Capítulo 3
¡Hola!
Soy yo nuevamente.
Estos capítulos no tienen nombre, así que les explicaré un poco al inicio y al final.
Aquí se relata la adaptación de Yuu en la nueva vida que llevará, se irán mostrando pequeños Flashback de su pasado, pues no es como que estuviese de vago todos esos años.
Cómo dato curioso, ha ido perdiendo sus recuerdos pasados.
.
.
.
-Narrador Yo-
-Dirán su nombre, sus gustos y el sueño que tengan-, el profesor se encontraba empeñado en que debíamos presentarnos.
Una compañera levanto la mano.
-Disculpe profesor, ¿podría darnos un ejemplo?-, preguntó algo tímida.
Eso me causo gracia, pero decidí aguantarme la carcajada.
Era una pregunta algo, estúpida, incluso algunos compañeros la miraron raro, el profesor la miro un poco para después suspirar y asentir.
Parecía un poco acostumbrado a eso.
-Claro, como soy el profesor comenzaré yo, planeaba hacerlo al último para conocerlos a ustedes primero, pero al parecer eso no será posible-, dijo y yo solo reí para mis adentros por el tono sarcástico que utilizaba. -Mi nombre es Aizawa Itami, mis gustos son dar clases y mi sueño es tener buenos alumnos-, finalizó con simpleza.
El ejemplo había quedado mucho más claro para aquella chica y para los que no habían entendido aún.
Ese nombre me era muy familiar, pero no podía recordarlo muy bien.
De hecho, algo preocupante me sucedía. Desde hace aproximadamente dos años he comenzado a perder parte de mis recuerdos.
Posiblemente sea porque mi alma o cuerpo, no lo sé, se está adaptando a este nuevo mundo y por consiguiente está eliminado los del anterior.
No sé que haría si eso sucede.
Todos comenzaron a presentarse, iban por filas las cuales estaban conformadas de 5 alumnos.
Yo me encontraba en la última columna, por lo cual me relaje hasta esperar mi turno.
Las presentaciones de mis compañeros no me llamaban mucho la atención, pues los iré conociendo con el transcurso del tiempo, o tal vez no lo haga.
Después de todo no vine a hacer amigos.
Pasó mucho tiempo hasta que llegó mi turno.
Seguí el ejemplo de los demás y me levanté para presentarme.
-Soy Hyōdō Yuu, tengo 15 años, mi gusto es estar tranquilo y la música, en especial el rock, mi sueño es...-, en ese momento hice una pausa.
¿Cuál era mi sueño?
Antes de llegar aquí planeaba estudiar Música en la universidad, posiblemente luego estudiar otra carrera y mi sueño más anhelado era darle todo a mis padres.
Pero este mundo era muy distinto al de dónde yo provenía y soy alguien distinto a ser solo un humano.
Cómo Sekiryuutei, mi destino no es estar tranquilo, mi destino es tener que pasar por momentos trágicos.
-Mi sueño es vivir en un mundo de paz...-, terminé mientras volvía a sentarme.
Un mundo de paz, claro, un mundo sin Brigada del Caos, un mundo sin Qlippoth, un mundo sin guerras, un mundo sin racismo, un mundo de paz, ese era mi sueño y ahora era mi meta a alcanzar.
Hubo un breve silencio, nuevamente note las miradas sobre mi, hasta que dieron paso con la siguiente alumna.
Era una joven con la apariencia de ser alguien de corta edad, pequeña con el pelo castaño en dos coletas y los ojos verdes. Su cabello tiene un par de clips de color verde. Viste el uniforme femenino de la Academia Kuoh.
Ruruko Nimura.
La siguiente fue Koneko Tōjō, es una pequeña chica de unos 15 años de edad, con el cabello blanco y los ojos de color avellana, lleva un broche de cabello en forma de gato negro a ambos lados de la cabeza. Ella viste el uniforme femenino de la Academia Kuoh, aunque sin la capa de los hombros.
