Capítulo 21 - Risas
Al fin había amanecido. Las horas de espera se me habían hecho eternas después de aquel raro "sueño-recuerdo".
Aún no podía creer que siempre había sido Samy aquella chica que había llamado mi atención hace muchos años. La vida me la había puesto en frente antes de que todo este suceso paranormal se dé...
¿Quizá era el destino?
Sí, probablemente sí.
Ahora estaba casi seguro que mi viaje en el tiempo se debía a Samy, ese algo o alguien quería darme una nueva oportunidad con ella y que esta vez si la aprovechara.
Obviamente lo iba hacer.
—Buenos días, mi amor —saluda mi mamá al entrar a mi habitación.
—Buenos días, mamita —respondo con una sonrisa. Pese a que no había dormido mucho, me sentía muy animado.
— Alguien amaneció de buen humor hoy —dice sonriendo y se acerca a darme un beso.
—Pues... el sol brilla, los pajaritos cantan... El día está perfecto.
— ¿Ah si? —pregunta sonriendo con picardía —Es eso... ¿O mi bebé está enamorado?
—Las dos cosas, mamita —respondo sonriente y se sorprende por mi respuesta. —Puede que dentro de muy poquito ya tenga nuera.
Me pongo de pie y mamá me mira con la boca ligeramente abierta.
—Chris, al menos dime que esta chica si es diferente... porque si es igual al resto de muchachitas con las que sabes frecuentar, lo siento mucho, pero sabes que yo no voy a aceptarlo.
—No, mami, te prometo que ella hace la diferencia... Sé que la amarás —digo depositando un beso en su sien y me dirijo a darme un baño rápido.
En minutos tendría que pasar por Samy.
(...)
Estoy ansioso.
Toco el timbre y quien me abre es la mamá de Samy; mi futura suegrita pienso.
Río sin querer y me mira con confusión.
—Lo siento, señora. Y buenos días...
—Buenos días, Christopher —responde muy amable.
— ¿Se encuentra Samy?
—Claro, está terminando de arreglarse... en segundos sale.
—Oh bien, muchas gracias. Entonces la esperaré —respondo con una sonrisa y nos quedamos en silencio.
Noto como me evalúa con paciencia y estoy empezando a ponerme nervioso de sentir su mirada sobre mí.
— Christopher, ¿estás...
Cualquiera que sea la pregunta que iba a hacerme la mamá de Samy es interrumpida por su misma hija.
Me percato cómo la mira de soslayo diciéndole algo con la mirada.
—Que tengan un buen día chicos —dice finalmente. Le da un abrazo a Samy y le dice algo al oído.
Debo admitirlo, tengo mucha curiosidad.
La mamá entra a casa y Samy me sonríe entusiasmada.
—Buenos días, mechitas.
—Buenos días, pulguita —digo con cariño y no puedo evitar acercarme y darle un beso rápido en los labios.
—Oye, no seas un aprovechado. Aún estoy en mi casa —dice entre risas.
—Lo siento, no pude contenerme... ¿Vamos?
Ella asiente y tomo su mano para caminar. No decimos nada, pero ambos tenemos una cara de tontos felices sin igual.
Llegamos al parque y una vez que saludamos al guardia nos dirigimos a nuestro lugar secreto de costumbre.
— ¡Hola, mis amores! —chilla Samy emocionada y se pone de cuclillas a saludar a sus gatitos, uno por uno.
Sonrío ante esa tierna imagen y saco el celular de mi bolsillo. Le tomo una foto sin que se percate, de hecho, varias.
De ahora en adelante quería tener una colección de imágenes que me recuerden que lo que vivo con Samy es real.
— ¿Qué haces? —pregunta cuando se da cuenta.
—Nada, es solo que estaba pensando en que no tengo ninguna fotografía tuya —le sonrío con inocencia y me encojo de hombros.
—Pues deberías pedírmela en vez de andar invadiendo mi privacidad.
Se acerca a mi y me arrebata el celular de las manos.
—Ven aquí, tontote —dice y hala del cuello de mi camisa para besarme.
Escucho el sonido de la cámara que toma una foto y luego se separa de mi dejándome con ganas de más.
— Ahora sí tendrás un lindo recuerdo de los dos —musita cerca de mis labios. Guarda mi celular en el bolsillo y luego sonríe.
—Creo que deberíamos darle de comer a los gatitos antes de que se haga tarde —menciono sin quitar mi mirada de la suya y ella asiente.
Samy tenia la facilidad de hacerme poner nervioso en cuestión de segundos... Era la primera chica que tenia ese efecto sobre mí.
