Capitulo 1.
Se mamó el pinche Anakin con esa jajaja.
Hola a todos mis queridos lectores y lectoras, esta historia es un nuevo viaje que los personajes de Star Wars tendrán.
-
-
-
-
-
-
-
-
Ubicación desconocida...
El extenso y verde paisaje era dominante, tranquilo y hermoso, único dado el lugar en el que están, vegetación por todos lados, árboles enormes y un río cristalino adornaban aún más la belleza del lugar, durante cientos de miles de años este fue el hogar de los Iluminados, seres nacidos del sol cuya tarea en el universo es dar la vida, crear nuevos mundos y proveer equilibrio.
Mientras pasaban los años evolucionaron, desarrollaron nuevos ideales y los implementaron sobre su gente para guiarlos por el buen camino.
Cuándo finalmente sintieron que su tarea estaba completa, decidieron establecerse en un nuevo mundo al que llamaron "Sol naciente".
Llevaron con ellos a varias razas que quisieran aprender de ellos, ayudarles a mantener la paz, cosa que muchos aceptaron.
La gente confiaba en ellos, se sentían seguros bajo su protección, eran leales, trabajadores, muy sabios e inteligentes, personas siempre al servicio de la gente y sobre todo al servicio de la vida pues protegerla es su deber.
Conforme los años pasaban fueron construyendo un gobierno justo, pacífico pero también autoritario cuando la situación lo requiere.
Brindaban ayuda sin esperar nada a cambió, alimentaban a la gente de escasos recursos, le daban hogar a la gente en situación de calle, educaban a cientos de niños, se les daba una familia a huérfanos, los servicios médicos eran gratis para todo aquel que visitara su hogar y también ayudaban en proteger a los viajeros de los intentos de robo.
Pero como parte del equilibrio, no puede haber luz sin oscuridad...
-¡Ven aquí!. -se escuchó un grito enfurecido.
Algunos de los civiles que viven en la ciudad no pudieron evitar sonreír, nuevamente ella estaba en problemas.
Una guardía real corría desesperadamente tratando de atraparla y llevarla al castillo... otra vez.
-¡No me alcanzan!. -gritó la niña riendo mientras aumentaba su velocidad.
Atravesó varias calles y callejones que solo ella conocía, pues siempre se escapaba de sus deberes para salir a divertirse y conocer más de lo que esos muros aburridos del castillo le ofrecen.
Pudo salir del pueblo para ir directamente al bosque, ya que siempre se la pasa jugando ahí.
Cuándo dejó de sentir la presencia de la guardia cerca de ella empezó a reír de felicidad, sin esperar nada fue al río y saltó para sumergirse.
Al cabo de unos segundos salió otra vez, miró el cielo azul y suspiró, era tan tranquilo estar en este lugar.
Sabía que era cuestión de tiempo para que la encontraran por lo que decidió aprovechar el limitado momento de diversión que le quedaba para nadar.
-
-
-
-
-
-
-
-
En algún punto del borde exterior...
A diferencia del Sol Naciente, este mundo no era hermoso, por el contrario, se veía triste, solo, aparentemente desprovisto de vida alguna, el cielo era rojo, los árboles secos, no había ningún río, lago o alguna fuente de agua en kilómetros.
Aquí no había ningún sol que brindara un cálido calor, lo único que había era una luna de sangre, la única fuente de luz que disponía este mundo.
No había vegetación, ningún tipo de especie animal, el clima era frío, húmedo y en ocasiones nevado.
Lo único que había eran edificaciones que por el aspecto tenían mucho tiempo en abandono, no había felicidad, solo un olor a muerte inquietante y si escuchas muy bien... lamentos de personas.
Este era el hogar de aquellos seres nacidos de la oscuridad llamados los "Lord Sith", una raza que usaba el poder del lado oscuro de la fuerza para dar muerte, miedo y corromper a aquellos que no se dobleguen ante ellos.
