II.II: La promesa de Antares
Grecia-Santuario siglo XXI, época actual.
En el templo de la urna preciosa, un joven de cabellos aguamarina que caían elagamente sobre sus espalda y hombros, piel blanca como la nieve, suave como la porcelana, ojos como dos zafiros celestes. Leía tranquilamente un libro, mientras tomaba una taza de té, se hundía en el mundo de la literatura clásica. El silencio gobernaba cada rincón del templo, era algo que le agradaba al guardian de acuario. Era una paz que se vio interrumpida por un sonido poco inusual.
Camus: debe ser mi imaginación...-menciono para si mismo y luego tomar un poco de su té. Más luego el sonido se hizo más notorio, era ese ruido que provocaban las cadenas al ser arrastradas. Eso lo alarmó, su susto era tanto que terminó rompiendo su taza esparciendo el té por toda la alfombra. Se puso de pie y fue directamente a su habitación donde se fijo el calendario, cuando se dio cuenta era 7 de febrero su cumpleaños número 17.
Camus: No!- el galo cerro rápidamente la puerta de su habitación, y movio su cama hacia la puerta para evitar que alguien entrará.- como pude olvidar mi propio cumpleaños...esto es grave!- era un riesgo salir por la puerta principal de su templo, por lo que abrió la ventana de su habitación y como su cuerpo era delgado, aparte de pequeño logro salir por ahí sin dificultad alguna.
Justo en los momentos que el bello francés salió de su habitación por la ventana, la puerta de esa misma habitación se abria atraves de una fuerte explosión, el que había provocado ese desastre era el caballero dorado de escorpio, entro a la habitación del acuriano con una sonrisa y una cadena en manos.
Milo: camie! Feliz cumple...eh?- antes de terminar de felicitar a su amigo. El heleno noto que nadie estaba en esa habitación, al principio busco algún rastro del galo en la habitación, al no encontrar nada fue rápidamente a buscarlo.
Mientras el menor fue al templo de capricornio, corriendo como alma perseguida por el mismo lucifer, al llegar al templo de shura, el francés cerro la puerta de salida y congelo la entrada. Aquella acción había confundido al guardian del décimo templo, más aún cuando el francés fue a la habitación del español y se metió debajo de la cama de este, no sin antes cerrar bien las puertas.
Shura: camus...me agrada tu presencia, pero no tienes autoridad para cerrar las puertas de MI templo.-hablo mientras se arrodillaba y agachaba para ver a camus, que estaba escondido debajo de esa amplia cama.
Camus: mira el calendario...-el mayor suspiro, se puso de pie y fue a fijarse la fecha de ese día. Cuando lo noto entendio el comportamiento de su amigo.
Shura: uy...lo siento camie, olvidé que era tu cumpleaños
Camus: no importa, después de todo mis cumpleaños son horribles, gracias a milo.- respondio sin salir de su escondite.
Shura: por las cadenas?
Camus: si! Las malditas cadenas que milo me pone cada año, suprime mi cosmos, pero lo peor es que ese inútil me trata como un animal
Shura: si, estoy enterado, cada año te veo en esa situación.- esta vez el español se sentó sobre la cama, talvez camus estaría escondido en su recámara todo el día, y eso le agradaba, la presencia del francés lo reconfortaba de muchas maneras.
Camus: pensé que esta tortura pasaría el mismo día que se originó, pero es más que obvio que milo nunca entenderá que no soy ganimedes...
Shura: yo también pienso que es tonto que seas la reencarnación de ganimedes...aunque no niego que eres demasiado lindo.- menciono con un sonrojo que adornaban sus mejillas.
Al escuchar eso, el menor solo se ruborizo, no era novedad que le dijeran que era lindo, pero cuando esa palabra salió de la boca de shura su corazón se acelero y su cuerpo se estremeció. Shura en cambio pensó que no era buena idea que el galo estuviera escondido debajo de su cama, por lo que se agacho para tratar de sacarlo de ahi. Hasta que ambos dorados se pusieron en alerta más shura que se puso en defensa al ver que alguien entro forzadamente a su habitación, la puerta había sido rota de una sola patada y el responsable de eso fue el guardian del octavo templo, Milo.
