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Seijuro no estaba feliz.

Es mas si pudieras matarlo ahora mismo estaría feliz, pero después se acordaba de que dejaría a Harry a merced de los lobos que era el resto de a humanidad y se le pasaba.

Las clases eran demasiado fáciles, nada que ver con el nivel que hubiera tenido en Rakuzan, pero bueno, todo fuera por estar con Harry.

Ahora bien si se pudiera deshacer del estúpido idiota de cejas raras que tenía delante, todo sería mas fácil y tranquilo.

Era un completo idiota en todas las materias, incluso en ingles y eso que había crecido en Estados Unidos.

Que alguien lo mate por favor.

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Por otro lado Tetsuya y Harry se lo estaban pasando extremadamente bien juntos.

Habían estado hablando como señoras que no se veían desde hace un par de días para contarse todos los chismes que habían recopilado hasta que el profesor encargado del aula había llegado.

Kuroko no estaba feliz con que Akashi Seijuro estuviera también en Seirin, sabía perfectamente como era su otra personalidad y en sus propias palabras sería un dolor en el culo tratar con el para estar tiempo con Harry.

Pero bueno, si quería poder seguir estando junto a Harry, tendría que aguantar al loco de su primo.

Las clases por otro lado eran bastante fáciles para los dos, por lo que cada vez que el profesor se daba la vuelta seguían mensajeándose como si no hubiera un mañana, no que hubiera mucho mas para contar pero cuando se ponían hablar no paraban.

Tetsuya reflexionaba que seguramente era por eso que al resto de la generación de los milagros les enfadaba que pasara tanto tiempo con Harry.

Los destinados en general eran bastante posesivos, aunque su pareja estuviera hablando con otro sumiso todos eran a sus ojos personas que les querían robar a su pareja.

Y vaya que Harry tenía a un buen puñado bien posesivos, era siempre un dolor en el culo lidiar con todos ellos cuando se ponían en modo cavernícola.

Pero bueno, suponía el que ahora todo sería mas fácil en cuanto se enteraran que era un sumiso y, no estaba interesado en ningún momento de esa manera hacía su mejor amigo.

Y si no, siempre tendría que pasar por encima de ellos como lo llevaba haciendo desde sus años en Teiko.

Sonando la campana para el descanso los dos se levantaron con la intención de ir a la azotea a comer sus comidas.

Y si, la cara de Akashi Seijuro había valido oro por unos micro segundos cuando la sorpresa se había notado en su rostro.

Después obviamente y pareciendo que Harry podía notar la tensión de forma indirecta, la magia de la emperatriz apareció, y, el emperador quedo como cachorro siendo acariciado ante la burbujeante felicidad de Harry.

Le esperaba una comida bastante incomoda, llena de preguntas y respuestas, pero no le importaba.

Mientras pudiera disfrutar de la compañía de Harry, Tetsuya pensaba que podría venir toda la generación de los milagros y le importaría una mierda.