En lugar de un castillo había un templo oculto bajo la superficie del planeta, un lugar muy bien oculto de los ojos de gente no deseada.
-¡Otra vez!. -se escuchó la voz autoritaria de un hombre.
En el suelo vemos a un niño ensangrentado de su cara y nariz, ojos azules y pelo medio rubio.
Frente a él se encontraba uno de los tantos Siths que habitan en el planeta.
-... ya no puedo. -dijo el niño tratando de levantarse.
Esa respuesta no fue del agrado del Lord Sith, sin previo aviso usó los rayos de la fuerza para torturar al niño que nada pudo hacer ante semejante técnica.
-¡Ponte de pie!. -ordenó Darth Revan dejando caer al niño bruscamente.
El niño se estaba enojando, ya no podía más, pero tenía que hacerlo o lo asesinarían.
Desde lo lejos vemos a dos personas hablar.
-Ese niño está muerto sino lo hace. -dijo una mujer semtada al lado de su amiga.
-Yo tengo fe en el, después de todo es hijo de su padre. -dijo otra mujer con su mirada amarillenta sobre el niño.
-Si, pero el ya no está aquí. -le dijo su amiga.
Ante esas palabras la madre del niño dejó fluir electricidad en su mano derecha, era claro que ese comentario no fue de su agrado.
-Sabes muy bien que ellos nos siguen buscando, aunque les hallamos hecho creer que estamos extintos no dejarán de buscar. -dijo su amiga.
-Ellos morirán con el tiempo, solo debemos esperar a que mi hijo esté listo. -dijo la madre del niño.
-Con maestros como Malgus, Revan y Nihilus lo dudo mucho, parece que disfrutan hacerlo sufrir. -dijo ella con una mirada sádica.
-Al igual que tú Traya. -dijo la madre mirando con seriedad a la mujer.
-Eres tan rara Shmi, la esposa del Lord Sith Darth Bane mostrando sentimientos maternales por si hijo, eso no es algo propio de una Sith cómo tu. -dijo Traya con seriedad.
-Me importa un comino lo que todos piensen, mi hijo es lo único que me queda después de la muerte de Bane y no dejaré que el nuevo Sith'Ari esté a la sombra de su padre, el será el más poderoso de todos nosotros, no lo dudes. -dijo Shmi asfixiando con la fuerza a Traya cómo advertencia.
Aunque esto no era nada del otro mundo para la Sith ya que se liberó del control.
-Lo tendré en mente. -dijo Traya retirándose del lugar.
En eso un fuerte grito se escuchó, Shmi volteó a ver y pudo ver de pie a su hijo mostrando la mirada de muerte de un Sith.
-Bien hecho aprendiz, lograste superar la prueba. -dijo Revan sin emoción en su voz.
-Muy bien Anakin. -dijo Shmi acercándose.
Revan se largó sin decir nada, para el esto era una estupidez.
-Tu poder crece más y más, pero debes tener cuidado. -dijo Shmi viendo fijamente a su hijo.
-Solo necesito tiempo, mi cuerpo no a madurado lo suficiente como para tolerar la carga, pero en cuanto eso cambie finalmente podré hacerlo. -dijo Anakin con su mirada azúl.
No era tonto, sabe que solo existen dos, un maestro y un aprendiz, debe volverse poderoso para asesinar a Malgus, Revan, Nihilus, afortunadamente su tío Sidious y Vitiate están de su lado.
-Confio en ti, por ahora debemos irnos. -dijo Shmi dando media vuelta.
El niño simplemente la siguió mientras sacaba un trapo húmedo y se limpiaba la cara.
-¿A dónde?. -preguntó Anakin escupiendo algo de sangre.
-Vamos a reunirnos con un viejo amigo en Hosnian Prime. -dijo Shmi yendo al hangar de las naves seguido de Anakin.
-
-
-
-
-
-
-
-
Cómo ella lo pensó, todo pasó, su tía Satele Shan de la guardia la atrapó y la llevó al palacio donde sus padres la esperaban.