-[Ellas son demonios]-, me dijo Ddraig mentalmente.
-"Ya lo sé"-, respondí de igual manera.
Ellas eran las presencias que había detectado antes.
-[¿Y? ¿Qué harás?]-, preguntó.
-"¿Hmmm? ¿Porqué tan interesado?"-, Ddraig nunca había estado tan conversador, de hecho, siempre fue muy callado.
-[Este lugar está controlado por demonios, ¿Planeas unirte a ellos?]-, eso me puso a pensar.
Obviamente podría ser más fuerte si me uniera a alguna facción o a alguna nobleza demoniaca.
Pero de momento estoy cómodo así.
-"Somos fuertes sin necesidad de ellos"-, dije muy seguro de mi mismo.
Ya no supe nada más de Ddraig, pero supongo que había quedado satisfecho.
Se lo que siente, quiere un portador fuerte. No lo puedo culpar, simplemente su nombre impone respeto, obviamente su portador también lo debe hacer.
-"Tranquilo Ddraig, no te decepcionaré"-, fue lo último que dije antes de cortar la comunicación.
Posiblemente si busque ayuda, pero solo de personas en las que de verdad tenga confianza, nunca sabes cuándo alguien te puede apuñalar por la espalda.
-Hace 10 años-
Después de aquella pelea, todo cambio.
Fue como si hubiese despertado de mi sueño tranquilo y la realidad me hubiera dado un golpe trágico.
Estoy en un mundo lleno de seres sobrenaturales, obviamente no puede ser un mundo tranquilo y mucho menos ahora que se que soy el Sekiryuutei.
Eso fue lo más sorprendente, pues básicamente había tomado el lugar de Issei.
Luego de ese grave incidente fui adoptado por la Familia Hyōdō.
Mi vida cambió completamente pues no sabía que hacer.
Una noche en la que todos dormían plácidamente, decidí salir.
Me dirigí rápidamente hacia un campo libre rodeado de árboles, debía probar algo.
-Bien...-, puse una mirada sería.
Me encontraba en pijama, pero eso no era ningún inconveniente.
Lo que sabía de la magia era muy poco.
Nunca comprendí muy bien su funcionamiento, pero sabía que los demonios con sangre Leviathan tienen gran afinidad a la Magia relacionada con el elemento agua.
Pero, ¿Cómo podía ocupar esa agua?
Ese era mi único detalle.
-[Solo imagina]-, como si hubiese leído mis pensamientos, el dragón dentro de mí me dió ese consejo.
No me acostumbraba a qué me hablara desde mi interior, así que antes de comprender sus palabras tuve que voltear repetidas veces a mi alrededor, pues pensé que alguien más me había hablado.
Imaginación, esa era la clave.
Pero antes de probar el agua, debía controlar el poder demoníaco en puro.
Cerré los ojos y trate de concentrarme.
Imaginé que algo recorría mi cuerpo hasta llegar a mi mano derecha, se sentía bien, raro pero bien.
Ahora todo eso lo tenía que concentrar en mi puño.
Ahora solo era cosa de...
-¡Ahí voy!-, grité mientras daba un puñetazo a la tierra.
Obviamente espere algo como un mini cráter o algo por el estilo.
Lo que en realidad paso fue que efectivamente, si se hizo el cráter.
Pero este cráter tenía un radio de 5 metros. La tierra debajo de mi se hundió y me quedé en dicho cráter que aparte de tener ese diámetro, también tenía una profundidad de dos metros.
Mi cerebro aún trataba de procesar esto.
-[No eres cualquier demonio, es obvio que tú poder mágico es inmenso]-, como siempre, Ddraig salvando el día.
Era cierto, los demonios con sangre de Maou original, aparte de tener una afinidad, también tienen un poder mágico mounstruoso.
Aún no lo puedo controlar.
-[Chico, mejor vete]-, sus palabras me dieron escalofríos.
