Capítulo único
JongIn se situó frente al espejo y dio un vistazo final a su apariencia, estaba complacido con el resulto de la permanente que hizo que su cabello castaño se ondulara sobre su frente, dándole un toque inocente a su rostro. Ajustó el gorro rojo con destellos dorados, del que sobresalían sus puntiagudas orejas, el cinturón negro marcaba bien sus pequeñas curvas y las medias de leotardo de franjas rojas y blancas, hacía que sus piernas se vieran largas y estilizadas. Dio un brinquito emocionado y las campanas de sus zapatos sonaron.
Hoy era el gran día, la cena de inicio de la temporada más agitada para Papá Noel XVI y sus ayudantes. Kim JongIn era un elfo que trabajaba en el equipo de diseñadores de juguetes para los niños que recibirían el amor del jefazo representado en un regalo made in Polo Norte. No había que dejarse engañar con las falsificaciones de un tal Viejo Pascuero en el Polo Sur, una copia hecha por Pepsi; todos sabían que el jefazo recibía una cuantiosa entrada de dinero por la publicidad que realizaba todos los años con Coca-Cola.
JongIn salió de su casa con una sonrisa enorme que le hacía doler los músculos faciales y con la ventisca probablemente su cara quedaría paralizada ante de llegar al recinto. Y no era para menos su emoción, ya que en la asamblea se nombraría al sucesor de Papá Noel, luego que el actual anunciara que esta sería su última temporada, probablemente iría a descansar a Cotton-Jun Un Village Hill, donde vivían las personas más ricas del Polo Norte.
Todos los elfos se preparaban para convertirse algún día en Papá Noel, y qué mejor que JongIn, cinco veces elegido empleado del año, no había nadie más calificado que él, o bueno, eso decían sus dos amigos más fieles. Hablando de ellos, a la entrada del auditorio, se encontraba Oh Sehun frotando sus manos entre sí para brindarles algo de calor, miró con un semblante serio su cabello pero no dijo nada al respecto. Su amigo hacía parte de los verificadores de la línea de producción, sobraba decir que por su cargo era uno de los menos queridos, nadie deseaba que se metieran con el trabajo que tanto costó, para que Sehun dijera: "la pintura de este carro está desigual", "a este rompecabezas le hace falta un pieza"," ese juguete no cumple con los estándares de calidad".
Al ingresar, encontraron a BaekHyun, su otro amigo, quien les había guardado asientos en el lugar. Cuando vio la permanente que sobresalía sobre su frente, alabó su nuevo estilo de cabello, hasta dijo que se veía como un angelito, lo que hizo que sus mejillas se sonrojaran. Por el contrario, Sehun se mantuvo inexpresivo mirando al líder de los renos, en una de las filas más adelante.
—Espero te le declares pronto antes que lo desgastes con la mirada —susurró bajito solo para que él lo escuchara.
—¿Qué? —Sehun le miró confundido aunque sus mejillas encendidas lo delataron—. Yo no... Solo que me gusta su trabajo, eso es todo.
Las luces en el auditorio se atenuaron y los elfos empezaron a murmurar entre ellos. Acto seguido, los reflectores se dirigieron hacia el escenario y de una de las esquinas, Papá Noel XVI caminó hacia el centro del escenario, tomando el micrófono.
—Uuuh parece que ha subido de peso —comentó BaekHyun mirando la figura regordeta del jefazo que apenas entraba en su traje rojo terciopelo.
—Tengo miedo que alguno de esos botones no soporte la presión y caiga como proyectil sobre nosotros —murmuró Sehun manteniendo una expresión parca.
Junto a Baekhyun rieron discretamente, pero en el fondo JongIn se sintió mal, no deberían burlarse del viejo panzón.
Tras una hora de largos discursos, Papá Noel confirmó su retiro definitivo, esa navidad sería la última para él. En la próxima temporada el Polo Norte tendría un nuevo sucesor.
Sus amigos le codeaban emocionados, JongIn se sentía nervioso, expectante a que su nombre fuera mencionado, un par de elfos voltearon a verlo, sonriéndoles con sus pulgares en alto. Su corazón retumbaba en sus oídos y sus manos se humedecieron.
—He decidido que el próximo Papá Noél sea.... —Hubo total silencio, todos conteniendo la respiración, siguiendo con las miradas al viejo panzón—. Do KyungSoo.
Le siguió un segundo en donde todos se mantuvieron estáticos procesando la noticia, antes que el público estallara en aplausos y se pusieran de pie felicitando al recién mencionado, excepto JongIn quien quedó frio como un tempano de hielo. Fue Sehun quien le ayudó a ponerse de pie, mientras BaekHyun le movía los brazos para aplaudir, cual títere
—Sonríe JongIn —dijo BaekHyun entre dientes.
