dijo con temor
—¡Hokage-sama! ¡Hokage-sama!— exclamó repetidamente una niña —¡Dígale que lo haga! ¡No quiere que Sakura-sama lo haga!—
Él se enojó por ser delatado —Yo no soy como el Hokage-sama, yo no...—
El rubio se puso a su altura y le tomó de los hombros —Primero, no subestimes a Sakura-chan, ella hará que todo esté bien— le dejó en claro al verlo a los ojos —Segundo, no sabes aún de lo que eres capaz—
—¿Usted cree...—
—Claro— exclamó con una gran sonrisa —Sakura-chan te dejará como nuevo, siempre lo hizo por mí—
—Tal vez...—
Sakura volvió a entrar
—¡¿Sakura-sama curó al Hokage?! ¿¡De verdad es tan, tan, tan genial!?— preguntó otro
Los adultos se miraron
—Sakura-sama quiero hablar con usted— dijo el de una extremidad superior
La peli-rosa y el de cabello rubio hablaron con los ojos, por lo que la oji-jade acepto y salió con él
—¿Usted quiere mucho a Sakura-sama?— preguntó con ojos coquetos
—¡Cállate, cállate! ¡Él Hokage tiene familia y esposa!— irrumpió el niño
—¡No necesitas casarte con alguien para quererlo!— le arregló la narrativa —El Hokage vino aquí porque Sakura-sama lo pidió, debe quererla mucho como para no estar en su trabajo tan importante—
Las mujeres se le quedaron mirando al de rayas en las mejillas, sonrió con auténtica alegría, rió divertido y sintió que su cuerpo era más liviano —Sakura-chan es alguien muy importante para mí— suspiró —Supongo que sí—
Las niñas sonrieron con ternura mientras los niños estaban en un lapsus mental pensando en como podía funcionar tal cosa
—Ella también lo quiere— soltó una
Todas se le quedaron viendo, estaba siendo un poco chismosa
—Mi cuarto está al lado de Satoshi— contó notando el interés de Naruto —Hablaba de usted de una forma linda y también suspiró—
La chica interrumpió al ver al Kage extrañado por la relevación —¡Ay! ¡Estos niños!— dramatizó
Probablemente todas las cosas lindas y admirables que Sakura tenía hacía él siempre era cuando él no miraba aunque en cuidados siempre se tradujo, empezaba a pensar que ella le ocultaba mas cosas de las que creía
Los niños tenían que irse y una de ellas se lo llevó mientras el Hokage decidió ayudar con sus clones a organizar a la otra ayudante —¿Sakura-chan debe estar aún con... Satoshi?— cuestionó
—Supongo— dijo mirando a la puerta —Gracias—
—Oh, no es nada, es un espacio pequeño— respondió
—Oh, no por eso, pero también— soltó mirando al oji-azul —Lo decía por Sakura-sama— dijo ganándose la atención del bronceado —Ella había estaba mal los últimos días, bastante triste, pero usted...— paró para sonreír —...no se que hizo pero desde que volvió a su vida fue como lo que pasó con los niños, como si la hubiera liberado y tiene más emociones que la tristeza y la melancolía—
—Supongo que se le debo. Sakura-chan a hecho todo ésto sola, cuida de todos ellos, supongo que es por...— iba a nombrar a Sasuke
—Yo estuve aquí ese día, recuerdo que lo hizo por su esposo y por usted— lo rectificó sin saberlo —Sí es cierto lo que Ruru-chan dijo, ella lo quiere y la hace ser mejor. Es ciertamente tierno—
Eso lo hizo sentir avergonzado, realmente pensaba que ese sentimiento estaba agotado. Quería que Sakura fuera feliz...lo merecía.
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