12
Las 3 gemas se dirigieron a Mello, y un anillo como los que tenían los ángeles, se le apareció en la cabeza.
-¡MELLO!-. Gritó Near sorprendido.
Su cuerpo se regeneró al completo, menos la sangre, todo estaba de nuevo.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Mello veía todo lo que había ocurrido a su alrededor durante todos estos años, las mentiras, los engaños, la traición de hermanos, el abandono...
Toda la verdad era reflejada en sus ojos, su tío traicionando a su propio hermano solo para vivir como un miserable, engañando a Mihael, entregándole un fragmento de la gema para que él se comiera el marrón, y así él librarse de malentendidos. Ahora todo lo entendía, su padre era bueno, su tío era un cabrón.
Recuerdos del pasado le venían, El Dios Del Infierno consiguió llegar a casa, eso también era mentira, quién se encargó de matarlo fue Mello, quién obtuvo el poder de las 3 gemas, hasta ese entonces, no se manifestó ningún poder en el rubio en los 5 años que tenía de vida.
No como su hermano, el cuál, también tuvo oportunidad de ver su pasado.
Una niñez terrible, podía llegar a entender el porque de todo. Maltratos, violaciones, sufrimiento, llegando a lo inexplicable para conseguir un solo pedazo de carne. Desde que nació, Mark fue más poderoso que Mello, había manifestado sus poderes antes que Mello, y los podía controlar, no como Mello.
Pero ahora mismo, Mello era simplemente, no solo superior a un ángel, es decir, un Arcángel, sino un verdadero Dios.
Mihael Keehl era un Dios en toda regla.
Se levantó de allí, y sus ojos se pusieron completamente rojos.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Gritó, pero esta vez, no del dolor, sino de rabia. -¡¡¡TE MATARÉ!!!-. Saltó, y comenzó a volar.
-¡MIHAEL!-. Nate comenzó a correr.
Unas calles más adelante, allí se encontraba Mark, arrodillado en el suelo.
-Hermano..., Tú has tenido una vida muy simple, en cambio..., Yo he sufrido, ¡¡¡YO MEREZCO EL PODER DE ESAS GEMAS!!!-. Gritó Mark.
Cierto, las gemas, los 3 fragmentos giraban entorno a Mihael, y no paraban de moverse.
Mark soltó unas cuántas lágrimas de desesperación.
-¡¡¡LAS NECESITO!!!-. Saltó para comenzar a volar e ir a cogerlas, pero Mello le cogió del cuello en el intento.
-¡¡¡AHHHH, AHHHH, AHHH!!!-. Mello suspiraba pesadamente. -¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHGJJJ!!!!-. Pero aquello..., Aquello no fue más que un grito para coger a Mark, y en el cielo, lanzarlo para que se estampara contra un edificio, lo atravesara, y se chocara con 10 más.
Bael se acercó a Mello, y este embistió a Bael.
-¡AH!-. Gritó Bael, y comenzó a ser elevado por Mello, quién lo llevaba hacia arriba. Mello lo llevó hasta al espacio, y cuando salió de la atmósfera, comenzó a pegarle una paliza. Mello podía respirar perfectamente, y no tenía ni frío. Mihael le golpeó tan fuerte, que Bael, aunque estuviera en el espacio, salió disparado.
Le costó atravesar la atmósfera, pero la atravesó, y comenzó a caer. Mihael atravesó también la atmósfera, y cuando llegó a la tierra, cogió una antena parabólica, se puso en el suelo, alzó la antena, y Bael cayó justo en esta, atravesándole el pecho, Mello le sacó la antena, sacándole el corazón, que aún seguía latiendo.
Cogió el corazón, abrió la boca, y lo apretó tan fuerte que explotó, haciendo que le salpicara en la cara, y hasta dentro de la boca, tragando así sangre de demonio.
-¡¡¡AHHHH!!!-. Lo cuál hizo que las 3 gemas levitaran a Mello. Las 3 gemas se metieron dentro de su cuerpo, y Mello vio un poquito más de la vida de su padre, de su tío, de su madre, y de su hermano. -¡¡¡AHHHHH!!!-. Gritó, y cayó al suelo.
-Me-Mello...-. Matt le miró, aquello no era su mejor amigo, era un demonio, un diablo. -¡¡¡AHHHHHHHHHH!!!-. Gritó, asustado, alejándose.
Mello estaba cubierto totalmente de sangre, y lo único que le quedaba de ropa, era la interior.
Mello seguía teniendo aquel anillo de ángel, pero ahora, estaba cubierto de fuego.
-A-Ah...-. Mark se acercó a Mello, había venido arrastrándose. -Mello..., Hermano...-. Mello cogió a Mark, lo alzó, y le atravesó el puño por la barriga, haciendo que lo traspasara.
-NO..., ME LLAMES, HERMANO-. No gritaba, pero su voz era tan grave que lo parecía. -¡NO SOY TU HERMANO!-. Le quitó el puño de allí, su corazón seguía dentro.
-A-Ah...-. Mark casi no podía ni respirar.
-Hijo-. Mello se asustó, y se giró, viendo a su padre.
-PA..., ¿PAPÁ?-. Preguntó Mello, y vio a su padre, sin su traje..., Pocas veces lo vio así en su infancia.
