C3


Pasó la noche en su futón, separada de su temblorosa hermana por unas cajas. A pesar de ser una persona de alta clase la habían enseñado a vivir de manera austera y sin lujos, a aceptar todo lo que la dieran sin más. Por eso le pareció bien vivir en un piso, compartiendo habitación y dormir en un futón.

Aquella mañana de sábado su nueva madre quería pasar el día con ellas en el centro comercial, para así conocerse mejor. Así pues, estuvieron visitando algunas tiendas y comiendo en un restaurante. Allí charlaron un rato.

- Mei-chan, antes vivías con tu abuelo, ¿no?

- No, vivía en casa de mi padre.

- ¿Eh? Pero Shou-san siempre está viajando de un lado para otro, ¿no?

- No había visto a mi padre en unos cinco años.

- Oh, ya veo...

- Vivir así debe ser duro, ¿verdad?

- No, mi abuelo tuvo la amabilidad de mantenerme económicamente.

- ¡Oh, cierto! Es el director de la academia, ¿no?

Antes de que pudiera responder notó que tiraban de ella y caía en una fuente encima de su hermana. Con esto finalizó el día de compras, pues si no se iban rápido a secarse y cambiarse de ropa se resfriarían.

Una vez en casa, Ume las envió a la ducha a las dos. Entró al baño y notó como su hermana la miraba fijamente desde la bañera. Cuando terminó de lavarse y fue a entrar en la bañera, la mayor salió corriendo. ¿Tanto la había asustado aquel beso? ¿Se piensa que es una violadora? Bueno, es lo mejor, así aprenderá a no meterse donde no la llaman.

Llegó el siguiente día de clase, como siempre ella llegaba una media hora antes para realizar tareas y controles del consejo estudiantil. Sabía que su hermana no había cambiado el color del pelo, pero al menos esperaba que llevará el uniforme, no se maquillara, no tuviera el móvil. Sobre todo después de conocer que su abuelo estaría hoy haciendo revisión.

Se encontraban en la puerta, su abuelo, ella y algunos miembros del profesorado y el consejo estudiantil, cuando Yuzu llegó. Iba maquillada y sin el uniforme reglamentario y eso no era lo peor...

- ¡Buenos días, abuelo!

- ¿Quién eres tú? ¿Qué uniforme es ese? No estudiarás aquí, ¿verdad?

- ...

- ¡Mei!

- ¿Sí?

- ¿Qué significa esto? ¿Cómo permites que esta necia se vista así?

Se inclinó hacia su abuelo.

- Lo siento mucho.

- ¿De verdad diriges a las alumnas como corresponde?

Yuzu se interpuso entre los dos, haciendo que Mei levantara un poco la cabeza con sorpresa.

- ¡No es su culpa! Si vas a cabrearte con alguien, hazlo conmigo.

- ¿Qué te da derecho a hablarme así? Una chica indecente como tú no tiene cabida en esta academia. ¡Fuera!

- Maldito cabeza hueca. Eres tú el que se niega a escuchar a nadie, puede que yo no sea la impresentable aquí. ¡Idiota! ¡Idiota!

- Qué chica tan irritante.

Tras esto la mayor de las hermanas salió corriendo por la puerta. La menor no entendía por qué se enfrentó así a su abuelo, ¿acaso había perdido la cabeza? Esa reacción era lo más parecido a la chica del sueño y por alguna razón eso la reconfortó.

Poco después la vió en clase, ¿cómo había entrado? ¿tan mala era la seguridad de la academia? Pese a ser la máxima autoridad del consejo estudiantil, prefirió seguir como los últimos días y no dirigirse a ella.

Al llegar a casa, vió a Yuzu esperándola en el recibidor.

- Estoy en casa.

- ¿Tienes un segundo?

- ...

Fueron a la habitación. Y hablaron mientras se cambiaba de ropa.

- Siento lo de esta mañana. Fue mi culpa.

- Si vas a disculparte, ¿podrías vestirte como corresponde?

- Oye... En fin, ya me he disculpado. Y por cierto.. hoy escuche al profesor Amamiya hablando con alguien. No te aprecia en lo más mínimo. Te utiliza para acercarse a tu abuelo. Sé que no quieres que te lo diga alguien como yo, ¡pero eso no es amor!

- Lo sé.

- ¿Eh?

- ¿Y qué?

- ¿Y qué? Soy tu hermana mayor, así que..

- Una cría que ni siquiera había besado antes... no debería intentar darme lecciones como si lo supiera todo.

- ¡No me vengas con esas ahora! Solo te lo decía porque estaba preocupada..

Antes de que la otra chica pudiera acabar la frase se fue de la habitación. ¿Cómo podía ser tan ingenua? ¿Realmente pensaba que los compromisos eran por amor? Todo era por interés, para acumular las riquezas y/o el prestigio de las familias. Todas o al menos la gran parte de las alumnas en la academia estaban en esa situación y lo sabían. La molestó que su hermana mayor creyera en el amor, eso era demasiado infantil, solo sucedía en los cuentos y las películas.

Al día siguiente la mañana transcurría tranquila. Se celebraba una asamblea, todos estaban presentes, el director, los profesores, las alumnas.. excepto su hermanastra. En ese momento estaban presentandola, le tocaba subir al escenario porque tenía que dar un discurso en nombre del consejo, pero de repente apareció Yuzu y empezó a hablar por el micrófono.

- A ver, permitidme un momento. Buenas, buenas. Soy Yuzuko Aihara, de primer curso. Hoy quiero decir unas cuantas cosas en nombre de las alumnas. Primero, estas asambleas de la mañana son de lo más aburridas. Si hicierais el favor de acortarlas, sería genial. El caso, el atractivo profesor Amamiya ¡está liado con una de las estudiantes de la escuela!¡Y tal como lo vi, la estaba forzando. Por cierto, yo Yuzu Aihara, soy nieta del director, un placer conoceros.

No podía creer que eso estuviera pasando. Contó todo delante de toda la escuela. Todos murmuraban sobre aquello. Su abuelo parecía bastante enfadado. No sabría decir que le enfadaba más, si era por no conocer el nuevo matrimonio, por el comportamiento de su prometido o por su nueva hermanastra y su forma de actuar. El hecho fue que rompió el compromiso, echó a Amamiya de la academia y la envió a recoger las cosas de la casa, pues había decidido que a partir de ahora para evitar todo tipo de contacto con aquella chica, viviría con él.

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