"Solo unos pocos no se vuelven locos unas semanas después de entrar en este lugar maldito"

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Nadie puede escapar de su presente, o de su pasado, y está ciudad no es la excepción, Yharnam, lugar donde se han cometido un sinfín de atrocidades, pero ni una sola se compara junto con la peor experimentación que se pudo haber hecho. Sangre antigua, la sangre que, se encontró bajo las piedras de las criptas de Pthuemerian y por las investigaciones realizadas, se llegó a la conclusión que aquel liquidó tan antiguo, no era ni más ni menos que, Sangre de los grandes.

Y gracias a este líquido milagroso, empezó la caída de Yharnam, y muchos pensaran, que la razón de la caída será porque se pelearon por está, en parte tienen razón.

Está sangre investigada en Byrgenweth, un antiguo lugar de aprendizaje, llevó a la fundación de la iglesia de la sanación el lugar donde inició todo.

Hasta ahí se sabe por ahora, pues los datos del inicio siguen ocultos. Así que saltaremos hasta lo que sabemos.

La gente empezó a ingerir la sangre de los antiguos por el hecho de que esta es milagrosa, y puede curar cualquier enfermedad u herida alguna.

Pero, todo lo bueno tiene una desventaja, esta no fue la excepción, la gente, empezó a volverse salvaje, atacar a cualquiera, pues habían desarrollado una manía, con la sangre.

Ni una sola persona que bebió de la sangre antiguo pudo evitar su cambio, algunos inclusive mutaron en horrendas criaturas amorfas.

Y ahí es donde entramos nosotros, los cazadores, nuestro trabajo se trata de exterminar a toda bestia e enfermo, además de recoger los supervivientes sobrantes de Yharnam. E intentar recuperar nuestra ciudad a su antiguo esplendor. Lamentablemente, yo se que eso es imposible.

Los primeros cazadores fueron reclutador por el primero de todos, Gherman, entre sus filas se encontraron mis padres. La mayoría de las personas que no tomaron de la sangre maldita o está muertas, o se convirtieron en cazadores.

Ahora mismo, casi no quedan cazadores y las bestias se multiplican, todos los cazadores, o más bien la mayoría murieron con honor, recordando porque luchaban, recordando que aunque la chispa se mínima, todavía existía la esperanza.

Pero no, ahora no existe esperanza para nuestra gente, nuestra ciudad y nuestro orgullo fueron pisoteados, por ellos, los grandes.

Veo que, la desgracia que empezó todo, la sangre, es de los grandes. Ellos, comenzaron, y yo, daré el contraataque, vengaré a mi gente y su honor.

No puedo permitirme caer, eso sería una deshonra, nuestra sangre humana, se los haré probar como última cosa en su boca estupefacta.

Por ahora, hasta que consiga llegar hasta sus escondites, debó seguir batallando e investigando, en mis manos, está depositada el orgullo de mi pueblo.

Yo soyel último, Izuku Midoriya.