Capítulo 25 - Más problemas
Hoy había despertado particularmente feliz puesto que hoy cumplía un mes de estar viviendo en mi pasado.
Nunca había estado tan feliz como hoy... Después de tantas pesadillas horribles y sin sentido podía seguir respirando tranquilo al ver que hoy había despertado en mi hermosa habitación del Loja del 2013, lo que significaba que todo estaba bien para mi y para Samy.
Bajo una vez estoy listo y me dirijo a la cocina.
-Buenos días, lita bella -la abrazo por detrás y le doy un sonoro beso en la mejilla.
-Buenos días, mijito. ¿Si desayunas?
-Si, lita. Estoy con buen tiempo.
-Quien no está con buen tiempo soy yo -entra mi mami a la cocina acomodándose su blusa. -Buenos días, mi amor -me saluda con un beso en la mejilla. -Buenos días, mamita... ¿me das solo un poco de café? Tengo que salir corriendo a la oficina.
- ¿Todo está bien, mija? -pregunta mi lita y mamá asiente mientras bebe de su café.
-Si, mami... Solo inconvenientes que se presentan de la nada.
Bebe su cafe de golpe y vuelve a tomar aire.
-Ahora si me voy. Cuidense. Los amo -besa la frente de mi abuelita y luego la mía.
-La amo, mami. Tenga un buen día.
-Igualmente, corazón. Hasta más tarde.
Mamá sale de la habitación y me quedo una vez más con mi lita a solas.
-Bien mijo, toma asiento. Las empanadas están listas.
-Ay lita, que rico -me siento en la silla frente a mi lita y ella pone sobre la mesa mi plato con 4 empanadas de verde, una taza de café y un vaso con jugo de naranja.
-Lita, sé que lo sabe. Pero la amo -ella ríe y se sienta en su asiento de siempre.
-Mejor agradeceme poniéndome al día con todo.
- ¿A que se refiere?
-Pues qué ha sucedido con Samy. Desde el fin de semana no la veo.
-Oh, es cierto... Y no ha sucedido mucho, solo somos novios -digo sonriendo y mi abuelita se emociona.
- ¿De verdad?
-Sí, lita.
Se levanta de su asiento y se acerca hasta mi para besarme y abrazarme.
-Estoy tan feliz por ustedes dos, mijo. Ya ansiaba escuchar esa noticia.
-Me hace mucho más feliz que tu lo estés, lita.
Me da un último apretón y se acomoda frente a mi en su asiento.
-Ahora bien, mijo. Vamos a dejar las cosas claras.
- ¿Cosas claras? -pregunto mientras mastico mi comida.
-No hables con la boca llena, muchachito -me reta mi lita y doy un respingo.
-Lo siento.
-Bien, como iba diciendo. Espero que no hagas ninguna burrada con Samy. A ella se le nota lo mucho que te quiere, mijo... Valorale y quierele igual o mucho más de lo que ella a ti -me habla con suavidad -Si Dios está de su lado y ambos se esmeran en cuidar esto tan bonito que están empezando, aunque parezca difícil, algún día podrían casarse... Y te lo digo con todo el amor que te tengo, mi amor, que eso es lo que más deseo; verte feliz al lado de una mujer como Samy.
Me sonríe finalmente y la imito.
-Gracias, lita. Y no se preocupes, lo que más quiero es que Samy sea mi esposa cuando seamos mayores.
-Pero no a los 18, Christopher, aún serias el bebé de la casa.
Ambos reímos por el comentario y continuamos con nuestro desayuno.
(...)
Aún tenia en mente todo lo que me habia dicho mi lita. Me emocionaba el tan solo imaginar un futuro donde podría compartir el resto de mi vida con Samy.
No dudo en que seré demasiado feliz.
-Pelita, vamos por algo para comer -comenta David sacandome de mis pensamientos.
Me había prometido que este receso se lo dedicaría solo a Samantha, ya que todos los días pasábamos junto a los chicos.
Era insoportable aguantarme las ganas de besarla solo por no incomodarlos.
-Vayan ustedes, tengo que ir por Samy -comento sonriendo.
-Pela, pasas mucho tiempo con ella -refunfuña..
Tiene razón, pero solo fuera del colegio. Quiero dejarle claro a todos que ella y yo somos novios... De verdad.
-No te pongas celoso, a ti también te amo, pero ella es mi novia.
-Illi is mi nivii... Por favor, pela. Ya casi no nos das tiempo.
