C 27


Llegó el tan esperado día. Las dos ya tenían las mochilas preparadas y ellas ya estaban listas para partir, excepto por un pequeño detalle.

- Ya es hora de irnos, Yuzu.

- ... Eeeeh... - Mirándola con mala cara.

- ¿Qué...?

- Mei, creo que es mejor que te pongas pantalones.

- ¿? - No entendía del todo la razón pero cambió la falda por unos vaqueros.

- Mejor. Piensa que hoy nos vamos a mover bastante, estarás más cómoda así.

- ...

- Y bueno... - Se quitó el anillo acercándose a la cajita negra que estaba abierta sobre el escritorio. - Los anillos tendrán que quedarse en casa. No tiene sentido si no los podemos llevar las dos a la vez. - Colocándolos dentro de la caja y cerrándola.

- Tienes razón. - Llevándose la mano izquierda al cuello.

- Pero a cambio... me gustaría que creáramos un vínculo como novias, algo que nadie pueda ver. - Agarrandola de los brazos y sorprendiendo a la chica más alta. - Por eso, bueno me gustaría que nos besáramos una vez al día. ¿Qué te parece? - Puso ojitos de cachorro, embelesando a la otra chica, mientras apretaba más las manos sobre los brazos de la otra chica y se acercaba sus caras lentamente.

- ... - Cuando estaban a pocos centímetros de besarse, la morena volvió en sí misma, se separó y cogió su bolsa. - Paso.

- ¿Eeeeh?

- Además, ¿cómo pretendes que nos quedemos a solas en el viaje...? - Dirigiéndose a la puerta.

- Eso es verdad, pero...

- Haaaa - Suspiró agarrando la puerta mientras trataba de tranquilizarse. - Vamos.

- Sí... pero pensaba que era una buena idea...

Llegaron al lugar, tan solo había un chico moreno con gafas. El cual, cuando vió a su hermanastra, sonrió y agitó la mano.

- ¡Hey, Udagawa-san! Ya estamos aquí.

- Buenos días, Aihara y ...

- ¡Ah! Es verdad, os presento, ella es Mei Aihara, mi hermana pequeña.

- Un placer conocerle, - Inclinándose un poco - gracias por cuidar de nosotras estos días.

- Jeje, igualmente. - Rascándose la parte posterior de la cabeza.

No tardaron en llegar las hermanas Taniguchi junto con Maruta, más tarde Shiraho con Nomura, minutos después Mizusawa, la cual se lanzó a abrazar a la rubia, recibiendo una fría mirada de la morena.

- Gracias por habernos invitado a ir con vosotras.

- Vamos a pasarlo fenomenal.

- Lo mismo digo.

- ...

- ¿Estáis ya todas?

- Aún falta Momokino...

- ¡Siento llegar tarde! - Gritó aquella que acababa de ser mencionada. - Es la primera vez que voy de viaje sólo con amigas... por eso he tardado un poco más de la cuenta en prepararme...

- ¿Has traído una de esas camisetas raras, Yuzuchi? - Mirando ambas horrorizadas a la recién llegada.

- Sí... aunque no es tan rara como esa...

- ¿Hum? - Las dos se abalanzaron sobre la pobre chica para cambiarle la extravagante ropa que llevaba. - ¿Qu--que--qué hacéis?

Se dividieron en dos grupos para montar en los coches. En el primero iban el dueño, con Matsuri de copiloto, en los asientos intermedios Yuzu y Mei, y en el del final Harumi. En el segundo coche se encontraban Mitsuko conduciendo, Kayo de copiloto, y en el asiento trasero Nene, Himeko y Suzuran.

Al poco de comenzar el viaje, la menor de las Aihara, se encontraba en un estado de semiinconsciencia. Tenía los ojos cerrados, sentía que abrirlos o hacer cualquier tipo de movimiento costaría demasiado esfuerzo. Pero aun así era capaz de oír y entender con total claridad las voces de su alrededor.

- ¿Qué pasa?

- Acabamos de salir y la presi ya se ha quedado frita.

- E--es verdad.

- ¿Quizás anoche se quedó despierta hasta tarde?

- No... creo que no es por eso.

- Hey, Yuzu, no te hagas la tonta. Seguramente fuiste tú la que puso nerviosa a Mei anoche.

- ¡¿Eeeehh?!

- Aunque, bueno, era la noche anterior a este viaje tan emocion--...

-skfjk bien

-¿Será verdad...? Oye, Meeeei... - Notó como la agarraban de la mano. - Si no te despiertas... te voy a dar un beso...

- ... ¿Qué? - Abrió los ojos, viendo a su hermanastra sospechosamente cerca.

- ¡Uaaah! N-no es nada... - Soltando la mano.

