No sé en dónde estoy. Pero parece una pradera con cesped alto. Es un lugar muy hermoso y que trae mucha tranquilidad.

—¿Dónde estoy? —siento un ligero eco.

—Aquí fue donde Linus creció.

—¡¿Quién dijo eso?! —volteo sorprendido

—Nunca creí que vería a Linus sonreír de esa forma de nuevo —un sujeto se acerca a mí.

—¡¿Quién eres?!

—Gracias por amar y proteger a mi querido hermanito.

—¿Qué...?.

—Realmente lo has protegido mejor que yo.

—¿Quién eres?.

—Mi nombre es Acyor, hermano mayor de Linus, o Riku, como tú lo conoces —. Lo oigo hablar pero sus labios no se mueven. Igual que yo. Solo hacemos gestos.

—¿Acyor? ¡Espera! ¿Estoy muerto? —ríe negando con la cabeza.

—Descuida, no lo estás; pero casi lo logras —dice mientras enseña levementelos dientes con su sonrisa —. Tu cabeza es muy dura. Resistes bien los golpes.

—Yo...

—Está bien, lo siento —su sonrisa se suaviza —. Fui yo quien te trajo, Inu.

—¿Cómo sabes mi nombre?.

—Aun estando muerto, acompaño a mi hermanito —u mirada se vuelve seria—. Tireo no descansará hasta encontrarlo. Protégelo a toda costa, por favor. Mi hermano merece ser feliz, así como lo ha sido todo este tiempo contigo.

—Dime cómo puedo ayudarlo, me acerco a él. Cómo salvo a Riku.

—¿Cuánto lo amas? —pregunta con seriedad.

—Lo amo más que a mi propia vida —al decir eso, Acyor vuelve a sonreír y me enseña un objeto.

—Coloca esto alrededor del cuello de Tireo y clava el colgante en el centro de su pecho —me muestra un collar con una garra —. Lo ha escondido bastante todos estos años. Búscalo en el falso bolsillo izquierdo de su pantalón. Ahí lo encontrarás.

—Pero...

—Descuida. No lo vas a matar. Solo harás que caiga en un profundo sueño. Y cuando lo hagas, yo me encargaré de él.

—Comprendo.

—Ahora despierta, Linus lleva un buen rato llorando, intentando hacer que reacciones.

A varios metros de donde estamos parados, logro ver a un pequeño niño. Está arrodillado en el suelo, rodeado de la hierba mientras llora sin cesar. Sólo, asustado. No deja de llamar a Acyor diciendo que tiene miedo.

—Anda, ve con él —sonríe con tristeza —. Yo ya no puedo protegerlo

Me acerco al niño y me acuclillo frente a él. Él me mira sin dejar de llorar.

—No llores, Riku. Todo estará bien —extiendo mi mano hacia él y me mira con desconfianza.

—¿Quién eres? —se aparta —. ¿Dónde está Acyor? —continúa llorando.

—Tranquilo, Acyor no puede venir. Pero, yo estaré para tí a partir de ahora.

Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas mientras me mira. Yo sonrío levantándolo del suelo y lo abrazo. Cuando lo vuelvo a mirar, ya no es un niño. Es el Riku que conozco.

—Inu... —me abraza con fuerza —. Inu... —siento su respiración calmada —. Despierta, por favor.

Termino por secar sus lágrimas y lo beso con suavidad.

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—Inu... —abro los ojos —. ¡Inu! 

—Rik... —siento el dolor en mi cabeza.

Me quedo mudo al verlo.

Tiene puesto un bozal y sus manos están encadenadas a la madera de la celda en la que nos transportan.

—Riku... —intento levantarme, pero el movimiento de la carreta me hace caer todo el tiempo —. Riku, ¿estás bien? ¿te hicieron algo?

—Intenté ayudarte... Pero...

—No es lo que pregunté —digo mientras intento llevar mis manos hacia adelante por mis piernas.

—Sí, estoy bien... —logro ponerme de pie pero justo antes de llegar a Riku, la carreta se detiene de golpe, haciéndome chocar contra la parte frontal de la celda.

—¡Mierda!

Algo anda mal. Se escuchan ruidos metálicos desde el exterior.

Huelo sangre. ¡¿Qué está pasando afuera?!

—¡¿Qué está pasando?! —pregunta Riku asustado.

—No lo sé —me acerco a la puerta con precaución.

—¿Necesitan ayuda o los dejo un momento ahí adentro para bajar la tensión?

—¡¿Claus?! —no puedo evitar sorprenderme —¡¿Pero qué?! —lanza un par de llaves hacia adentro.

—Rápido, no tenemos mucho tiempo.

Recojo las llaves y me libero de los grilletes para luego liberar a Riku de sus cadenas.

—¿Estás bien? —no deja de mirar todas las cadenas que tenía puestas —. Hey, mírame. Tenemos que salir de aquí. Todo va a estar bien —. Tomo su mano y le doy una patada a la puerta hasta conseguir abrirla.

Al salir, Claus, Beck, y otros miembros de su equipo se encuentran de pie esperándonos. Siempre haciendo sus poses de matones.

—¿Claus?

—Cambio de planes, Capitán —se encoge de hombros —. En vista de que tu plan resultó una completa mierda, me tomé la libertad de hacer otro.

—¿Plan? ¿Qué plan? —Claus sonríe con superioridad.

—Así que solo se limitaron a coger anoche, ¿eh?

—Eres un viejo desagradable —Riku no me quita los ojos de encima —. ¿Key...?

—No fue él quien abrió la boca. De hecho, no fue nadie del equipo.

—Entiendo —esto va de mal en peor.

—¿Y bien? —Riku exige una explicación. Claus nos abraza a ambos de los hombros.

—Bien, jóvenes. Mientras nos alistamos para seguir con mí plan, vayan a arreglar sus diferencias por allá —nos da una nalgada a ambos —. Y solo hablen. No hay tiempo para seguir con lo que no terminaron.

—Eres un viejo pervertido... —digo antes ir a un lugar más apartado con Riku, quien no deja de mirarme de forma extraña —. Está bien. Yo...

—No quiero que intentes engañarme...

—Le hablé a todos para que se corriera la voz y me arrestraran. De ese modo podría encontrar al traidor que ayudó a escapar a Tireo.

—¿Qué hay de mí? ¿Ibas a dejarme atrás?

—Claus se encargaría de protegerte en mi ausencia y...

—¿Ibas a dejarme atrás? —reitera —. ¿Qué pasó con lo de hacer esto juntos?  ¿Siempre fue tu plan hacerlo por tu cuenta? ¿Siempre fue tu plan que yo formara parte de él?

—Riku...

—Ya no expliques nada —desvía la mirada —. Debí saber que sería igual que en todas partes... Debí suponer que me creerías inútil para esto como todos los demás.

Se abre paso rozando mi brazo y se dirige a la carreta. Claus me mira esperando algo de mí; pero lo único que hago es apartar la mirada.

—Carajo.

—Anímate, chico —Claus golpea mi espalda —. Ya se le pasará. Ya verás que cuando todo esto termine volverán a ser como siempre.

—¿Por qué tan seguro de que tu plan funcionará?

—Porque es tan impredecible y desquiciado como yo —me guiña un ojo —. Andando. Deja de perder tiempo pensando en que no volverás a coger con tu chico y sígueme. Tengo un buen lugar para ti reservado en este plan...

Realmente me da escalofríos lo que sea que este sujeto haya planeado. Algo me dice que no será agradable y empiezo a temer por mi vida.