Ostra 3: El amor es muy triste.

La mujer le dió de beber a Tae un extraño líquido rojo, sin antes estar discutiendo con Jungkook que carajo era ese extraño líquido.

Las horas pasaron y Tae seguía sin despertar pero su cuerpo comenzaba a mostrar el cambio de estar fuera del agua por tres días.

-¿Qué le sucede?!!.- Dijo alarmada la señora araña.

-Menos mal que no está despierto.-Suspiró Jungkook.- Él sufre mucho cuando esto le sucede.-

-¿E-Está cambiando?!!! ¿Qué...son piernas?! Y su cabello...-

-Exacto, cuando el pasa tres días fuera del agua las piernas aparecen y su cabello se torna castaño. Es como una versión humana de Tae.-

-Oh...ojalá yo pudiese cambiar así, pero...fue maldecida a morir con este cuerpo.- Dijo con cierta melancolía la mujer.

-¿Maldecida?.-

-Yo fui humana como tu, pirata. Me enamoré de la persona equivocada e hice todo lo que él decía, hice muchas cosas malas y maté a mucha gente. No justifico esos hecho, pero lo hacía por amor a esa persona. El día que decidí ya no seguir sus órdenes me maldijo con este cuerpo. Él uso un artefacto dorado como los que traes puestos en tu muñeca. Me dejó abandonada en ésta isla y jamás regresó.-

-¿Te dejó aquí?! Tú...¿Hace cuánto estás aquí?.-

-Ya perdí la cuenta humano, pero cuando ocurrió la maldición yo planté un árbol en el interior de ésta cueva; es un claro donde corre el agua y entra la luz del sol. Los árboles envejecen como todo ser vivo, cada año nuevo le crece un anillo. La verdad no sé cómo está ese árbol hace tiempo que no lo visito, pero recuerdo que tenía una hermosa flor.-

-Cuando Tae despierte...¿podrías llevarlo? Él...él ama la naturaleza. Seguro, le encantará.-

La araña lo miró, cuando Jungkook habla del tritón sus ojos oscuros parecen iluminarse.

-Hacen linda pareja.- Sonrió.

-¿Qué?!!! No...no somos...pareja.- Lo último lo dijo en un susurro. –Yo...-

Pero Jungkook no pudo seguir hablando, Tae estaba despertando lentamente y parecía aturdido.

-Ngh...- Intentaba abrir sus ojos pero aún seguía adormecido.

Jungkook lo toma en sus brazos. –Tae. ¿Te sientes bien?!.-

-Q-qué paso?.- Tae miró a su alrededor y ya no estaba el frondoso bosque, sino que estaban en un oscuro lugar iluminado por velas. - ¿Dónde estamos?.-

-En mi hogar.- Dijo la araña.

El joven miró a la criatura y su cuerpo se tensó.

-Tranquilo! Es buena araña...digo persona...¿ambos?.- dijo Jungkook confuso.

-¿Me perdí de algo verdad?.- Dijo Tae.

La mujer araña solo reía, esos dos son muy tiernos.



Las horas pasaron y parecía como que la mujer-araña y Tae fuese amigos de toda la vida. Se contaron sus historias, Tae derramó un par de lágrimas cuando la mujer le contó su triste realidad. Sonreían juntos, Tae preguntaba por todos los objetos que había en su cueva, cada objeto tenía su historia y Tae estaba muy embelesado con ello.

Jungkook admiraba desde un rincón a su jovencito. Podía ver como se divertía mientras la mujer le colocaba unas finas ropas que tenía en un gran cofre dorado. Jungkook sonreía de solo ver a Tae feliz, su corazón se aceleraba y sintió su cara arder; frunció el ceño. ¿Qué le estaba pasando? A lo mejor todavía no se había recuperado del todo, puede que esté levantando fiebre ¿otra vez?.


-Jóvenes vengan!!. Los llevaré a conocer mi árbol.- Dijo la mujer muy alegremente, hacía mucho que no se sentía tan cómoda con los humanos.

Fueron caminando a orillas del rio subterráneo, a los lejos se veía un claro de luz. Cuando se fueron acercando se dieron cuenta que todavía seguía siendo la cueva pero con un gran agujero sobre ellos que dejaba filtrar la luz del sol y ésta a su vez alimentaba de vida al hermoso y enorme árbol que allí vivía.

