Es algo corto :V.

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Si le preguntaras a la generación de los milagros quien era su persona mas preciada, estos sin dudar te responderían que Harry.

Ahora bien, tu sabes la discusión que se llevo a cabo sin que este ultimo lo supiera justo unos días antes del fatídico partido, porque si estos estaban discutiendo a que escuela secundaria debería ir Harry.

Y aunque Akashi hubiera estado encantado de decir con el y acabar la discusión, por desgracia Rakuzan no aceptaba a donceles dentro de su campus, así que sería la primera vez que los dos primos se separarían durante tanto tiempo.

Por supuesto cuando el resto de la generación se entero aprovecharon el bug, era la mejor oportunidad de ganarse a Harry sin que Akashi estuviera siempre por el medio tirando sus oportunidades por el suelo.

Akashi por su lado estaba que rabiaba, no era peor que eso, estaba tan sumamente cabreado que casi mata a alguien, ¡esos hijos de su madre le querían quitar a su Harry!.

Tenía que hablar con su padre, sabía que si lo exponía de la forma correcta no lo rechazaría.

Estaba decidido a ir a la misma preparatoria que su Harry le doliese a quien le doliese.

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Harry por otro lado sin nunca haberse enterado de dicha conversación veía como la graduación de Teiko se llevaba a cabo, el ya habiendo recibido su diploma junto a su primo y esperando por el resto, siempre mirando alrededor para ver si podía ver a Tet-chan, pero obviamente los estaba esquivando como la peste y eso lo hacia sentir mal.

Esperaba que al menos si hubiera leído su mensaje de texto en el cual se disculpaba profusamente por no haber estado ese día.

Se sentía culpable.

Desanimado se fue junto a su familia hacia el coche en el que habían venido, no echaría de menos Teiko, pero si que es verdad que echaría mucho de menos a sus mejores amigos.

Era una pena que todos hubieran decidido separarse en diferentes escuelas, le hubiera encantado seguir su educación todos juntos.

Lo que si le había sorprendido era que su primo iba a ir a la misma escuela que el, pensaba que iría a Rakuzan, escuela a la que no podía asistir porque no aceptaban ni criaturas mágicas sumisas ni donceles.

Asquerosos hijos de su fruta madura.

Había escogido una escuela sin nombre en Tokyo, hacia un par de años que había sido inaugurada, por lo que no tenía mucho reconocimiento y de paso podría pasar desapercibido como tanto le gustaba hacer.

Nadie lo había preparado para lo que se encontraría de ahora en adelante.

Pobre Harry, si solo supieras....