Era una hermosa mañana el sol salía, las aves comenzaban a cantar y donde nos adentramos en un pequeño pueblo que era decorado por las tonalidades rojas y amarrillas que el otoño había traído. Y en el centro de ese pueblo se encontraba una pequeña y antigua casita, donde de ahí salió un joven de camisa blanca, chaleco, pantalones y zapatos negros, de cabellera gris con un mechón de cabello de color negro y ojos que padecen de heteromancia sectorial siendo de una mescla de amarrillo y morados.

Y su nombre era Atsushi.

El muchacho solo exhalo el aire fresco, con una canasta en sus manos y un bolso de donde saco un libro, procedió a caminar por todo el lugar.

Qué lugar simple y aburrido
Siempre es otro día más
Qué lugar, solo gente simple
Que despierta así

Las campanas sonaron indicando un nuevo día para todos.

- Bonjuor! - Decía una mujer que abría sus ventanas.

-Bonjuor! - Dos mujeres saludando

- Bonjour! - Un hombre con unos caballos.

- Bonjour! - Un hombre que abría sus puestos.

- Bonjour!- Decía el heredero de la aldea.

Todos empezaron abrir puertas y ventanas cada uno salía de su hogar para hacer sus que haceres, y el joven solo caminaba mientras saludaba a su vecinos.

Ahí está el panadero y su rutina
El mismo pan sale a vender
Las mañanas son así
No ha cambiado nada aquí
Es mi vida provincial

- Buenos días, Atsushi - le saludaba el panadero, con sus panes recién hechos.

- Buenos días, Monsieur - Le respondía con amabilidad - ¿Otra vez perdió algo?

- Parece que si, pero no lo recuerdo - Cuando lo dijo, Atsushi libero una pequeña risa mientras agarraba algunos panes y los ponía en su canasta -Que mas das, ¿A donde vas esta vez?

- A devolverle un libro a Poe - Atsushi sacando el libro de su canasta y mostrándole al panadero- Trata sobre dos amantes de la bella Verona.

- Suena aburrido - Le respondió el panadero para luego despedirse y seguir vendiendo sus panes, mientras Atsushi se iba.

Miren aquel chico tan extraño - Decían los niños que entraban a la escuela.
Es distraído, ¿no lo crees? - Mientras lo miraba de forma repugnante.

Cuando llega a un rio, Atsushi en vez de usar el puente en que todos usan decide saltar sobre unas rocas para poder pasar. Y siendo observado por la gente.

Nunca brilla en sociedad
En las nubes siempre está
Sí que es raro, nadie sabe a dónde va

De pronto llega al mercado principal donde era el lugar mas agitado del pueblo, mientras pasaba por el lugar también hacia sus compras.

Bonjour, ¿Qué tal? Qué gusto verte- Decía un vendedor
Bonjour, ¿Qué tal? ¿Y tu mujer?- Le respondió su clientela
Que sean seis, qué altos precios- Reclamo la señora

¡Cambiemos mi aburrida vida ya!

Atsushi llegó ala biblioteca que se procedió a entrar.

- Buenos días Poe, vine a devolver el libro que me presto.

- Ah, si es nuestro único ratón de biblioteca y dime- Decía un hombre que tenia los ojos tapados con su cabello, vestía una camisa blanca y unos pantalones negros - ¿A dónde viajaste esta semana?

Él conocía bien a Atsushi ya que era un cliente muy frecuente.

- Dos ciudades al norte de Italia y no quería volver ¿Algún lugar nuevo que conocer?- Lo decía mientras le entregaba el libro en sus manos.

- Lo siento no, pero puedes volver a releer uno si quieres.

Atsushi no podía quejarse al ser un pueblo tan pequeño, las personas no le interesaban la lectura.

- En ese caso me llevare este- Yendo a un de estanterías y tomo un libro.

- Parece que es tu favorito no.

- Si!, me encanta la aventura, el misterio, el amor, lugares fantásticos y. . .  ¡el príncipe!- Mientras giraba - Y es una de tus mejores obras.

- Me alagas, esta bien puedes llevártelo, es mas te lo regalo.

- ¡¿Enserio?! nos seria mucha molestia.

- No, eres una gran persona y mi mejor cliente.

- ¡Muchas gracias!- Agarrando su bolso guarda el libro dentro y sale de la biblioteca despidiendo de Poe.

- Bon voyage.

Mientras toda la gente lo seguían viendo.

