Era el noveno mes de embarazo.

Killer estaba de baja y su cuerpo había cambiado.

Su alma era temblorosa, con líneas no definidas y su forma era lo más parecido a un corazón invertido que a otra cosa.

Se podía apreciar rastro de un orbe gris, apenas visible en su cuenca izquierda.

Epic había comenzado a vivir en la misma casa que el asesino, encargándose de todas las tareas del hogar, de las comidas e incluso los gastos.

De vez en cuando, jugaban juegos de mesa juntos como el Celestia, el Exploding Kittens o el Monopoly, todos regalos de (Classic!) Frisk.

También veían animes, algunas series y películas.

A veces salían a dar paseos con Papyrus por el subsuelo y Asriel y Chara visitaban con frecuencia al futuro padre.

Los dolores eran frecuentes en el vientre del de oscuras lágrimas, quien estaba muy nervioso por la llegada del bebé.

(...)

Un charco de agua se formó en el suelo del salón y agonizando, Killer se desplomó en el suelo.

—¡¡¡BRUH!!!

—E-estoy bien, Epic...— Dijo el asesino esbozando un pequeña sonrisa.

—¡No, no lo estás, bruh! ¡Rompiste aguas! ¡Hay que llevarte al laboratorio! ¡Rápido!— Sostuvo al de lágrimas oscuras en sus brazos y corriendo, ya que si utilizaba un "atajo" podría afectar al bebé que estaba por nacer.

Pero, como todo Sans, a medio camino ya estaba agotado.

Sin embargo, (Epic!) Papyrus, parecía haberse enterado de la situación, corrió hacia su hermano y levanto en brazos al futuro padre.

—¡VAMOS! ¡NO HAY MUCHO TIEMPO!— Epic reaccionó a las palabras de su hermano rápidamente y se teletransportó al laboratorio para ir preparando todo. Alphys y Mettaton no dudaron en ayudarle, seleccionando todo lo necesario para el delicado parto que se iba a llevar a cabo.

Cuando tenían ya todo listo para su labor, el esqueleto más alto hizo acto de presencia con Killer en sus brazos.

Fue llevado al quirófano para comenzar con la cirugía.

--------En otra parte--------

—¡¡¡INK!!! ¡¡¡BLUE!!! ¡¡¡ES KILLER!!!— El de ojos dorados llamó la atención de sus dos compañeros.

—¿¡QUÉ PASÓ!? ¿¡ESTÁ BIEN!?— El de bufanda azul se mostró extremadamente preocupado, a pesar de que en un pasado fue brutalmente derrotado y apalizado por el asesino.

—Está pariendo... ¿Cierto?— El pintor se puso serio. El soñador asintió con sus ojos demostrando gran seriedad y preocupación.— Vamos, tenemos que protegerlo y tú — Señaló a Dream.— debes bloquear sus sentimientos negativos.

—Lo sé, Ink, no se me ha olvidado, de hecho me extraña que no se te haya olvidado a ti.

—Me lo apunté en mi bufanda con marcador fosforescente y lo subrayé mucho.— Sonrió el de ojos bicolor.

—¡VAMOS! ¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!— Exclamó Berry, llamando la atención de sus dis compañeros, que asistieron con seguridad y se movilizaron.

Cruzaron el portal a Epictale para llegar directamente a la "sala de espera", donde se encontraban ya allí Papyrus, Toriel, Undyne y Muffet.

Asgore estaba fuera del laboratorio con Chara y Asriel, principalmente para que estos no escucharan los gritos desgarradores que provenían del quirófano.

Los recién llegados, solo con el sonido de los gritos sabían que estaba siendo doloroso.

Sin perder más tiempo, Dream invocó una barrera hecha de las esperanzas de los que estaban en la sala de espera, espectantes, hecha del cariño y el amor que habían forjado en aquellos nueve meses y de cada momento en el que Killer fue feliz con los nuevos amigos que hizo.

Esta barrera fue para proteger al futuro padre de los sentimientos negativos que se pudieran esparcir y llegar hasta cierto esqueleto cubierto de sustancias negativas.

Nightmare.

...

...

...

