Capítulo 27
CHA CHA CHAAAN!!
Es un honor para su servidora, escritora, admin (YO) decir que están entrando a LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS DEL "EL TERCER HIJO DE JOHN LENNON" . ¡Exacto! La gran final está muy cerca, con este capítulo faltan ¡6 capítulos para terminar! Efectivamente, el capítulo 33 será el último de esta gran historia que ame definitivamente :3 espero que ustedes también.
Y POR CIERTO Los invito a que vean mi más reciente vídeo apto para todos los Beatlemanos:
https://youtu.be/ewAM-U0P4kM
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Paul intentaba conducir, pero su mente no podía concentrarse, fijaba la vista en la autopista sin perder el control alguno de la situación automovilística, pero sin duda sus pensamientos eran un torbellino que no podía resolver:
—No Paul—decía para sus adentros—, ni se te ocurra volverte a enamorar de Linda, sé que ella es tu único amor y la chica que no puedes olvidar, pero por favor que no se te ocurra volver a desearla, no puedes recordar nada de ella, ni sus besos, su bondad, compasión y manera maravillosa para hacer el amor, tienes que olvidarla por completo. No hay nada que puedas hacer para volver a estar con ella, John la desea y mucho, él se ha quedado totalmente solo, ella debe odiarte por la manera tan sutil y cruel en como la abandonaste, prefiere a John, él ha sido mejor que tú... siempre.
Seguía con sus imaginaciones poco relevantes, parecía un robot motorizado solo para conducir, no hacía ninguna emoción sobre su rostro, esto le preocupaba a Jazmín, la niñera que siempre viajaba con ellos ya que era como una segunda madre, pronto llegaron al aeropuerto y abordaron el primer avión a Londres.
Ya en el viaje, siguieron estos pensamientos recíprocos
— ¡Olvídalo de una maldita vez, McCartney!—la voz de su interior le gritaba—, será mejor que dejes de pensar en Linda. Tienes que sustituirla con Jane o con alguien más, no te será difícil. Y si es así, ni modo los papeles de divorcio no tienen vuelta atrás.
Se sumergió en un profundo sueño, era la única manera de olvidar sus dilemas existenciales por un rato, hasta que llegaron a casa.
(...)
Julian ya estaba dormido, le aburrían mucho las conversaciones de personas adultas a pesar de que él ya tuviera 16 años, pero no le interesaba escuchar la plática entre Linda y Cynthia.
—Me sorprende mucho—explico Cynthia—, yo he estado muy ocupada, no me entere de la mayoría de las cosas, solamente de la muerte de May, pero no supuse que Susan ya le había dicho la verdad a John.
—Ella dijo ciertas cosas—Linda sonaba estrepitosa—, mintió diciendo que tú la chantajeaste.
—Eh...
—. ¿Mintió, cierto?
—No fue un chantaje de la mala manera—argumentó—, yo solo fui a detallar un punto de vista, Susan fue la exagerada que tomo esa decisión tan estruendosa.
—Bueno, pero eso fue factor de que tuvieras a John por más tiempo ¿No? Él está sumamente arrepentido contigo, y todas las mentiras que paso y está pasando con lo de Leopold.
—Su vida es así—Cynthia se veía sin expresión y hasta algo resentida—, pero estoy segura que Leopold no tiene absolutamente la culpa de nada, todo fue una trampa de Susan.
—Ya se lo ha dicho la misma Bevans, pero John sigue creyendo que eran los dos confabulados. Se puso seriamente violento y no va a escuchar de razones.
—Él es así—dio un largo suspiro—, pero dale tiempo. Estoy segura que él entenderá.
Las dos mujeres se dedicaron a tomar su café sin decir ninguna palabra más, ya casi eran las once de la noche y por momentos pareció que la conversación había dado fin, hasta que Linda hizo la pregunta que rompió el silencio.
—Dime Cyn ¿Por qué estuviste ocupada estos días?
—Estemm...—se notó nerviosa—Ya sabes, el trabajo y todo eso—se escudó tomando su café.
—Bueno pero ¿Dónde está tu marido?
Cynthia dejo súbitamente su taza de café en la mesita de noche, como si no quisiera responder esa pregunta, observo a la pared durante unos breves momentos, para luego decir su desdicha:
—Bueno, es que hace dos días que nos divorciamos.
—Oh—dijo Linda apenada—, lo siento tanto, no sabíamos.
—No te preocupes—trago sus lágrimas—, tú solo preguntaste.
—No fue mi intención, es que como casi no hablas sobre eso... tenía curiosidad.
—No hay nada que disculpar, Linda—dijo ella, siempre tan comprensiva—, creo que tengo un poco de la maldición de la soltera, que ninguno de sus matrimonios sea bueno.
—Ay—dijo resentidamente—, no te preocupes Cyn, estoy segura que llegará tu verdadero amor.
