«¿Qué es "real"? ¿Cómo defines "real"? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces "real" es simplemente un conjunto de señales eléctricas interpretadas por tu cerebro». (Morfeo)

Jimmy Nyson es un perdedor.

A sus treinta y nueve años, no ha conseguido nada en su vida.

Jimmy Nyson malvive con sus padres en un barrio olvidado de Los Ángeles. Odia vivir con ellos, pues el idioma de comunicación con su madre son los gritos y con su padre los insultos. Le falta un trabajo que le permita volar y unos estudios que le den las alas. Abandonó su educación para entrar en Burger King y permaneció atrapado en esa ratonera durante demasiado tiempo; cuando se quiso dar cuenta, estaba despedido por viejo, y en adelante su carta de presentación sería un desnutrido currículo. ¿Quién valora la experiencia en poner hamburguesas?

Jimmy Nyson está desempleado desde hace casi tres años. Al principio buscaba trabajo, pero se hartó. Sus padres también desistieron de intentar echarlo de casa, así que ahora es un parásito inútil que no estudia ni trabaja.

Jimmy Nyson conducía un Accent, pero se vio forzado a venderlo tras perder su empleo. En el momento en que lo hizo, requería importantes reparaciones, así que casi hubo de regalarlo.

Jimmy Nyson es carne de adicción. Fuma prácticamente cualquier cosa que se pueda fumar, y en su mayor parte son sus amigos sus solidarios proveedores. Tiene afición por el alcohol, en concreto por el de sus amigos. Coquetea con la cocaína (la de sus amigos); cada día, más o menos sobre la hora en que descansa en el sofá (es decir, casi cualquier hora del día), añora sus efectos libertadores y maldice que sea una sustancia «de fin de semana». Consume pornografía a diario e incluso intentó (sin éxito) hacer dinero retransmitiendo en Chaturbate. ¿Y qué retransmitía? Su irrisorio cuerpo desnudo dándose placer a sí mismo; cuando le aburrió, se pasó a Twitch, esperando que sus partidas de videojuegos fueran interesantes para alguien. Sus favoritos incluyen muerte y destrucción, mucho teabag y arranques de ira que sobresaltan a su familia. Conserva este vicio pues, aunque tampoco le reporta beneficios, al menos le entretiene.

Jimmy Nyson, por supuesto, no tiene novia y, al igual que sucede con el trabajo, no parece que vaya a encontrar una pronto. La última huyó hace año y medio, en cuanto descubrió todo lo descrito hasta ahora acerca de su persona. Espoleado por tal golpe, nuestro energúmeno comenzó a frecuentar en solitario las calles más oscuras de Los Ángeles. Desde entonces, mira a mujeres conocidas y desconocidas con lascivia. Intenta establecer conversación con algunas, pero todas huyen, sin excepción; los rasgos de fracasado que detectó su exnovia han evolucionado a señales luminosas en su frente. Cuando reúne algún dinero, recurre a la prostitución, pero es un ser tan desagradable que hasta las profesionales del sexo intentan despacharlo a la mayor brevedad.

Jimmy Nyson se está quedando calvo a sus treinta y nueve años y piensa que con cada cabello que le cae pierde un soplo de vida. Durante una temporada, se ponía una gorra. Dejó de hacerlo, pues cuando se la quitaba, mudaba la mirada y el trato de las mujeres. Prefería decepcionarlas desde el principio.

Jimmy Nyson es miembro de grupos extraños en redes sociales que se codean con la ilegalidad y el peligro; grupos difíciles de describir e incluso mentar, pero que denotan interés por la muerte propia o ajena.

Jimmy Nyson, un día, se mira al espejo y se lo confiesa: es un perdedor.

Ø

Jimmy Nyson consulta su cuenta bancaria. Poco hay. El videojuego que desea adquirir es caro, pero merece la pena, así que pide efectivo a sus padres. Tras varios días de pugna, lo consigue y realiza la compra. Se trata de un juego de realidad virtual pionero; arrasa en el mercado por el salto cualitativo que supone. Genera una vida tan real que resulta complicado distinguirla de la auténtica.

