Riku sigue llorando en ese escondite. No sé qué hacer para lograr que confíe en mí. No quiero obligarlo a nada.

-Riku... -intento acercarme un poco más -. ¿Recuerdas que te dije que te protegería? -asiente -. Lamento haber fallado. Lamento...

-No lo hiciste... -dice sin dejar de mirar sus pies -. Fui yo quien escapó por creer que habías... que habías... -esconde el rostro entre sus piernas -. Lo siento. Lo eché todo a perder... Todo es mi culpa. Siempre es así. Siempre tengo la culpa de todo. Ninca debí creer que estaría bien si aparentaba tener una vida normal...

-Riku, ¿qué fue lo que pasó?

-El guardia, Black... Me encontró en el camino y me descubrió... Me hizo preguntas que no supe responder y... Me descubrió -solloza -. Me obligó a subir a su caballo y dijo que me entregaría. No supe que hacer y tuve miedo de defenderme. Fui un cobarde.

-¿Te hizo algo? -quiero revisar cada parte de su cuerpo para ver que esta bien. No me responde y su única reacción es la de romper en llanto nuevamente.

No aguanto más y tomo su mano para halarlo hacia mí. Solo quiero abrazarlo. Me duele mucho verlo así. Tanto, que acabo derramando lágrimas con él. Ya no lo soporto.

Riku se aferra a mi mientras acaricio su espalda desnuda. Me quito la camisa y lo cubro con ella antes de salir de ese lugar.

Terry y Ray nos ven con preocupación mientras nos dirigimos al caballo. Me subo primero y luego ayudo a Riku a subir y a acomodarse junto a mí.

Terry me detiene cuando nota que doy la vuelta.

-¿Qué haces?

-Vuelvo a casa.

-No puedes solo irte. Hay que buscar a Tireo y a Black.

-Black se puede ir al mismísimo infierno si quiere. Si lo ven, díganle que lo voy a matar si pone un solo pie en Sulen. Y en cuanto a Tireo, él busca a Riku. Lo atraparé si se le ocurre meterse en mi casa y llevárselo.

Dejo a ambos en el camino y regreso a casa. Riku permanece en silencio mientras cabalgamos.

-Perdón por haber huido... Perdón por desconfiar de ti... -pasa el dorso de la mano por su rostro.

-Descuida. No pasa nada -me mira con culpa -. Estás a salvo.

-Tireo te atacó, ¿verdad? Por eso estás así de golpeado -olvidé mi aspecto.

-¿Tan mal me veo? -levanta los hombros y baja la cabeza -. Riku, mírame... -guió su rostro -. Solo me importa que tú estés bien -sus ojos se llenan de lágrimas a medida que me inclino para besarlo.

Mientras cabalgamos, ahogo los sollozos de Riku con mi boca para luego solo abrazarlo hasta llegar a casa.

Al entrar, Riku se dirige al baño lo más rápido posible y hace correr el agua de la ducha. Lo veo sentado en el piso de la bañera, transformado en licántropo, mientras el agua cae sobre su pelaje, llevándose toda la suciedad.

Me siento fuera de la bañera y lo veo en silencio. A pesar del agua, noto que continúa llorando.

-Toda mi vida tuve que acostarme con otros hombres por dinero para sobrevivir en mis viajes... -dice abrazando sus piernas. Ocultando su cola entre ellas -. Cuando te conocí, juré que no volvería a hacer eso. Ya no era necesario. Olvidé siglos de revolcarme con otros por dinero en tres años contigo. Y Black revivió todo eso en un abrir y cerrar de ojos... -me mira -. Lo convencí de que no era a quien buscaba. Lo convencí de que no era Tireo. Pero no fue suficiente. Así que le ofrecí tomarme a cambio de que me dejara. Lo siento...

Estiro mi mano hacia él, sintiendo el agua mojarme hasta el codo. Riku pone su mano sobre la mía y acaricio el dorso con mi pulgar.

-Ese día en el que fui por James... También tuve que hacer algo para que Black lo dejara libre. Él me pidió...

-No hace falta que lo digas... Sentí ese olor en tu boca cuando regresaste. Sabía lo que habías hecho, pero preferí no decirlo y calmarte para que no tuvieras que decirlo ahí en frente de tu familia.