-¿Que estás haciendo hijo mío?-. Preguntó.
-E-E..., ¿Eres tú de verdad?-. Preguntó Mello.
-Hijo mío, no lo mates, es tú hermano-. Dijo Marcus acercándose a Mello, y le acarició la cara. -No cometas mi mismo error-. A Mello le salió una lágrima.
-Los débiles..., ¡¡¡NUNCA SOBREVIVEN!!!-. Mello escupió sangre, aquello le había dolido más que la paliza de Bael.
Mark le arrancó el corazón de cuajo a Mihael, el cuál se arrodilló, y se giró para verlo.
-No...-. Dijo este, alzando su brazo para coger su corazón.
El pecho de Mark se regeneraba, aunque seguía débil.
-A-Ah...-. Mark se arrodilló. -Mu-Muere...-. De pronto, Matt golpeó con las pocas fuerzas que le quedaban a Mark, el cuál, al estar debilitado, le dejó en el suelo.
-Vamos...-. Dijo Matt, y de pronto, se desmayó.
-Hijo mío-. Mello le miró. -Véncele justamente-. Marcus desapareció, y Mello miró su corazón. Rápidamente se lo puso, y su pecho se comenzó a regenerar.
-A-Ahh...-. Dijo Mello, y se levantó.
-¡No!-. Gritó Mark. -¡No lo permitiré!-. Se levantó, y sanó todas sus heridas.
-¡Ahora si que no lo permitiré, vas a morir!-. Gritó Mark.
Mello le miró.
-No te lo preguntaré otra vez..., ¿Te rindes?-. Preguntó Mello.
-¡¡¡MUERE!!!-. Gritó Mark, levitando.
-Espero que esas sean tus últimas palabras-. Mello comenzó a levitar, y empujó a Mark en el cielo, haciendo que se chocara contra edificios, atravesándolos con rabia y saña.
-¡¡¡AHHH!!!-. Mark le golpeó, frenándolo.
-¡¡¡AHHHHH!!!-. Mello le dio un puñetazo que le hizo mandar a tomar viento. Mello se dirigió hacia él, y le llevó volando hacia el cementerio. Los dos cayeron en la tierra, y comenzaron a pelearse allí.
Mark lanzó rayos caloríficos blancos, rompiendo las lápidas de la gente, en vez de acertar y darle a Mello.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Aquel gritó hizo que Mark fuera lanzado a un pequeño cobertizo de madera, el cuál atravesó fácilmente. Mark vio una llave inglesa, y cuando Mello se acercó, Mark le golpeó con esta, pero se dobló al chocar con la cara de Mihael.
-Mierda-.
-¿QUE INTENTABAS HACER CON ESO IMBÉCIL?-. Mello le cogió del cuello con su telequinesis. Mark veía a su hermano, ¿Donde estaban los ojos?, ¿Y la nariz?, ¿Y la boca?..., No podía ver nada, demasiada sangre.
Sangre.
Solo sangre.
-¡Mihael!-. Mello escuchaba la voz de su madre, aquella madre que nunca pudo conocer.
-¡¡¡AHHHGJJ!!!-. Entendió lo que aquello significaba, y alzó a Mark para después lanzarlo hacia el suelo, haciendo que rompiera la tierra que había por suelo. Mello bajó junto a él al agujero, y comenzaron a pelear mientras caían por la tierra mojada.
Llegaron a un punto donde ya no había tierra, solo agua, y comenzaron a volar rápidamente por el agua, alejándose completamente del punto de donde estaban anteriormente, quizás, navegando por cualquier parte del mundo, hasta que los dos se sumergieron en el mar.
Mello golpeó la cara de Mark, y este escupió sangre en el agua. Mark golpeó a Mello en su mentón, y este también escupió. El aro de ángel seguía en llamas, aunque estuvieran bajo el agua. De pronto, Mello sintió como un tiburón le cogía de la pierna, pero Mello lo mató con su rayo calorífico.
-¡¡¡AHHHHHHHH (*GLUBS GLUBS GLUBS*)!!!-. Gritó Mark debajo del agua, y se abalanzó contra Mello. Lo levantó, y lo sacó debajo del agua, Mello ahora se encontraba más limpio de sangre, al igual que Mark.
Los dos comenzaron golpes en el aire, como un épico enfrentamiento final..., Pero, no lo era.
-¡¡¡¡¡BUAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!-. Mello le golpeó la cara, haciendo que saltaran 3 o 4 dientes.
-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Mark le hundió de nuevo en el agua, y comenzó a ahogarle, cuando de pronto, un tiburón le cogió, y le arrancó la pierna. -¡¡¡AHHHHHHHH (*GLUBS GLUBS GLUBS*)!!!-.
La sangre se desprendía por el mar. Vino otro tiburón, y comenzó a comerse su cuerpo, y su cabeza.
Mello extendió la mano para salvarle, pero ya era demasiado tarde, un tiburón se fue con la pierna de Mark, y el otro, con el resto del cuerpo metido en su boca. Parecía el final..., Aunque Mello no lo creía ni en broma.
Estaba cansado, demasiado, pero tenía que moverse, y rápido.
Comenzaba a subir por el agua, para salir a flote, y salió de allí, para comenzar arrastrarse por tierra, pero antes siquiera de que pudiera hacer algo...
Se desmayó.
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