-Oh! Lo sabía está muy grande!!- Dijo la mujer sorprendiéndose de ello.

-Eso significa que ese árbol tiene mucho años ¿verdad?.- preguntó Tae.

-Si querido Tae.- Dijo amorosamente.-Son los años que yo tengo en ésta forma.-

-Woooo!!!.-Exclamó Jungkook.-¿Cómo podemos ver los años?.-

-Si cortas el tronco principal del árbol.-

-¿QUEEE?!!! NO PODEMOS HACER ESO!!!.- Gritó Tae. Cuando se dió cuenta que gritó, miró a Jungkook y a la mujer.-Lo siento, no quise gritar.-

-No pasa nada jovencito.- Dijo la mujer. Jungkook sólo sonrió.

-Cortarlo sería como matarte.- Anunció Tae.

-Ya estoy cansada de esto, llevo muchos años solitaria. Ya quiero poder descansar. En verdad.- Decía sonriente sin una pizca de miedo.

Los ojos de Tae se aguaron y tragó saliva.- P-Pero...¿tus hijos?.-

-No tengo, es una forma cariñosa de llamar a todos los seres vivos que viven en este lugar.-


Ellos seguían mirándola. La mujer cruzó el pando rio y quedo parada al pie del árbol. Elevó una de sus ocho patas y la transformó en una enorme cuchilla.

-¿Q-Qué vas a hacer?!!.- Le gritó Tae, quiso correr a detenerla pero antes de tocar el río Jungkook lo detuvo. –Déjame!!! DEJAME JUNGKOOK!!!.-

-No.-

-E-Ella!!! Ella va morir si lo hace!!! SUELTAME!!!. Ella lo dijo...el árbol es su corazón!!! Está atado a ella!!!.- Suplicaba Tae mientras derramaba lágrimas.

-No...Tae...sólo déjala...- Dijo Jungkook.-No voy a soltarte.-

-NO!!! JUNGKOOK!!! NO!!!! DEJAME IR!!! VA....VA A...MORIR...- Ya sin fuerzas vió como la mujer atravesó el árbol con la gran arma, ve como ella se acerca a la base del árbol y cuenta los anillos; se gira hacia ellos.

-Valla...tengo 325 años...-Sonríe mientras su cuerpo va desapareciendo.-Si siguen el rio llegarán hasta su barco...-

-NO!!! NOOOOOOO ISABELLAAAA!!!!.- Gritó en brazos de Jungkook sin poder zafarse de estos.

-Gracias Tae...- Dijo en un susurro hasta que su cuerpo se volvió polvo en el aire.

-NOOOOOOOOOOOOO.-Tae lloraba a mares.

Cuando Isabella desapareció frente a sus ojos un gran estruendo se sintió desde la entrada de la cueva.

-Debemos irnos!!.- Dijo alarmado Jungkook.

-NOOOOO DEJAME!!!.-

-Vamos Tae!!!.-

El estruendo cada vez parecía acercarse más a ellos.

-DEJAMEEEE!!!!.- Tae no entraba en razón.

Jungkook termina cargandolo en contra de su voluntad en su hombro como bolsa de papas.

-DE-DEJAMEE....LA DEJASTE..MO-MORIR!!!.-

Jungkook no le respondía a las súplicas de Tae. Sabía que algo grande estaba dentro de la caverna y debía apresurarse a salir del lugar. Estaba siguiendo el rio tal como se los dijo Isabella.

De lejos Tae ve que las rocas iban cayendo sobre lo que quedó del árbol talado y entre el polvo sale el monstruo que casi los mata cuando llegaron a esa isla.

-No murió.- Dijo en un susurro Tae. Eso fue escuchado por Jungkook quien detuvo sus pasos y se giró.

-NOOOO OTRAAA VEZZZZ!!!.- Dijo ya cansado de ese lugar. Retomó su camino corriendo sin soltar a Tae.

Llegaron a un claro y allí estaba el barco anclado a lo lejos y su botecito en la suave arena de la playita.

Metió a Tae en el bote, luego él se subió y se alejaron remando con toda su fuerza viendo como el monstruo que no toco el mar se quedaba mirándolos a lo lejos.

Subieron al barco y retomaron su camino.

La isla cada vez se había más pequeña y Tae volvió a llorar, estaba muy enfadado con Jungkook.

Se encerró en su camarote y no volvió a salir de allí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top