Esperaba a que yo me retocara y miró por la ventana que el cielo se había despejado. Saldríamos a pasear juntos por ahí.

_ Joey...

Él volteó a mirarme y quedó deslumbrado por mi vestido azul, con tirantes y busto negro y yo lo miré dulcemente.

_ ¿Cómo me veo con este vestido?

Joey me miró con ternura y su cautivante sonrisa y se acercó a mí.

_ Te ves hermosa mi amor. Me encantas

Le sonreí y lo abrasé mimada y él me cargó en sus brazos y me besó.

Bajé lentamente las escaleras y me percaté si mi prima pensaba aparecer, y recordé que había olvidado el regalo que le tenía a Joey, y me devolví a buscarlo.

Joey esperándome en el respaldo de la escalera me observó dulcemente cuando yo me devolví a mi dormitorio...

_ Ten mi amor. Esto es lo que te prometí ayer

_ Son los poemas cariño

_ Si. Espero de todo corazón que te gusten mi amor, porque todos los escribí pensando en ti Joey – aún estaba en los escalones de la escalera -

_ Te amo mucho linda

Miraba feliz a Joey como leía en su mente algunos de los tantos poemas y me reí de emoción y él acarició mi mejilla.

Bajé con cuidado el escalón, Joey me miró, y yo me resbalé y él justó me tomó en sus brazos. Nos miramos profundamente a los ojos casi reteniendo nuestros alientos.

_ ¿Estás bien?

_ Si, descuida, no me pasó nada

_ Debes tener más cuidado, cuando subas o bajes las escaleras en tu estado cariño

Me apoyó de su hombro y me ayudó a bajar los demás escalones.

_ Lo sé mi amor. Ahora que mi embarazo está más avanzado me cuesta mucho subir o bajar estas escaleras – me miré la barriga -

_ Ya me di cuenta de aquello amor, pero cuando estemos en mi casa, yo me haré cargo de que no te ocurra nada cuando utilices la escalera ¿De acuerdo?

_ Si mi amor, está bien. Te amo tanto. Me siento tan protegida a tu lado

Me apoyé en su pecho y él me sonrió todo embelesado.

Regresamos a nuestro lugar secreto, nos sentamos sobre el pasto y Joey leyó los poemas que yo le había escrito con amor y cariño.

Luego nos fuimos caminando pasivamente tomados de la mano hasta la Plaza de Armas.

Esa misma noche...

Volviendo a mi casa, Joey me dejó recostada sobre mi cama, para luego él volver al hotel, pero antes, me acompañó en mi dormitorio a oscuras para no levantar sospechas.

La noche se hizo presente en mi ventana e invadió nuestro momento de despedida...

_ Prométeme que en cuanto llegues al hotel me avisarás a mi celular

Lo miré triste recostada en mi cama y él se sentó junto a mí.

_ Te llamaré mi amor. Te lo prometo

_ No quiero que me dejes Joey

A punto de llorar, él se me acercó y acarició mi rostro.

_ No te voy a dejar mi amor

Me puse a llorar.

_ Llévame contigo al Hotel – Secó mis lágrimas -

_ No pequeña es mejor que no. Solo será por esta noche

_ Entonces tú quédate aquí conmigo, pero no te vayas

Tomé su mano.

_ Mi niña, si me quedo aquí no podremos dormir bien esta noche, y puedo lastimarte

_ Pero Joey...

_ Mi amor, hagamos este pequeño sacrificio sólo por esta noche sí

_ Te voy a extrañar mucho Joey lo abrasé con sollozos, y él me aferró a sus brazos.

Escuchaba mis consentidos llantos, y me susurró que no llorara, que a él no le agradaba el verme triste.

Lo miré con mi rostro lleno de lágrimas y Joey las secó una vez más,

_ Cuando amanezca, vendré por ti y nos iremos juntos a Inglaterra – volví a abrazarlo –

_ En cuanto amanezca, ven a verme a mi dormitorio mi amor

_ Vendré mi vida. Te lo prometo ahora antes de irme, quiero que te recuestes en mis brazos...

Nos sentamos en la cama, yo tome su mano y la coloqué en mi barriga, y Joey colocó su otra mano también y me miró perdidamente enamorado.

Apoyé mi cabeza en su pecho, lo miré con todo mi amor y él acarició mi barriga.

Ambos miramos a la bebe, la sentimos y nos sonreímos.

_ Es curioso amor, pero cada vez que te toco ella se mueve

_ Me patea fuerte y feliz porque sabe que tú eres su papá Joey

_ Te amo

_ Y yo

Nos besamos y nos recostamos suavemente otra vez.

Joey se acurrucó junto a mí y yo le pedí que me cantara mi canción preferida. Él me sonrió y comenzó a cantármela.

Besó mis labios despidiéndose y se marchó por la ventana, dejándome con la ilusión de verlo al amanecer.

Llegó al hotel y se encontró con una multitud de gente fuera del lugar. Todos lo siguieron con histeria, fanatismo y comenzaron a acosarlo.

Joey miró con nervios a la turba que lo estaba acosando con autógrafos, fotos, tironeos de algunas damas, y los detestables periodistas, que lo asecharon con preguntas respecto a que lo habían visto con una joven mujer.

Joey al cabo de escuchar aquello miró a todo su alrededor pensando quien lo había descubierto.

Se saco los lentes oscuros y la turba enloqueció de locura y fanatismo. Joey de pronto la vio y supo quien había sido y miró con desprecio a la recepcionista, quien gozaba de su triunfo delator.

Las mujeres tiraron de su largo cabello y Joey se vio en una peligrosa multitud de mujeres acosándolo. Una de ellas le quitó las gafas de su cabeza y él se desesperó y corrió a la habitación y los periodistas lo siguieron.

Se encerró desesperado en su habitación y miró hacia el ventanal y respiró profundo. Luego comenzó a empacar toda su ropa.