Capítulo 69. Harto

Volver a la casa, y encontrarmela sentada en las afueras esperandome, hizo que mil voltios recorrieran mi cuerpo, era como si la estuviese viendo por primera vez de nuevo.

Mis pies temblaban, al igual que mis manos, mientras una sensación de confusión se adueñó de todo mi ser.

-Helios...-Mi nombre sale de sus labios con un todo imponente, pero dulce.

Su postura, su mirada, incluso la forma de respirar había cambiado en ella, la veía más segura, más hermosa, más exquisita.

-Yeru...

Ella sonríe cuando la saludo, y eso me enloquece, pero mantengo la cordura. Mi mente aún trae a ella a mis niñas, a Iriel, y la horrible sensación que se quedó en mi esas milésimas de segundos en los que los perdí a todos.

-¿No deberias estar atendiendo a tus súbditos, majestad?

-Helios...

-La pregunta es real, no estoy siendo irónico, por más de que esa solía ser mi especialidad.

-Te sientes herido, y lo comprendo, durante nuestra vida pasada, por 15 años fui muy injusta contigo, y con nuestros hijos.

>>Pero quiero que entiendas que lo que hice.

-No me debes ninguna explicación -miro sus manos, las cuales se ven temblorosas, apretando una a otra para controlar los nervios. -Yo también fui injusto contigo, no dimensioné tus poderes, tu valía, y cuestioné tus habilidades como líder... entiendo porque desapareciste, y actuaste de la forma en que lo hiciste, pero déjame decirte, que no comparto en lo más mínimo nada de lo que pensaste en ese momento.

Mi voz sale quebrada, y recuerdo porqué decía odiarla, y es justamente por esto, me hace débil, frágil, yo no debería ser así, ¡Soy un Anta Carajo! Y estoy llorando, llorando por...

-No sé ni siquiera porqué estoy llorando Yeru, pero las lágrimas caen, y no las puedo detener...

Ella caminó con rapidez hacia mi, olvidé a la gente que estaba mirando desde la casa, a los soldados, nemosorum y dominis que caminaban por las colinas, a todo ser que pudiera rodearnos, los olvidé, porque me hundí en los brazos de Yeru.

-Lloras por que duele, a mi también me duele Helios, no está mal, llorar, no lo retengas, no anules tus sentimientos como lo hiciste conmigo... déjalo salir.

Mi cuerpo se sacudía, en verdad sentía cómo ardía mis entrañas, y cada parte de mis células, cerraba mis ojos y escuchaba sus vocecillas llamandome papá.

Abracé tan fuerteba Zafiro, y dejé que el dolor saliera, como nunca antes lo había hecho, este es la primera vez en que vivo realmente un duelo, una perdida, una despedida.

Cada maldito recuerdo, cada experiencia se hacia más fuerte, como mis bebés estaban un día en mis brazos, y al día siguiente estaban liderando a los dominis.

Sus victorias, sus derrotas, sus preguntas, sus miedos, todo, todo me causaba dolor, pero nada como el hecho de que nunca estuvieron con su hermano.

-No va a parar... Yeru, necesito que pare, necesito dejar de sentir este vacío.

-Yo también mi amor...hay tanto de lo que me arrepiento, lo siento tanto, siento que tengas que sufrir así, se supone que esto no debería estar pasando, que tu dolor debía desaparecer, y que ellas deberían vivir en algún lugar del universo...

Me separo de ella, y la observo intrigado, con mis posibles respuestas en la cabeza hasta que la veo negar con la cabeza y vuelvo a ser polvo.

-Lastimosamente, por causa del joven, ese futuro no fue posible -Ella me seca las lágrimas de los ojos, por alguna razón, eso hace que me sienta seguro, amado, cálido.- Sonnia y Arora tenían el don de ver más allá del mundo, Tamirá decía que ellas eran únicas, y fue gracias eso que armé el plan, paso por paso... pero debí imaginar que nadie engaña al joven.

>>Vamos, ven conmigo Helios, quiero contarte algunas cosas.

Ella me toma con fuerza la mano, y yo me siento más como un niño perdido antes que el adulto de 36 años que se supone debería estar en mi interior, pero no está.

Antes de realizar el salto, veo a Alex quien estaba en la puerta de la casa observandonos, hace un gesto y desaparece milésimas de segundos antes de que nosotros lo hiciéramos.

