{ Capitulo único }

Holissss.

Lo sé. En lugar de estar con el capítulo de "La Voz de un Ángel" aquí ando subiendo otras cosas.

Pero honestamente, mientras buscaba inspiración para mi fic me llegó está idea a mi cabeza y simplemente tuve que hacerlo.

Se lo dedico especialmente a newyorkblues, te dije que algún día haría un ShinKami bebé 💕.

Espero les guste a todos. Disfruten.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

El ensayo de la banda se había cancelado y a Kaminari no le quedaba de otra más que volver a su casa temprano.

Él hubiera querido salir por algunas hamburguesas con sus amigos, pero nadie pudo ir con él. Sero dijo que aprovecharía para estudiar, ya que tenía un examen al día siguiente. Jirou estaba enferma, razón por la que se había cancelado el ensayo, ya que lo hacían en casa de la chica y Ashido se había quedado a cuidarla. Y Kirishima, bueno, él podía haber aceptado, pero antes de siquiera decir algo Bakugou lo tomó por el cuello de su playera, arrastrando así a su novio fuera de la cochera.

Él prefería ser ignorante a lo que fueran hacer estos dos últimos. Denki no volvió a ser el mismo desde la última vez que fue a casa de su bro sin avisar y encontró al, ejem, al abejito pelirrojo queriendo a la abejita rubia.

Así que ahí se encontraba Denki. Sintiéndose tan desanimado y cantando el opening de Pokémon como el Pikachu de la película.

- Al menos me podré poner al corriente con La Ley y El Orden. - Se dijo así mismo en un intento de animarse.

Aún así no apresuró su paso. Porque ciertamente sabía que no tenía ganas de llegar a su casa.

Pero a su pesar, finalmente había llegado después de algunos minutos. Sin mucho ánimo abrió la puerta y entró.

Recargó su querido bajo en la pared y se quitó sus tenis.

Vió que había un par de zapatos que no le eran familiar, pero no les dió importancia.

- Estoy en casa. - Dijo con aburrimiento.

- ¿Denki? ¿Volviste tan pronto? - Escuchó preguntar con sorpresa a su segunda hermana.

- Si. - Dijo mientras caminaba a la sala. - Jirou tiene un resfriado y tuvimos que cancelar el ensa......yo. - Lo último prácticamente quedó ahogado en su voz.

Detuvo sus pasos al ver a un chico, obviamente de su edad, sentado al estilo indio junto a su hermana en la mesa ratonera.

Había algunas libretas y libros sobre la mesa y entonces algo pareció hacer click en su cabeza.

Su hermana le había dicho días atrás que tenía un tutor de álgebra.

Pero Denki no estaba seguro de que los dioses griegos dieran tutorías.

Porque ese caliente espécimen de cabello índigo y alborotado, espalda ancha, cuerpo claramente en forma y muy sensuales ojeras debajo de sus ojos púrpuras no podía ser otra cosa sino un dios griego.

- Tierra llamando a Denki. - Llamo su atención su hermana.

- D-dime, Hikari. - Dijo de forma torpemente.

- Te decía que él es mi tutor. No seas maleducado y saluda. - Dijo su hermana menor con el ceño fruncido.

- Ah! M-mucho gusto. M-me llamo D-denki. - Pero tu puedes decirme hermoso. Pensó para si mismo para después darse una bofetada mental por su impropio pensamiento.

- Shinsou Hitoshi. Un gusto. - Kaminari sintió su corazón acelerarse al escuchar esa voz tan masculina.

- ¿Y-ya cenaron? - Preguntó el rubio intentando sonar casual.

- Si, ya cenamos. Papá, mamá y Naoko volverán más tarde. Fueron a ver a la abuela. - Respondió su hermana. - Quiero un poco de té helado, te serviré un poco Shin...

- Yo iré por el té. No te preocupes. Ustedes sigan estudiando. - Le interrumpió el rubio y sin esperar a que la niña dijera otra cosa se marchó a la cocina.

Apenas entrando a la cocina se puso detrás de uno de los pilares de la entrada y se recargó en el mismo, cayendo lentamente al suelo mientras trataba de tranquilizarse.

- ¿Dónde encontró Hikari a ese hombre? - Soltó en la soledad con un hilo de voz. - Es tan guapo.

Kaminari no se sentía como un patito feo, pero ese tal Shinsou era definitivamente apuesto.

Siempre creyó que Midoriya exageraba cuando soltaba esos comentarios sobre lo guapo y sensual que era uno de sus compañeros de clase, Todoroki Shouto.

Ahora se sentía igual de sonrojado y emocionado que ese brócoli con patas.

Tomó varias bocanadas de aire para poder calmarse. Si seguía tardandose podría levantar sospechas en su pequeña, pero muy en el fondo, diabólica hermana.

- Ok, ok, ok. Tú puedes Denki. Actua normal, hazte ver genial y sobretodo sé discreto mientras te comes con la mirada al sexy tutor de tu hermana. - Decidió en pensamientos para finalmente levantarse y servir tres vasos con té helado.

Se llevó los vasos sobre una charola y volvió a la sala. Vio al guapo Shinsou explicarle cómo se resolvía un ejercicio a la niña mientras ésta estaba con la goma del lápiz en la barbilla poniendo atención a lo que decía el pelimorado.

- Ejem. Ya volví. - Tomó la palabra logrando que ambos lo mirarán. - Aquí tienen, té helado de durazno.

