Capitulo 10 🐝Tensión🐝
Miré hacia Queentessa, quien solo me dio una sonrisa engreida y triunfadora, disfrutando de ver a Cliffjumper muerto y a mi completamente en shock. Se cruzó de brazos, sabiendo que yo ni siquiera podría intentar escapar. Tragué energon, poco a poco me giré para ver al asesino de mi amigo. Guardé mis cañones, sabía que no servirían de nada. Lo único que quedaba era gritar.
Bee: Megatron. —
El mech grisáceo solo dio una carcajada malvada y profunda mientras me capturaba con sus ópticos morados. Parecía entrar por mis orbes azules y revolver todo en mi tanque y Spark. Tenía tanto miedo, sentí mis piernas temblar y mi voz se entrecortaba. El temor me estaba venciendo, dejé de sentir cualquier otra cosa que fuera positiva. En cierto punto llegué a sentir que flotaba, había perdido la sensibilidad en las piernas por los nervios, pero no había caído. No podía moverme.
Megatron: Es gracioso como ciertos Autobots pierden la movilidad antes de mi ataque, aún sin el inmovilizador. — Se burló a medida que avanzaba hacia mi.
"Eso es todo" pensé. Estaba perdido, mi cuerpo no respondía, no podía pelear, no podía huir. Solo esperé el primer golpe, rogando por que uno sólo bastara para matarme. No quería una muerte larga y agonizante. Megatron paró al estar frente a mi, miré con confusión, ¿qué esperaba para extinguir mi Spark? ¿estaba jugando conmigo para verme sufrir más antes de eliminarme?
Megatron: Te eliminaría ahora mismo, pero te necesitamos. Mis ganas de traer este planeta a la vida son más grandes que mi deseo de verte morir lenta y agonizantemente. — Dio una carcajada malvada profunda, mientras caminaba al costado de Queentessa.
Queentessa sonrió engreídamente y giró hacia Megatron.
Queentessa: Sobre eso... — Chasqueó los dedos. Un gigantesco robot con cuernos apareció tras Megatron, propinandole un golpe al líder Decepticon. El impacto había sido en la nuca, por lo que el mech grisáceo había quedado casi inconsciente. — Llevátelo y atalo. — Ordenó a su soldado, quien inmediatamente obedeció y arrastró a Megatron fuera de la habitación, cerrando la puerta una vez que ambos estaban fuera.
Bee: ¿Por... Qué? — Miré confundido, ¿Queentessa estaba de mi lado?
Queentessa: No confundas las cosas mocoso, no eres tú a quien quiero. — Sacó una pequeña pelota mecánica del compartimento en su brazo, la cual me lanzó. Dicha esfera se abrió al chocar con mi cuerpo, convirtiéndose en una red que me empujó hasta la pared, dejándome adherido a ella.
Gemí de dolor, mi armadura más blanda que la del younling promedio estaba cobrando factura. Se sentía como si mi espina dorsal se hubiera aplastado un poco. Mientras trataba de recuperarme, entre cerré los ópticos, pero volví a abrirlos cuando noté que Queentessa avanzaba hacia mi, había una mirada burlona en su rostro femenino.
Queentesaa: Tienes algo que deseo. — Levantó mi barbilla con su dedo índice. — Tienes a Wasp. —
Miré con horror en mis ópticos, ¿que tenía que ver ese nombre en todo esto?, era cierto que lo había escuchado varias veces en sueños y en recuerdos. Me asustaba pensar que Queentessa estaba relacionada con ello.
Queentessa: Él fue el amor de mi vida... A pesar de que terminó traicionandome para unirse a su MALDITO padre. — Me dio la espalda y caminó hacia el frente. — Pero aún así no pude odiar a mi pequeño príncipe... Lo amo. — Dió la vuelta, volviendo a mi. — Y voy a traerlo de vuelta, aunque tenga que matarte... Estúpido y patético mocoso. — Nuevamente colocó su dedo en mi barbilla, esta vez desenfundando una cuchilla en la parte superior de su muñeca. La acercó peligrosamente a mi cuello, haciéndome mirar con temor y pegar mi procesador a la pared, en un intento desesperado de alejarme del arma.
Mi respiración era agitada y entrecortada, sentía un millón de mariposas volar en mi tanque, y no de forma amorosa. Mi chispa latía como si quisiera romper mi chasis y lo único que sabía era que estaba atrapado con una loca que tarde o temprano iba a eliminarme.
°~°~°~°
Tierra, Base Autobot, coordenadas clasificadas.