- ... - Se frotó los ojos.

- Oye, Mei, te quiero preguntar una cosa.

- ¿? - La miró mientras se tapaba la boca para bostezar.

- Como Matsuri sabe que estamos juntas, puede que esté intentando que nos descubran en este viaje.

- ¿Ah, sí? - Apoyándose en el respaldo mientras volvía a cerrar los ojos.

- ¿Cómo que "ah, sí"? Si alguien hace que nos descubran no tendrá sentido que tengamos cuidado.

- Haaa...- Suspiró y miró al frente. - ¿No será que simplemente se divierte viendo como te pones así de nerviosa?

- ...

- Tú solo tienes que actuar de manera normal con todo el mundo... - Cerró los ojos y se apoyó en el hombro de la rubia. - y conmigo también.

- Sí... entiendo... - Acarició la cabeza de la otra chica, mientras se apoyaba en ella.

Poco después, cuando los demás volvieron de comprar, salieron del coche. Fuera estaban Nomura y Momokino sentadas en el suelo con mal aspecto, parecían haberse mareado. El resto estaba admirando el paisaje. El chico que iba con ellas, llamó a la rubia, dejando a la morena sola por poco tiempo, pues Matsuri se acercó a ella para pedirla que la ayudara a llevar algunas bolsas a las mesas, y eso hizo. Una vez allí la pelirosa sacó un salero con forma de gallina y se lo regaló a la presidenta del consejo, la cual no entendía muy bien la razón de aquello. Se quedó mirando aquel objeto, pensando que seguramente a su hermanastra le parecería adorable. De repente alguien la pasó el brazo por encima del hombro, sobresaltandola.

- ¡Hey, Mei! ¿Quieres ir conmigo a pescar?

- Haaa - Suspiró, levantando la mano libre para apartar a la rubia, la cual se asustó un poco. - Paso. Me quedaré aquí haciendo los preparativos para cocinar. - Dejó el extraño regalo encima de la mesa y giró la cabeza hacia la otra chica. - Nos vemos luego.

- ¡Vale! - Sonriendo mientras iba al estanque.

Matsuri se tumbó en uno de los bancos de madera que había junto a las mesas. Mientras Maruta y la mayor de las Taniguchi llegaban.

- Me muero de calor y de aburrimiento... Hey, ¿aún no está la barbacoa?

- ¿Qué hace ahí estirada? Será maleducada...

- He traído madera para hacer fuego. - Dejándolo en el suelo.- Nosotras vamos a buscar la comida. Mientras tanto, Aihara, enciende el fuego.

- Entendido.

- ¿Nh? - Vió a la pelirosa tumbada. - Cambio de planes, enciende tú el fuego Mizusawa.

- ¿Eeeeh? - Al notar la energía de la mayor, se incorporó. - Vale, está bien... qué pereza. - Prestó su móvil a la presidenta del consejo. - Bueno, Mei. Busca un vídeo que enseñe a hacer fuego. Y tú cejitas, serás mi asistente.

- ¿Cejitas? ¡Pero si soy mayor que tú!

- ... - Miró el aparato mientras movía las orejillas de la funda. Tras unos segundos preguntó. - ¿Cómo se usa esto?

- ¡¿No lo sabes?! - Cogió de vuelta el teléfono y junto a Momokino buscaron el video. - Mei es una cavernícola.

- ¡No voy a tolerar que sigas hablando mal de Mei-Mei!

- Es muy interesante. Pensé lo mismo durante el festival de verano, pero desde que conozco a Yuzupon... siento como si se me hubiera abierto un nuevo mundo. - Llamando la atención de la joven Aihara.

- ... - Miró a Shiraho y siguió la dirección de sus ojos, para ver a Himeko y Matsuri trabajando juntas.

- ¡Meeei!¡Ven, deprisa! - Gritó una rubia mientras agitaba el brazo.

- Te está llamando.

- ... - Caminó unos pasos en la dirección de su hermanastra, pero paró un momento. - Senpai hay veces que yo también pienso lo mismo. - Dijo mientras se ponía un mechón de pelo tras la oreja, para luego volver a andar.

- Vamos a llevar esto primero.

- Sí.

- Mira presi. - Mostrándole una red con algunos peces. Para luego alejarse junto con Nomura.

- ¿Y bien? ¿Tu grupo se lleva bien?

- Sí.

- ¡Es divertido esto de pescar! Cuando vuelva Harumin con la red, ¡inténtalo tú también, Mei! Aunque sea sólo tirar la caña al agua sin cebo, es divertido igualmente. ¡Mira!

- Sí... eso parece. - Sentándose en un banco que había tras la gyaru.

