Un día había pasado y Kate se había sentido feliz en ese lapso de tiempo, ya que había sentido por primera vez en años que estaba avanzando en algo. Ella se hallaba en el trabajo, precisamente en el almacén acomodando un par de cajas con un etiquetado de «Fragile» encima, y el logotipo de la empresa de correo que se lo otorgó. Ese lugar estaba algo oscuro; quizás con una luz tenue proveniente de una pequeña ventanilla que daba hacia el aire mismo, donde ella lograba observar un nido de pájaros en un árbol cercano, aunque este estaba abandonado. Alguien había abierto la compuerta, y era Maxwell. Este cargaba unas cajas de Servicio Postal de Rawberry con una carretilla de supermercado. El servicio postal era en el que iban a enviar los objetos que encargaban desde tiendas, y quizás las cajas grandes de aquel puerto tenían muchas más pequeñas de ese tipo, con distintos productos.

—¿Te ayudo? —preguntó Maxwell.

—¡Claro! —dijo Kate sonriendo. Maxwell agarró una de las cajas.

—Abre la compuerta —dijo Maxwell.

Kate se dirigió hasta un par de botones y palancas que se encontraban en el lugar, pero no sabía cuál de todos era para eso. Colocó la mano en la caja metálica. Una mano se posó sobre la de ella; era la de Maxwell.

—Es este botón, pequeña —dijo Maxwell a Kate.

—Mmmm me lo suponía —replicó Kate a Max, observándolo con un aire coqueto pero a su vez irónico. Ella no sabía si Maxwell estaba interesado, o simplemente era amable.