Tomamos las fundas con croquetas y procedemos a llenar los platitos que anteriormente Samy había lavado. Llenamos de igual manera tazones de leche y agua y el trabajo estaba parcialmente terminado.
Ahora nos quedaría limpiar un poco el lugar, pero decidimos que era mejor hacerlo después de clases, o seria un problema ir a nuestros salones con hedor a quien sabe qué.
Caminamos tomados de la mano hacia el colegio y justo en la entrada nos separamos. Ella tenía que juntarse con su profesor antes de clases... eso de ser una niña genio le quitaba mucho tiempo, pero me encanta que sea tan aplicada.
—Nos vemos luego —dice con una sonrisa.
—Hasta después, Samy... Te quiero —dejo un beso rápido en la comisura de sus labios y prácticamente sale corriendo segundos después.
Me quedo observando como se aleja y en cuanto giro para ir a mi salón, soy interceptado por un golpe seco que me tira al suelo.
Auch.
Debo admitir que quedo casi inconsciente algunos segundos antes de reaccionar y darme cuenta que quien me había golpeado era la última persona de quien lo esperaba.
David.
Llevo mi mano a mi boca y está sangrando.
—Eres un pedazo de mierda, Christopher... eso no se le hace a los amigos —grita enfurecido.
Parpadeo sin entender y noto como detrás vienen Jonathan y José. Ambos nos miran sorprendidos.
— ¿Qué sucedió aquí? —inquiere Jonathan.
—Christopher... Él es un pésimo pana —me señala despectivamente.
Ahora me sentía más perdido que el principio.
— ¿Qué? ¿Pero que hizo? —ahora habla José.
—Vi como le daba un beso a... Samantha, tu Samy, José —explica más enojado aún y José cambia el semblante de confundido a emocionado.
— ¡No lo puedo creer! ¡Pela, estoy feliz! —dice agachándose y dándome pequeñas cachetadas emocionado. — ¡Así se hace, perrita!
Me da la mano para ayudarme a poner de pie y en cuanto veo hacia los chicos, nos miran como bichos raros.
—Me rompiste el labio —hablo mirando a David.
— ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué te pusiste feliz de que Christopher haya besado a tu novia?
— ¿Tu novia? —pregunto con el ceño fruncido hacia José y este sólo ríe.
—Fue una broma, pendejo —habla José.
—Pero... aún así, pensé que te gustaba Samantha... Y tú, pensé que solo eran amigos. ¿Qué clase de juego loco es este? —pregunta David pareciendo fastidiado.
— No es ningún juego. Y te resumiremos las cosas... Yo no tengo nada con Samy, solo somos amigos... Y Christopher está perdidamente enamorado de ella.
Todos nos quedamos en silencio varios segundos.
—Siento como si estuviera en un mundo paralelo —habla Jonathan.
—Yo... Yo lo siento mucho, pela. Te juro que no sabia nada de esto —intenta disculparse David conmigo y ruedo los ojos.
—Pues para la próxima no seas tan pendejo y pregunta antes de partirle la boca a alguien.
Esta mierda de verdad dolía.
—De verdad lo siento, pelita. Sabes que te amo —me abraza e intento quitármelo de encima pero no puedo.
—Mejor consiganse un cuarto —bromea Jonathan y tanto él como José empiezan a reírse a carcajadas. Mientras tanto David ahora me daba besos en la mejilla para que lo perdone.
Si Karen viese esta escena no quiero saber lo que se imaginaria.
(...)
— ¿Entonces ya son novios?
—No —respondo concentrado en mi ejercicio de matemáticas.
— ¿Por qué no?
— ¿Tu y Karen son novios?
—Mmmm... No.
— ¿Por qué no? —pregunto imitando su tono de voz.
—Porque quiero tomarme las cosas con calma... ella de verdad me gusta —explica con serenidad.
—Pues entonces no me preguntes tonterías —digo sin quitar la vista de mi cuaderno.
Aunque ese no era mi motivo, solo quería evitar la conversación por ahora y concentrarme en estos ejercicios.
—Eso quiere decir que también lo estás dudando —afirma y frunzo el ceño.
— ¿Acaso tu estás dudando? —ahora si le estaba prestando toda mi atención.
—Pues... solo un poco —rie con incomodidad y se rasca la nuca.
— ¿Por qué idiota? Karen te quiere de verdad.
— ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo estás tan seguro que no es solo una ilusión de chiquillos adolescentes y ya?
Me quedo observándolo con seriedad. Recuerdo muy bien que David, aunque nunca lo parecía, era el más serio de los cuatro.
Me sorprendía cuando salia con sus pensamientos profundos y yo nunca sabia como responderle; pero ahora era diferente.
