El Sonriente Leonardo II
''Estaba tan orgulloso de mi cabello negro... pero el día que lo perdí todo, la gente en que confiaba me vendió a la organización. ¿Moriría? ¿Me volvería un juguete de la organización? elegir no estaba dentro de mis posibilidades. No estaba solo. Así era con todos los que llegaban ahí. Nadie llegaba a tocar esa puerta por voluntad propia. Me abrieron el cuerpo... y me convertí en algo que no es humano. Mis ojos oscuros, mi cabello negro, lo que más me hacía sentir orgulloso, desapareció... era como si todo el color hubiera sido arrancado de mi cuerpo, y soló mis ojos brillaran en un extraño tono plateado''
En una habitación que parecía lujosa con macetas, con un hermoso candelabro, Leonardo estaba dormido en la cama, su ropa, armadura estaban en el suelo mientras que su claymore estaba recargaba sobre un mueble -hm... hmm...- Leonardo despertaba -maldición... tengo náuseas...- se levanto, se puso su ropa, clavo la espada y se recargo en ella mientras cruzaba los brazos -pf... ''Esto es lo mejor que te podemos ofrecer...'' no necesito comida de primera ni una cama alcochonada, Qué seres tan aburridos- en ese momento tocaron la puerta
-Oiga... señor Leonardo... su comida ya está lista, si quiere...- antes de que el encargo terminara de hablar, la espada atravesó la puerta y después esta se hizo pedazos
-Lo siento, pero ya me voy. Ya no necesito ni cama ni comida- Leonardo veía al encargado para después salir
-Eh... está bien...-
Ya afuera de la posada, los aldeanos hablaban entre ellos -parece que el brujo de ojos plateados ya se va-
-¿Tan pronto? yo pensé que se quedaría por lo menos hasta mañana-
Un señor vio a Leonardo -se...señor Leonardo...- sacó una manta y la abrió, en ella había dinero -ésta es una recompensa que queremos ofrecerle por habernos ayudado- decía tímidamente -es todo lo que el pueblo pudo reunir para usted-
-No la necesito- lo volteo a ver -no necesito su dinero-
-¿Eh?-
-En primer lugar, fue otro pueblo el que pidió mi ayuda. Y aunque hubieran sido ustedes, eso es muy poco dinero para matar a un youma. Además no fue uno, sino siete-
-¿Eh? ah...- en ese momento todos vieron algo que llamo la atención de Leonardo, un niño agarraba la capa que Leo llevaba puesta
-Oigan... ese niño...- unos aldeanos miraban con asombro, el ojos plateados agarro su capa y con fuerza aventó a aquel pequeño, las personas se asombraron ante ese acto
-¿Qué le pasa a éste? Pero si es el niño que estaba con el youma que acabo de matar ¿Acaso quieres vengar a tu padre, o qué?- Leonardo miraba al niño
-No... en realidad... ese niño no es de este pueblo... y de hecho, creo que ni siquiera estaba emparentado con ese youma...-
-¿De que estas hablando?-
-Bueno, no estoy muy seguro, pues el niño es mudo... pero él ya sabía que ese hombre era un youma... y parece que el youma lo traía consigo a la fuerza y por casualidad llegaron a este pueblo-
-Si el niño es mudo, ¿cómo sabes eso?-
-Pues...- el hombre veía al niño levantarse con dificultad -su cuerpo tiene numerosas cicatrices y... muchas marcas que evidencian un abuso continuo...-
Leonardo que veía al hombre, volteo a ver al niño -ya veo... quizá era como el juguete de ese youma. Entonces lo más probable es que piense que soy su salvador- mientras aun veía al niño sonrió en forma de burla -lo siento, pero yo no vine aquí a salvarte. Eliminé a esos youmas porque es mi deber hacerlo. No malentiendas- pero sus palabras fueron en vano ya que el niño se aferro a su pierna
-Hey...- decía un hombre
-El niño...- habló un segundo hombre
-¿Qué diablos haces?- Leonardo vio que el niño temblaba, pero le dio una patada, todos los que estaban viendo se asombraron -te digo que no me toques. Yo no soy el salvador que crees que soy- mas sin embargo el pequeño de ojos azules y cabello café casi negro se levantaba con un poco de sangre en el lado derecho de cara -kh... ¿qué le pasa? ¿ acaso está loco?- vio nuevamente al señor
-¿Eh? no creo... es sólo que ese youma lo reprimió demasiado... y se cerró tanto que ya ni puede hablar, y tampoco reacciona a lo que los demás le dicen... es lo que pensamos-
El niño nuevamente se acercaba a Leonardo -oye... si te vuelves a acercar, te patearé de verdad. Serás mudo, pero no creo que seas sordo- Leonardo no veía al niño realmente pero sabía que se acercaba a él
-Va a matar al niño...-
-¡Alguien ayúdelo!-
-No digas tonterías ¿Quieres involucrarte?-
-Además, aunque lo rescatemos, nadie aquí podrá hacerse cargo de él-
-De cualquier modo, es un niño que trajo un youma... a nadie le importará que este claymore lo mate- murmuraban los aldeanos, Leo escuchaba la platica mientras veía al pequeño acercarse, antes de que pudiera dar un paso más, el pequeño recibió una fuerte patada
