Era un día nublado, con una ligera brisa que agitaría las hojas de los árboles cercanos al patio de la escuela. La mayoría de los estudiantes estaban fuera, aprovechando la hora de descanso después de una intensa sesión de práctica de magia. Logan caminaba por uno de los senderos que rodeaba el jardín central, sus pensamientos sumidos en la complejidad de lo que había aprendido últimamente. Aunque su relación con Kieran había mejorado, aún había mucho que entendía de él y de sí mismo.

De repente, escuchó risas y voces al fondo, interrumpiendo su concentración. Giró en la dirección del sonido y vio a un grupo de estudiantes reunidos alrededor de un joven que, como siempre, estaba haciendo comentarios sarcásticos. Era el mismo chico que había atacado a Kieran en la competencia de magia, alguien que siempre había estado dispuesto a burlarse de todos los que consideraba inferiores.

"Mira quién tenemos aquí," dijo el joven, observando a Logan acercarse con una sonrisa burlona. "El chico que se cree un héroe, ¿no? No sé qué hace aquí, todo el mundo sabe que no pertenece a este lugar."

Los otros estudiantes rieron suavemente, algunos mirando de reojo a Logan con una mezcla de desaprobación y diversión. La escena se estaba tornando incómoda, pero Logan no podía evitar sentir que todo esto era solo otro intento de humillarlo.

"¿Qué pasa? ¿Te molesta que te recuerde que no tienes ni idea de lo que estás haciendo aquí?" continuó el joven, acercándose a Logan con paso firme. "No eres más que un novato, no tienes ni idea de lo que significa ser un verdadero mago."

Logan lo observó en silencio, sintiendo la tensión en el aire. No era la primera vez que alguien lo descalificaba, y probablemente no sería la última. Sin embargo, en este caso, la burla de aquel joven tenía algo más, algo que le golpeaba directamente.

"Si crees que lo sabes todo," dijo Logan finalmente, sin levantar la voz, pero firme, "¿por qué no me demuestras qué tan bueno eres en lugar de solo hablar?"

El joven rió con sorna, dando un paso más cerca de Logan. "¿Quieres que te enseñe una lección, chico? Estoy seguro de que te arrepentirás de haber hablado."

En ese momento, cuando el ambiente ya se sentía pesado y cargado de magia, un grito interrumpió la escena. "¡Basta!"

Kieran apareció de repente, empujando a través de la multitud de estudiantes. Su mirada estaba fija en el chico que había estado provocando a Logan, y su postura era más desafiante que nunca. "¿Qué crees que estás haciendo?" Kieran le gritó al joven provocador. "¿Acaso no tienes algo mejor que hacer que intimidar a los demás?"

El chico lo miró, desconcertado al principio, pero luego su rostro se transformó en una mueca de desprecio. "¿Y tú qué? ¿Vas a defender a este inútil? No es más que un niño jugando a ser mago."

"Tal vez lo sea," dijo Kieran con voz baja pero peligrosa, acercándose un paso más, "pero al menos no me paso el tiempo insultando a los demás."

El chico, claramente molesto por la intervención de Kieran, apretó los puños. "¿A ti qué te pasa, Kieran? Siempre metiéndote donde no te llaman."

Kieran lo miró fijamente, sin retroceder. "Te crees muy grande por humillar a los demás, pero hoy no voy a dejar que sigas con eso. Así que te advierto: no vuelvas a hablarle así a Logan."

Logan observaba la escena en silencio, asombrado por lo que veía. Sabía que Kieran nunca había sido el tipo de persona que se dejaba influenciar fácilmente por otros, pero verlo defenderlo de esa manera era algo que no esperaba, algo que cambiaba la dinámica entre ellos.

El chico provocador, que claramente no se esperaba tal resistencia de Kieran, dio un paso atrás, su arrogancia disminuyendo. "¿Qué pasa, Kieran? ¿Ahora te crees el protector de todos?" Dijo con una risa nerviosa, buscando mantener su fachada de superioridad.

Kieran no se inmutó. "No soy el protector de nadie, pero a ti te falta algo básico: respeto. Si no puedes mostrarlo, entonces apártate."

El joven provocador lo miró, un brillo de rabia en los ojos, pero al final, no dijo nada más. Sabía que Kieran no era alguien con quien valiera la pena pelear. Murmurando algo inaudible, dio media vuelta y se alejó, dejando a la multitud de estudiantes dispersarse rápidamente.

Kieran se quedó allí por un momento, respirando con pesadez, antes de volverse hacia Logan. No dijo nada de inmediato, pero su rostro no mostraba ni una pizca de su habitual arrogancia. En cambio, parecía... más serio, más pensativo.

"No necesitas hacer esto," dijo Logan finalmente, rompiendo el silencio. "No tenías por qué intervenir, Kieran."

Kieran lo miró directamente a los ojos, algo en su expresión que Logan no había visto antes. "No podía quedarme de brazos cruzados viéndote dejar que te pisoteen. No sé por qué, pero... no lo iba a permitir."

Logan levantó una ceja, sorprendido, pero algo cálido recorrió su pecho al escuchar esas palabras. A pesar de todo lo que había ocurrido entre ellos, Kieran, de alguna manera, se había dispuesto a defenderlo.

"Gracias," dijo Logan, aunque las palabras no parecían suficientes para lo que realmente sentía. "Eso significa más de lo que crees."

Kieran desvió la mirada, un poco incómodo. "No lo hagas un gran problema. Solo... no me caen bien ese tipo de personas."

Logan sonrió ligeramente. "Lo sé. Pero aún así, gracias."

Por primera vez, algo en la interacción entre ellos cambió, algo que ambos sabían, aunque ninguno de los dos lo dijera en voz alta. Era un paso pequeño, pero importante. Kieran había demostrado que, a pesar de su orgullo y sus diferencias, había algo en su interior dispuesto a cambiar, a aprender a proteger a quienes valían la pena.