Classic, (Classic!) Frisk y (Classic!) Papyrus llegaron a la sala de espera.

Al escuchar los gritos, aunque fuera normal en un parto se mostraron horrorizados, sin embargo, al poco lograron calmarse y sentarse a esperar.

...

...

...

Cross y Science se encontraron en la puerta del laboratorio.

—Wowowowow calma, no vengo a hacerle daño, quiero apoyarlo en el parto.— Alegó el monocromático con las manos levantadas al ver que el científico materializaba unos huesos y un gaster blaster.

El de gafas bajó la guardia.

—Ok, ok... Te creo, pero te estaré vigilando...— Dijo para lanzarle una mirada amenazadora a Cross y entrar al establecimiento.

...

...

...

Dos esqueletos aparecieron a la entrada del establecimiento.

Ambos, se miraron con el rostro ensombrecido.

El mayor de todos asintió levemente.

—Vamos... Le debemos una disculpa y asistir a su parto es lo más indicado.

—¿Crees que nos perdonará?

Las lágrimas amenazaban con salir.

—...No lo sé. Está en su derecho de no hacerlo.

Como amigos, se tomaron de las manos y entraron.

Las miradas de todos se posaron en ellos.

Los gritos aún se escuchaban tras dos horas.

Y, sinceramente los presentes de habían comenzado a aburrir, por lo que Muffet trajo donas de chocolate para todos, aunque hubo dos esqueletos que se negaron y Frisk, que no le gustaba el chocolate.

Tras media hora, Science, que había entrado al quirófano para ayudar a Epic, Alphys y Mettaton, salió y les dijo que se podían marchar, que duraría un tiempo más y que en cuanto terminara, los llamaría.

Casi todos salieron del lugar, únicamente cinco se quedaron, los cuales son los tres Star Sanses y otros dos esqueletos, aquellos con la mirada ensombrecida y en ningún lugar.

Pasaron dos horas más.

Killer dejó de gritar, estaba exhausto.

Jadeó, se sentía sin voz, literalmente había gritado durante cuatro horas y media.

Iba a cerrar los ojos y descansar cuando Epic se le acercó con una bolita de mantas en sus brazos.

—¡FELICIDADES, BRUH! Míralo que adorable...— Lo dejó en manos del padre, quien, tras tanto dolor y sufrimiento, se sintió feliz y vivo.

Había creado vida. Y una hermosa y calmada. Una que valía la pena proteger con todo lo que tenía.

Acarició la cabeza de su hijo y fue entonces que se dio cuenta de que no le había puesto nombre.

Se tocó el pecho y notó un bulto, el bulto de un collar de una Luna creciente que sus dos antiguos amigos le habían regalado.

No sólo eso, sentía que estaba creciendo por dentro, que un nuevo él se estaba formando.

Con esfuerzo, se sacó el collar y lo depositó sobre el cuello de su hijo recién nacido.

—Crescent... Mi pequeño Crescent...— En ese momento, el Killer no contuvo sus lágrimas ni su felicidad y, allí mismo comenzó a llorar de alegría.

Había nacido un deseo de cambiar y una bendición.

El pequeño, abrió ligeramente sus ojos y comenzó a reír mientras tocaba los pómulos de su padre con torpeza.

Aquellos que hicieron posible el parto miraron la escena enternecidos.

Estuvieron unos cinco minutos así.

—Killer, descansa un poco.— Science cargó a Crescent en sus brazos para sonreírle al asesino, mostrando que estaba orgulloso y feliz. Éste solo asintió y se acostó en la camilla envolviéndose en las mantas y quedando, al instante dormirdo ya que sus ojos, o mejor dicho todo su cuerpo le pesaba más que el plomo.

Las visitas rápidamente entraron a la habitación, primero los protectores de AUs, seguidos de aquellos que habían convivido con el lágrimas negras, luego los habitantes del AU original, después Cross y finalmente aquellos dos esqueletos misteriosos, quienes se quedaron en la habitación del padre a esperar que despierte.

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Hi :3

NACIÓ LA BENDICIÓN OSIOSI

Fua tremendo B)

Bueno :v

Me despido uwo

Ciao~

♡

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