Capítulo 71. La transición
Volvimos al campamento, con la felicidad a tope, con una sonrisa que me invadía como tonto, como era de madrugada cuando llegamos, nos metimos a dormir juntos en su habitación... y dormir fue lo que no hicimos, quizás pude hacerlo 2 horas a lo sumo, pero no me siento cansado o de mal humor, todo lo contrario, estaba totalmente idiotizado, encantado, extasiado, feliz y nada más que feliz.
Cuando abrí mis ojos la admiré por un buen rato, hasta que finalmente era hora de tomar una ducha y volver a mi labores como líder de los dóminis, hay mucha tarea, aunque me convenciera de olvidarla, la verdad es que seguía en mi mente cada pendiente que tenía.
Me vestí para la ocasión, porque ¡Carajo! yo sé que después e la calma es muy normal que se vengan una tormenta gigante, nunca es lo contrario, no hay paz por dos días, eso sería un milagro.
—¿A dónde se supone que irás?—La voz de Alex se me mete como cuchillas en la piel, suena casi preocupada, aunque suena más ansiosa.
—A ningún lado, sólo me preparo, por si comience a llover fuego,—Bebo de mi taza de café cuando ella prende un cigarrillo— ¡Díos Alex! porqué no fumas afuera...
—No lo haré, usa tu energía si quieres evitar olerme, punto.
—Eres irritante ¿Sabes?
—Realmente sólo es una malcriada—La voz de Hugo sonaba encantada, divertida, estoy seguro que también pasaron la noche juntos por cómo se miran... aunque siempre se miran con mucha energía, hoy es el doble.
HUgo también se sirve un café, se sienta a la mesa de desayuno, y antes de beber un sorbo le quita a Alex su cigarrillo, le planta un beso mientras sostiene sus rostro y ambos terminan el beso mirándose un buen rato.
¿Me siento incómodo? ¡Por supuesto que me siento incómodo! y más al ver cómo él le da una calada el cigarrillo y le vuelve a plantar un beso más intenso.
—¡Por Díos! Vayan al cuarto de alguno y dejen a las personas iniciar la mañana de manera decente.
Ambos estallan en una risita que va acompañada de un casi coreográfico gesto y cruzada de brazos, su mirada era acusadora, y básicamente me sentía algo cohibido.
—Te dije que debimos dejar que los oyeran, así se levantaba con verguenza en la cara—Alex habla a Hugo algo molesta y entonces mi cerebro cae en la cuenta.
—¡Ay no!
—Saber hermano—Dice Hugo devolviendo el cigarrillo a Alex y tomando su café— Tienes suerte de que te haya dejado de odiar hace años, o no creo que esta mañana te hubieses servido el café caliente tan tranquilo.
—No lo puedo creer, ¡Gracias por evitarlo!—Le paso la mano y nos damos un apretón como si ambos hubiéramos sido amigos por mucho tiempo.
Alex también termina sentándose a la mesa, se sirve un poco de jugo y algo de huevos revueltos. Cuando alza la vista no esconde la risa, al contrario, parece hacerla de propósito, no hace falta que voltee sé perfectamente que se trata de Yeru, de todas maneras lo hago, sólo para verla y admirar todo su ser.
Tras ella viene Berenice acompañada de Etiel, ambos parecen haber salido a dar una caminata, por un segundo deseé que algún día Zafiro y yo podamos llegar a estar tanto tiempo como ellos han estado, vivir uno a lado del otro, apoyándonos, amándonos.
Sin embargo, en mi interior algo se removió, como si lo que estuviese deseando fuera imposible, que era mejor que recapacitara, y que era imposible que yo fuera feliz. La pesada mochila se instaló en mi hombro y mi cabeza comenzó a entrar en un conflicto, hasta que el beso inesperado de Yeru me trae de nuevo ¡Wow! Eso en verdad fue sorpresivo.
—Buen día...—Dice Berenice riendo, a lo que Etiel responde haciéndole un gesto para salir rápido de la cocina— Sólo venimos por unas hojas para nuestro mate... que pasen bien chicos, nos vemos luego.
—Hasta luego Berenice—Decimos todos juntos en coro cuando la vemos irse.
—Buen día Señor Anta—La voz de Yeru sale encantada mientras se sirve una taza de café, y toma unas frutas del centro de la mesa.
—No seas ridícula Zafiro que te escuchamos anoche, ahórrate lo de ¡Buen día Señor Anta! ¿Cómo amaneció señor Anta?—Alex sonaba burlona y de verdad lo disfrutaba, a mi por el contrario me hacía sentir cada vez más incómodo.
Yeru miró a su hermana, mientras dió una mordida a una fresa que tenía en la mano, para luego beber su taza de café sin dejar bajar los ojos de Alex, quién también la estudiaba al igual que yo, al parecer estaba sorprendida, esperando una pizca de vergüenza en el rostro de su hermana, pero nada.
— ¿Me vas a decir que nunca practicaste el BDSM Alexandra?
—¡Uff!— se escapó de los labios de Alexandra acompañado de un sí moviendo la cabeza y cómo si estuviera aprobando a su hermana.