-Pareces, niñita David -ruedo los ojos y río a carcajadas.
-Está bien, no diré más... pero nos debes una tarde de videojuegos... ¡SOLO MACHOS! -menciona enarcando una ceja para dejarlo claro.
-De acuerdo, lo prometo. ¿Ahora si puedo irme?
-Puedes -se da media vuelta y camina junto a los muchachos dejándome atrás.
Empiezo a caminar en dirección contraria hacia el salón de Samy. La tomaría por sorpresa.
En cuanto me acerco, escucho unas voces que parecen estar enojadas. Son unas chicas.
- ¡¿Qué estás diciendo?!
-No pude hacer sus tareas... De verdad lo siento -es la voz de Samy y se escucha asustada.
¿Qué está pasando?
- ¿Lo siento? ¿Acaso eres estúpida? ¡Esa tarea era para hoy! -espeta otra. - ¿Acaso quieres que reprobemos?
-N-No... Lo siento... D-De verdad no he tenido tiempo.
-Ja! Si, como no... A nosotras no nos mientes, estúpida. Sabemos muy bien que ahora solo te la pasas con Vélez.
-Tengo derecho, es mi novio -habla enojada Samy.
Sé que lo mejor sería entrar y pedir una explicación sobre esto, pero conozco a Samy, y solo desviaría el tema y no me diría nada. Tal como sucede con el tema de su padre.
- ¿Tu novio? Eso es lo que tu crees, estúpida... Él lo único que está esperando es llevarte a la cama y dejarte botada como hace con todas. Los chicos como Christopher Vélez no tienen novia, no seas ingenua.
-Tú no conoces al verdadero Christopher.
-Puedes decir lo que te de la gana... Y me da igual si eres su putita o no, pero tienes que cumplir con tu trabajo.
¿Cumplir con su trabajo?
-Te vamos a dejar pasar esta, pero donde no cumplas con las tareas del lunes... creo que ya sabes lo que te puede pasar, ¿o ya olvidaste la vez que te caíste accidentalmente?
Creo que con lo que acabo de escuchar he quedado en shock.
-No, no lo he olvidado -dice Samy con la voz apagada y escucho las risas de las otras chicas.
Me estoy sintiendo impotente. Samy no está bien... ella tiene muchos problemas y hasta ahora me estoy dando cuenta.
¿Por qué no me dice todo esto? ¿Acaso no confía en mi?
-Bien, nenita... Así nos gusta. Recuerda que tu no eres nadie y nosotras podemos hacer contigo lo que nos plasca.
Segundos después se escuchan unas bancas moverse ruidosamente y vuelven a reírse.
Tres chicas salen del salón sin siquiera percatarse de mi presencia.
Me asomo por la puerta con cautela y la veo. Está tumbada en el suelo y algunas bancas tiradas en el suelo a su alrededor.
Corro hasta ella y noto que está llorando. Abre mucho los ojos en cuanto me ve y se seca las lágrimas rápidamente creyendo que eso será suficiente para olvidarme de esto.
-Samy...
-No digas nada, Christopher.
-Pero... esas chicas. ¿Hace cuanto tiempo abusan de ti?
- ¡Basta, Christopher! Te he dicho que no digas nada.
Se pone de pie y me da la espalda mientras recoge su mochila del suelo.
No sé como abordar esta situación.
Mi novia es acosada y ni siquiera confía en mi lo suficiente para contármelo.
- ¿Hablarás conmigo después?
-No, no pienso hacerlo.
-Samantha, no voy a seguir permitiendo que te hagan esto -digo sintiéndome más enojado con el pasar de los segundos.
Se gira hacia mi y me mira enojada.
- ¡Deja de meterte en mi vida! ¿Escuchaste? ¡Es mi vida!
- ¿Por qué estás así? Dime que no habrás creído lo que dijeron de mi.
- No, Christopher... Maldita sea, yo te conozco. Esas estúpidas, no.
-Entonces ¿por qué tomas esa actitud?
-Porque no quiero que te involucres en mis problemas... ¿entiendes? -está llorando una vez más y en cuanto ha guardado todo toma su mochila y sale del salón.
- ¿A dónde vas?
-Quiero irme de esta mierda de colegio -espeta sin mirarme.
-Voy contigo... Solo dejame ir por mis cosas.
-Quiero estar sola.
-Pero...
- ¡Dejame sola, Christopher!
Dejo de caminar detrás de ella y solo observo como se marcha.