Al llegar ambos estamos en un cerro, parados, miro en todas las direcciones mientras me seco las lágrimas, inmediatamente reconozco este lugar.

-¿Aquí fue en dónde...?

-En dónde nos dimos el último beso, antes de mi muerte...-responde cuando tira una gota de energía en el suelo y esta se extiende como tela.

Me estira su mano, y la tomo, para levantar nuestros pies sobre la tela, esta se hamacaba bajo nuestros pies, y hacia que demos pequeños saltos.

-Venis todos los días aquí, por sobretodo cuando Berenice me daba un informe positivo sobre tu revivirte, luego, iba junto a ti, a lado de ese tubo de energia que te rodeaba, para contarte que me pasé todo el día recreando nuestros besos fugaces, y que ya no podía esperar a que regreses para continuarlos...

-Lo sé -Responde ella poniendo su mano derecha sobre mi mejilla-Cuando los abandoné... era yo la que venia todos los días a este sitio, con la esperanza de que me buscaras aquí... todos los días me iba con una sonrisa en el rostro, por que te volviste tan buen padre, que en vez de buscarme a mi, buscaste a tu hijo, y te admiré por ello.

>>Todos los días, llevaba un poco de esta energia que creaba, y la dispersaba alrededor de las niñas, por 15 años... nunca te diste cuenta, y no por que fueras débil, si no, porque te ocupaste en ser fuerte, por tus hijos, pero no me sentías, porque no corrían peligro.

>>Era la hora más odiada de Lior... porque me quedaba por horas mirandote, mirándolas, hasta que me llamaban mis labores.

-¿Por qué me lo cuentas ahora?

Zafiro me señala hacia arriba, y puedo ver como almas, llegan hasta ella como si fuera una lluvia de meteoros, terminan en sus manos y se convierten en una de esas piedras que cada vez se hace más grande y hermosa.

-Por, el trato que te hizo el joven, no voy a permitir, bajo absolutamente ningún concepto que te sacrifiques por mi, mucho menos ahora, que sabemos que ocurrió...

>>Mi misión, como designada, es cuidar al guardian, siempre fue esa mi labor, pero tú, invertiste los rolles, me protegiste, me volviste fuerte para cuidarme a mi, porqué tenias miedo, miedo a perderme, y de igual manera lo hiciste Helios.

>>¡Yo soy la maldita designada! ¡Y ahora soy la reina de nuevo! No vas a sufrir de nuevo, no dejaré que te sacrifiques por mi.

>>¿No estás Harto al igual que yo que nos manipulen? Qué nos encasillen, que nos usen a su antojo, y nos obliguen a pensar como ellos... yo lo estoy, Helios.

>>Nunca fuo la princesa en apuros, pero por alguna razón se empeñaron en hacerte creer que lo era... tanto, que debiste luchar contra tus necesidades.

>>Se encargaron de meterme en la cabeza que fue tu culpa mi muerte, que te odiara, que renunciara a mi amor por ti, porque estaba enojada, porque te culpé de mi muerte, y nada de eso fue tu culpa.

-¿No lo entiendo Yeru? ¿Por qué dices todo eso? ¿De qué me vas a proteger? Yo soy el guardián, ese es mi deber.

-¡No! Tu deber, es cuidar a tu ejército, guardar las piedras, custodiar la boveda, a la llave... en ningún lugar dice que yo soy eso que debes custodiar... pero sí me lo dicen a mi... No debes dejar que tu guardian muera... Siempre se trató de ti, y me colocaron en el sitio correcto para neutralizarte, para que tomaras el libreto y lo dejaras todo por mi.

>> Y déjame decirte mi amor, que hoy, con la corona en mi cabeza, te hago la promesa de que no volveras a cometer ese error, porque no te lo voy a permitir.

Niego con la cabeza porque no comprendo absolutamente nada de lo que ella me dice, mi cabeza da vueltas, cuando a su alma llegan más almas.

-Esta vez vamos a salvar al universo, yo conseguiré purificarlas por completo Helios... y te devolveré eso que ahora mismo te falta.

-Zafiro ¿A dónde quieres llegar? Sólo dimelo, porque no lo estoy comprendiendo, me está costando... yo.