—Ese es el problema—Cynthia se levantó sumamente cansada, camino a la ventana mientras permitía que sus lágrimas salieran dulcemente—, la persona que es "el verdadero amor" me dejo, me abandono en 1968, yo no me he sentido capaz de superarlo, no puedo amar sinceramente porque años después yo sigo queriéndolo, añorando su regreso. Quisiera despertar y verlo a mi lado, pero John ya no lo desea, hace mucho tiempo que me olvido y no quiere saber nada de mí y probablemente de Jules. No sé si haya sido karma lo que le paso con Yoko, pero no estoy segura y además no quiero que le pase nada malo. John ha sufrido bastante, él no merece tener una vida miserable, es tan bueno que se merece lo mejor—da un largo suspiro—. Tal vez yo no pude ser capaz de darle lo que más quería o ni siquiera que me amará pero... a pesar de todo lo que más odio es que se haya vuelto mi mundo y mi universo, para que casi una década después no pueda ser capaz de olvidarlo y entregarme a las falsas expectativas del amor—sollozo más fuerte—. ¡YA NO QUIERO VIVIR ASÍ!
Linda sintió un fuerte dolor en su pecho que quería salir en forma de llanto, pero no pudo hacerlo. Se sentía la mujer más malvada del mundo por hablar con la ex mujer del hombre con quien llega a dormir todas las noches. Además si Cynthia no había podido olvidar a John a pesar del poco tiempo que estuvieron juntos ¿Cuánto le tomaría a ella olvidar a alguien tan maravilloso como Paul? Salió discretamente del departamento, observaba como su amiga se desmoronaba en dolor personal y no pudo ser capaz de decirle palabras de motivación. Cuando caminaba a su departamento no hacía más que pensar ¿Qué palabras diría ella cuando relatará sus días de amor con Paul y no pudiese superarlo nunca
Esa noche tuvo que dormir en la otra cama de su casa, separada de John puesto que lo considero lo mejor.
A la mañana siguiente, Lennon no salió cuando Susan y Leopold intentaban hablar con él, esto despertó el odio infinito de Linda.
—Lo siento—dijo la última—, ya he intentado hablar con él y al parecer no quiere salir. Fue capaz de hasta meterse al ropero.
—No entiendo—Leopold dijo tristemente—. ¿Por qué papá no quiere verme? ¿Hice algo malo?
—No claro que no—Susan lo consoló—, lo que pasa es que... está muy ocupado ¿cierto?—guiño el ojo.
—Sí—Linda no era buena para mentir.
Leopold se recargo un momento por la puerta de su padre y grito:
—. ¡Papá! ¡Sal! ¡Por favor! ¡Prometo comerme las verduras y no ensuciarme con tierra!
Pero aun así, no hubo respuesta.
—Será mejor que—Susan exhalo con dificultad—. Nos regresemos al orfanato. Linda—la miró—. Perdón por haber arruinado a tu familia y todo eso...
—Espera un momento—salió a la defensiva—, por ningún motivo dejaré que Leopold regrese al orfanato, ñel vivirá conmigo, tiene derecho ¡soy su madre!
—Que bien—el niño exclamo feliz y abrazo las rodillas de su mamá.
—Pero seguirás con John—dijo con la cabeza baja—, eso no será beneficioso para los dos.
—No me importa—dijo orgullosa—, lo más importante ahora es Leopold y si John no va a arreglar las cosas ¡Una pena por él! Esperen a fuera, yo arreglaré mis maletas.
Ellos salieron, Linda entro groseramente a la habitación Lennon, mientras John jugaba patéticamente con unas figuritas de acción de Sean.
—Eres el colmo—dijo sin verlo a los ojos y tomo una maleta. Saco su ropa y comenzó a empacar.
—Y tú eres tan tonta como para creer que ese niño es nuestro—siguió jugando.
—Sea o no lo sea ¡No merece este trato! Por eso me voy a vivir con él.
—De acuerdo—el John majadero, insensible y grosero salía luego de tantos años—, no es algo que me importe.
—Tendrás que pagar la manutención, porque ante la ley ese hijo es tuyo y tienes que mantenerlo, independientemente de que lo quieras o no.
—Por mí no hay problema—lanzó un muñequito al techo—, mis discos se venden como pan caliente. Soy dueño de las canciones de Yoko y ya se vendieron todas sus propiedades, soy jodidamente millonario como para pagar a ese bastardo y a todos los de su orfanato del mal.
Linda se sorprendió por ver el grado de cinismo que John tenía, solamente lo miro con odio, con ese mismo odio que tenía desde que había empezado a vivir con él, tomo su maleta ya lista, toco la perilla de la puerta, pero escucho una oración que hizo estremecer toda su piel.
—Entonces ¿ya es todo? ¿Ya es el fin de nuestra relación?
—Sí—afirmo sin rodeos.
—Bueno—suspiró—, si Cynthia no me odiará, me iría con ella.
—Ella no te odia—Linda no guardo la conversación de ayer—, de hecho ayer tuve una conversación con ella. Te ama como si fuera la primera vez.
—Mejor resguarda tus mentiras, Linda—John dijo enojado—. Estoy harto de las malditas y jodidas mentiras.
—Esto no es una mentira—salió del cuarto, pero a fuera dijo— Y si quieres puedes creerme o no.
Y así salió de su departamento.
