El Sonriente Leonardo III

Así son los ojos de los Claymore cuando liberan su youki (solo que como dije antes Leo no lucha con ese estilo  (otalvezsí))

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

En el bosque se escuchaban los pasos de Leo y mas atrás los pasos del niño que lo seguía, pero  la tierra estaba frágil el pequeño casi cae -[me sorprende cómo puede hacerlo. Ha estado caminando tras de mí sin beber ni comer nada]- Leonardo veía al mas pequeño respirar cansado -[eso ya no es fuera física... parece como si me estuviera siguiendo sólo con su fuerza mental]- el ojos plateados se acercaba al acantilado -[sin embargo... eso también tiene sus límites]- salto por una cuesta sin hacer ningún daño ya que cayo de pie, volteo a ver a donde estaba el niño que lo veía con asombro -lo siento, pero no puedo seguir con esto. Hasta nunca- de repente el rostro de Leo dejo de ser uno serio a uno de gran asombro al ver que ese niño también saltaba la cuesta  -¿qué?- veía como el pequeño se trataba de sostener de una rama pero esta se rompía haciendo que cayera sin antes golpearse en unas rocas -¿que  sucede con él? ¿por qué intentó hacer eso?  es ridículo...- se dio la vuelta -bueno, mientras esté inconsciente no podrá seguirme. Aquí termina la persecución- el brujo se iba dejando atrás al pequeño que solo lo veía antes de quedarse inconsciente, pero Leonardo se regreso con molestia en su rostro -maldición, si lo abandono y se muere, dirán que fue mi culpa. Además, aquellos bandidos me vieron con él... gh... sabía que sería un estorbo- 

La siguiente escena fue que el niño caía en un río, no despertaba hasta que sintió que el aire le hacia falta, se confundió por que  no sabía como había llegado hasta ahí -veo que ya despertaste, niño- Leo le hablaba desde la orilla, él lo volteo a ver -ahí tienes agua para beber. No sólo te caíste por esa cuesta... sino que también estuviste a punto de morir deshidratado- Leonardo hablaba molesto, el niño solo hizo caso y empezó a beber de ese río -ah, y apestas. Supongo que en ese pueblo nadie se molestó en bañarte, ¿verdad? todavía hueles a sangre de youma. Báñate y lava bien tu ropa- el ojos plateados solo veía al pequeño que se quitaba su ropa y se impresiono poco al ver las múltiples marcas de maltrato que tenia en su espalda -[ya veo... los habitantes del pueblo tenían miedo hasta de asearlo, ya que es un niño traído por un youma... hasta las heridas frescas provocadas por el youma son objeto de terror para ellos...]- el pequeño terminaba de sacudir su ropa para quitar el exceso de agua -también te traje algo de comer. Aquí está para cuando te dé hambre- pero antes de que Leonardo se diera cuenta el pequeño ya tenía el pedazo de comida en sus manos y comiendo apresuradamente -[hm... siento como si estuviera cuidando una mascota...]- vio que el niño dejaba de comer -¿hm? ¿que pasa?- veía que el mas pequeño estiraba los brazos acercándole el pedazo de comida con una cara de cierta vergüenza y timidez, Leonardo solo lo veía -je, je, je...  no te preocupes, yo estoy bien. Todo es para ti. Anda come- el niño lo veía con preocupación -en serio ¿crees que  yo me aguantaría por ti?- el niño sonrió y siguió comiendo -[pues... es mejor que una mascota...]- se acostó en la tierra -por el momento lo que haré es llevarte hasta el siguiente pueblo. Si te dejo aquí, seguro morirás y todos dirán que fue mi culpa- el niño lo veía con asombro -así que  hoy puedes dormir tranquilo. No has dormido bien últimamente. No te preocupes, no te dejaré mientras duermes- 

En la mañana el pequeño que encontraba solo, pero se sorprendió cundo atrás de él se encontraba Leonardo con un conejo muerto en las manos -te traje algo para desayunar. Has de tener hambre- el niño solo lo veía con asombro -pero que molestos son los seres humanos... tienen que comer hasta dos o tres veces al día- de repente sintió como el pequeño lo abrazaba -oh... hey... ¿que haces?- veía como el niño se ocultaba en su abdomen -hm... tonto... te dije que no me iba a ir mientras dormías. Yo no tengo porqué mentir. No necesito mentir. Así que puedes creer lo que te diga- vio como con temor el pequeño asentía con la cabeza -je...- sonrió tiernamente Leonardo pero inmediatamente cambiaba esa sonrisa por una cara llena de confusión -[¿y por qué tengo que sonreír así? no entiendo]- 

Ambos se encontraban nuevamente caminaba, pero el niño de ojos azules casi caía otra vez por la cuesta, pero no lo hizo debido a que Leonardo lo tomaba de la muñeca y hacia que volviera a tierra firme -ten cuidado. El suelo no es muy estable- ''El Sonriente Leonardo'' no vio al pequeño solo siguió caminando y segundos después este le siguió el paso, en la noche ese niño ya se encontraba profundamente dormido -[cae rendido después de comer... no me sorprende. Aunque bajé mi paso, no es como para que un niño me siga. Es fuerte... qué extraño es... ¿por que se aferra tanto a mí? bueno supongo que lo hace porque no tiene a nadie más con quién confiar... aunque también me da lástima el hecho de que... sea yo la única persona en quien puede confiar. Se equivoco de persona. Si por lo menos hubiera elegido a un ser humano... tendría una cama más adecuada. Finalmente... yo no puedo hacer nada por ti]-

Mas atrás de donde ellos se encontraba alguien los seguía

En la mañana el niño terminaba de apagar el fuego -hey... ¿ya estas listo? vamos...- el  pequeño se acercaba a él -cierto no se tu nombre. Es fastidioso tener que decir ''hey'' todo el tiempo-  el pequeño trataba de hablar -¿hm? ah... calma, no es grave. Asumo que tampoco puedes escribir muy bien... sólo necesito un nombre para poder llamarte hasta ue lleguemos al pueblo... hmmm... ya sé... Ryan... ¿qué te parece ''Ryan''?- el niño con el lunar estaba muy asombrado y trato de hablar nuevamente -¿hm? ¿ue? no me digas que ése es tu verdadero nombre...- vio como Ryan asentía con la cabeza -vaya, ¿en serio? qué bien. Es el nombre de uno de los hijos de las diosas gemelas del amor, puras y hermosas. Por cierto el otro hijo de ellas se llama Leonardo. Y ése es mi nombre. Esos nombres son muy fuertes y bellos. Quizá nos pusieron esos nombres porque querían que así fuéramos criados. Nuestros padres nos amaban- Ryan estaba apunto de llorar por lo que había dicho Leonardo -no llores. El recuerdo de tus padres vive en tu nombre. Debemos irnos... Ryan- ambos comenzaron a caminar, sin imaginarse que alguien mas estaba siguiéndoles el paso y ese alguien era el hombre que había perdido su mano debido al ataque de ''El Sonriente Leonardo''       


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top