Capítulo 5: La Revelación y la Batalla
El aire en el salón de entrenamiento estaba denso, cargado de energía como nunca antes. Logan podía sentir la presión de la magia que Kieran había comenzado a acumular, una fuerza oscura y densa que se retorcía en el aire como si tuviera vida propia. El desafío estaba lanzado, y no había marcha atrás.
Kieran, con una sonrisa desafiante, alzó la mano. La energía se comprimía entre sus dedos, brillando con un resplandor frío. "Te voy a enseñar lo que significa estar en la cima." Su voz era clara, fría, y llena de seguridad. "Prepárate."
El hechizo explotó en el aire. Una bola de energía azul, casi cegadora, disparó directamente hacia Logan. El joven apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que la esfera de magia alcanzara el suelo, desintegrando todo lo que tocaba con una explosión de luz y fuerza.
Logan, con reflejos rápidos, saltó hacia un lado, esquivando la ráfaga con agilidad. Al caer, las manos de Logan brillaron con un resplandor dorado, absorbiendo la magia en el aire, el mismo poder que había dominado en su interior la noche anterior. Sin embargo, esta vez, el poder de Kieran era mucho más fuerte, y la energía comenzó a desbordarse de su cuerpo, provocando que Logan se tambaleara ligeramente.
"No será tan fácil." Kieran dijo, sonriendo con una confianza que parecía incuestionable.
Logan sabía que no podía quedarse atrás. Cerró los ojos un instante, buscando la calma dentro de él. Necesitaba concentrarse, controlar la magia que fluía por su cuerpo. Inhaló profundamente, enfocándose en el poder que había estado aprendiendo a dominar, el mismo poder que había surgido de su interior cuando absorbió las fuerzas externas. Pero algo había cambiado. La magia estaba viva, estaba luchando por escapar, y Logan apenas podía contenerla.
"¿Crees que con eso vas a ganarme?" Kieran preguntó, acercándose. "Eres solo un novato. No tienes ni idea de lo que estás haciendo."
Logan levantó la mano, concentrando toda la energía en su palma. "No soy un novato. Y voy a detenerte."
Con un rápido movimiento, Kieran lanzó otra ráfaga de magia, esta vez más poderosa y precisa. La bola de energía iba directamente hacia el pecho de Logan, y no había tiempo para esquivarla. Pero Logan, en lugar de huir, extendió ambas manos y cerró los ojos, concentrando toda su magia interna en un solo punto.
La magia que Kieran lanzó se estrelló contra el escudo que Logan había formado con su propia energía. La explosión fue ensordecedora, y la sala tembló por un momento. Logan pudo sentir cómo la energía de Kieran chocaba con la suya, como si dos mundos colisionaran. Sus manos ardían de la intensidad, pero Logan no se movió, manteniendo el escudo firme.
Por un segundo, todo quedó en silencio.
"Lo lograste..." murmuró Kieran, sorprendido, mientras la magia se disipaba en el aire. "Pero no es suficiente."
Justo cuando Logan pensaba que había logrado repeler el ataque, Kieran apareció frente a él, con un destello de furia en los ojos. "¡No te creas que esto ha terminado!" Con un gesto de su mano, Kieran creó un vórtice de energía oscura que empezó a girar rápidamente, absorbiendo todo a su alrededor. El aire comenzó a retorcerse y a distorsionarse, como si la realidad misma estuviera siendo alterada.
Logan dio un paso atrás, sintiendo el peligro de lo que estaba a punto de suceder. ¿Cómo podía contrarrestar una magia tan destructiva?
Pero en ese momento, algo cambió dentro de él. Un destello de luz, más brillante y cálido que todo lo que había sentido antes, recorrió su cuerpo. La magia, en lugar de fluir descontrolada, empezó a enfocarse, a organizarse, como si respondiera a su voluntad.
"¡Detente!" gritó Logan, alzando ambas manos hacia el vórtice que Kieran había creado.
Un estallido de luz dorada surgió de su cuerpo, envolviendo la sala en una cálida explosión. La energía que Logan había controlado alcanzó el vórtice de Kieran, dispersándolo en el aire. La magia de Kieran fue absorbida por la luz de Logan, disipada antes de que pudiera causar más daño.
Kieran, exhausto, cayó de rodillas, mirando a Logan con una mezcla de furia y sorpresa. "¿Qué... qué has hecho?" preguntó, sin poder ocultar la incredulidad en su voz.
Antes de que Logan pudiera responder, una presencia fuerte irrumpió en la sala. El maestro de control de magia y otro instructor de la escuela, un hombre de cabellera plateada, entraron rápidamente.
"¡Eso es suficiente!" ordenó el maestro de control, su voz grave y autoritaria. "Ambos, fuera de aquí, ahora."
Kieran, aún con el rostro tenso, se levantó lentamente. "Esto no ha terminado," murmuró antes de retirarse del salón, dejando a Logan con una mezcla de adrenalina y preguntas sin responder.
El maestro de control de magia se acercó a Logan, su expresión seria pero no del todo severa. "Has mostrado un control impresionante sobre tu magia, pero no debes olvidar lo que realmente eres."
"¿Qué quiero decir con eso?" Logan preguntó, su respiración todavía agitada.
El instructor de cabellera plateada dio un paso al frente, observando a Logan con una mirada penetrante. "Lo que acabas de mostrar, Logan, no es solo una habilidad para contener magia. Eres uno de los últimos Guardianes."
El corazón de Logan dio un vuelco en su pecho. "¿Guardianes?" repitió, confundido. "¿Qué significa eso?"
El maestro de control asintió lentamente. "Un Guardián es alguien capaz de contener y equilibrar los poderes más destructivos. Eres un protector, alguien que está destinado a mantener el equilibrio en el mundo mágico." Hizo una pausa, evaluando sus palabras. "Pocos quedan. Tú eres uno de los últimos."
Logan tragó saliva, procesando la información. "¿Por qué yo?"
El instructor de cabellera plateada miró al maestro de control y luego volvió su mirada hacia Logan. "Porque tu poder no es solo un don. Es una responsabilidad. Los Guardianes son aquellos que nacen para proteger la magia de quienes la usarían para destruirla."
Logan sintió cómo todo a su alrededor comenzaba a girar, como si hubiera dado un paso hacia una verdad que jamás imaginó. "¿Cómo puedo ser uno de ellos? No sé nada sobre eso."
El maestro de control se acercó a él y le puso una mano en el hombro. "Eso es lo que estamos aquí para enseñarte. Pero ten cuidado, Logan. Los Guardianes no solo protegen el equilibrio. También lo mantienen a un alto costo."
Logan miró hacia el salón, donde la energía del combate aún parecía vibrar en el aire. Sabía que su vida estaba cambiando en ese momento. Pero aún tenía tantas preguntas sin responder... y mucho poder por aprender a controlar.
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