A diferentes grados, comenzando con la pérdida del sabor, hasta la amargura, que invade el paladar, siendo la causa del querer aunado con la expectativa sobre algún ser. Será acaso que el fracaso de futuros planes con lleva a la decepción? Sueños frustrados por un cariño ciego que nos deja a la deriva del Barranco? por donde si observas, se encuentra el abismo de la oscuridad de tu ser.

El brillo en la mirada se atenúa, una sonrisa triste, giras la cabeza hacia otro lado, manifestando la negación ante la realidad que destruye tu creer, y entonces esbozas una mueca de dolor, tan imperceptible como los sueños que mata la decepción con su paso.

Dicen que no debes esperar nada de nadie, pero está en nuestra naturaleza, a nadie le gusta ser tomado por sorpresa, en un vano intento tratamos de controlar lo próximo a suceder, y cuando no es así, sucede la molestia y la decepción que nos lleva a la resignación. Hasta qué punto es válido vivir en la interminable resignación? Hasta qué punto se puede mantener imperturbable para seguir con la constante lucha de intentar cambiar algo? Uno no puede cambiar a la gente, se nos dice, que solo podemos controlar el como nos sentimos respecto a lo que nos sucede, pero pero el motor que nos hace avanzar llamados sentimientos termina viéndose afectado, haciéndonos acelerar hacia caminos donde terminaremos dañados. Todo esto cargado con el combustible de importancia que nos hace movernos hacia nuestros objetivos...

La vida se vuelve un piso cubierto de diversas pinturas, por donde se tendrá que caminar, y aún que se evite, la decepción forma parte de la base de dichas pinturas.