Pero es cierto, eso debe haber atraído a seres indeseables.
Esa noche decidí retirarme sigilosamente.
Fue la primera vez que probé mi poder como demonio, algo que sin duda fue una gran sorpresa.
Quería probar alguna manera de crear agua, pero será en otra ocasión.
Aunque, una de las razones por las que obedecí rápidamente a Ddraig, fue porque sentí un poder gigantesco acercarse.
"Sentir" es un decir, simplemente fue una presión y una incomodidad las que me hicieron querer alejarme de ahí.
Cuando me retiré, me siguió, pero no parecía ser hostil.
O eso esperaba.
-Presente-
Al principio no fue nada fácil.
Enterarme de que reencarne significó un duro golpe.
Perdí mi vida de golpe y no sé cuál fue la razón.
Al principio me ganó más la emoción de reencarnar, pero cuando tuve un momento de pensarlo, todo se me vino abajo.
Mis padres, mis amigos y conocidos, todo se fue.
Ya no podré ver a mis padres y eso me duele mucho, ellos son grandes personas, no merecen un gran dolor.
Pero aún tengo la esperanza de que esto no sea una reencarnación y simplemente "yo" siga en el otro mundo y este "yo" solo sea una copia que fue transportada mágicamente.
Tal vez...
-¡Joven Hyōdo!-, el llamado del profesor me hizo salir de mis pensamientos.
-¿Si?-, pregunté algo desorientado.
-Debido a qué no estuvo prestando atención a la clase...-, parecía un poco molesto. -No me dijo con quiénes haría equipo de trabajo, así que estará junto a la señorita Nimura y Tōjō, las cuales se quedaron sin equipo-, asentí.
De verdad me había perdido demasiado en mi mente.
¿En qué momento habían formado equipos?
Bueno, no importa, junto a Koneko y Ruruko me sentiré cómodo trabajando.
Después de eso las campanas sonaron y era momento de salir al receso.
Pensaba quedarme en el salón, pero mejor decidí salir y conocer un poco, pues quería familiarizarme con todo el lugar.
Me lleve mi bento conmigo, mi madre lo había preparado especialmente.
Al salir las cosas parecían algo movidas.
Se notaba la abundancia de mujeres sobre los hombres, supuse que era porque hace poco tiempo había sido una Academia de solo mujeres.
Caminando entre los pasillos note como algunos chicos eran rodeados por varias de estas chicas mientras otros eran completamente ignorados.
Me llamo la atención y decidí prestar atención sobre el porqué sucedia esto.
Los chicos que eran prácticamente rodeados, eran:
Guapos en su mayoría, no sé si está bien que lo diga, pero considero que no es nada malo asegurar que otro hombre es más guapo que uno mismo. Mostraban seguridad y hasta cierto punto los veía arrogantes.
Por otro lado, los que eran prácticamente ignorados o apartados, eran todo lo contrario.
Parecían niños en un parque de diversiones, pervertidos mirando a las chicas de arriba hacia abajo y sin disimular un poco.
Sinceramente yo también los evitaría.
Note como algunas miradas se posaban sobre mí, ellas también me analizaban de arriba hacia abajo, pero no me molestó en lo absoluto.
La mayoría solo hacían eso y seguían con su vida.
Supongo que era debido a que mi apariencia es algo promedio a comparación de los demás.
Era alto, tal vez más que el promedio de mi edad (1.75) y probablemente creceré más, pero tenía unos rasgos faciales normales, mi cabello era castaño y mi cuerpo solo un poco tonificado, me costaba crear masa muscular, y mis ojos eran púrpuras, tal vez eso era lo más llamativo de mí.
Se que no está bien compararse, pero así era.
Decidí ignorar todo y seguí mi camino para buscar donde comer, tal vez busque a Issei.
-¡Pervertidos!-, y hablando del rey de Roma.
Escuché como unos gritos provenían de los vestidores de chicas.
Mi presentimiento me decía que era él.