—¿Do MyungSoo, quién es ese? —apenas se recobraba del shock y el nombre ni siquiera le resultaba familiar.
—Do KyungSoo —corrigió Sehun—, es un elfo artesano bastante excepcional en su trabajo.
JongIn bufó ante los elogios de su amigo, por último alzó la vista y encontró una pequeña figura de cabellera oscura que caminaba hacia el escenario, haciendo reverencias a cada tanto; parecía bastante sorprendido mirando al auditorio con enormes ojos, pudo notar JongIn.
Una vez finalizada la ceremonia, con sus amigos se dirigieron por chocolate caliente para animarse un poco luego de la trágica noticia
—¿Es porque cumple con los estándares de altura? —preguntó JongIn apabullado con un mohín en sus labios.
.—¡Oye! —protestó Baekhyun a su lado, quien era el más bajo de los tres—. No sé quién sea Do KyungSoo pero debió tener algo que lo hiciera especial ante los ojos del Big Boss.
—No lo creo —Se quejó JongIn pateando la nieve a su alrededor—. De seguro lo sobornó con galletitas y leche caliente. ¡Vamos! Todos vimos que ha engordado, eso debió ser —Le dedicó una mirada al más alto quien se mantenía con un gesto pensativo en sus facciones—. ¿Qué piensas, Sehun?
—Que tal vez deberías aprender de KyungSoo —contestó serenamente—, si Papá Noel lo nombró su sucesor debió reunir todos los requisitos.
—Pero...—JongIn se sentía abatido y que Sehun le hablara en ese tono, lo hacía sentir peor— yo los tengo todos —murmuró cabizbajo.
Sehun parecía juzgarle con la mirada.
—Está bien. —Suspiró pesadamente tras meditar en lo que haría para solucionar aquel impase—, creo que entendí.
—¿Qué piensas hacer JongIn? —Le llamó la atención BaekHyun—. No me gusta esa mirada.
—Nada. —respndió con un encogimiento de hombros.
Si Do KyungSoo tenía algo especial, JongIn tendría que descubrirlo... y tomarlo, solo así Papá Noel se daría cuenta que él era el indicado.
Empezó con un par de minutos al día, JongIn se escabulliría de su departamento y con la excusa de dejar personalmente los diseños de los nuevos juguetes al taller donde trabajaban los artesanos, lo vería allí, al sucesor de Papá Noel. Do KyungSoo se encontraría trabajando en una de las mesas más cercanas a los ventanales, sobre su rostro, JongIn observaría, un pliegue formándose en su frente mientras sus labios se apretaban entre sí formando una línea y sin levantar la vista de la mesa, sus delgados dedos estarían maniobrando sobre una de las piezas de madera o simplemente tejiendo con una delicadeza envidiable.
—¿Pasa algo? —le preguntó el líder de los artesanos mirándolo curioso luego de entregarle los diseños y quedarse plantado en su lugar sin musitar palabra.
—No, ya me voy. —Por alguna razón se sintió nervioso, sus mejillas se ruborizaron.
Salió de allí no sin antes dar un breve vistazo hacia donde se encontraba aquel elfo.
A la segunda semana, JongIn también había notado a KyungSoo en la cafetería de los elfos, siempre estaba acompañado por otros ayudantes, de los que solo reconocía a Luhan, que era el líder de los renos.
Ese día en particular, miraba con desdén a algunos elfos que durante el receso, habían salido a jugar con la nieve. Sus ojos se posaron en uno de ellos que reía junto a KyungSoo mientras disparaban bolas de nieve hacia otros compañeros.
—¿Por qué permiten a elfos tan altos? —cuestionó JongIn amargado a sus amigos que lo acompañaron por un poco de chocolate y malvaviscos—. ¿Es porque sus orejas son grandes?
—Ah, te refieres a Park Chanyeol —respondió Baekhyun mirándolos jugar—. Es bastante amable y es el bajista de Red Nose —agregó con una sonrisa radiante.
JongIn no tenía idea de qué hablaba el ahora rubio, tampoco quería preguntar. Sus brazos se cruzaron encima de su pecho, observando al alto rodeando a KyungSoo desde atrás y obligándole a comer nieve, tan inmaduro de su parte.
—¿Y tú ya sabes qué tiene Do KyungSoo de especial? —preguntó BaekHyun mirándolo con una sonrisa traviesa.
—¿Qué? —cuestionó desconcertado por un segundo—. Aún no sé, tendré que seguir averiguando.
—Pensé que ya lo sabrías —Sehun seguía bebiendo de su te, y en sus ojos había un rastro de diversión.
—Sí, siempre estás hablando de él —agregó el rubio antes de hacer una imitación de la voz de JongIn—: KyungSoo no se lo merece, KyungSoo trabaja solo en el taller, KyungSoo se ve muy serio, KyungSoo debe ser un amarg-.
