04

-Esto no va a funcionar-. Dijo Mello, subido a un banco.

-Tú solo hazlo-. Dijo Near apuntando todo en una hoja.

-Ahhh-. Mello suspiró, y saltó del banco, pero cayó al suelo. -Es imposible, ¿No podemos probar otra cosa?-. Preguntó el rubio.

-¿Como que?-. Preguntó Near curioso.

-No lo sé..., Ni siquiera sé que poderes tenía mi padre-. Dijo Mello.

-¿Porqué no se lo preguntas a tu tío?-. Propuso Near.

-No me llevo mucho con él, y encima, creo que no confía mucho en mi para suceder a mi padre-. Dijo el rubio.

-Igual pregúntale-. Mello lo pensó.

...

-No te dejará subir, mejor espera aquí abajo-. Near torció el labio, pero lo aceptó, y Mello subió arriba y entró a su casa. -Tío-. Dijo Mello, pero vio como su tío estaba hablando por teléfono.

-No, no puedes hacer esto-. Mello escuchaba la voz de su tío, se notaba preocupada. 

-Cállate viejo idiota, ¡Dime ahora mismo donde está el fragmento!-. Gritó el chico.

-¡Te juro que no lo tengo!-. Gritó el tío.

-¡DONDE ESTÁ!-. Mello entró a su casa rápidamente.

-¿¡Que está pasando aquí!?-. Gritó, y vio a su tío, tirado en el suelo, le habían tirado la silla de ruedas, y había un hombre exactamente igual que él, pero con el pelo corto. -¿¡Q-Quién eres tú!?-. Preguntó.

-Mihael-. Sonrió, y Mello se quedó impresionado.

Aquel hombre, vio el colgante de Mello, era una circunferencia donde dentro guardaba una piedrecita verde.

-¡Ahí está el fragmento que necesito de la gema del poder supremo!-. Gritó acercándose a Mello. -¡Dámela insensato!-. Intentó arrancarle el collar a Mello.

-¡Aléjate de mí!-. Mello impulsó a ese hombre hasta la pared de casa, impulsándose. -¡FUERA DE AQUÍ!-. Gritó y lo chocó contra la pared, haciendo que saliera volando, y totalmente impulsado.

Mello, después de sorprenderse ya que había sacado esa fuerza de ni siquiera él sabe donde, se fijó en su pobre tío, y le levantó.

-Tío, ¿Quién es ese?, ¿Y porqué dice que yo tengo "uno de los fragmentos" de la gema del poder supremo?, ¿No se rompió en la batalla contra el Dios?-. Preguntó Mello curioso.

-Lo cierto Mihael..., Es que no es así-. Dijo su tío. -Yo..., En la batalla final contra el Dios del infierno..., Lo derrotamos, y 3 fragmentos de la gema se esparcieron por el mundo, uno de ellos lo encontraron y hoy día está expuesto en el museo del prado de España, otro está escondido bajo tierra, en un lugar que yo sé, y el otro...-. Su tío miró el colgante de Mello.

-Mihael, tienes que proteger el fragmento, si llega a conseguirlo..., Tú..., El mundo...-. Mello soltó a su tío.

-¿Cuando pensabas decírmelo?, ¿Esa es la amenaza que siempre decías que vendría?, ¿Que un tío va a aparecer a robarme la gema que custodio yo vete a saber porqué?-. Preguntó rabioso.

-Mello, yo...-.

-¿¡PORQUÉ NO ME LO DIJISTE ANTES!?-. Gritó Mello furioso. -¿Como es que guardo esta gema?, ¿Me la dio mi padre?, ¿¡Sabía mi padre que iban a venir por mí y le dio igual!?...-. Mello estaba enfadado tanto con su tío, como con su padre.

-Mi padre, y tú..., Sois repulsivos...-. Su tío se sentía culpable.

-Tú padre...., No...-. Mello le interrumpió.

-No quiero saber nada de él, que yo sepa, ya no tengo padre..., Y tampoco tío-. Mello se arrancó el collar. -Le daré el collar a ese hombre, y en cuánto al traje que está guardado en el maletín, puedes tirarlo a la basura-. Dijo el rubio.

-¡Ni se te ocurra dárselo, todos morirán!, La tierra se acabará, todos moriremos!-. Gritó, y Mello miró el collar.

Ya no sabía que hacer, solo quería gritarle a su tío lo idiota y capullo que era.