-Te quiero devolver amor... quiero que las luces vuelvan a alumbrar tu camino.

Mis ojos se abren tanto, que por un segundo dudo sobre lo que ella me está proponiendo, incluso me pregunto si es lo correcto, por sobretodo ahora que tengo misiones tan delicadas afuera, ahora que no sabemos si seguiremos vivos o moriremos.

-¿Qué te dijo ella que debías hacer?-Me pregunta acariciándome el rostro.

-Llevarte a Kururukua...

-¿Y? No lo sospechaste

-¿Qué cosa Yeru?-me aprieto la cabeza, porque en verdad estoy nervioso, y confundido, por lo que termino rascándose la nariz.

-Su existencia, es la esperanza de muchos.

-¿De quién?

-La pregunta debe ser en plural.

-Zafiro, ¡Dios! Juro que no hay otra cosa que me encantaría más que ir contigo... pero, me estás pidiendo que lo haga ahora, en medio del caos...

-No... no en medio del caos, en medio del orden.

Quedé en silencio, cuando vi que más almas llegaron a ella, y por primera vez me doy cuenta, qué solo una parte queda en sus manos, luego, el montón se divide en dos, una va al sul y la otra al oeste...

Las direcciones en las que se encuentran Tamirá y Ader, la alineación perfecta, la sincronizanción... los quibits exactos.

-Volverán a ser ellas, y él... pero sólo si es hoy...

Mis manos tiemblan ¿Qué mierda? En verdad esto es lo que quiero, quiero traer de nuevo al mundo, ¿mis hijos deben volver? ¿Y si muero? ¿Si Zafiro muere? ¿no seria injusto? ¿Pero no seria más injusto negarle la existencia?

-Mi amor...-Zaf toma mi mano con fuerza- Seamos un equipo... déjame cuidarte esta vez, déjame borrar tu dolor.

-¿Qué pasa si el joven gana?

-Las tendrás a ellas y a él, y serás un padre genial, uno que no volverá a sufrir la perdida de sus bebés, que los disfrutará dia a día, las veras crecer, hacerse fuertes, y podrás contarle lo valiente que es su papá... y que fue su mamá.

-Yo no te quiero perder...-Digo desesperado.

-La idea, es que no lo hagas, pero tú preguntaste, es una probabilidad, y estoy más que segura que ninguno de los dos, queremos perdernos la oportunidad de tenerlos de nuevo en nuestras vidas.

Y tiene razón, saber que las volvería a ver, y que tendría la oportunidad de tener a Iriel, de cuidarlo y hacer que los 4 crezcan juntos, me llena de amor, emoción y esperanza.

-¿Cuantas almas purifican entre las tres?-Pregunto haciendo que Yeru me mire confundida.

-Entre 5 a 7 millones. La última hora hemos crecido de forma exponcial...

-Eso quiere decir que podemos dejar que se dejen de purificar un aproximado de dos millones de almas por 24 horas? Y luego se podría acelerar el ritmo?-mi voz sale temblorosa y emocionada, más al ver cómo una sonrisa se instala en el rostro de mi amada.

- Luego de 24 horas, te tendré al mundo limpio y a cada humano seguro de que su ser tendrá una segunda oportunidad.

Sólo la tomé entre mis brazos y la besé con locura, ¿Zafiro realmente pensando en dar una segunda oportunidad? Eso no solo era un milagro, era, un sueño, era mi mayor tormento por años, y ahora ella me da ese regalo, y no solo eso, como muestra de que en verdad fui yo siempre el equivocado y mis errores no dejaron que esta Zafiro, que sabia que existía, saliera realmente.

Ya no tengo ganas de esperar, ya no tengo dudas, y a pesar de que el trasfondo de esto sea tan especifico, y tenga un objetivo claro, realmente, ahora mismo lo que quiero es tenerla, y que ella me tenga a mi.

-Helios Anta... Te amo, siempre lo hice, y siempre lo haré -Me susurra al oído.

-Su majestad, Yerutí, la amo, desde kinder, de mi vida pasada, y han pasado dos vidas completas, y mil latigazos sobre mi corazón, para darmd cuenta de que usted sigue siendo y será por siempre, la dueña de mi amor, de mi corazón, de mi alma. Te amo, ahora, y en las próximas vidas.

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