—Yah, entendí —dijo rodando los ojos.
Una disimulada risa escapó de los delgados labios de Sehun.
Quizás ya no debería seguirlo ¿Seguirlo? No, él solo estaba intentando comprender la decisión de Papá Noel y con suerte encontrar aquello que lo hacía especial ante los ojos del jefazo.
JongIn renegó todo el camino hacia la bodega, no sabía que era ese día en el año y le correspondía justamente a él hacer el inventario del lugar, al menos lo que le correspondía al departamento de diseño.
Al ingresar al lugar, se sobresaltó por un momento, ya que frente a uno de los estantes, Do KyungSoo ¡Sí, ese mismo! Se encontraba sobre uno escalera intentando llegar a uno de las repisas más altos, mientras sus pequeños pies estaban empinados y sus manos estiradas intentando agarrar un par de rollos de tela.
No lo pensó demasiado cuando velozmente sostuvo la escalera para él evitando un posible resbalón y un elfo herido. Incluso si ese elfo fuera quien le robó su lugar como Papá Noel, no podía evitarlo, JongIn era un ser amable y para nada rencoroso.
Un par de enormes ojos se posaron sobre él, KyungSoo, desde arriba, parecía asombrado al verlo allí. JongIn pudo notar sus mejillas tornándose rosadas
—Pensé que tal vez necesitabas un poco de ayuda —explicó JongIn con un rastro de nerviosismo, como si esos enormes ojos le estuvieran evaluando si era digno o no de sostener una escalera.
El elfo más pequeño permaneció en silencio, bajando cuidadosamente las escaleras con los rollos de tela. JongIn había estirado sus brazos para darle espacio al descender.
—Gracias, pero no era necesario, ya estaba asegurada —dijo KyungSoo tranquilamente frente a él, intentando mover la escalera y que esta permaneciera inmóvil.
JongIn se sintió como un estúpido, pero eso lo dejó en un segundo plano, ya que fue cautivado por su voz que se escuchaba como chocolate derretido. Era toda una sorpresa que ese cuerpecito pequeño albergara una voz tan varonil y aterciopelada.
—Mucho gusto, Soy Do KyungSoo. —Se presentó sonriéndole, luego que la mente de JongIn quedara en blanco.
El sucesor de Papá Noel, lo sé, lo sé.
—Soy Kim JongIn del departamento de diseños —respondió con la misma animosidad.
—¡Lo sé! digo, es un placer
Se quedó como un tonto parado... nuevamente. KyungSoo sabía sobre él y le estaba sonriendo y sus mejillitas redondas se veían tan suavecitas.
—Por mucho que me gustaría quedarme aquí parado sin hacer nada, tengo que regresar al taller —indicó el elfo contrario.
—Por supuesto.
Aunque el elfo más pequeño seguía sin moverse.
—Estás obstaculizando la salida, JongIn.
No, ahora sí se sentía como el ser más estúpido del Polo Norte. JongIn se quejó completamente avergonzado haciendo reír al más bajo.
—Suerte —dijo KyungSoo sonriente desde la puerta.
Las horas posaron en las que JongIn hacía el inventario del lugar. Se sentía ya cansado y sus ojos poco a poco se sentían pesados, en más de una ocasión su cabeza terminaba chocando con uno de los estantes, aunque eso le ayudaba a mantenerse alerta.
—Hey JongIn... despierta.
Sus ojos poco a poco se abrieron y vio un par de malvaviscos rosaditos que se le antojó apretar entre sus dedos.
—Malvaviscos —JongIn, aún somnoliento, intentó tomar uno de ellos.
—Sí, traje malvaviscos —dijo alguien entre risas.
En ese momento verdaderamente reaccionó y tardó un par de segundos en notar a KyungSoo de cuclillas con sus mejillas rozagantes muy cerca de él.
—Te traje chocolate y malvaviscos, pensé que estabas trabajando hasta tarde, no esperaba verte durmiendo.
Dijo KyungSoo en un tono divertido que hizo que JongIn se avergonzara y que sus puntiagudas orejas se enrojecieran.
—Solo quería descansar los ojos por un momento —Justificó con un puchero, enderezado su espalda para recibir la bebida caliente—. Gracias, no tenías por qué hacerlo —agregó tímidamente, aún sorprendido con el gesto que había tenido.
—No es nada —respondió modestamente.
Nunca se le pasó por su mente que el sucesor de Papá Noel regresara con su bebida favorita, sus amigos nunca habían hecho algo así y de repente se sentía extraño y su pecho calentito con el chocolate bajando hasta su estómago.