Al instalar el juego, subir a la plataforma y colocarse el casco, una señorita aparece y le pregunta:

—¿Cuál es su nombre?

—Jimmy Nyson.

—¿Y cómo es Jimmy Nyson? Descríbase en pocas palabras.

—Jimmy Nyson es un ganador.

Tras unos minutos adicionales de configuración, la pantalla muestra la palabra parpadeante «GENERANDO». Jimmy Nyson se estremece. Finalmente, la realidad alternativa está lista para él. Pone un pie en el nuevo mundo. No hay ninguna diferencia con el original, pero todo ha cambiado. Explora su nueva vida; desecha la vieja.

Jimmy Nyson vive en una mansión de Beverly Hills. Se trata de un lugar suntuoso pero apacible. Sus padres lo visitan en ocasiones y le dedican buenas palabras.

Jimmy Nyson es un gran empresario. Aglutina bajo su mano varias firmas, diversificadas en varios mercados: electrónica, construcción, energía, automóvil... Ha consolidado de modo tan magistral sus negocios que ya no necesita poner un pie en ellos más que ocasionalmente. Cuando lo hace, comprueba que todo está en orden. Se da un pequeño baño de masas entre su deslumbrado personal y se marcha en menos de una hora. Goza de tiempo libre más que suficiente para dedicarse a sus elevados placeres. Sus padres le mandan ofrecimientos para volver a casa, pero él les devuelve indulgentes negativas.

Jimmy Nyson posee un Phantom, un Huracán, un 911 y un Range Rover, así como un Pelorus de lujo amarrado en Marina del Rey. Un mayordomo en jefe gobierna su mansión con un ejército habitual de cocineros, limpiadores, jardineros y otros sirvientes, así como con uno ocasional de guardaespaldas, barbero, estilista, sastre, interiorista y abogado. Degusta y cata con su sumiller los mejores Chateau de Burdeos. En la intimidad y en reuniones trascendentes fuma puros Montecristo número cuatro.

Como le va tan bien en la vida, ha colegido que ha de enseñarles a los demás a vivir; su dedicación actual consiste en convertirse en gurú. En el fondo, sabe que nadie puede ser ni vivir como él, pero escribe libros altaneros, ofrece conferencias sedantes e imparte cursos en línea inútiles para convencerlos de que sí. No le importa si estos recursos funcionan a sus seguidores, le basta que el dinero de sus seguidores le funcione a él, aunque, dada su ingente fortuna, podría considerarse que se trata más de una cuestión de ego.

Jimmy Nyson tiene una mujer despampanante y rubísima, cuya belleza obvia el paso de los años, y dos retoños, copias de la madre, de los que se ocupan, veinticuatro horas al día, niñeras y educadores personales.

Jimmy Nyson ya no necesita recurrir a la prostitución callejera o de burdel. Cuando viaja sin su mujer, es decir, por negocios, contrata los servicios de acompañantes de lujo o masajistas. Por supuesto, con tales mujeres practica sexo, pero las palabras son importantes. Mira con desprecio a cualquier mujer que se cruza por la calle porque piensa que si quisiera podría acostarse con ella. Y ya que luce esa mirada despectiva, la emplea también con los hombres, pues se considera mejor que cualquiera de ellos.

Jimmy Nyson tiene la mejor cabellera masculina, como se ha encargado de mostrar la portada de GQ en uno de sus últimos números, mientras su escultural torso ha aparecido varias veces tanto en el interior como en el exterior de Men's Health.

Jimmy Nyson es inalcanzable en las redes sociales. Aunque recibe cientos de mensajes y correos electrónicos al día, rara vez los abre, menos aún los lee y jamás los contesta. Se comporta como un dios, pues así se siente. Y, si uno vive una vida de dios, no quiere despertar. Asigna el tiempo justo y necesario para regresar a la satisfacción de sus necesidades básicas y acto seguido reingresa al mundo virtual. Aborrece su vida real; no desea volver a ella nunca más.

En su mansión virtual, Jimmy Nyson se mira al espejo y se lo confiesa: es un ganador.