15

Mihael los partía por la mitad, arrancaba sus corazones, bebía su sangre.

Todo aquello era una escena traumática para la humanidad...

-¿Estás bien Natalie?-. Preguntaba Matt, viendo a Natalie traumatizada, mirando a la nada, sin despegar la vista de allí, con los ojos bien abiertos.

-Matt..., Déjala, no es fácil vivir lo que ella ha vivido, no te responderá en mucho tiempo, ni a ti, ni a nadie-. Dijo el padre de Near, y Matt se levantó, para alejarse de Natalie.

-Ahh...-. Suspiró, sentándose al lado de Nate. -¿Crees que podrá ocuparse de ellos?-. Near miró a Matt.

-Puedo..., ¿Abrazarte?-. Matt se sorprendió.

-¿Eh?-. Preguntó.

-Sé que es muy raro..., Pero, necesito apoyo..., y él no está aquí ahora mismo...-. Dijo Near. -Pero lo entiendo, yo...-. Se iba a levantar, pero Matt se lo impidió.

-Claro que puedes-. Sonrió Matt amablemente.

Near sonrió, y le abrazó por la cintura, poniendo su cabeza en su torso.

-Gracias-. Dijo Near.

-No hay de que-. Matt sonrió, mientras acariciaba la cabeza del pequeño.

Mientras tanto, en la calle...

Mello seguía luchando, aunque no se sabe por qué.

¿Era para proteger a la humanidad de los demonios?, ¿Era porque se lo habían ordenado, inculcándole aquello desde pequeño?, ¿Era porque tenía simplemente que..., matar?.

Mello no lo sabía, simplemente lo hacía.

-Hermano-. Mello dejó caer a ese demonio, estrellándose contra el asfalto. -¡Cuánto tiempo!-. Dijo Mark.

-Sigues vivo-. Dijo Mello con voz de demonio. Su traje era casi inexistente, solo los pantalones estaban casi intactos, en cuánto al torso..., Ya no quedaba.

Pero Mello estaba recubierto de sangre, una más oscura que la de los humanos.

Sangre de demonios.

-¡Jaja, pues claro!-. Dijo este riendo, Mello se dio cuenta de que Mark tenía a Main en sus brazos, en el cielo, ya que tanto Mello como Mark estaban volando. -¿Te acuerdas de nuestro querido tío?, ¿El que para nada te mintió?-.

-¿Que intentas ahora?-. Preguntó el rubio.

-Hermano, piénsalo, tú y yo hemos sido engañados toda nuestra vida-. Mello comenzó a pensarlo. -¡Podríamos conquistar el mundo entero...!, Si me das las gemas, te prometo que los demonios después trabajarán para nosotros, serán nuestros siervos, y ya nunca nadie más nos podrá engañar-. Dijo Mark sonriente.

-No-. Dijo tajante Mello. -Eso no es lo que hubiera querido padre-.

-¡¡¡PADRE ME...!!!-. Decidió calmarse, y suspirar. -Ahh..., Padre me abandonó-. Mello lo sabía.

-Fue un accidente, no fue culpa tuya-. Mello le ofreció la mano. -Si me ayudas a matar a los demonios, me pensaré en si debo convencer a la policía de bajar tu condena-. A Mark le entró un tic en el ojo.

-¿Dis-Disculpa?-. Preguntó. Main sentía un forcejeo en su cuello.

-Vamos, haz caso a tu hermano mayor-.

-¿Eh?-. A Mark le entró una rabia inmensa. -¡¡¡AHHH, HIJO DE PUTAAAAA!!!-. Gritó y apretó tanto el cuello de Main que lo rompió. Cogió su cabeza, y se la arrancó del cuerpo, matándolo.

-¡¡¡MORIRÁS POR TU INSOLENCIA!!!-. Gritó Mark, y atravesó a Mello volando.

-O-h...-. Dijo Mello, con el cuerpo totalmente atravesado. -Mierda-. Mello cayó al suelo, desmayado.

...

Mello abrió los ojos, y se levantó del suelo.

-Mm, ¿Donde estoy?-. Preguntó el rubio.

-En casa querido Mihael-. Mark sonreía, y Mello se asustó. Se encontraba en las ruinas del barrio donde estaba su antigua casa.

-¡Mark, los demonios, tío!-. Gritó Mello. -¿¡Donde están todos!?-. Preguntó asustado.