KyungSoo se sentó a su lado sobre las telas que JongIn había desenrollado sobre el piso, comiendo algunos malvaviscos que había traído consigo.
—Es tarde ¿Por qué sigues aquí? —preguntó el más alto cuándo ya no soportaba el silencio entre los dos.
La respuesta llegó en un gran suspiro y un encogimiento de hombros.
—¿Papá Noel te está haciendo trabajar de más? —indagó sobre aquella reacción del elfo pequeño.
—Ser el próximo Papá Noel puede ser un poco caótico.
JongIn deseaba escucharlo.
Está bien, JongIn podía admitir que KyungSoo era bastante dedicado en su trabajo, amable, algo lindo y hasta un poco divertido. ¿A quién engañaba? Era un lindo malvavisco andante, suave y esponjocito, especialmente cuando usaba esos suéteres de lana extra largos y cuyas mangas le cubrían sus dedos.
Desde la semana pasada que estuvieron hablando hasta tarde mientras terminaban el inventario, había descubierto un par de cosas sobre su próximo jefe, aunque realmente nunca hablaron demasiado sobre ello. Sabía que vivía a un par de bloques de su casa, que era alérgico a la canela y que ChanYeol, el elfo extremadamente alto, era su hermanastro, quien tocaba en un grupo.
Sí, a veces hablaban brevemente en la cafetería o en el taller cuando JongIn arribaba allí, también cuando casualmente los dos se encontraban de regreso a sus hogares después de culminar la jornada laboral, aunque esto último no era muy frecuente ya que KyungSoo debía trabajar hasta tarde con Papá Noel.
—¡Qué! dijiste que me acompañarías, Oh Sehun —exclamó BaekHyun llevando sus manos a su cintura y con una expresión de desdén dirigida a su otro amigo.
Sehun hace ademan para que Baekhyun baje la voz. JongIn solo los miraba en silencio de camino hacia la casa del más alto, para tomar un par de copas de vino tinto.
—Tengo un compromiso, pero puedes decirle a JongIn, de seguro te acompañara como buen amigo que es.
El nombrado negó con una expresión en pánico, la última vez que acompañó a Baekhyun terminaron en una fiesta de stripers que solo usaban diademas de renos y ropa interior de lentejuelas rojas.
—Pero JongIn ni siquiera sabe quiénes son Red Nose —alegó el más bajito.
—¿Red nose? —El nombre le pareció familiar. ¡Por supuesto! la banda donde tocaba el hermanastro de KyungSoo.
—Mira, parece que JongIn los conoce —indicó Sehun sonriente.
—¡Perfecto! Mañana paso por ti a las 9. No me hagas esperar —le advirtió estrechando la mirada.
A la noche siguiente, JongIn ingresaba al bar donde se presentaría Red Nose, junto a Baekhyun, quien había maquillado sus ojos delineados y usaba una chaqueta de cuero negra.
—Oh, hola Baek —ChanYeol se acercó hacia donde estaban sentados, sonriendo tímidamente al rubio antes de dirigirse a él—: Tú debes ser JongIn ¿verdad? Un placer.
Los dos estrecharon las manos, antes que el músico fuera llamado tras bambalinas.
—Así que ustedes son amigos —dijo bastante incrédulo frente a esta afirmación.
—Uh sí, amigos, desde hace poco —dijo BaekHyun presuroso llevando una mano hacia su cabello.
Luego de pedir un par de bebidas, ChanYeol regresó con ellos, con sus manos por delante y una extraña mueca.
—Me pueden hacer un favor —preguntó con una sonrisa tensa y con aire de misterio.
—¡Claro! —respondió BaekHyun quien no parecía haber notado nada raro.
—Genial. Ya regreso.
BaekHyun se encogió de hombros cuando quedaron los dos, esperando al más alto y el favor que debían hacer.
—¿Puede este zombi quedarse con ustedes? —ChanYeol sostenía protectoramente una figura más pequeña quien ocultaba su cara en su pecho—. Es inofensivo, no come cerebros... ¡lo juro!
—¿KyungSoo? —preguntó JongIn al ver su rostro somnoliento.
En seguida se puso de pie y ayudó a ChanYeol para que el pequeño elfo se sentara.
—¿No debería estar descansando en su casa? —preguntó Baekhyun preocupado.
—Sí, pero insistió en venir —indicó el más alto mirando con una expresión apenado a su familiar—, puede llegar a ser muy terco. No lo hagan beber, ya parece lo suficientemente ebrio sin haber tomado una gota de alcohol.
Los tres miraron al inofensivo elfo que apenas mantenía los ojos abiertos, ni siquiera parecía que los estuviera escuchando. Después de eso, ChanYeol les agradeció y se despidió luego que lo llamaran del escenario.