Así que me acerque al lugar.
Cuando estaba por llegar ví a dos chicos saliendo apresurados de ahí, uno era alto y calvo, mientras que el otro era lo contrario y con lentes.
Al llegar ví a Issei rodeado de múltiples chicas recién vestidas y con sus shinais apunto de darle una paliza.
Entre en un dilema.
Por una parte Issei era culpable y tuvo la mala fortuna de ser abandonado por sus amigos, un lado me decía que se lo merecía.
Pero por otro lado, era mi hermano, no podía dejarlo solo.
Posiblemente me arriesgué a recibir también una golpiza, pero elegí no dejarlo solo.
-Narrador normal-
-"Malditos..."-, era todo lo que Issei podía pensar al haber sido abandonado por sus amigos.
-Así que... Nuevamente tú-, murmuró cierta chica peli castaña con peinado de dos colas de caballo, miembro del club de Kendo.
Su voz era de ultra tumba, Issei sintió grandes escalofríos, incluso Yuu, que estaba a punto de intervenir.
Una chica de cabello castaño muy claro y corto estaba a su lado y solo miraba a Issei con total repulsión.
Levantó ambos brazos por sobre su cabeza, apunto de atacar.
-¡Maldito...-, comenzó a decir, Yuu rápidamente se comenzó a acercar. - ... Pervertido!-, el golpe fue lanzado.
Issei solo cerro los ojos esperando el doloroso golpe.
Pero antes de siquiera tocar a Issei, el shinai fue detenido por la mano de Yuu.
Las chicas e incluso el propio Issei se sorprendieron, pues no lo vieron llegar.
Fue tan rápido que incluso sintieron una leve ráfaga de viento pasarles por enfrente.
-"Diablos"-, pensó Yuu al darse cuenta de su tontería.
Se había precipitado debido a que pensó no llegar por medios normales, así que uso un poco de su fuerza extra para detenerlo.
El shinai crujió en su mano y ante la mirada atónita de todos este se partió.
-Narrador Yo-
Rayos, eso fue demasiado.
Ahora debo actuar lo más normal posible.
Lamentablemente hubo un silencio muy incómodo, eso solo me ponía más nervioso.
Pero decidí armarme un poco de valor y hablar yo primero.
-Lamento lo sucedido-, me disculpé mientras apartaba mi mano y el pedazo de madera caía al suelo.
-¡¿Quién demonios eres tú?!-, exclamaron la mayoría de las chicas.
Fue un sonido ensordecedor.
-Lo siento-, nuevamente me disculpé. -Mi nombre es Yuu Hyōdō-, hice una leve reverencia.
Note como la mayoría dejaba sus miradas de enojo y las cambiaban por sorpresa.
-¿Eres familiar del pervertido?-, preguntó una de ellas.
Solo asentí con un poco de pesimismo.
-¿Eres de primer año? Nunca te había visto-, una chica castaña con peinado de coletas me preguntó.
La mire un poco, era linda.
-Así es, hoy es mi primer día...-, respondí tranquillo.
Hubo otro silencio.
Parecía que iba a decir algo más, pero decidí interrumpir.
-Lo lamento, pero ¿Podrían dejar pasar lo de mi hermano por esta ocasión?-, ellas parecieron pensarlo, no estaban nada seguras. -Prometo que será reprendido en nuestra casa-, asegure con una sonrisa.
-Está bien-, ella parecía ser la líder.
-¡Pero que sea la última vez o no tendremos piedad!-, respondió la chica de cabello corto mientras era apoyada por las demás.
Yo solo asentí repetidamente.
Me sentía muy aliviado.
No tardaron en irse y me quedé únicamente con mi hermano.
-¡Gracias, Otōtō!-, escuché como se levantaba y me abrazaba.
Solo suspiré algo cansado.
-Issei, casi morimos-, decidí restarle importancia a la forma en que me llamó.
Se que por más que se lo diga no me hará caso.
