🌹Capitulo 3🌹

- ¡¿Hola?! ¡¿Papa?! - Decía Atsushi entrando al catillo y empezando a recorrerlo con la esperanza que su padre le respondiera.

- ¡Mira! ¡Es un bello muchacho!

- Se que un muchacho, perdí mis manos no mis ojos.

- ¿Pero si es el indicado? Si el rompe el hechizo.

- ¿Quién anda ahí? - Dijo Atsushi volteándose y sin encontrarse a nadie, el seguía buscando a padre hasta que de nuevo escucho algo, cuando se volteo vio cerrar una puerta.

- Espera.

Corrió a dirección a la puerta y cuando la abrió vio una luz subiendo por la escaleras, sin perder el tiempo empezó a subirlas. Para cuando llego al origen de la luz se decepciono cuando solo se encontró con un candelabro, sin encontrarse a nadie estaba apunto de bajar hasta que escucho qué alguien tosiendo, agarrando un candelabro para iluminarse y empezó a subir.

-¡Papa!- Lo empezó a llamar otra vez por cada escalón que daba- ¡Papa por favor respóndeme!

 Al llegar al ultimo piso, dejo el candelabro en un lugar para poder iluminar al menos una pequeña parte, viendo mejor el lugar noto algo que lo llamo la atención. Cuando se acerca agarrarlo ve es que un. . . ¡hueso!.

El miedo lo invadió y lo tiro, provocando que chocara con unas rejas que hicieron bulla. Atsushi se dio cuenta que se encontraba en unas mazmorras.

- ¿Atsushi?- Lo llamaba una débil voz.

Cuando se volteo, vio en una de las mazmorras un cuerpo de alguien debilitado. Y su voz, Atsushi reconoció esa voz, era el.

- ¡Papa! estas bien- Lo decía mientras se agachaba y dejando la rama de lado. Tomo las manos de sus padre- Están heladas, tengo que sacarte de aquí en este momento!!.

Tratando de encontrar algo para abrir o romper las rejas, pero nada no había nada que pudiera usar estaba empezando a desesperase hasta que su padre le hablo.

- Atsushi ¡¡tienes que irte!!- Le decía su padre asustado- ¡¡El castillo tiene vida!! ¡¡Y escapa o sino el te atrapara!!

- ¡¿Quien?!- Decía muy alterado pero tratando de tranquilizarse- ¡Quien te hiso esto!

De pronto escucho un tosido proveniente de la otra sala, Atsushi al percatarse solo retrocedió con miedo, saliendo de la otra habitación solo había una sombra que evitaba tener contacto con la luz.

- ¿Quién eres?- Pregunto Atsushi asustado tomando la rama para defenderse, el estaba listo para pelear aunque no tenia el valor para hacerlo.

- ¡¿Quién eres tu?!- Dijo una voz gruesa y fría.

- ¡Vine por mi padre!- Respondió 

Aquella figura solo gruño de cólera.

- ¡¡¡Tu padre es un ladrón!!!

- ¡No es cierto!

- ¡¡¡El me robo una rosa!!!

- ¡Yo le pedí la rosa! ¡Fue mi culpa! ¡No lo castigues a el! ¡Castígame a mi!- No sabia de donde venia esa valentía pero no iba a dejar le hagan algo, pero de pronto una mano le tomo del hombro.

- ¡Atsushi no! el castigo es cadena perpetua, es lo que recibes en este lugar- Dijo su padre que tratándose de parar

- ¡¿Cadena perpetua por una simple rosa?!- Atsushi estaba indignado.

La sombra solo se acerco y con unos ojos sin vida le respondió.

- ¡Yo recibí un castigo eterno por una! ¡Al menos solo se quedara aquí con vida!- La voz era mas profunda- ¿Aun quieres tomar su lugar?

- Sal hacia la luz- Le dijo el muchacho, la figura no se movió para nada y eso frustro mas al muchacho- ¡¡Dije que salieras hacia la luz!!- Agarrando el candelabro e iluminándolo al ser.

Después de iluminarlo el solo podía retroceder estaba congelado de terror, nunca había visto algo así en su vida.

El ser misterioso resulto ser una bestia cubierto de pelo negro con toques blancos, tenia grandes colmillos, garras capaz de arrancar una pierna, cuernos que salían en su cabeza y parecía no tener cejas.

Atsushi le empezó a doler el estomago por el asombro y el horror.

- ¡Y Bien decídete! ¡¿el o tu?!- Le dijo la bestia ya tenia arto de esperar.