Ahí está el, es tan diferente
Quién sabe si se siente bien
Con sus libros siempre está
Entre sueños vivirá
Un misterio Atsushi es y ya lo ves

Atsushi llega a una fuente donde se sienta y se recuesta para contemplar ese hermoso libro y proceder a  leerlo mientras le gente pasaba.

Ooh
Es un gran romance
Ya sabrán porqué
Pues justo aquí
El príncipe le habla
Pero no se sabe que es él
Hasta el final

Seguía leyendo su libro sin percatarse que la gente solo se queda viéndolo, debido a su gran belleza.

Es tan hermoso como el nombre de el
De la cabeza hasta los pies - Decía la dueña de la peluquería.
Solo ves su lindo faz 
Mas me temo que detrás - Respondieron sus hijas.
De nosotros diferente es
No es nada igual a los demás 

¡Muy diferente de nosotros es!

El peligris ya estaba acostumbrado que la gente hable a sus espaldas así que solo lo pasa y sigue con sus cosas.

Pero sin saber que de lejos alguien mas lo esta observando a través de un telescopio.

- Míralo Gogol, mi futuro esposo - Pasándole el telescopio a su compañero para que también viera.

Era un chico delgado con una mirada fría, un cabello negro y con un sombrero ruso.

Quien se hallaba ahí, no era otro mas que Fyodor, un cazador muy reconocido por sus grandes caserías, por ser una gran estratega y su gran físico gano el corazón de todos lo de la aldea.

- Te refieres al hijo del inventor - Lo decía su compañero que seguía viéndolo - ¿Qué tiene de el especial? 

El tenia el cabello rubio que estaba trenzado y tapaba uno de sus ojos.

Su nombre era Gogol, era bueno con la armas y la arquería y era la mano derecha de Fyodor.

- El es mas bello de esta aldea, y por eso es el mejor.

- Fyodor no lose, el parece ser un bicho raro y tu bueno eres aclamado por todos- Le dijo su compañero.

- Lose, pero sabes desde que llegamos a este pueblo siento que algo me falta y cuando lo conocí supe de inmediato que el es perfecto para mis planes.

Bajándose de su caballo y yendo directo donde se encontraba Atsushi, al cual este se había parado para seguir con su camino.

Desde el momento en que lo vi tan lindo
Me dije: Yo lo atraparé
El es único aquí, se parece solo a mí
Así pues con el yo me casaré

De pronto unas admiradoras de el aparecen y empujando a Gogol, que también se había bajado de su caballo, viendo como el va en busca de de Atsushi.

Allá va él, es como un sueño
Monsieur Fyodor, ¿Qué lindo es!
Pensar en él me da desmayo
Él es tan guapo y fuerte a la vez

Mientras Fyodor perseguía a Atsushi por todo el lugar y agarrando regalitos para darle, la gente seguía caminando.

Bonjour, pardon, ¿Qué tal?, mas oui
Qué mal tocino, qué bella soy
De aquí, listón, no sé, perdón
Hay que cortar, dejen pasar

El pan, el pez, no más, qué olor
Están muy buenos, yo puedo ser

Cambiemos mi aburrida vida ya!!

Ya sé que Atsushi va a ser mi hombre!

Es ella bello y tan diferente
Un precioso Monsieur
Es penoso sin dudar
Que no encuentre su lugar
Ya que una chico raro es
Tan bello como peculiar
Sí, una chico peculiar
¡Atsushi es!

Después de salir de la plaza principal decidido ir a su casa pero en el trayecto se choca con alguien, cuando ve su cara resulta ser Fyodor. Él siempre se encontraba con el, aunque a veces con suerte trata de ignorarlo.

- Hola Atsushi- Dijo Fyodor 

- Buenos días, Fyodor - Tratando de ser amable con el.

- Ten unos regalos - Alzando su brazo con los regalos pero siendo rechazado por Atsushi.

- ¿Oh? gracias pero tengo algo de prisa así - Cuando por fin pudo irse Fyodor toma su libro.

- Vaya que interesante.

- Te gusta?

- Algo, pero no tiene dibujos - Lo decía mientras leía.

- Que tiene de malo- Acercándose y tratando de agarrar su libro pero Fyodor a dos pasos mas adelante y lo mueve.

- Solo me sorprende que un hermoso y bello joven pueda leer esto sin complicarse.

- Es que hay personas que utilizan mas su imaginación de lo que crees.