-¿Hay algo más que debas decirme?, ¿Alguna mentira más?-. Preguntó Mello.

-...-.

-Bien, entonces me voy-. Mello se puso el collar y comenzó a irse.

-Tú padre-. Mello se paró, y apretó el puño. -Hizo lo mejor que pudo..., Pero veo que lo hizo mal-. Dijo, cabreando a Mello.

-¡¡¡CÁLLATE!!!-. Gritó, y varias cosas de la casa se movieron, un jarrón se tambaleó y se cayó al suelo.

-Mello...-. Mello se quedó impresionado, pero no lo suficiente. Salió de casa, y dio un portazo.

Cuando bajó abajo, Nate lo vio bastante cabreado.

-Mello, ¿Estás bien?, ¡He visto a un tío volar!-. Gritó Near, señalando la trayectoria. -¿Que ha pasado ahí?, Estaba por llamar a la policía-. Dijo Near un poco preocupado.

-Nada..., Un imbécil que venía a por esto-. Nate miró el collar de Mihael. -Se ve que es uno de los 3 fragmentos de la gema del poder supremo, y yo pensando que estaba rota..., ¡Si hay una hasta en un museo!..., Soy imbécil-. Mello se tapó la cara, y Near lo vio, estaba llorando, pero tenía cara de enfado.

-¿Como he podido ser tan idiota?, Podrían haber venido a por mí, y me podrían haber matado, y todo por culpa de mi padre y de mi tío-. Mello apretó el puño. -Idiotas...-. Murmuró.

Nate abrazó a Mello.

-Tranquilo-. Dijo este, y Mello sonrió, se tranquilizó, y abrazó a Near.

...

-Bien, pues entonces, probemos superpoderes al azar-. Dijo Near teniendo poderes en una lista. -Teletransportacion-.

Mello cerró los ojos.

-Piensa..., Una playa, con el agua, la arena, las sombrillas-. Nate hablaba a Mello, y Mello se lo imaginaba.

-¡Nada!-. Gritó este cabreado, y Near tachó el poder.

-¡Súper-fuerza!-. Gritó Near.

-Eso si que tenía mi padre-. Dijo Mello, y levantó los puños, estaba apunto de golpear una columna, la verdad es que en 20 años no había usado nunca los puños, nunca se había peleado la verdad, y menos con los puños. -¡AHHHH!-. Dirigió su puño a la columna, y lo único que hizo fue dejarle una pequeña grieta.

-¿Que tal?-. Preguntó Near.

-Me ha dolido muy poco-. Dijo Mello sacudiéndose la mano. -También puedo romper cosas si grito-. Dijo Mello.

-Probemos con eso-. Dijo Near interesándose.

Pusieron varios vasos de cristal en fila, y Mello se preparó, Near se alejó para que no le saltara ningún cristal.

-¡¡¡AHHHHHHHHH!!!-. Mello gritó, y los cristales se rompieron, salpicaron un poco, pero Mello se cubrió la cara con los brazos. Uno de los cristales se clavó en su brazo. -¡Aghj, mierda!-. Near se acercó.

-¿Estás bien?-. Preguntó Near.

-Más o menos-. Dijo Mello, y Near miró la hora.

-Debería irme a casa, acompáñame-. Pidió Near mientras Mello se quitaba el cristal del brazo.

-Bueno, vale-. Mello aceptó, y se dirigió a acompañar a Near a su casa. Caminaron durante un rato, y después de unos cuántos minutos, llegaron a su casa.

-Bueno..., Emm, ¿Subes?-. Preguntó Near.

-No gracias-. Dijo Mello, ahora tendría que volver a casa, y no le apetecía mucho, pero tampoco era plan de aprovecharse del pobre de Nate.

-¡Vamos!-. Near le cogió el brazo. -Te presentaré a mi familia, hazme caso, a ellos no les molestará-. Mello se sorprendió.

-Pero..., Si descubren que tengo poderes, no querrán que me acerque a ti-. Dijo Mello.

-No lo descubrirán, además, no creo que hagan eso-. Sonrió Near. -Tú solo, sube, ven-. Le arrastró hacia dentro, y los dos comenzaron a subir por el ascensor. Mello estaba nervioso, ¿Que debía hacer?, Hacía años que no comía con alguien que no fuera su tío, la última vez fue con Matt, y la cosa no salió bien...

Mello no sabía que hacer.



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