Las sirenas de la policía y de la ambulancia estaban titilando e iluminaban las paredes de tal aterradora mansión. Los policías tomaban notas y los médicos sacaron varios cuerpos en camilla.

—¡Oficial! —dijo uno de los paramédicos— ¡Es uno de los cuerpos! ¡SIGUE CON VIDA!

—Esto, ¿Es en serio o me estáis jugando una mala pasada? —respondió el oficial.

—Es real —replicó el paramédico—; una jovencita rubia —agrego e hizo una pausa—... está tiesa como un cadáver, pero sigue viva. La señorita Chloe, sigue viva

—Eso es buena noticia para su familia —dijo el policía—... Pero ¿En ese estado que se puede hacer con ella?

—Es curioso —replicó el paramédico—... cuando le mueves una de sus extremidades, ella mantiene esa postura.

—Te diría que la cuiden mucho —repuso el policía—, no está en condiciones, pero en el centro psiquiátrico del tío Dave quizás puedan ayudarla hasta que mejore. Observaron a otra patrulla de policías, los cuales intentaron tranquilizar a una chica, y dentro del interrogatorio se supo ella no fue quien causó dichas muertes, pero la razón verdadera siguió siendo desconocida hasta la fecha...