-Lo aprecio mucho -entrelazo mis dedos con los suyos -. Te amo. Creo que te lo he dicho en varias ocasiones; pero nunca será suficiente como para expresar lo que realmente siento por ti. -lo halo hacia mi con suavidad.

-Voy a mojarte -vuelve a ser humano. Su piel está limpia.

-No me importa, solo es agua. Y si tengo que quedar empapado para estar contigo, vale la pena -al ver que no se mueve, decido entrar yo hasta detenerme en los labios de Riku.

-Estás loco -ríe por lo bajo.

-Por ti, no me importa volverme un demente. Estoy loco por ti y no me importa seguir así.

Continúo besándolo mientras el agua cae por mi espalda. Riku me abraza del cuello y acaricia mi cabello.

No estoy realmente seguro de si seguir adelante.

-Inu... -dice con su respiración agitada -. Hazlo... Al único que quiero es a ti. No quiero nada más si no viene de ti.

Nos quedamos ahí, en el piso de la bañera mientras el agua sigue cayendo. Riku me ayuda a deshacerme de mi ropa y continúo besándolo como si no lo hubiera visto en años.

Siento como el pene de Riku se frota con el mío, aumentando cada vez más mi excitación. Él baja su mano por todo mi cuerpo hasta llegar a mi pelvis, sujetando mi miembro para comenzar a hacer movimientos de arriba y abajo.

Mi respiración se vuelve cada más pronunciada con los movimientos de Riku.

-Solo tú puedes hacerme sentir tantas cosas a la vez... -me acomodo entre sus piernas y él me guía hasta su entrada.

-No eres el único que se siente así ¿Sabes? -ahogo sus gemidos besándolo, sintiendo su sabor.

Mientras hago mis movimientos de cadera, recorro el pecho de Riku con mi boca, pasando por sus hombros, su cuello y me detengo nuevamente en su boca.

Lo sujeto con un brazo, me giro para cambiar de posición y quedar sentado. Ahora es él quien está sobre mí. Pone sus manos sobre mi pecho y empieza a moverse hacia adelante y hacia atrás.

-Riku... -gimo. Empieza a moverse más rápido y perdido en su excitación, comienza a masturbarse. El placer que sentimos es indescriptible.

Sus movimientos empiezan a ser cada vez más lentos. Por lo que lo sujeto de su cintura y retomo el ritmo hasta que Riku acaba.

-Inu... -dice mientras busca sostenerse de algún lugar cuando aumento el ritmo de mis embestidas hasta detenerme haciendo presión en cuanto el cosquilleo en mi vientrese vuelveintenso.

Me arqueo un poco y sujeto a Riku mientras acabo dentro. Él me abraza y jadea en mi oído y yo hago lo mismo en el suyo.

Me separo de él y lo beso mientras el agua nos baña a ambos, llevándose todo rastro de nuestro acto de amor.

Cierro la llave del agua y nos quedamos mirando un largo momento. Riku vuelve a abrazarme apoyando su cabeza en mi pecho.

Quiero que este momento nunca acabe. Quiero verlo feliz, así como está ahora mismo. Quiero verlo llevar una vida sin preocupaciones. Quiero amarlo por el resto de mi vida.

-Inu... -me mira con una suave sonrisa en su rostro -. ¿Verdad que lograremos encerrar a Tireo nuevamente?

-¿Nosotros? -lo miro confundido.

-Quiero ayudarte. Si lo hacemos juntos... Podríamos conseguirlo y volver a vivir tranquilos.

-Riku... -realmente no me agrada la idea de que se enfrente a Tireo.

-Puedo hacerlo, Inu -su expresión se vuelve un poco más seria -. Ya no quiero seguir teniendo miedo.

-No lo sé... Es...

-Inu, déjame ayudarte... -veo determinación genuina en sus ojos -. Por favor, Inu. Hagámoslo juntos... - acaricio su mejilla y suspiro mientras le regalo una sonrisa.

-Está bien. Lo haremos juntos. Pero te enseñaré a defenderte primero -sonríe y asiente.

La idea sigue sin agradarme; pero no puedo negarle el querer ser más valiente y capaz. Solo me queda enseñarle a defenderse lo mejor posible y aumentar la vigilancia en Sulen.

Estoy seguro de que Tireo regresará en algún momento. Pero, ¿dónde está ahora? ¿Por qué no se topó con Black y Riku en el camino? ¿Qué estará planeando?