JongIn miró una vez más a KyungSoo, antes de dirigirse nuevamente a BaekHyun, intentando seguir con el tema de conversación antes de que los interrumpieran.
—¿Con que amigos? —preguntó nuevamente.
El rubio suspiró pesadamente.
—Sí, recién nos estamos conociendo. Me gusta ¿Contento?
—Parecía que tú también le gustaras ¿Sehun ya lo sabe? Se vuelve un poco...
—Como un papá estricto —agregó riendo—. Lo sé es un tanto-. —Se detuvo mirando a la figura frente a él—. Oye, KyungSoo ¿estás bien?
—Quiero dormir —dijo exaltándose aún con los ojos cerrados— pero no me quiero perder la presentación de Chan, se lo prometí y Do KyungSoo cumple su —Hubo una pequeña pausa— sueño.
En seguida su cuerpo se inclinaba hacia JongIn, quien con su dedo índice lo volvía a enderezar sobre su silla.
—Como te decía, es todo muy reciente y-.
Un golpe seco hizo tambalear las botellas sobre la mesa, la frente de KyungSoo estaba sobre la superficie.
—Auch. —Se quejó audiblemente levantando la cabeza de la mesa—. Duele
Tocó su frente, abultando sus labios en dirección a JongIn, quien se sintió mal al no dejar que descansara sobre su hombro.
—Oh por Rodolfo, iré por hielo. JongIn, cuídalo.
—Te observa cuando duermes, te mira al despertar. No intentes ocultarte...
KyungSoo empezaba a cantar canciones navideñas en las que mencionaban a Papá Noel. La verdad, era que JongIn se estaba divirtiendo viendo al pequeño elfo.
—No sabía que cantaras tan bien —comentó sonriente—, deberías subir al escenario.
—¡Es cierto! —Sus ojos se abrieron y en seguida intento ponerse de pie.
—Solo bromeo, KyungSoo —dijo JongIn tomándolo de su brazo—. Ve a dormir —ordenó secamente. Ya era suficiente.
—Te dije que no, Kim JongIn. Si tienes sueño ve tú a dormir. —Le reprendió tiernamente.
Sus ojos estaban abiertos mirando a JongIn, para luego cerrarlos despacio. Suspiró largamente, esta vez no evitó que su cabeza descansara sobre su hombro.
—Despiértame cuando tenga que subirme al trineo —murmuró sobre su pecho.
—Faltan dos meses para eso, futuro Papá Noel.
—Por eso, JongIn ¡JongIn! —KyungSoo empezó a reír—. Qué bonito nombre... para un reno.
—Shhh Mejor duerme, pequeño.
JongIn le bajó su beanie para que le tapara sus ojos y que las luces no le molestaran.
La cita de BarkHyun y Chanyeol después de la presentación, había quedado en un segundo plano, luego que el más alto tuviera que llevar a su hermano sobre su espalda cual borracho. BaekHyun y JongIn había decidido acompañarlos en el trayecto.
—¿Y cómo le está yendo con esto de ser Papá Noel? —preguntó el rubio a ChanYeol.
—Diría que está más ocupado ahora. Sé que quiere esto como todos nosotros así que lo hará bien.
JongIn ya sospechaba lo que hacía a KyungSoo tan especial. Lo estaba descubriendo y entre más lo hacía, menos le interesaba ser Papá Noel. KyungSoo era quien lo merecía.
Las ojeras en el rostro de KyungSoo se iban haciendo más notorias, sus mejillas ya no estaban tan rellenitas, no solo era eso, también parecía algo alicaído y más pensativo de lo usual. JongIn no fue el único en notarlo, todos en la mesa lo hacían.
Luhan les estaba comentando cómo Ginger, uno de los renos que entrenaba, luego de comer un par de zanahorias había estornudado y trozos de saliva y zanahorias habían terminado sobre su rostro. Todos habían reído, incluso Sehun, pero KyungSoo pestañeó repetidamente mirándolos con ojos de siervo encandilado. ChanYeol, a su lado, intentó animarlo un poco, incluso BaekHyun, mientras JongIn miraba preocupado al elfo más pequeño.
—Lo siento chicos, tengo algo que hacer. —KyungSoo se excusó poniéndose de pie, y sin más se retiró de la mesa.
—Probablemente irá alimentar a los renos, lo hace cuando está preocupado. —Les explicó Luhan
Sehun, BaekHyun y JongIn apenas estaban conociendo un poco más a sus nuevos amigos, después que BaekHyun y ChanYeol oficialmente empezaran a salir, por los que sus grupos de amistades inevitablemente se fusionaron.
—Todos los ojos están puestos sobre él, ya saben... —expuso ChanYeol hablando de su hermanastro.