Shura: no conoces el respeto escorpio!? Porque entras de esa manera a donde nadie te invito.- las palabras de shura contenían una pizca de amargura y rabia en cada una.
Milo: Tu tienes a mi camie! -Grito, el español estaba por responderle, pero una voz muy dulce le ganó.
Camus: no soy nada tuyo!
Al darse cuenta de lo habia hecho el menor se cubrio la boca con sus manos, y sintio como alguien le tomaba de los pies para luego jalarlo fuera de su escondite, en breves segundos, el menor tenia una cadena alrededor de su cuello, la cual le suprimia todo su cosmos.
Shura: milo, ya tienes 18 años y aun no superas que camus sea ganimedes? -Para tratar de ayudar a su amigo, decidió intervenir.
Milo: talvez, pero ganimedes es el antepasado de camus. Que me asegura que zeus no vendrá por él?
Camus: y que te asegura que zeus vendrá por mi!?
Shura: Milo...sabes que los objetos anticosmos nos debilitan y somos más indefensos que un niño, quitale la cadena.
Milo: es solo una vez al año.
Camus: son diez años que me haces lo mismo! Por una vez...quiero tener un cumpleaños normal, hacer algo diferente, sin cadenas ni nada!
Shura: escucha lo que te decimos milo, estamos en tiempos de paz, nada malo sucederá
Camus: porfavor...Milo.- imploro el menor, no perdia nada y si tenia mucho que ganar al rogar, al caballero de escorpio.
Milo: esta bien...solo daremos un paseo por rodorio, ya no estaremos en acuario encerrados como cada año.
Camus: disculpa? -Dijo entre dientes, mientras apretaba sus puños y temblaba de rabia, no sabia cuanto más soportaría esa tortura
Milo: es peligroso y lo sabes, este año vamos a pasear por rodorio camie!- jalando de la cadena el mayor se llevó a camus casi arrastrando, eso no le gustó al guardian de capricornio así que uso su última carta.
Shura: se lo dire al patriarca.- sin mas ambos mayores tomaron rumbos distintos, shura al templo del patriarca y milo llevando al menor como si fuera una mascota, a rodorio.
Camus: ya superalo! Milo no soy quien tu crees, además que problema te haces si zeus me lleva con el? Si realmente crees en esa leyenda, mi destino consistiría en estar a su lado como en la era mitologíca, no crees?
En el trascurso a rodorio milo no respondio nada, por alguna razón le dolía las palabras de camus, tanto que una lagrimita salió de su ojo, resbalando lentamente por su rostro. Camus tenia razón, pero era milo quien no aceptaba esa posibilidad de dejar ir al francés a manos del dios zeus, algo dentro suyo solo quería protegerlo
Camus: ya madura milo, lo que sucedió en la era del mito se queda ahí...te suplico que me quites estas malditas cadenas! -Grito, llamando la atención de casi todos el pueblo de rodorio, a lo cual milo solo suspiro y con una mano se limpió esa pequeña lágrima que caia por su rostro.
Milo: no tomaré riesgos, yo le tengo respeto a nuestros dioses tu eres francés así que no entiendes mucho de la cultura griega...las leyendas y mitos se vuelven realidad cuando menos te los esperas, un ejemplo claro es nuestra diosa
Camus: porfavor milo, no me insultes...conosco más de la cultura griega de lo que imaginas y nisiquiera conocemos a la tal athena, sabes que el patriarca siempre dice que ella no sale de su recámara.
Milo: entonces porque te convertiste en un caballero sino era para servir a tu diosa? Usas la armadura de acuario en su nombre
Camus: tu más que nadie sabe el porque me convertí en caballero! El patriarca no me dejo opción!
