KRILLIN DETENIDO EN LA COMANDANCIA (efecto de la brujería):

Primera persona: Krillin

-Puedo decir que estaba yo siendo yo mismo hoy día, también pudiera decir que fui yo mismo ayer en la tarde... Por supuesto, hay un momento del día en que dejé de pensar que soy yo el que hace las cosas.

-Señor no será qué usted está bien loco -me dice el oficial que por quinta vez se toma un café bien cargado para seguir preguntándome sobre cosas extrañas, muy raras cosas que me parecen inexplicables, me he sentido ofendido desde que llegué a esta pequeña salita donde el interrogatorio se ha vuelto un lugar de cafeína.

A un lado de una mesa hay una persona normal, un muchacho bien portado, nada sexi y bien peinado, que soy yo; al otro lado un tipo que con tanta cafeína en el organismo parece drogado. Ese es el maldito oficial que me ha traído pero a la fuerza. A empujones, hincándome el dedo en el trasero.

Una de las cosas que me ha parecido difícil es seguir bien peinado, por eso es que mi baba de gorila me lo he tenido que volver a usar, muy bien, yo les aseguro una cosa jamás he creído que soy ese payaso que todo el mundo admira y que siempre sale en una película idiota... Pero estoy pintado con un labial en mi boca y me parezco mucho al guasón.

-¿Señor se puede saber en qué momento del día es el que usted pierde la razón y comienza a hacer cosas tan raras como lanzar kamehas, comprar gasolina y bebérsela acompañada y mezclada con coca-cola guaraná y ron?

-Mire Señor Oficial, no entiendo qué está pasando aquí, aunque sea invíteme una taza de café. Yo también quisiera cafeína.

-No no puedo invitarle, ¿usted está loco verdad?

-Le voy a decir una franqueza dicha con sinceridad...

-Dígalo -dice después de tirar el café al suelo.

Yo me lanzo al suelo tratando de lamer un poco de café. Pues tengo sed, tengo la piel seca, los labios partidos. Tal vez sea porque tomé mucha gasolina combinada con coca-cola. Tal vez sea por el ron; esa combinación nunca me agradó del todo con la gasolina.

-¿Señor Guasón porque llora? - me preguntan con una mirada concupiscente.

Yo sigo lamiendo el suelo, en eso siento en incón de su dedo en mi trasero una vez más.

Luego su mano pasa por los finos cabellos que tengo y me despeina sensualmente.

-Le voy a hacer franco, yo jamás fui popular en el colegio -le digo en una vil confesion mostrando en mi, esa malicia, ese caracter de Merlina Addams que tengo guardada desde años. He estado en muchos internados. ¿El Jonas Leccter, lo conoce?

Separa mis prendas que ya me las quitó a un lado, mi bonita camisa la cuelga en la ménsula de la pared. el lugar estaba oscuro y era el lugar perfecto para ocultarnos de la visión de todo el mundo y ser nosotros mismos, una caricia malsana comienza a suceder, mi corazón palpita a mil por hora. El oficial usa un esparadrapo y me limpia la boca que tenía labios pintados. No recuerdo cómo me los pinté.

En ese momento tan artificioso que veo que la luna sale por entre la ventana y donde estoy seguro que la Matrix se ha equivocado, confieso que es de la hora. Ese es el momento en el que vuelvo a ser yo mismo. Un KiKoku destruye la Luna.

El oficial luego de hacerme sentir feliz me dice la cruda verdad. Que es un narcotraficante. Que el era el mas popular de la clase. De sus manos me da un regalo envuelto en bolsas de regalo.

El?oficial me dice al oído:

-Espero te gusté este regalo, lo estuve planeando hace mucho, así como te he pensado todos estos días por cada segundo. Me es difícil expresarme sin joderla, tengo mucho miedo, estoy pensando en cada palabra, espero reacciones como te estoy imaginando, estuve siempre seguro de esta decisión, sabiendo que corro un gran riesgo de lo que pase por tu linda mente, no sé nada de ti, sólo quiero verte sonreír de nuevo. Prometí... las quiero seguir cumpliendo.

-Siempre fuiste tan indiferente a mi señor oficial.

-Ni tanto loquita. Pero dime tu... ¿Por qué copias al guasón?

<<No sé qué responder solo se me ocurren decir cosas que no tienen sentido y salen de mi boca sin control>>

-Para que nadie se de cuenta que soy un vampiro y que vivo en una mansión donde mi madrastra me quiere casar con un millonario.

El kikoku llega a fascinar a #18.