-Lo se, gracias por salvarme-, soltó su abrazo y me miró con una gran sonrisa.
Lo tome de los hombros.
-Tienes que dejar de hacer esto y hablo enserio, si quieres que te respete tienes que cambiar-, fue lo último que le dije antes de alejarme.
En casa se resolverían más cosas.
-Consejo Estudiantil, Narrador Normal-
Una chica de pelo negro y corto se encontraba conversando con otra chica muy similar, pero con el pelo largo, ambas llevaban gafas.
Una era Sona Shitori (su identidad humana), Presidenta del Consejo Estudiantil y Tsubaki Shinra, vicepresidenta.
-Ese chico, Genshirou, puede que sea buen prospecto...-, comentaba la chica de pelo largo.
-No lo sé, Tsubaki. Es indisciplinado y solo siento una leve energía en él-, dijo dando un sorbo una taza de té que se encontraba junto a ella.
-Debe fortalecerse y es un requisito tener a un integrante masculino debido al nuevo cambio en la academia-, presionó.
Era cierto, el director había dado la indicación de agregar por lo menos a un integrante masculino a cada club e institución dentro de la Academia.
-Podríamos esperar un poco más, nuevos alumnos han ingresado, seguro que alguno debe ser especial...-, y justo como si el mismo satán la hubiese escuchado, una de sus peones entro de forma repentina a la oficina.
-¡Buchou!-, grito una peli castaña de dos coletas y ojos verdes.
-¿Que sucede, Ruruko?-, preguntó con curiosidad.
-Hay un chico nuevo, creo que no es humano-, cuando dijo eso, la curiosidad aumento más.
Ruruko procedió a contar una corta historia.
Cuando salieron al receso, ella siguió a Yuu, debido a que le llamo mucho la atención, eso y que quería conocer a su nuevo compañero de equipo de trabajo.
Pero vió lo que sucedió con las chicas del Club de Kendo, eso la sorprendió de sobre manera.
-... Y eso fue todo-, la pobre chica por fin pudo respirar.
Sona parecía analizarlo todo.
No sintió gran presencia en los chicos nuevos, pero por lo que su peón decía era muy probable que sepa ocultarse.
-Ruruko, tienes una nueva misión...-, la chica escuchó atentamente.
-Narrador Yo-
Por fin terminó el día.
Por alguna razón me sentí muy aliviado de eso, ya no soportaba ni un minuto más dentro de la Academia.
Decidí buscar a mi hermano, pero no pude encontrarlo por ningún lado.
Me encogí de hombros y decidí salir sólo.
En todo el camino a casa sentí a alguien que me seguía, pero no sabía sus intenciones y no parecía querer atacarme.
Pero...
-¡...!-, sentí otra presencia.
Estaba apunto de cruzar una cuadra y alguien había aparecido repentinamente a unos metros de mi, a la vuelta del edificio a dónde estaba apunto de llegar.
No era un demonio, lo que significaba solo una cosa...
Al llegar la ví.
Era una hermosa chica de cabello azabache hasta las caderas y ojos color violeta.
Tenía un uniforme de una Academia que no pude identificar, pero consistía en una chaqueta rojo oscuro con una falda verde.
En ningún momento me quito los ojos de encima.
¿Cómo es que podían detectar me tan fácil? ¿Acaso me espiaban desde antes?
Al pasar delante de ella, se interpuso en mi camino.
-Hola-, me saludó con una sonrisa amable.
Hay cosas de las que simplemente no puedo escapar.
Supongo que es el destino maldito que ahora cargo.
.
.
.
Eso ha sido todo por este capítulo. Un poco "Zzz", pero recuerden que siempre hay calma antes de la tempestad.
Si tienen más dudas pueden preguntar con confianza.
Sobre romance aún no me decido, no sé si será solo una pareja o un harén, lo del harén lo dudo.
No sé olviden de votar y comentar.
Bye bye ^^
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top