Milo: eso no importa! A lo que quiero llegar es que no te quitare las cadenas cadenas hasta que el día acabe
Camus: Milo....zut! J'espère que tu meurs! Vous ne savez pas comment cette situation me rend désespéré mourir sacrément pour tous les dieux!! -Empezó a insultar al escorpion en francés pero más le maldecia por tenerlo encadenado.
El caballero de escorpio no entendio lo que su amado francés dijo, pero no le importaba toda palabra que saliera de la boca de camus en francés le encantaba, y eso incluía las maldiciónes e insultos que camus le lanzaba. Al ver que camus se tranquilizaba milo recién pudo hablar.
Milo: mejor?
Camus: sacre bleu!
Milo: ya?
Camus: regresemos al santuario, no quiero problemas con el patriarca
Milo: pero tu dijiste que querías hacer algo diferente
Camus: diferente, animal, diferente...no romper las reglas, es tarde.- menciono con una molestia reconocible.
Milo: bien te parece si damos un paseo por la playa antes de volver, te parece?
Camus: que más me queda? Si con estas cadenas no puedo ir a ningún lugar que tu me lleves.- se encogió de hombros para seguir al escorpion, y caminar por las arenas griegas mientras el ocaso hacia su primera aparición, tornando el cielo de un rojo carmesí.
Entre la playa solo se podían ver a los dos caballeros, cuando decidieron que era momento de descansar se sentaron para presenciar la puesta de sol, milo sentia un gran alivio porque dentro de unos minutos su mayor temor despareciaria, asi que para desparecer su temor, saco una pequeña llave que colgaba de su cuello y con eso liberar al menor de esas cadenas.
Por aquella acción el menor se sorprendió, pero más le sorpenderia lo que el escorpión estaba por decirle.
Milo: ya no lo soportó más...si todos estos años estuve encadenandote era porque dentro de mi sentia que debía protegerte...no sólo de zeus, te amo y mucho, incluso diría que te amo antes de que nacieramos o antes del comienzo de las cosas, espero entiendas este pequeño esfuerzo que hize, ya tienes 17 años y mis miedos desaparecieron con esta puesta de sol, pero mis sentimientos seguirán hasta el fin del universo
Camus: milo...-susurro.- yo...
Sin dejar que el menor terminará de hablar, fue interrumpido por las manos del escorpion que tomaban sus mejillas y sus rostros se acercaban, para luego unirse en un beso cargado solo de amor sincero.
Era el primer beso de ambos dorados, un beso inocente y lleno de ternura, correspondían a lo que su corazón y mente ordenaba, era lo que ambos deseaban pero más el escorpión. Pronto a medida que el beso se profundizaba, el menor era recostado en las arenas, aquel beso desparecio cuando milo empezó a bajar su lengua por el cuello de su amado, el cual solo suspiro al sentir lo cálido de esa lengua.
Camus: Mi...Milo. - Su dulce voz salió en un gemido tímido y bajo, pues tenia miedo de que alguien los viera
Milo: este es un hermoso lugar, para entregarnos. -Susurro al oido del pequeño francés, después de dejar algunas marcas en su cuello que de seguro tardarían en desparecer.
Camus: milo...nos pueden ver
Milo: pues que se enteren de nuestro amor
Camus: no...detente
Ante ese ruego, el heleno hizo caso omiso ante esa petición, su objetivo principal era tomar toda la pureza que reflejaba el galo, por lo que en menos de dos minutos, empezó a quitar la camisa del menor dejando su torso desnudo lo que provocaba un rubor en las mejillas blanquecinas del francés.
Antes de que él guardian de escorpio le quitará los pantalones del menor un rayo cayó cerca de ellos, demasiado cerca, tanto que detuvieron sus acciones y notaron que el cielo estrellado desparecio cuando unas nubes negras llegaron.
Pero unas siluetas de personas con alas, aparecían entre el polvo creado por el rayo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top