Faltaba exactamente un mes para Navidad, y aunque Papá Noel XVI entregaría personalmente los regalos, KyungSoo debía estar involucrado en todo el proceso, recibiendo varas lecciones por parte del viejo panzón; además debía cumplir con sus deberes como artesano y al acercarse el gran día, la carga laboral aumentaba para quienes trabajaban en el taller. Eso explicaba lo cansado que se veía por estos días, sin contar con la presión sobre sus hombros, ni los comentarios, algunos no muy positivos, sobre él siendo el sucesor.
JongIn nunca fue una persona violenta, pero si volvía a escuchar otro comentario despectivo de KyungSoo siendo el siguiente Papá Noel, les llenaría la boca de nieve a esos elfos maleducados.
Los días pasaron y JongIn ya se había enfrentado a un par de elfos, en una pelea de bolas de nieve, por haberse burlado del Ho ho ho de KyungSoo, diciendo que nunca llegaría a las notas precisas. ¡Falacias! JongIn lo había escuchado ensayando, su voz achocolatada hacía que el Ho ho ho se escuchara mágico.
Sí, podía admitir para sí mismo y para Sehun, que le gustaba el pequeño elfo como le gustaban los malvaviscos recubiertos de chocolate, lo que quería decir que ¡Demasiado! y por esa misma razón, estaba sumamente preocupado por él, lo había visto perder peso y su sonrisa acorazonada era tan inusual, no podía hacer demasiado al respecto, salvo maldecir en silencio al jefazo por hacerle trabajar tantas horas y que al mismo tiempo siguiera como un artesano más. Tal vez tendría que hablar con el jefazo.
—No, JongIn, no lo hagas —dijo KyungSoo a su lado con un semblante serio.
—¿Qué? —Estaba sorprendido—. ¿Lo dije en voz alta?
—Nadie hablará con Papá Noel —advirtió—. Y nada de peros, estoy bien —aseguró acariciando a uno de los renos bebés que se le había acercado.
JongIn negó sin creerle, sus ojos se habían humedecido. No podía soportarlo.
—Estás cansado, KyungSoo. ¡¿Dónde están tus mejillas regordetas?!
JongIn empezó a llorar y antes de ser consolado por el más pequeño, salió corriendo ocultando su cara en las palmas de sus manos. Sí, también podía admitir que estaba más sensible, pero era comprensible, se trataba el síndrome pre-navidad.
—Hey, ¿Ya te sientes mejor? —preguntó KyungSoo con una pequeña sonrisa a su llegada.
JongIn lentamente se acercó hacia donde había dejado a KyungSoo hacía unos minutos, alimentando a los renos más pequeños con zanahorias.
—Traje chocolate —JongIn le entregó una taza humeante—. Y un par de mantas. —El clima era bastante frío a esas horas, y la nariz de KyungSoo parecía la del difunto Rodolfo.
—Gracias.
Se quedaron en silencio sobre la banca, compartiendo la manta y bebiendo chocolate.
—No te lo había dicho antes, JongIn, nunca imaginé que yo sería el próximo Papá Noel, yo... pensaba que tú lo serías, entre los dos, tú eres el ideal.
JongIn miró a KyungSoo, asimilando lo que había dicho tan de repente.
—¿Por qué lo sería yo? —cuestionó girando su cuerpo para ver directamente al más pequeño.
—Oh, vamos señor Modesto, has sido el elfo del año en cinco oportunidades, JongIn —KyungSoo también se giró quedando frente a frente—. Todo el mundo te admira, eres simpático, siempre estás sonriendo, tienes carisma, y yo no debería ser Papá Noel —dijo bajando la cabeza—. Esto debe ser tuyo y lo siento.
—No lo sientas, no digas eso. Tienes algo especial KyungSoo, algo que Papá Noel notó desde siempre, y que ahora yo también lo sé. No hay nadie mejor que tú para ser Papá Noel, y me alegra que tú lo seas —dijo completamente sincero.
Ya lo había descubierto, por lo que no quería ver al pequeño luciendo abatido.
—¿Lo dices en serio? —cuestionó con un aire burlón— Creo que alguien me estaba siguiendo luego que fuera nombrado, alguien que no disimulaba para nada ¿Te suena familiar? —KyungSoo arqueó una de sus cejas, y ya no había rastro de tristeza, solo ironía y burlas contra él.
—Oh, por Rodolfo, perdón por eso —agregó terriblemente avergonzado— yo al principio estaba un poco inconforme con la decisión, pero ya te dije, tienes algo especial KyungSoo,
—¿Y qué es eso especial? —preguntó curioso.
—Un secreto entre el jefazo y yo.
—Está bien, si no me quieres contar —mencionó tranquilamente—. Yo también tengo un secreto pero mis labios están sellados.
¡Oh sus labios! Por qué KyungSoo lo tentaba así.