- ¡Atsushi no lo hagas! ¡Sufriste mucho y no voy a dejar que vuelvas a sufrir!- Desesperado el hombre trato de convencerlo.

Atsushi tenia el peso de la culpa y noto que estaba llorando, pero no tenia opción.

- Bien, pero quiero estar un minuto a solas con el- Al decir eso la bestia bufo parecía que no lo iba a cumplir- ¿Tu corazón es tan cruel para negarle a un hijo despedirse de su padre? La eternidad puede esperar un segundo.

La bestia sin opciones bajo una palanca abrió las rejas con molestia.

- Una vez que se cierre ya no habrá vuelta atrás - Le dijo la bestia dejando pasar a Atsushi para que vuelva abrazar a su padre.

¡Papa! ¡Lo siento fue mi culpa yo te pedí la rosa y mira en las condiciones en que te metí!- Llorando sin parar.

- No te preocupes yo estaré bien ¡Ahora vete de aquí y vive tu vida! Olvídate de mi- Dijo Oda acariciándolo para tranquilizarlo pero no funcionaba.

- ¿Olvidarte? ¡Tu me enseñaste varias cosas! ¡¡Jamás me olvidaría de ti!!- Las lagrimas y el sentimiento de culpa no se iban.

- Por favor no temas. . .

No terminan de hablar porque el peligris lo abraza.

- No voy a temer, lo prometo- Atsushi y su padre se paran- Y te prometo que voy a escapar.

- Que. . 

Justo en ese momento Atsushi empuja a su padre sacándolo para luego encerrarse dentro de la prisión.

La bestia jamás vio algo así le sorprendió tanto como el hombre.

- ¿Tomaste su lugar?

- Es mi padre, no voy a dejar que pague esto.

- ¡Es un tonto!- Agarrando al hombre desde sus ropas- ¡Al igual que tu!

Arrastrando al hombre mientras Atsushi solo podía ver.

- ¡Por favor no le hagas daño!- Gritaba hasta que perdí la vista.

Solo escuchaba a su padre gritando diciendo que volvería.

El dolor de perderlo seguía en su pecho, no lo podía tolerar cayo rendido al suelo tratando de tranquilizarse pero no pudo, ese sentimiento de soledad que una vez se fue había vuelto sin previo aviso.

_____________________________

Mientras afuera del castillo la bestia ponía al hombre en una carrosa.

- ¡Llévalo a fueras del bosque y asegúrate que no vuelva- Grito la bestia.

La carroza sin mas solo se movió mientras el hombre trataba de salir pero sin existo.

Cuando desapareció de la vista de la bestia, este solo entro. La bestia al entrar, tapándose su cara tosió y luego iba a subir las escaleras, hasta que. . .

- Que manera tan cruel de tratar a tu futuro suegro.

La bestia solo se voltio y vio a un ser conocido que no lo alegro tanto como las otra veces. De pronto vio como él empezaba a ir a donde las mazmorras.

- ¿A donde crees que vas?- Pregunto la bestia.

- ¿A que mas? a llevarlo a su habitación, no es obvio.

Al oír eso la bestia apresuro su paso y lo agarro.

- ¡¡No pienses en darle en darle una habitación!!- Dijo la bestia enojado.

- Yo trate de detenerlo, amo.

Era otra figura que llegaba.

- Le dije que era mala idea, pero igual mente no me escucha.

- Es cierto que fue mi idea - Soltándose de la bestia y acercándose al otro - pero fue tu idea lo invitarlo a cenar.

- ¡¡¡Yo nunca dije eso!!!

-Claro que si, yo lo recuerdo.

Los dos comenzaron a discutir molestando a la bestia.

- ¡Ya cállense! - Grito la bestia- ¡No quiero volver a oír sus molestas voces! ¡¡Y no lo lleven a ninguna habitación ni lo inviten a cenar!!- fue lo ultimo para proceder al retiro.

- Pero no ha pensado que el podría romper la maldición.

Al oír eso la bestia, solo se detuvo y se voltio aun molesto.

- ¿Crees que soy un tan tonto para no percatarme de eso?

- Un poco, pero eso no importa la maldición sigue en pie no podemos hacer mucho para detenerlo.

- Creo que lo apoyo en esto, solo por esta vez.

- Solo denme la orden y lo llevare su habitación y para que este no me vuelva a gritar mas.

- ¡¡¡Oye!!!

La bestia no estaba  contento pero no tenia varias opciones.

- Bien - Lo dijo con mala gana- Llévenlo a una habitación.

- Y que vaya a cenar con usted, se le olvido eso.