-Padmé, ¿cuántas veces te hemos dicho que no salgas del pueblo?. -le dijo su padre Ruwee.
-Lo siento. -dijo la niña triste.
Su padre suspiró.
-Debes entender que no puedes salir solo así, al menos deja que la guardia te lleve a dónde sea que quieras ir. -dijo mientras le daba un abrazo.
-¿Tienes miedo de algo?. -preguntó la niña sintiendo que su padre le ocultaba algo.
-Supongo que es momento de decírtelo. -dijo Ruwee tomando asiento.
-¿Decirme que?. -preguntó Padmé confundida.
-¿Recuerdas lo que le pasó a mamá?. -dijo Ruwee con algo de nostalgia.
-Si, me dijiste que ella se enfermó y que por eso ya no está con nosotros. -dijo Padmé agachando la mirada.
-Todo eso fue mentira... ella... ella fue asesinada. -dijo Ruwee con pesadez en su voz.
Eso fue una gran revelación para la niña, ella creía que nadie le haría algo a su familia, no después de todo lo que han hecho por todos aquellos que ayudaron.
-El culpable de todo esto... fue un Lord Sith. -dijo Ruwee tomando aire pues no quería que su hija la viera de ese modo.
-Creí que ellos estaban extintos. -dijo Padmé recordando sus lecciones de historia.
-Eso también fue lo que creímos, por eso mandé a muchos hombres a buscarlos, se que aún están ahí afuera haciendo de las suyas y que no descansarán hasta gobernarlo todo. -dijo Ruwee mirando a su hija.
-Yo leí sobre ellos, se supone que eran nuestros aliados y amigos, ¿que fue lo que pasó?. -dijo Padmé sin entender el porque de las acciones de ellos.
-Su maldita codicia fue lo que pasó, decidimos llevarles la guerra hasta exterminarlos a todos, sobre todo con su líder Darth Bane, el primer Sith'Ari. -dijo Ruwee sacando algo de su túnica.
Era una cuchilla que emanaba energía oscura.
-Juré sobre la tumba de tu madre que acabaría con el usando la misma daga que usó para matarla a ella. -dijo Ruwee sintiendo una lágrima bajar por su ojo derecho.
-Por tu expresión puedo deducir que eso no pasó. -dijo Padmé prestando total atención.
-No, Bane fue asesinado para cuando llegamos, en el lugar habían varios de nuestros amigos Jedis muertos, poco después nos enteramos por parte de Sifo Dyas que uno de los miembros de su escuadrón asesinó a Bane. -dijo Ruwee suspirando.
-Al menos murió, eso debe alegrarte. -dijo Padmé tratando de animar a su padre.
-Seré feliz hasta que hallemos a la maldita perra de su esposa y a su hijo bastardo, una vez los asesine finalmente estaré en paz. -pensó Ruwee relajandose.
-Lo único que me alegra es saber que te tengo a tí y a ti hermana, son lo único que me queda y sin ustedes yo estaría perdido, así que prométeme una cosa. -dijo Ruwee mirando a su hija.
-Lo que sea papá. -dijo la niña.
-Ellos están ahí afuera, esperando el momento para atacar, así que si en algún punto llegas a verlos no dudes en matarlos pues ellos no dudarán en hacer lo mismo contigo, ellos son despiadados, mentirosos y asesinos, llevan vidas dobles para fingir algo que no son. -dijo Ruwee estirando y mano.
-Lo juro. -dijo Padmé tomando la mano de su padre.
-Muy bien, ahora arréglate porque debemos salir. -dijo Ruwee alejándose un poco de su hija.
-¿Ah dónde vamos?. -preguntó Padmé.
-Hosnian Prime, tenemos una reunión importante con el líder de ese mundo. -dijo Ruwee.
-
-
-
-
-
-
-
-
Esta es otra historia que me surgió en la mente panitas
Espero que les guste.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top