-¡Kyaah!- una mujer se tapaba los ojos, el niño solo caía fuertemente quedando inconsciente
-Hm... lo que me obligan hacer... por cierto, parece que el último youma no estaba incluido en la petición que enviaron... podemos decir que ése corre por mi cuenta-
-Eh... ah- los aldeanos lo veían asombrados
-Qué bien, ¿no? Realmente tienen suerte. Nos vemos...-
Así la mañana se convirtió en noche y el pequeño niño de ojos azules, cabello café casi negro y un pequeño lunar del lado izquierdo de su rostro a un lado de ojo, respiraba cansado mientras caminaba en medio del bosque hasta que encontró a Leonardo recargado en su claymore mientras una fogata estaba enfrente de él, solo el pequeño lo veía y veía hasta que sorpresivamente desapareció y noto que estaba atrás de él apuntándolo con la espada -debo de felicitarte por tener la fuerza física para poder seguirme hasta aquí... pero no me gusta que me sigas... ya te lo dije, yo maté a ese youma por que mi trabajo. Yo no hice nada por ti... de nada sirve que te encariñes conmigo- Leo vio que el niño solo estaba sorprendido -si vas a seguir... puedo acabar contigo aquí mismo- en ese momento Leo empujo al niño pero lo hizo para salvarlo ya que algo trato de caer encima de ellos -¿un youma? no puede ser... ¡no siento ningún youki!- otro ser se acercaba a ellos por las espaldas, el ojos plateados iba a atacar -Kh... ¡ya veras...!- pero detuvo su movimiento con sorpresa -[¿un humano...?]- escucho que alguien agarraba al pequeño, Leonardo hizo un movimiento cortando la mano de un hombre
-Gah... ¡waaah!-
-[Gh... ¡maldición!]- de repente los chicos fueron rodeados varios hombres
-Un Claymore... un brujo de ojos plateados... hm...- un hombre hablaba con cierto temor
-¿Bandidos? Lo siento, pero no tengo nada que puedan llevarse. Deberían atender a ese hombre pronto. Puede desangrarse y perder la vida-
-Y a ti no te conviene que él muera ¿cierto? Jamas pensé que encontraríamos a un brujo de ojos plateados en un lugar como éste. Y ademas a uno muy hermoso- hablo el que parecía ser el jefe de todos ellos, Leonardo solo lo observaba
-Esto no es bueno, jefe... no importa cuántos seamos, es demasiado peligroso...-
-Tonterías. Según lo que he escuchado... por ley, los claymore no pueden matar a un ser humano-
-¿Eh?-
-Yes una regla de oro. Sea la razón que sea, no pueden hacerlo ni por accidente-
-Si alguno de ellos rompe esa regla, sus compañeros Claymore se moverán de inmediato para decapitarlo. Ésa es la prueba más grande que existe de que estos temidos seres mitad humano y mitad monstruo... están de nuestro lado, del lado de los humanos- el jefe hablaba con mucha confianza, mientra que Leonardo no dejaba de verlo
-¿En serio?-
-Si eso es verdad, no tenemos absolutamente nada que temer-
-El Claymore debe de tener más miedo que nosotros-
-Es un hombre lindo ¿no creen?-
-Toda una joya-
-Y parece tener un cuerpo celestial-
-Sería un desperdicio...-
-Je, je...-
El pequeño comenzaba a asustarse por esas palabras
-Je, je je... así que de eso se trataba. Si me lo hubieran dicho desde un principio, no habría opuesto resistencia - Leo se quitaba parte de ropa mostrando una parte de su cuerpo -si les gusta este cuerpo... estoy dispuesto a compartirlo con ustedes-
Todos estaban asombrados por el cuerpo que tenía Leonardo ya que no era como debería ser* -eh... ¿que es eso? pero...-
-¿Acaso... todavía?-
-No puedo creerlo...-
-Este es el cuerpo que tenemos nosotros a quienes ustedes llaman claymore. Si les agrada, adelante, es todo suyo-
-Ugh...-
-Yo no...-
-Qué horror...-
-Diablos- todos los bandidos desviaban la mirada de cuerpo de Leonardo, mientras que el pequeño miraba con confusión
-Gh... vámonos. Alguien ayude a Rig- dijo el capitán mientra se iban, dos hombres cargaban al que había perdido su brazo
-Maldita sea ¡me las pagaras monstruo! demonios- todos los bandidos se habían ido dejando solo a los dos chicos, Leonardo tomo su claymore y la puso en su espalda
-Tú también, ya vete. Estorbas. De todas formas... un monstruo no puede hacerse cargo de un niño- Leonardo comenzaba a caminar, dejando al niño atrás, pero.. -ya... deja de seguirme-
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Todos estaban asombrados por el cuerpo que tenía Leonardo ya que no era como debería ser: Eso es por que los cuerpos de los Claymore son mitad youma (que son de color morado muy oscuro) y mitad humano (solo la cabeza luce humana) y como leyeron al principio Leo perdió el color de su cabello y ojos, ahora son de color amarillo casi blanco (su cabello) y de color plateado (sus ojos) pero cuando pelean los claymore sus ojos se transforman como el de un youma (ojos dorados y con la pupila como la de un ...eh se podría decir como los de un reptil) pero Leo nunca transforma sus ojos así
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