- Y . . . -No quería decirle pero la mirada de ellos no lo dejaron en paz- Y díganle que baje a cenar ¡es una orden!

Fue lo ultimo que dijo antes de irse.

Mientras el ser se fue subiendo las escaleras, mientras es seguido por la otra figura.

- No puedo creer que lo hayas convencido.

- Por mi haría cualquier cosa, pero solo hace cuando la situación la requiera.

_____________________________

Mientras en las mazmorras Atsushi intentaba romper las rejas pero estaban echas de hierro, estaba cansando y lastimado hasta que escucho algo.

No va funcionar.

- Por favor no seas tan pesimista, además desde cuando mis planes han fracasado.

Escuchaba a dos voces que se acercaban.

- ¿Quién anda ahí?- Pregunto asustado.

- No te preocupes solo vine a llevarte a tu habitación.

¿Habitación? Jamás creyó que saldría de este lugar otra vez.

- Enserio creíste la historia de que "una vez que se cierre ya no habrá vuelta atrás" suena algo exagerado.

Cuando de pronto abrieron las rejas.

- Listo ahora puedes salir.

Atsushi estaba dudando ¿Qué alguien estaba siendo amble con el? Pero aun así agarro una banca de madera para defenderse.

Cuando salió, vio algo que nunca creyó ver en su vida.

- ¡Hola!- Le saludo con amabilidad un. . . ¿Candelabro?

El muchacho solo grito y sin pensarlo golpeo el candelabro con la banca lo cual lo dejo algo mareado y se le apagaron su fuego.

- ¡Vaya eres mas fuerte de lo que creí!- Parándose y prendiéndose de nuevo- Pero no me mato, que decepción.

- ¿Pu-puedes hablar?- Le pregunto aun asustado, mientras trataba de comprenderlo todo en su cabeza.

- ¡Claro que puede hablar! ¡Es lo único que sabe hacer!- Escuchando otra voz y cuando se volteo vio a un . . . ¿Reloj? caminando directo al candelabro y lo golpeo- Que te dije de que no adelantaras de esa manera, mis piernas no son como antes, porque nunca me escuchas y haces cualquier cosa que se te venga ala mente.

- ¿Porqué eres un mandón? sabes que soy un alma libre, además dejarte atrás fue gracioso.

- Eres un. . .- Empezó Agitarlo lo que podría decir que su cuello mientras que el otro reía.

Mientras ellos dos seguían discutiendo, Atsushi volvió a su reja y tomo una jarra de metal para poder defenderse.

- ¿Quiénes son ustedes?- Pregunto Atsushi con la jarra en la mano.

- Tranquilízate si, no te haremos nada- Dijo el candelabro logrando que Atsushi solo se tranquilizara pero no del todo- Supongo que aquí viene las presentaciones, mi nombre es Dazai, Osamu Dazai.

- Y yo soy Doppo Kunikida - Decía el reloj.

- Y yo soy. . . Atsushi- Lo dijo aun asustado pero le enseñaron a ser un caballero.

- Y ahora que nos conocemos, síguenos - Dijo Dazai pero Atsushi no estaba seguro- No te haremos daño, Atsushi.

Atsushi soltó el jarrón y los siguió, porque su sonrisa carismática no parecía que mintiera además era mejor que quedarse en ese lugar.

_____________________________

Los tres caminaron por todo un pasillo que solo era iluminado por las antorchas, las paredes decoradas con gárgolas no le daban un mejor ambiente. Atsushi aun con temor trato que procesarlo todo y convencer que no es real, pero cada vez que avanzaba menos se convencía.

- ¡Oye! Lamento si te altere- Dijo Dazai para matar el silencio- No quería dar una mala impresión, a nuestro invitado.

- No te pre-preocupes además ¿De que debería altérame? ¿De un candelero hablante?- Le respondió en modo sarcástico.

- Es candelabro, hay una gran diferencia entre candelero y candelabro, odio cuando los confunde - Le dijo algo molesto por la confusión- Que mas da, desde ahora este será tu hogar, puedes caminar libremente.

- Excepto en la ala oeste- Dijo el reloj mientras el candelabro le tapa la boca y le dice que guarde silencio- ¡El cual no tenemos!- Lo dijo mientras se sacaba la mano del otro de su boca.

- ¿Porque? ¿Qué hay en la ala oeste?- Pregunto el muchacho interesado.

- ¡¡¡Nada!!!- Gritaron ambos objetos.

- No te preocupes por eso, mira ya casi llegamos a tu habitación- Dijo el candelabro algo nervioso tratando de cambiar de tema.

Los tres siguieron hasta llegar a un gran puerta.