-Les he dicho que no era el momento..., Y que volvieran a casa-. Mark sonrió. -Debes agradecermelo así que, que mejor manera que con algo..., Carnal-. Mark sacó a Nate de detrás suya.

-¡NATE!-. Un portal se abrió de detrás de Mello, y un demonio que parecía un perro gigante le mordió el brazo izquierdo, mientras que otro el derecho. -¡AH!-. Eran demasiado fuertes, y Mello estaba demasiado débil.

-Bien...-. Mark sonrió.

-No lo hagas...-. Dijo Nate. -Solo conseguirás que te arranque la cabeza-. Dijo este.

-Si muero, enloquecerá-. Dijo Near.

-¡Jaja!-. Mark comenzó a reírse, desconcentrado a Nate. -Pequeño imbécil, no te voy a matar-. Mark le bajó los pantalones a Nate, y este se asustó, sonrojándose.

-A-Ah...-. Nate sintió el verdadero terror...

-¡¡¡AHHHHH!!!-. Los ojos de Mello se pusieron rojos, pero Mark usó su telequinesis para clavarle una piedra en su ojo derecho. -¡¡¡AHHHHHHHGJ!!!-. Gritó Mello, y sus ojos se pusieron normales.

-¡Ah!-. Gritó Nate, comenzando a ser violado por Mark. -¡N-No!-. Mark sonreía macabramente.

-¡¡¡NAAAAATEEEEE!!!-. Intentaba usar su telequinesis, o sus rayos..., Pero le era imposible, no podía de lo débil que estaba.

-¡Oh, Ah!-. Nate gemía. Por desgracia, lo peor no sólo era que Mello estaba mirando sino que..., A Near llegaba a sentir placer...

Near sentía placer, pero después pensaba lo sucio que era aquello, y lágrimas salían de sus ojos, estaba siendo violado por el hermano del chico que le gusta, y encima, le gustaba físicamente. Pero no emocionalmente.

Pensaba que si imaginaba que era Mello quién lo hacía..., No se sentiría tan mal, pero aquello sólo le haría sentir aún peor en realidad, sería volver a esconderse de la realidad y no afrontarla, sería de nuevo ser un cobarde y un débil.

-¡Mi-Mihael!-. No sabía si era un gemido, o un grito de ayuda.

-¡¡¡AHHHHHHHHH!!!-. Gritaba Mello, pero escaparse del agarre no era fácil, es más, era imposible. A Mello no sólo le molestaba porque aquello era una violación a un amigo, sino porque sentía celos...

Mello había desarrollado sentimientos especiales por Near, y sentía que aquel chico le gustaba...

-¡Gime mi nombre!-. Gritó Mark, y Near no dijo nada. Los ojos de Mark se pusieron blancos. -¡VAMOS!-.

-¡A-ah..., Mark!-. Nate se sintió tan sucio al decir eso, que quería morir literalmente en aquel instante.

-¡Así me gusta!-. Gritó Mark, que cogió y le quitó la camiseta a Nate, sin parar de embestirle.

-¡¡¡AHHHHHHHHHHH!!!-. Mello comenzó a avanzar, hasta que sus brazos comenzaron a desgarrarse... -¡¡¡AHHHHHH!!!-. Sus brazos se quedaron en la boca de los demonios. Mello ahora no tenía brazos.

Mark terminó de violarlo.

-¡Ya nos veremos!-. Mark comenzó a volar, Mello quiso seguirlo yendo a volar, pero no podría, y además, que ahora no podía dejar a Nate solo.

-¡Nate!-. Se dirigió a Near. -Tranquilo, ya estoy contigo-. A Mello le volvieron a crecer rápidamente los brazos, y abrazó a Near contra su cuerpo.

Near lloraba.

-Desahogate pequeño-. Dijo Mello, acariciando a Near.

-Soy una mierda...-. Mello le acariciaba.

-No no..., Ni se te ocurra decir eso-. Near le miró.

-Lo he llegado a disfrutar Mello-. Near tenía la cara roja, y llena de lágrimas. -¡Por favor perdóname!-. Mello se sentía dolido, no podía mirar a Nate...

Había disfrutado un poco con aquello, y eso a Mello le decepcionó, ahora mismo no podía mirar a Nate a la cara.

Aunque Nate tampoco puede mirar a Mello a la cara.

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