—Arriesgate a sentir eso tan lindo, David... No me preguntes el cómo lo sé, pero estoy seguro que Karen es esa chica que tanto has estado esperando, ella te quiere y sé que tu igual. Solo deja que todo fluya... Al fin y al cabo, es mejor arrepentirse por lo que hiciste que por aquello que no —termino y sonrío por recordar a Samy.
— ¿En qué momento maduraste y no me di cuenta?
Ambos reímos y hacemos silencio en cuanto sentimos la mirada de la profesora sobre nosotros.
—Bien... entonces qué esperas tú
—Yo solo estoy esperando el momento adecuado —respondo pensativo —Quiero que sea algo que ella y yo recordemos siempre con una sonrisa, pero aún no sé el cuándo ni el cómo.
—De verdad estás enamorado, pela.
—Estoy convencido de que Samy es la indicada.
Nos quedamos en silencio tras nuestra conversación y minutos después continuamos con los ejercicios.
La hora de receso había llegado finalmente y solo quería salir y buscar a Samantha.
— ¿Qué quieren comer? —pregunta Jonathan.
— ¿Acaso nos vas a invitar? —habla sorprendido David.
—Oigan, todo un día de tortura acompañando a mi mamá de compras tiene sus beneficios —explica y reímos.
—En ese caso, yo quiero un bolón de chicharrón —dice José.
—Yo igual —habla David. —Pero que sea enorme.
— ¿Y tú pelita? —inquiere Jonathan hacia mi.
—No sé si los acompañaré, creo que iré a ver a Samy.
—Me dueles, Christopher... Los panas están primero que las chicas —ruedo los ojos.
—Está bien, también quiero un bolón de chicharrón pero con café, tengo un poco de frío.
Caminamos hasta el pequeño bar del colegio y nos sentamos en una mesa.
Jonathan va a pedir lo que se nos antojó, mientras yo sólo intento ver a Samy por algún lado.
Alguien me toma por sorpresa abrazándome por detrás.
—Hola, chicos... Hola, bebé —deposita un beso en mi mejilla y alejo mi rostro con fastidio.
—Marian, no hagas eso —me safo de su agarre y me siento en otra silla.
—Que arisco que eres, mi amor.
Se sienta en el lugar que estaba ocupando yo y nos sonríe a todos. No sé que está esperando.
— Y bien Marian, ¿te podemos ayudar en algo? —pregunta José y ella niega.
—No, solo quiero pasar tiempo con mi amorcito y con sus amigos —explica con una sonrisa demasiado exagerada y ahora siento como alguien más me abraza por detrás.
Reconozco ese aroma.
—Espero que al amorcito al que te refieres no sea MI AMORCITO, Marian... O de lo contrario tendremos muchos problemas —sonrío al escuchar a una Samantha celosa por primera vez.
Muevo mi cabeza para atrás hasta poder verla y deposita un beso en mis labios, hago una pequeña mueca de dolor y se percata de ello.
— ¿Qué te pasó en tus lindos labios, mi amor? —pregunta muy melosa y río. Sé que lo está haciendo a propósito.
Los demás solo nos miran raro, sobre todo Marian.
—Tuve una pelea por defender nuestro amor, mi vidita —le sigo el juego y hace un fingido gesto de ternura.
Quiero reírme a carcajadas.
—Mi bebesito es todo un caballero —vuelve a hablar y mueve las pestañas sonriendo.
— ¿Qué significa esto? —inquiere enojada Marian y solo sonrío.
—Significa que se terminó tu jueguito tonto... Christopher ya tiene dueña y esa soy yo, querida —explica Samy y vuelve a darme un delicado beso en los labios.
—Ustedes me dan asco —espeta Marian y se pone de pie para luego marcharse enojada.
En cuanto nos volvemos a mirar estallamos en risa aunque José, David y Jonathan que apenas se unía nos miraran como bichos raros.
—Ustedes me asustan —dice Jonathan y deposita nuestra orden en la mesa.
—Dame esos cinco, mechitas —menciona Samy ofreciendo su mano para chocarla y así lo hago.
—Sientate "bebesita", voy a pedir algo para que nos acompañes.
—Gracias "pedacito de mi corazón" —dice y me lanza un beso volado.
Sonrío y camino hacia el bar en busca de lo mismo para Samy.
—Espero que sigan bromeando o no toleraré que sean tan cursis —habla José y Samy le saca la lengua.
Los próximos 30 minutos nos la pasamos riendo de cualquier cosa y comiendo a gusto.
Si así serían el resto de mis días con Samy, sería demasiado feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top