-Bienvenido a tu nueva habitación- Dijo Dazai mientras abría la puerta.

Cuando la abrió Atsushi no podía creer lo que veía sus ojos, la habitación que era muy grande, el techo con dibujos hermosos, y los colores del piso y las paredes combinaban perfecto, las ventanas eran muy grandes y las cortinas abriéndose iluminándolo mas de lo que estaba.

- Es algo modesto pero es cómodo.

- ¿Modesto? Pero si es hermoso.

- Claro que si- Dijo el candelabro con mucha confianza- Ryunosuke quiso que tuvieras una de las mejores habitaciones.

- ¿Ryunosuke?- Preguntándose algo confuso pero cree que se refiere a ala bestia.

- Aunque no, esperábamos visitas- Decía mientras saltaba ala cama y el polvo se esparcía.

De pronto las puertas vuelven abrir donde varios plumeros comienzan a volar sin cesar, limpiando la habitación en su paso.

Atsushi veía como el polvo desaparecía de un momento para otro, cuando el polvo se fue los plumeros se fueron menos uno que seguía limpiándola cama, el aspecto de este era diferente, sus ojos son azules, el mango era de color naranja y tenia un peculiar sombrero.

- ¡Chuya! Veo que todavía no has crecido- Decía Dazai con un tono burloso acercándose y tomándolo lo que puede considerarse como manos.

- ¡Maldito! si tuviera brazos ya te hubiera matado - Dijo el plumero tratando de golpearlo pero no puede.

- Al parecer sigues siendo el mismo malhumorado de siempre y con un fatal estilo de sombreros - Aun burlándose de el.

- Bastardo tu. . .- Se detuvo cuando Dazai le agarro la cara.

- Pero eso lo que me gusta de ti- Acercándose mas y mas hasta que. . .

Tosió el reloj interrumpiendo lo que sea que haya pasado entre ellos dos, Atsushi solo rio de ver a un candelabro coqueteando a un plumero, es una locura.

 - ¿Todo aquí tiene vida?- Mientras caminaba y agarrando un peine- ¿Hola? ¿Cómo te llamas? - le pregunto.

- Eso es solo un peine - Le responde Kunikida mientras Dazai se ríe un poco.

Dejando el peine a un lado Atsushi se acerca a un armario con un hermoso diseño y cuando trato de abrirlo, el armario se abrió cantando un un sonoro chillido, Atsushi casi se le va el corazón.

- Tranquilo es solo Naomi, tu armario - Dijo Dazai saltando de la cama y aterrizando en el suelo-  Ella es una gran cantante.

- Cuando no se queda dormida.

- Kunikida no seas así, una dama merece su sueño de belleza- Lo decía mientras sacaba un abanico y se abanicaba pero tratando de estar despierta.

- Naomi no te duermas todavía, alguien de nosotros quiere un traje nuevo- Señalando a Atsushi.

- A ver, vaya si un muchacho de la misma edad que Jun'ichirō- Usando su extremidades para sujetar a Atsushi- Bonito ojos son únicos de su clase, cara orgullosa, es una lienzo perfecto, descuida encontrare un traje perfecto para un príncipe.

- No soy un príncipe.

- ¡Tonterías! ya veras como quedaras diferente, Veamos que tengo - Abriendo uno de sus cajones polillas salen y esta procede rápido a cerrarlo- Perdón por eso.

Después abriendo otro cajón saco varias telas y empezó a girarlo sin que este pueda reaccionar, El muchacho solo giraba mientras sentía como las telas disparadas de los cajones caían sobre su cuerpo, y para terminar como una peluca salió volando y aterrizando sobre su cabeza.

- ¡Perfecto!- Exclamo el armario.

- Creo que es discreto y adorable - Mientras los tres salían de la habitación- Bueno al amo ordena que bajo a comer dentro de unos minutos, así que los esperamos ahí.

- Saluden a Jun'ichirō de mi parte- Dijo Naomi antes de que se cierre la puerta y se quede dormida.

Atsushi algo incomodo por como lo dejaron, se saca la peluca y se quita toda la tela que tenia encima, cuando logro salir de ese montón, inmediatamente se va ala ventana, a pesar de que lo traten bonito seguía siendo un prisionero que debe escapar y volver con su padre.

Cuando abrió la ventana noto que estaba en uno de los pisos mas altos del lugar, Atsushi cayo de rodillas sabia que saltar era un boleto hacia el cielo.

- Al menos se que esta a salvo- Pensó Atsushi antes de poder descansar y planear su escape.

Continuara. . .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top