—Tienes una mancha de chocolate —dijo JongIn antes de llevar su dedo a su labio inferior y limpiar la inexistente mancha allí.
El rostro de KyungSoo se ruborizó y sus cejas se juntaron.
—No es cierto —indicó seriamente.
—Claro que lo es. —JongIn llevó el dedo a su boca—. Mmmh chocolate. Si no es cierto, ¿para qué tocaría tus labios?
—No lo sé, tú dime. ¿Ese es tu secreto?
—Tal vez.
Ambos rieron después de eso. Su escapada del trabajo eventualmente tuvo que terminar y regresaron al taller.
—Kim JongIn es solicitado en el despacho de Papa Noel.
El nombrado estaba en su estudio cuando un pequeñísimo elfo mensajero se le acercó dándole el recado antes de salir corriendo de allí. Hacía mucho no era llamado a la oficina del jefazo, estaba un poco extrañado cuando entró y la campanita encima de la puerta emitió una corta melodía.
Papá Noel estaba detrás de su escritorio, se saludaron y enseguida le invitó a que se sentara en la silla disponible. Estaba inquieto mientras esperaba que el jefazo le indicara la razón por la que estaba allí.
—¿JongIn —El viejo panzón le miraba por encima de sus pequeñas gafas doradas— aún deseas convertirte en Papá Noel?
—¡¿Cómo?!
—Siempre fuiste mi segunda opción.
—No lo entiendo —JongIn estaba anonadado—, por qué me pide esto, si KyungSoo...
—El chico me dijo que no creía ser capaz de seguir con el legado. —El mayor negaba con pesar—. Y yo ya estoy muy viejo para continuar, así que JongIn ¿Aceptas ser el sucesor de Papá Noel?
Los ojos del elfo se iluminaron y sus orejas se enrojecieron, tendría la oportunidad de ser ¡Papá Noel XVII!
No era sorpresa que Luhan y Sehun llegaran al lugar acordado con sus enguantadas manos entrelazadas, debieron soportar los comentarios de BaekHyun durante todo el camino hacia la plaza Rodolfo, donde algunas bandas se presentarían incluyendo a Red Nose. El rubio parloteaba hacia la pareja sobre tener citas dobles. En tanto JongIn y KyungSoo caminaban unos pasos atrás del grupo, cada uno sumergido en sus pensamientos.
—Tenemos que hablar, KyungSoo —murmuró solo para que el nombrado le escuchara.
Honestamente JongIn sabía que ese no era el mejor momento para estar a solas con KyungSoo, no cuando sus otros amigos estaban allí, pero no tenía otra opción, era eso o ahogarse con sus pensamientos.
—¿Tiene que ser ahora?
JongIn se lo quedó mirando intentando transmitirle la urgencia de hablar.
—Está bien —KyungSoo le sonrió—. ¿Chicos?
Sus amigos que ya iban más adelante voltearon a verlos.
—Recordé algo que debía hacer para Papá Noel, vayan siguiendo, JongIn me acompañará.
—Oh está bien —comentó Luhan.
—No se pierdan demasiado, niños —gritó Baekhyun.
—¿Y bien? ¿Qué querías hablar conmigo? —KyungSoo lucía nervioso.
—Sobre un secreto —comentó JongIn acercándose al elfo—. Vamos por un poco de chocolate y te lo diré.
KyungSoo parecía un tanto renuente pero aceptó. En más de una oportunidad debió luchar con el impulso de tomar la mano del más bajo.
—Papá Noel me convocó hoy para hacerme una propuesta. —Inició JongIn con la charla.
—Oh.... así que ya lo sabes —Sus hombros se encorvaron—, pero eso es bueno ¿verdad? O sea que eres Papá Noel, ¡felicidades JongIn! —agregó con una bonita sonrisa.
Pero el más alto permanecía con un semblante serio mientras esperaban sus bebidas en una acogedora cafetería.
—¿Sabes? tuve una larga charla con el jefazo —indicó a cambió—, hablamos de ti, mucho, y confirmé lo que ya sospechaba, lo que te hace a ti tan especial.
—¿O sea que no aceptaste, JongIn? —Una mueca de tristeza apareció en sus facciones— ¿por qué? —murmuró.
—¿Por qué no quieres ser Papá Noel? —cuestionó—. Si entre tú y yo eres el mejor.
KyungSoo negaba en silencio.
—No estoy seguro de ser el Papá Noel que todos esperan.
—Tienes razón en eso, porque serás diferente, y eso no quiere decir que sea malo, serás el Papá Noel que el mundo allá afuera necesita —expresó con convicción. Lo sabía.
—¿Qué quieres decir? —KyungSoo lo miraba confundido.