Cuando justo iba a obtener su libro, Fyodor lo tira en un charco de lodo donde Atsushi rápido se acerca y lo agarra antes de que se ensucie por completo, cuando lo tenia en sus manos, Fyodor se acerca a el.

- Pienso que deberías dejes esos libros a las personas que si tienen un gran intelecto, como yo -  Acercándose mas y mas a el incomodándolo mas -Y tener que enfocarte en nuestro amor no crees.

Atsushi conoce bien a Fyodor a pesar de un estratega y ser admirado por todos era en realidad un egocéntrico que solo le importa la fama y el dinero

- Perdón mi padre me esta esperando desde hace rato así que me voy - Logando de alejarse de  Fyodor.

El peligris corre directo a su hogar.

- Si no fuera por su belleza se consideraría cómo un loco, no Fyodor- Decía Gogol que venia con sus caballo.

- Me gustan los complicados, son las presas mas satisfactorias entre todas - Decía el Pelinegro planeando ya su siguiente estrategia para conquistarlo.

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Mientras tanto Atsushi logro disuadir a Fyodor y pudo llegar a su hogar que era acogedor pero agradable de vivir, tenían animales y un pequeño huerto. Había entrado y dejando sus cosas encima de una mesa, escucha una melodía algo entrecortada que provenía de su sótano y decide bajar.

Ahí se encontraba su padre arreglando una vieja cajita musical, su nombre era Oda Sakunosuke el era un hombre de cabello castaño rojizo con ojos de azules oscuros. Atsushi sonrió al ver a su padre, a pesar de ser considerado por el loco del pueblo, a el no le importaba ya que lo único que quiere es el bienestar de su "hijo" y Atsushi también se preocupaba por el.

- Ah, Atsushi, ya has llegado- Decía su padre mientras terminaba su trabajo- Podrías pasarme . . .

- Una tuerca- Antes de terminar Atsushi le había pasado lo que necesitaba.

El hombre solo sonrío porque sabia que Atsushi lo conocía muy bien.

- Te paso algo interesante en el pueblo? - Preguntándole mientras le seguía arreglando la cajita.

- Nada interesante, solo que el bibliotecario me regalo un libro - Respondiéndole con calma y serenidad - Oye papa, ¿Crees que soy raro?

- ¿Raro? ¿De donde sacaste esa idea?

- Por la gente, todo el pueblo habla de eso.

Algo desanimado le dijo el muchacho, por eso cuando Oda termino, agarro la caja y se lo entrego a Atsushi.

- Atsushi, vivimos en un pequeño pueblo y claro la gente va hablar esas cosas, pero la gente cambia sus puntos de vista con solo un empujón- Decía mientras Atsushi habría la cajita y volvía escuchar esa melodía- Recuerdas esta caja musical?

- Si, lo único que queda de mis padres, pero es una lastima que no tocara bien la melodía sin esa llave.

Atsushi perdió a sus padres a muy corta edad y donde mas tarde fue entregado a un orfanato que no era un mejor lugar. Siempre lo castigaban y lo encerraban, no importaba que hiciera siempre el era el culpable de todo, así fue durante años, hasta que un día decidió escapar para ver la tumba de sus padres, donde se encontró con Oda un conocido de sus padres, dejando flores cuando noto la presencia de Atsushi sin dudarlo decidió adoptarlo como si fuera su hijo.

- Pues tus padres eran como tu- Dijo el hombre sacando los pensamientos de su mente- Los dos tenían pensamientos diferentes ala sociedad, antes todos se burlaban de ello pero pronto esa burla se convirtió en admiración.

El joven sonrió aunque no pudo conocer a sus padres, Oda siempre contaban historias de ellos para alegrarlo, aunque nunca le conto lo que les paso.

- Gracias por los ánimos, solo siento que no pertenezco aquí, nadie me entiende.

- ¿Y que hay de Fyodor? Oí que es popular.

Atsushi con solo oír ese nombre solo suspiro.

- Si es popular pero es engreído y no parece ser mi tipo.

- No te preocupes, todos tienen un lugar en el mundo y seque podrás encontrar el tuyo.

Atsushi sin pensarlo dos veces abrazo a su padre y agradeciéndole por todo.

- Bien ayúdame por favor a preparar unas cosas antes de ir a la feria.

- Claro.

Lo dos salieron del sótano y organizar todo para el viaje que va hacer Oda.

Continuar. . .