- Gracias Denki. - Agradeció Hikari tomando uno de los vasos. - Pero es té verde. - Dijo ella con una risita.

Denki se sintió sonrojar por lo torpe que se había visto frente al galán de telenovela.

- Gracias. - Secundó el pelimorado imitando la acción de la menor.

El Kaminari mayor tomó el último vaso de la charola y se sentó en un de los sillones, exactamente en el que le dejaba ver el perfil del ojeroso sensual.

Puso la charola al lado suyo y tomó su celular para fingir distraerse con el.

Cada que podía el rubio se deleitaba con la vista del pelimorado. A la vez que se extrañaba de sus inusuales e impuros pensamientos hacia éste.

Pero era un joven universitario, así que aún podía culpar a sus hormonas y limpiarse las mano para seguir comiendo con la vista sin ninguna vergüenza.

- Finalmente lo entendí. ¿Por qué mi profesor no explica como tú?. Cómo tú lo haces, el álgebra no se ve tan complicado. - Expresó su hermana después de un rato.

- Realmente el álgebra no es difícil. Tú hermano puede decirte lo mismo. - Dijo Shinsou y el nombrado los miró a ambos.

- Ja. Denki es peor en matemáticas que yo. - Dijo burlona la chiquilla del mal y miró a su hermano. - Deberías decirle a Shinsou que también te dé tutorías, Denki.

- Yo quiero que me dé toda la noche. - Fue el pensamiento del rubio, quién no pensaba en las matemáticas precisamente. - No creo que pueda soportar a dos de nosotros Kari. - Dijo en cambio.

Shinsou no dijo nada al respecto y le dió unos ejercicios a resolver a la pequeña.

Después de una hora más, para el pesar del rubio. La tutoría había terminado.

Hikari tomó sus cosas y avisó que se daría un baño. Por lo que pidió a su hermano acompañar al pelimorado a la puerta después de agradecer y despedirse del mismo y el rubio, ni lento ni perezoso, aceptó.

Ambos caminaron a la puerta y Shinsou comenzó a calzarse sus tenis negros. Kaminari se quedó en calcetines ya que no planeaba salir.

- Gracias por ayudar a mi hermana. - Dijo tratando de sonar casual, pero por dentro no quería que ese guapo hombre se fuera.

- No hay de qué. - Dijo el otro en respuesta. Desvió la mirada y puso una mano detrás de su cuello. - Si realmente tienes problemas con las matemáticas... podría quedar más tarde con Hikari para poder explicarles a ambos después de que vuelvas de tus ensayos. - Soltó aún sin ver al rubio.

Kaminari estaba perplejo. Abrió y cerró la boca unas cuantas veces.

- ¿E-estas seguro? N-no quiero molestarte. - Dijo nervioso.

- No lo haces. No es como si me ocupe mucho a estas horas.

- Está bien. Hablaré con ella. - Dió en respuesta. - Cuento contigo entonces.

El contrario asintió y comenzó a alejarse, haciendo un gesto con la mano a modo de despedida.

Y Kaminari lo siguió con la mirada hasta que lo perdió de vista.

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Los rayos del sol lo golpearon directo en sus ojos y, aún adormilado, Kaminari maldijo a la enorme estrella diurna.

Se removió un poco intentando que la luz no lo siguiera molestando pero los movimientos hicieron que los brazos alrededor de su cintura se apretaran.

Él abrió uno de sus ojos y contempló el hermoso rostro del pelimorado a su lado. Después observó el desnudo y caliente cuerpo del mismo pegado al suyo y suspiró de felicidad.

- Vuelve a dormir Denki. - Escuchó la voz ronca de su, ahora, novio y sintió piel de gallina en todo el cuerpo.

- Eso quisiera Toshi, pero ya debemos despertar. Tienes examen en dos horas y yo debo volver a mi casa a cambiarme de ropa antes de ir a la universidad. - Dijo el nombrado terminando de despertarse y acariciando el pecho del contrario.

Shinsou soltó un suspiro y abrió sus ojos mirando a su pareja directamente.

Ambos se miraron por unos segundos y sin pensárselo mucho se acercaron para besarse.

Hacía ya más de diez meses desde que se conocieron en la sala de la familia Kaminari y cuando menos se dieron cuenta habían pasado de las tutorías a las salidas amistosas, después a alguna que otra cita, después al primer beso y finalmente a su relación formal, de la cual la noche anterior decidieron celebrar sus cuatro meses.

Entre besos, Kaminari recordó haberle llevado un regalo a Jirou al día siguiente de conocerse y le agradeció por haberse enfermado. La chica no entendía y pensó que se burlaba de ella, así que Kaminari tuvo que contarle.

Ambos, sin darse cuenta, habían movido un poco sus rutinas para poder verse un poco más seguido.

Y ahora estaban juntos, tan juntos que a veces no sabían dónde iniciaba uno y terminaba el otro.

Y para los dos, era lo mejor del mundo.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Y aquí está mi primer ShinKami. Realmente fue divertido escribirlo. Me gustó mucho y espero que a ustedes igual.

No sé si Kaminari tiene o no hermanas originalmente, en algunos fic yo he leído. Pero por si acaso le inventé dos, Naoko y Hikari.

Y bueno, ahora que ya pude darme el gusto con este oneshot ya me voy a poner las pilas para tener el capítulo de "La Voz de un Ángel".

Sin más me despido. Nos vemos.

Los amo. Plus Ultra!!!

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