Pv Narrador
Decir que la base tenía un grueso aire de tensión no era suficiente, por lo menos no para Arcee. En todos sus años de guerra habia tenido que vivir y superar tantas cosas, creyó que sería muy difícil para el destino hacerla sufrir de nuevo... hasta que llegó Wasp. La femme bot supo desde el primer instante que estaba ganando una debilidad, porque el bot se había convertido en su otra mitad incluso antes de ser compañeros de chispa reales.
Cuándo creyó que Wasp había muerto, una mitad se fue con él. Estaba tan deprimida aunque no lo demostró, sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor, aunque fue por un corto lapso de tiempo. Cuando su pequeño Sparkling llegó... bueno, fue algo agridulce. Sabía que no estaba sola, que tendría alguien a quien amar el resto de su vida, alguien que la amaría de vuelta para siempre. Pero también sabía que había ganado una debilidad, una que era más grande que Wasp.
El día que fue absorbida por aquel portal... Jamás creyó sentir tanto desespero en su vida. Solo podía pensar una y otra vez que su pequeño pasaría hambre, que sufriría frío, que todas las noches lloraría sintiendose solo y cuestionandose donde estaba su carrier. Arcee confiaba en Jazz, pero sabía que la guerra jamás perdonaba, sabía que Optimus no lo reconocía como su nieto y sabía que el pequeño no tenía a nadie más.
Pasó los siguientes días tratando de reparar una nave inservible, con la esperanza de poder regresar pronto a casa y poder tomar a su bebé en brazos para cuidarlo y protegerlo el resto de su vida. Alejarse de la guerra si era necesario.
Les tomó tanto tiempo salir de ahí. Casi todo el equipo había muerto en el impacto con la Luna, otros habian perecido por fugas de energon. El médico había muerto en el choque y las herramientas habían sido aplastadas. Una Arcee y un Cliffjumper sin experiencia en medicina y herramientas industriales, diseñadas para la reparación de naves, no pudieron hacer nada.
Les tomó 2 ciclos estelares repararla. Tal vez había sido suerte, o Primus finalmente había escuchado sus plegarias. El energon se había acabado 2 ciclos solares antes de reparar la nave, habrían muerto de hambre si no hubieran hecho funcionar el motor.
Aunque la nave estaba reparada, Arcee sabía que estaban lejos de llegar a casa. Ni siquiera sabían en qué lugar del universo se encontraban, pero no podían estar demasiado lejos, después de todo habían recibido una fuerte señal de energía proveniente del planeta azul a poca distancia de la Luna. Ella y Cliffjumper habían estado tan tentados en ir, la firma de energía era inconfundible, era el allspark o por lo menos algo tan importante como él.
Habían tenido que ignorarlo, no podían arriesgarse a quedar varados en ese planeta. No sabían nada de él, no existía información en la nave y tampoco podían ingresar a la red cybertroniana porque la nave se había dañado. Si entraban a la atmósfera sin conocer las condiciones del clima o si estaba siendo habitado por alguna especie era demasiado arriesgado. Podian morir por un mal aterrizaje, ataque de nativos o, en caso de que la nave se dañara y no pudieran salir, morirían de hambre.
Partieron sin un destino fijo, por suerte habían algunas naves de cybertronianos neutrales que habian decidido abandonar cybertron antes de que la guerra los volviera chatarra, aunque tuvieron que esperar mucho tiempo para encontrar al primero. Habían sido amables, les dieron un mapa para que pudieran regresar, sin embargo, estaban más lejos de lo que pudieron imaginar.
Arcee sabía que nada garantizaba que pudieran llegar a cybertron sin ser asesinados o que su pequeño estaría ahí cuando por fin llegaran, pero de todas formas era su única opción. Cliffjumper se convirtió en su pilar, la inevitable convivencia entre ambos los llevó a unirse profundamente. El hecho de que en poco más de dos ciclos estelares se hubieran vuelto sparklovers era algo que cualquiera se hubiera esperado por su forma de convivir. Habían hecho click, algo que Arcee jamás imaginó.
Después de tantos ciclos solares tratando de llegar a Cybertron, su Spark se llenó de esperanza cuando a través del cristal de la nave pudo apreciar su pálido y destruido planeta flotando en el espacio. Al fin estaban cerca... Al fin estaba en casa.
La nave apenas y había podido mantenerse en una sola pieza al atravesar la atmósfera. El aterrizaje fue duro y terminó por convertir aquella forma flotante en chatarra, pero la cabina fue lo suficientemente fuerte como para proteger a los 2 Autobots de su interior.
