El sol comenzaba a ponerse, bañando los pasillos de la escuela con una luz dorada y cálida. La noche caía rápidamente, pero Logan y Kieran seguían en el mismo aula, rodeados de libros y papeles, trabajando en los detalles para la visita del gobernador. Ambos se encontraban en silencio, la tensión que normalmente existía entre ellos ahora se sentía un poco más pesada, como si estuvieran esperando que el otro hiciera el primer movimiento.

Logan levantó la vista de los papeles, observando a Kieran, quien estaba absorto en sus notas, con la misma expresión de siempre: una mezcla de indiferencia y concentración. Sin embargo, había algo diferente en su postura, como si estuviera más abierto a la idea de colaborar, aunque su actitud seguía siendo distante.

"¿Cómo te sientes con todo esto?" Logan rompió el silencio, un poco sorprendido por su propia pregunta. No era algo que soliera preguntar, pero en este momento sentía que las palabras salían por sí solas.

Kieran levantó la vista brevemente, sus ojos encontrándose con los de Logan. Al principio, parecía a punto de decir algo sarcástico, pero algo en su mirada cambió. "¿Con qué?" respondió, su tono un tanto desconcertado. "¿Con la visita del gobernador o con que me obliguen a hacer equipo contigo?"

Logan no pudo evitar una sonrisa irónica. "Con todo eso, supongo."

Kieran se encogió de hombros, su expresión algo más relajada que de costumbre, aunque todavía se veía algo tenso. "No me gusta la idea de estar aquí preparándome para agradar a alguien, pero supongo que es parte del trabajo." Luego, tras un momento de reflexión, agregó: "Y con lo de trabajar juntos... bueno, no es tan malo como pensaba."

Logan se sorprendió al escuchar esas palabras, pero decidió no hacer un comentario inmediato. En lugar de eso, se centró en lo que Kieran había dicho. "No pensé que dirías algo así. ¿De verdad crees que no es tan malo?"

Kieran lo miró fijamente, como si estuviera midiendo sus palabras. "No es que me guste la idea de ser el 'buen chico' o de mostrarme tan... amable. Pero, si vamos a hacer esto, al menos no voy a hacer el ridículo." Hizo una pausa, como si vacilara, luego añadió con un tono más suave: "Y... no voy a dejar que te metan en problemas, Logan."

Logan no sabía bien qué pensar de esa última parte. Kieran, quien siempre había sido tan testarudo y competitivo, estaba reconociendo algo que Logan jamás habría esperado de él: que no era solo una cuestión de rivalidad. Había algo más en su comportamiento, algo que no quería admitir, incluso ante sí mismo.

"No tengo problema en admitir que me sorprende que digas eso," respondió Logan, mirándolo fijamente. "La verdad, pensé que preferirías que me metiera en problemas."

Kieran soltó una risa baja, aunque sin mucha diversión. "Me gusta que pienses que soy tan malo, pero en realidad, no soy tan estúpido como para dejar que alguien más se caiga por mi orgullo." Su tono era más sincero ahora, algo que Logan no había escuchado en él antes. "No es que quiera ser tu amigo ni nada por el estilo. Pero... no quiero ver cómo alguien más te hunde cuando podríamos estar haciendo lo correcto."

Logan se quedó en silencio, digiriendo las palabras de Kieran. Había algo en lo que dijo que resonaba en él, una pequeña grieta en la fachada que Kieran había construido durante tanto tiempo. No era una gran confesión, pero para Logan, eso era más de lo que había esperado.

"Eso suena un poco más como algo que diría un aliado que un rival," dijo Logan, sonriendo ligeramente.

Kieran se encogió de hombros, claramente incómodo con la dirección que la conversación estaba tomando. "No te hagas ideas. No soy ningún aliado, solo no quiero que esto se convierta en un desastre." Volvió a concentrarse en los papeles, tratando de desviar la atención hacia la tarea en cuestión. "Lo que sea que se espera de nosotros, tenemos que hacerlo bien. Al final, es solo una reunión con el gobernador. No debería ser tan difícil."

Logan asintió, volviendo a la pila de papeles sobre la mesa. Aunque la conversación había sido breve, sentía que algo había cambiado en su relación con Kieran. No sabía si era un cambio positivo o solo una fase temporal, pero al menos había un atisbo de comprensión mutua.

"Tienes razón," dijo Logan, mirando los papeles, aunque su mente aún estaba procesando lo que acababa de ocurrir entre ellos. "Solo tenemos que mantener la calma y demostrar que sabemos lo que estamos haciendo. No podemos permitir que nos ganen la desconfianza."

Kieran levantó la mirada por un instante, una expresión de incomodidad cruzando su rostro, pero no dijo nada. Al parecer, la conversación había terminado para él. En lugar de seguir con las palabras, se centró de nuevo en sus notas, pasando las páginas sin prisa.

Logan se quedó pensando por unos segundos, luego suspiró. "No importa lo que digas, Kieran. Creo que hay más en ti de lo que quieres admitir."

Kieran no respondió, pero Logan pudo ver cómo se tensaban sus hombros al escuchar esas palabras. No necesitaba que Kieran contestara. Había algo en su actitud que Logan sabía que, con el tiempo, se revelaría. No en este momento, no ahora, pero el cambio estaba allí. Tal vez no era una amistad inmediata, pero sí el primer paso hacia algo diferente, algo que ambos tendrían que descubrir mientras avanzaban juntos en el mismo camino.