JongIn se acercó a su oído y le susurró aquello que lo hacía tan especial y apto para esa gran responsabilidad. Como era de esperarse KyungSoo negó, aludiendo que habían otros elfos con mejores cualidades que esas. JongIn se mantuvo firme en su opinión.
—No quiero ser Papá Noel, cuando sé que un tal Do KyungSoo podrá hacerlo mejor, así que acéptalo, ese también es tu sueño.
KyungSoo apenas asintió. Una victoria para JongIn.
—¿Así que le dijiste no al grandote?
—Le dije que si seguías renuente en aceptar el legado de Papá Noel, yo lo sería. ¿Ahora dime tu secreto, Do KyungSoo? —agregó con una media sonrisa.
—¿Qué? —Sus ojos se ampliaron, mirándose aterrado—. ¿Por qué?
—Porque yo te dije uno, y ahora es tu turno.
—Ah está bien, aunque no es muy justo que digamos. Aquí va —KyungSoo enderezó su espalda y aclaró su garganta—. Tus diseños son los más solicitados en el taller, todos los artesanos esperan representar tus diseños, y bueno pueda que yo, generalmente los tome primero, llegó muy temprano en la mañana y son todos míos. Yo siempre he admirado tus trabajos, y siempre quise tener la oportunidad de decírtelo, bueno, supongo que es esta —manifestó tímidamente, sus mejillas se había enrojecido tiernamente.
—Eso es... —JongIn no sabía qué decir, estaba halagado y sorprendido.
—Ahora es tu tuno —KyungSoo dejó la timidez a un lado y le miraba con intensidad—. ¿Qué otro secreto tienes?
—¿Y si no tengo? —De repente ya no le gustaba este juego.
—Entonces tendrás que responderme con la verdad —insistió arqueando una de sus cejas.
A JongIn se le dificultó beber de su chocolate en ese momento.
—¿Qué quieres saber? —JongIn se cruzó de brazos, un poco nervioso y expectante.
—¿Aquella vez... realmente tenía una mancha de chocolate en mi labio?
JongIn sonrió con todos los dientes, antes de negar.
—¡Lo sabía, elfo mentiroso! —KyungSoo le apuntó con el dedo índice.
—Sigo yo, responde con sinceridad. ¿Te gusto? —Se atrevió a preguntarle.
—Puede ser —respondió esquivando la mirada.
—Tienes que responder sí o no, KyungSoo.
—Sí —afirmó—. Mi turno ¿Te gusto?
—Sí y mucho.
Los dos rieron tontamente, se habían acabado de confesar y apenas se daban cuenta.
—¿Seguimos siendo amigos? —preguntó JongIn sin saber qué hacer.
—Yo creo que eso ya no sería prudente —KyungSoo parecía pensativo—. ¿Acaso todos nos emparejamos entre nuestros amigos?
JongIn estaba riendo antes de responder:
—Parece ser el caso.
—Hay que decirle a BaekHyun que sería una triple cita —mencionó seriamente KyungSoo, como si ya estuviera planeándolo en su mente.
20 de diciembre de 2021
—¿Qué tal?
JongIn evitó reír, y es que su novio se veía demasiado tierno en su traje de Papá Noel. KyungSoo dio toda una vuelta para que lo viera completamente.
—Serás el Papá Noel más atractivo que ha tenido el Polo Norte —respondió acercándosele para robarle un beso.
—Esta barba falsa me pica, JongIn —Y en seguida se la quitó.
—Y también el menos romántico —agregó fingiendo toser.
—Tampoco pienso engordar —Se quejó viendo su abdomen plano frente al espejo.
La mirada de JongIn se dirigió hacia otra parte.
—Con tu trasero es suficiente.
KyungSoo dio media vuelta y golpeó su brazo.
—¡Auch! Era un cumplido.
—Lo sé —comentó con aire presumido.
KyungSoo se puso de puntillas y dejó un cortito beso en sus labios antes de alejarse.
—¡Por Rodolfo! Es como si tuviera un sauna puesto.
—Yo también te quiero, bebé —murmuró JongIn bajito.
—¡Yo también, elfo mentiroso! —gritó KyungSoo desde el vestuario para medirse otro traje que el confeccionista tenía preparado.
Sería un largo día, JongIn se sentó en una de las sillas disponible esperando a su querido Papá Noel, que en unos días debutaría.
Do KyungSoo se convirtió en el Papá Noel XVII.
🎅🏼¡Una historia de Navidad entregada! Espero les haya gustado🎅🏼.(Pueda que haya algunos errores que estaré corrigiendo en estos días :s )
Este fic hace parte del ChogiFest organizado por EXO-Larvitas Allí también encontrarán otras historias de EXO que podrán leer. 🌲
Por último, espero puedan pasar una agradable temporada, ya sea que celebren o no estos días. 🎁
¡Nos leemos pronto! 💖
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