Sé muy bien que todo lo dice de la boca para afuera y aunque ella diga todo lo contrario, sé que me necesita.
Corro lo más rápido que puedo hasta mi salón y me tropiezo con David, Jonathan y José.
- ¿Qué sucede, pela? -inquiere José.
-Tengo que irme.
- ¿Irte? Pero hoy vemos una clase importante de sistemas -habla ahora Jonathan.
Suspiro. Había olvidado aquello, pero Samy es más importante ahora.
-Lo sé, pero espero contar con ustedes para ponerme al corriente... esto es importante.
No digo más y salgo del salón.
(...)
Sabía muy bien dónde estaba Samy justo ahora.
Llego hasta el gran árbol y la encuentro acostada sobre el césped mientras abraza al Christopher gatuno. Camino hasta ella y me siento a su lado sin decir nada.
Se sienta, sorbe por la nariz y respira profundo.
- ¿Qué haces aquí, Chris?
-No podía dejarte sola.
Nos miramos a los ojos y se acerca para darme un pequeño beso en los labios.
-Gracias... Y lo siento mucho -menciona cabizbaja.
-No tienes que disculparte. Entiendo que estás disgustada por esas chicas idiotas -digo y niega con la cabeza.
-No estoy disgustada por culpa de aquellas idiotas... Tengo mucha rabia de que hayas presenciado eso. Debí verme ridícula -ríe con amargura.
- ¿Te enoja que yo me haya enterado de esto?
-Sí... mi vida aveces es demasiado mierda como para que ahora la única persona que me brinda felicidad y tranquilidad esté preocupado por mi.
Pienso en sus palabras muy a fondo y frunzo el ceño.
¿Yo soy lo único que le doy felicidad y tranquilidad? Entonces, en su vida pasada, ¿tuvo que soportar toda esta mierda sola?
-He sido un estúpido -digo y la abrazo con fuerza.
- ¿Estúpido? ¿de qué hablas?
Sí, un estúpido por haberla dejado vivir todo aquello sola mientras yo solo vivía mi vida a lo grande. Era un completo idiota egoísta.
No contesto a lo que me refería y solo la miro a los ojos.
-Samy, confía en mi. Quiero que platiques conmigo y me cuentes todo lo que te aflije... estoy para ti las 24 horas del día, no lo dudes.
Me mira con duda y asiente.
-Te contaré, Chris, pero todo a su tiempo.
Tiempo.
Esa palabra aveces me causa escalofríos.
-Entiendo, pulguita -alboroto un poco su cabello y beso la punta de su nariz.
-No sé que haría sin ti... Te quiero mucho, mechitas.
-Yo mucho más -deposito un beso en su sien y la abrazo unos segundos más.
- ¿Te parece si descansamos un momento?
-Sí, está bien.
Me recuesto sobre el césped y Samy se acuesta a mi lado tomando mi brazo como almohada y luego abrazandome.
- ¿Me cantas un poquito?
Sonrío y asiento.
-Eres lo primero que pienso cuando alguien me dice pide un deseo... Eres tu quien causa que sonría como tonto cuando dices te quiero.
Que bueno que los pensamientos no se ven, te sudarian hasta las manos si vieras que te quiero hacer...
Soy interrumpido por una de sus carcajadas y la observo con gracia.
- ¿Qué?
-Eres un pervertido.
No entiendo a lo que se refiere, así que pestañeo varias veces intentando buscar una respuesta.
-La canción, Chris. Acabas de decir algo muy sugestivo -dice graciosa y sube y baja las cejas para que entienda.
Y al fin caigo en cuenta que tiene razón.
Empiezo a reírme también.
-Se suponía que era una canción romántica... y acabo de darme cuenta que no es taaaan romántica.
- ¿Me estás jodiendo? Pero si se supone que tu la escribiste.
Oh sí, olvidaba esa parte.
-Tienes razón... No sé en qué estaba pensando cuando la escribí.
-Quizás en la sexy de Marian -dice en broma.
-No inventes, Samantha. Hubiese preferido que digas que estaba pensando en David -digo horrorizado y ambos reímos de nuevo.
No nos detenemos quizá hasta después de un largo minuto.
-Ves, no sé que haría sin ti, mechitas.
-Estás equivocada, tu eres quien me salvo Samy... Mi vida no era nada hasta que llegaste.
-¿De verdad?
-Sí, amor.
Su sonrisa se ensancha y me besa.
-Entonces no me arrepiento de nada -susurra y vuelve a besarme.
-Y yo mucho menos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top