Los siguientes días, Leopold y Linda compartieron días de extensiva felicidad, también era algo sumamente retador para John quien tenía que hacer el rol de padre/madre con Sean, pero hasta ahora él era lo único sagrado que tenía en su vida. Por una parte fue bueno para él, puesto que ya podía ir libremente con Cynthia y Julian, sin temer nada, como si todos los obstáculos que intervenían entre ellos fueran drásticamente desechados y eliminados. Así que al tener una "familia completa" y salir a jugar con sus hijos reconocidos era un gran motor para sanar todas las heridas internas que tenía, pero a la vez doloroso por no poder besar a Cyn o actuar distante con ella, a pesar de que notaba que realmente se extrañaban.
Pero un día, el abogado de Linda le dio la noticia que la destrozaría por completo.
—Hola—atendió amablemente—, pase por favor.
—No es necesario Linda—dijo serio—. Solamente vine a darte esto—extendió el folder color manila.
—. ¿Qué es esto?
—Mmm lo que pasa es que Paul... acaba de firmar el divorcio, solo falta tu firma para efectuarlo, debes hacerlo no creo que quieras ser demandada.
Y no hace falta describir mucho, para decir que con la mano sumamente temerosa, pesada, intentando no ensuciar el papeleo con sus lágrimas, Linda tuvo que firmar esa acta legal donde la divorciaban oficialmente de Paul McCartney, su probable único amor en la vida.
Y ¿Qué hizo Paul después de haber sido notificado su inminente soltería? No, no fue casarse con Francie, la verdad es que él ya añoraba esa noticia desde hace días, porque creía tercamente que John y Linda vivían cómodos y felices.
Además de eso, era momento de arreglar las cosas con Jane de una vez y para siempre.
—Hola—dijo apenado.
—Ah—Jane sonrió fingidamente—. Que tal...
—Tengo una buena noticia—tenía un florero en su espalda—, mi divorcio con Linda se hizo oficial ¡Ya no hay nada que pueda separarnos!
—Eso es... ¿genial?—bufo indiferente— Bueno, quiero decir que bueno que te divorciaste de ella...
—Así que ya no hay ningún obstáculo ¿cierto? Podremos ser esposos sin ningún impedimento.
—Claro que hay un obstáculo—dijo Jane con cierto enojo—. Yo sigo casada.
—Bueno pues...—Paul sonó nervioso y toco su cabeza con extrañeza— Después de lo que Gerard hizo supongo que le pediste el divorcio ¿no?
Jane no respondió.
—. ¿NO? ¡ME DIJISTE ESO EN TU ÚLTIMA LLAMADA ANTES DE QUE TE DIERA POR IGNORARME DE NUEVO!—exclamo con rabia.
—Eso hice. Le pedí el divorcio, PERO bueno es que... Gerard siempre es tan encantador, si vieras su rostro tierno de "yo no fui" probablemente me entenderías. Pero para no hacerlo tan largo, decidimos darnos una segunda oportunidad. Yo tuve que pedir perdón por haberlo engañado de esa manera, por eso le prometí que no volvería a cruzarme contigo nunca más.
Cuando Paul escucho estás palabras, sintió como su piel se helaba por completo. En sus recuerdos solo llegaban las veces que Jane le decía "No voy a dejar mi carrera por ser ama de casa" "No voy a doblegarme ante ningún hombre" y ahora que lo hizo con Gerard, le provocaban unas ganas tremendas de golpearse a sí mismo, porque no podía comprender la estupidez de algunas mujeres.
Y fue así como a la mala tuvo que dejar de encapricharse con Jane.
Dio la media vuelta, tiro las flores al piso, no las aplasto ni nada por el estilo, no se fue corriendo, no hizo berrinche alguno ni denoto ninguna muestra de odio infinito. Tal pareciese que estaba suprimiendo todos sus sentimientos de ira infinita.
Siempre vivió atrapado en el recuerdo de Jane, pero pensaba que ella fue su verdadero amor pero ¿A qué costo tuvo que darse cuenta que no era así? Tuvo que aventarse de un edificio, recibir disparos, someter a sus niños a "clases de buenos modales" y ahora ¿Esto? Fue un golpe gigantesco a su persona.
Llegó a su casa y cuando iba a entrar en grito, vio la felicidad que inundaba sus ojos día con día.
—Mira papi—dijo la pequeña Mary—, hice un dibujo—lo mostro—. ¿Te gusta?
Al ver la inocencia con la que sus cuatro pequeños jugaban fue algo maravilloso, tal como si esto fuera el remedio para toda la noche de corajes que sufrió, una sonrisa se esbozó sin qué lo hubiese pedido. En vez de desquitarse con ellos lo que hizo fue abrazarlos, ver una película y jugar como un padre responsable.
Entonces esa noche, a parte de darse auto respeto en el amor, aprender que no siempre vas a lograr lo que quieres, Paul aprendió que la verdadera alegría se encontraba dentro de uno, no a lado de alguien.
Y lo único que quería era cuidar a sus hijos, sin preocuparse por el amor. Se dedicaría solo a ellos y a nadie más.
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