-Aparece por acá-

Uy, mira, un borrador vacío.

Qué interesaaaaante. ¿Qué tal si le ponemos un mejor título que no sea "Parte sin título 24"? Jmmm... ¿pero cuál?

Afú. 

Pues afú. Y ahora...

¡¡¡DENNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIS!!! ¡¡¡¡¡DEEEEEENNIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISS!!!!!

—KHÉEEEEEEEEEEEEE —responde una voz, producto de la esquizofrenia del autor de estas líneas mentales. 

La leche, respondió. Ignorando el sorprendente hecho, prosigamos: DENNIS, LA CENA DE NAVIDAD.

—Eso no es dentrooo deeee... ¿una semanita?

EXACTO. HAY QUE PREPARARSE, DENNIS.

—Cieeeertoouuu.... —(no parece muy... dispuesto a hacer nada).

PERO MALDITA SEA, ¿ES QUE NO TE ENTRA EN LA CABEZA?

—Pero es que estoy muy bien asííí —responde con voz cansina, cansada, lastimera, alargando las palabras.

ASÍ SIN HACER NADA.

—¡Mentira! ¡Estoy rascándome el ombligo! Y respondiendote. ¡Hago dos cosas a la vez; encima te quejarás! Además —prosigue en su monólogo—. Quedan varios días, ¿no me dejas que me eche una siestecita y después pienso algo?

Aaaaaaaaaaa tomar por culo. Venga, a ver si después de dormir se te despiertan las neuronas y tomas consciencia de que el tiempo que queda es mínimo para nuestro nivel de productividad...

(corte: antes de que Steve siga envalentonandose, nos vamos; dejando que la vida por aquí prosiga entre unas cosas y otras, cosos muy cososos, de esto, de lo otro, y de aquello lo peliagudo... esperando...algo...)