¡Joder!
Me quemé con el café, y si no fuera por que bajé la tasa, estoy seguro que iba a estar empapado de él, Hugo quedó congelado viendo a las chicas que se reían a carcajadas por el comentario, y no voy a negar que muy, muy, muy en el fondo ese comentario encendió una chispa que hizo correr mi imaginación, hasta que se topó con la muralla de la responsabilidad.
Obviamente quería seguir con el juego, y hacer un comentario ridículamente lujurioso, y estoy seguro que Hugo moría por hacer lo mismo, pero ¡Maldita sea! En esta casa hay mucha gente.
En ese momento venía corriendo hacia nosotros Aracy, quién sin dudarlo saltó a mis brazos y luego a Zafiro.
—Holaaaaaa—La niña parecía muy feliz, y la verdad no sé cómo o cuando llegó, pero sí me emociona verla, por sobre todo tan sana y contenta.
—¡Ey! Aracy—Digo saludando a la niña quién parece bien energética—¿Cuándo viniste?
—Ayer me trajo la tía Alex...
Miro a Yeru quién sólo me da una sonrisa mientras la niña se acomoda en su regazo y le sirve un poco de leche, Alex le pone algo de cereal en la taza y Hugo pasa la cuchara, casi como si cada uno hubiese planeado que parte haría.
—¿Descansaste bien?—Pregunta Alex pero mirándome a mi ¡Maldita! es obvio que sigue cargandome.
—¡Bien! ¿Y mi primo Andree cuándo regresa?—Ella toma la cuchara y comienza a comer de su cereal muy tranquilamente.
—Aún no lo sabemos, está en una misión—Le respondo.
—Mmmm eso está bien, pero debería volver pronto...
Los 4 nos miramos, porque no comprendemos por qué debería volver pronto, así que volvemos a Aracy, quién sigue comendo de su cereal.
— ¿Por qué crees que debe volver pronto tu primo?—Pregunta Hugo intrigado.
—Mmmmm ¿No lo ven?—Aracy deja de comer su cereal y nos mira extrañada— Están aquí...
—Ara, necesito que seas más especifica mi amor—Zafiro acomoda su cabello y ella voltea a verla.
—Los custodios... Los sobrevivientes a los otros universos, guardianes y designadas, alguien lo trajo, se ve por todos lados esas luces rosas... —Señala el aire y la verdad es que no lo vemos. —Los custodios no deberian salir de sus puestos... pero aquí están. Estoy segura que, vienen por mi, por ti—me señala con el dedo indice— o por ellos—Apunta a Zafiro ¿Por ellos?
—Ara... ¿Ellos?—Yeru mira a la niña y sé que se está preguntando cómo es posible que ella no vea lo que Aracy ve.
— Sus hijos, los está trayendo la cigüeña ¿No?
Hugo se lleva la mano al mentón en señal de preocupación, Alex y Yeru sólo se miran en silencio y con dolor, mientras que a mi, me sonó el alma. ¡No bastaban los problemas! Claro que no, ahora tengo uno más... y a penas a horas de ser "padre" de nuevo.
—Es mejor que todos estén aquí, y que tú limpies la energía rosa, o ca a comenzar a debilitarnos en algún momento, en verdad pensé que lo veías, y sólo no hacías nada para ver más.
>>Ader y Tamirá también deben estar protegidas, en realidad, todos nosotros, y es mejor hacerlo ya y que piensen cómo recuperar todo lo que nos falta, es mejor que yo abra la bóveda con ustedes, a que ellos me usen para abrirla con ellos.
—No te preocupes mi amor—Habla Yeru plantándole un beso en la frente— Eso no va a pasar... te lo aseguro.
—Dime que ya tienen a los hermanos de Dara—Alex se dirige a Hugo quién hace un gesto afirmativo— pues que no esperen más, y vamos a por Ader para comenzar con la transición, debemos pasar sus malditos poderes a Ebe y a mi.
—Eso no va a funcionar—Vuelve a interrumpir Aracy— Ustedes ya no son una de tres...
—¿Cómo?—pregunta Alex confundida
—Sus lazos no son de este universo... o sea es cómo que no son de la misma linea... La transición debe ser entre hermanas nacidas en un mismo ciclo... y eso no significa que sean de sangre...
Me llevo la mano a la nariz, porque cabo de entender, mientras mis compañeros siguen intentando descubrir el mensaje de Aracy.
—Tamirá, Ade y Zafiro ¿No es así?
—Misma alineación de qubits y su origen tiene que ver con muerte y sangre, sí, son ellas.
—¿En verdad tienes 5 años?—pregunta Alex a Aracy quién sólo ríe.
—Bien, creo que voy a llamar a todos, la diversión se acabó... pero sólo para dejar en claro algo antes de ir a trabajar... en verdad necesito más información sobre eso que mencionaron hace rato...— Yeru, Alex y Hugo sonrieron de inmediato, pues al instante supieron que me refería a lo de BDSM.
—No hace falta información, sólo practicarlo amo... digo, amor— La voz de Zafiro sonaba divertida.
¡Dios! necesito definitivamente que todo este caos acabe.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top