- ¿Eh? ¿No lo vas a intentar? Hacer algo que nunca has hecho antes es divertido. Aunque si es contigo, Mei... ¡Cualquier cosa sería divertida!

- ... - Una vez más se sentía perdida en una encrucijada.

- Bah... no me hagas caso.

- Oye, Yuzu, eso que dijiste de besarnos una vez al día... ¿Quieres probarlo? - Comentó casualmente mientras volvía a ponerse un mechón de pelo tras la oreja, notando que la otra chica se tensó.

Antes de que reaccionara y contestara, volvieron las otras dos chicas. Estuvieron pescando un poco más y luego fueron a comer. Yuzu se sentó junto a Harumi, Nene y Suzuran. Mei con Himeko y los demás estaban aún terminando de preparar la segunda ronda de peces que habían llevado. La presidenta estaba sentada mirando el paisaje, mientras su vicepresidenta fue por un plato de comida, notó una mirada fija en ella, se giró y vio a su hermanastra mirándola embobada. Agradeció que Momokino volviera rápido con la comida, para intentar evadir la incesante mirada de la rubia. La cual de repente gritó y salió corriendo hacia las fuentes, seguida por Matsuri.

Tras comer, lavar y recoger, estuvieron un rato más paseando, jugando y disfrutando del paisaje. Cuando empezó a hacerse tarde volvieron a los coches para ir finalmente a la pensión.

- Las habitaciones son todas para dos personas. Podéis usar cualquiera de las del segundo piso que no estén cerradas con llave. - Comentó a las chicas el joven Udagawa.

- Bueno, para evitar peleas en el tema del reparto de las habitaciones, yo me he ocupado de hacer la distribución. - Dijo Mizusawa sacando un papel con la colocación. " 1 Yuzu y Mei ; 2 senpai Taniguchi y yo ; 3 Taniguchi (hermana mayor) y Nene ; 4 Cejitas, Gafitas y senpai Shirapon (3 personas) ; 5 Jefe."

- ¡Esto es inaceptable!

- ¡Con quien sea menos con senpai Mitsuko!

- Yo preferiría estar contigo, Micchan...

- A mí me da igual...

- Sois todas unas caprichosas. Bueno, también me imaginé que pasaría esto, así que he preparado un sorteo. - Sacó de la mochila unos palos y dejó que cada una cogiera uno. - Esto le parece bien a todo el mundo, ¿no?

- Yo quería estar en la misma habitación que MeiMei...

- Bien, cada uno a su habitación.

Se retiraron al cuarto que les había tocado a cada uno, para dejar el equipaje y descansar un poco. La morena entró en la estancia y tras ella una rubia.

- Oh... Hemos acabado en la misma habitación.

- Eso parece. - Cuando se giró a mirar a su hermanastra, esta se volvió rápidamente en otra dirección, para dejar la mochila encima de la cama y sentarse.

- Ho--hoy nos toca en camas separadas, siempre dormimos juntas, así que es una lástima, ¿no?

- Si tantas ganas tienes... - Dejando su bolso en la cama. - Podríamos dormir en la misma cama.

- ¿Eeeeh?

- Es una broma. - Comentó, aún dándole la espalda, intentando mantenerse serena y maldiciendose a sí misma por haber dicho aquello. Repentinamente notó como la agarraba de un brazo para voltearla, la tiraba a la cama y se sentaba a horcajadas encima suya entrelazando sus manos. - Yuzu... ¿qué haces?

- ¿En serio eso ha sido una broma? - Preguntó ansiosa, mirándola a los ojos.

- A--acaso ¿no es evidente? - Girando la cabeza hacia el cabecero de la cama, pero la rubia poniéndole la mano en la mejilla, la hizo volver a mirarla mientras lentamente se acercaba.

- Es mentira. - Cuando estaban a punto de besarse, escucharon unas voces tras la puerta.

- ¡Heeeeey, Yuzuchi! ¡Vamos a bañarnos!

- Ah - Se incorporó rápidamente sobresaltada.

- ¡El jefe dice que nos turnemos para bañarnos antes de la cena! ¿Qué vais a hacer vosotras dos...?

- De acuerdo, ¡ahora voy! y... ¿y tú, Mei? - Buscando en la mochila algunas cosas para el baño.

- Yo... iré después. - Alzándose.

- Entonces nos vemos luego. - Tras estas palabras dejó la habitación.

La morena una vez a solas se abrazó a sí misma, temblando. Esto no podía seguir así, debía contenerse. Cada vez que tenía momentos como ese con Yuzu, la culpa por lo que debía hacer la golpeaba más y más fuerte. Algunas lágrimas corrieron por su rostro mientras intentaba calmarse acurrucándose en la cama.

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