Estaban un poco desorientados y con la nave destruida no podían utilizar un GPS, ni siquiera el propio. Parecía haber un campo de fuerza que descalibraba sus brújulas internas, un viejo truco Decepticon que se salió de control y terminó por cubrir aquella zona en un campo perdediso que afectaba negativamente a ambos bandos. Pero, tal vez no todo estaba perdido.
Ahora que estaban cerca, y no separados por millones de kilómetros, Arcee pudo sentir surgir un vínculo en su Spark. El otro flujo de energía era suave y pequeño, no lo dudó ni un segundo, era su pequeño Sparkling. A pesar de su ausencia por tanto tiempo, el vínculo se había mantenido.
Lo demás ya lo conocen, una Arcee molesta, un Bee que no la reconoce y un Optimus explicando que ese younling es Wasp.
Después de todo lo que había pasado juró jamás alejarse de Bumblebee, lo protegería con su Spark... Pero aquí estaba, sin Bumblebee, sin Cliffjumper y sin la más mínima idea de su paradero real. La femme miró hacia el vacío, sentada en el suelo de su habitación con su espalda recargada en la pared, su procesador hacía el techo y sus piernas flexionadas mientras se abrazaba a sí misma. Había perdido la noción del tiempo, había perdido la noción de la vida.
Habían pasado días buscándolos en el único lugar que creyeron posible, la nave Decepticon. No hace falta mencionar que había sido en vano, era imposible de rastrear. Los Decepticons no habían llamado para un intercambio, lo cual la preocupaba. Además, la señal de su hijo se sentía tan débil, probablemente por alguna especie de bloqueo Decepticon. No podía comunicarse con él, no respondía.
La femme gimió con fastidio cuando escuchó a alguien llamar a la puerta, no quería ver a nadie. Su estrés había llegado al máximo el día anterior, les gritó a todos, el equipo se estaba desmoronando y era por su culpa. Finalmente se había retirado a su habitación, para no empeorar las cosas, no había salido para comer y nadie había venido a buscarla...hasta ahora.
Arcee: ¿Quién? — Preguntó de mala gana, rogando porque el bot se fuera lo más pronto posible.
Bulkhead: Aaam, Arcee, tal vez quieras venir a ver lo que está saliendo en las noticias. — Comentó tímidamente, sin atreverse a abrir la puerta.
Arcee: No me interesa ver los fuegos artificiales del cuatro de Julio, Bulkhead. — Gruñó.
Bulkhead: Es algo extraño, probablemente ligado a los Decepticons. Podría ayudarnos a encontrar a Bumblebee y Cliffjumper. —
El mech verde no necesitó decir nada más. Inmediatamente la femme se había levantado y había abierto la puerta, casi corriendo hasta la sala de control para ver aquella pista. Ni siquiera se había molestado en ver a Bulkhead, pero podía escucharlo ir tras ella. Al llegar a la sala notó a Ratchet y los niños. La femme le dio una mirada de disculpa al viejo médico, apenada por sus arrebatos en los últimos días. Ratchet sólo asintió, indicándole que todo estaba bien.
Avanzó hacia la gran pantalla, dedicándole una leve sonrisa a los niños. No había discutido con ellos, pero habían sido testigos de las peleas verbales con los otros 2 miembros del equipo. Ellos le sonrieron de vuelta, indicándole que estaban con ella y la apoyarían hasta el final.
— El clima se ha vuelto loco, ¿la madre naturaleza nos castiga? —
El noticiero de la televisión transmitió imágenes de diferentes sitios del mundo donde se estaban llevando a cabo diversos fenómenos naturales. Tornados, huracanes, volcanes en erupcion; había de todo. La femme se quedó helada mirando las ciudades ser devoradas.
Ratchet: Eso no es todo, Arcee. —Tecleó algunas cosas, pasando la imagen de un extraño volcán en erupcion a la pantalla principal.
Arcee miró con sorpresa.
Arcee: ¿Por qué su lava es morada? — Habló en shock, su voz más baja de lo normal.
Ratchet: No lo sé, aunque tengo una teoría. — Presionó una tecla, creando una imagen más pequeña en el costado derecho de la imagen del volcán.
Arcee leyó la imagen de aquel texto antiguo, sintiendo el miedo crecer en su Spark.
Arcee: Energon oscuro. — Continuó observando. — Alineación de planetas... —
— Y está escrito en la profecía de Primus, que cuando las 47 esferas se alineen, un conflicto perpetuo culminará sobre un mundo forjado del caos... Y el débil perecera a la sombra de la oscuridad creciente. —
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