Capítulo 6. ¿Tan pronto?
Salimos al receso, la verdad es que no quise despegarme de Tamirá, nos pasamos caminando por todo el colegio, le mostré los salones, los lugares de descanso, la sala de consejos, en fin, todo.
Ahora estamos en el patio, obviamente, no sería un tour por el colegio si no le muestro lo más importante. El lapacho.
—Ese árbol es hermoso.—Anuncia cuando llegamos hasta su tallo y ambos ponemos nuestras manos sobre el tronco.
—Y eso que no lo estás viendo vestido de gala... espera a que sea agosto y te vas a enamorar de él.
—Hablas muy entusiasmado. ¿Es importante este árbol para ti?
Afirmo y me siento apoyando mi cuerpo al tronco, Tamira, a pesar de traer falda, se sienta igual a mi lado, también recostando su cuerpo contra él.
—Mucho, es... es como si fuera una persona, alguien que me escucha, y sé que me habla, pero no sé que me dice.
—Te entiendo... creo —Tamirá se acomoda su cabello para mirar conmigo el patio mientras la gente va de un sitio a otro.
Por un momento el silencio se hace entre nosotros, ella queda saca su celular, y con ello sus auriculares.
Me pasa un lado de ellos, lo tomo, y me lo coloco en el oído derecho, ella en el izquierdo.
—Tengo gusto raros con la música—Ríe —pero tu me mostraste que es lo que más te gusta, ahora es mi turno.
La verdad que al poner la música me dio una especie de escalofríos, no conocía el tema, ni al artista, los sonidos eras místicos, y embriagadores, era como si fuera un clamor, una plegaria, era magia.
—La verdad que tienes razón, tus gustos son raros ¿Qué idioma es?
—Sueco... el tema se llama Herr Mannelig, seria como decir Señor hombre.
—Suena bien ¿qué dice?—me dejo llevar por los tambores, y el sonido melodioso de la voz de la cantante. La piel se me eriza al escucharla.
—Cuenta la historia de una troll de las montañas, su más grande deseo es hacerse humana, y cree que casándose con un caballero lo conseguirá.
—¿Y lo consigue?
—Me sorprende que preguntes... creí que eras el tipo de chico... no sé, realista.
Miro la copa del árbol mientras la musica seguía sonando, y por más que no entendiera nada, realmente sentía en la cantante ese deseo, esa plegaria de hacerse humana, de vivir un amor.
En algo me recuerda a la música del Hijo de la Luna, pero no sé porque esta música me da melancolía y hace que me duela.
—Helios ¿Crees en las vidas pasada?
Río, porque la verdad es que nunca me pregunté esas cosas, soy una persona muy abierta, suelo pensar una infinidad de cosas, pero no me había planteado aquello nunca.
—No lo sé, nunca me había preguntado algo así.
—¿Y en la energía del universo?
Parpadeo unas cuantas veces y creo que mi acompañante está un poco loca, pero de todas maneras, no la voy a juzgar, ella me vio presentándole un árbol como si este fuera una persona súper importante.
—¿Hablas de energía, como la potencial y cinética?
—No, como la de la física cuántica, la materia oscura, la conexión de una estrella con tu ser, de...estar en dos lugares al mismo tiempo.
¿Y yo rogaba por algo profundo? Sí, lo hacía, quería hablar con una persona sobre estas cosas, sólo que yo no tenía idea sobre ello.
—Yo creo que estamos hechos de lo mismo que conforman las estrellas y el universo, creo que la ciencia cada día nos conecta más a ello, que nos da a entender que un simple átomo tiene la energía suficiente de destruirlo todo y volverlo a formar... así que sí creo en la energía del universo.
El rostro de Tamirá se transformó, allí no veía solo a una chica feliz de haber encontrado a alguien que piense igual a ella, veía a una joven que tenía oculto un gran enigma, como si guardara algún secreto en lo profundo de su ser que quiere salir ya.
—Helios... —Del otro lado del patio la voz de Dara me eleva un poco la presión a decir verdad.
Por un momento pensé que Tamirá me contaría algún secreto, y de verdad lo estaba esperando, mi Alma esperaba por ello, pero el momento fue arruinado.
Dara se acerca lo suficiente hasta nosotros, por lo que tuve que devolver el auricular a Tamirá, y prestar atención a nuestra visita.
—La directora y la madre de Aldebaran te buscan...
¡Mierda! La reunión es en una hora, y debo ir a dejar todo en orden para poder presidirla, yo no soy de olvidarme de estas cosas, pero hoy estoy supremamente despistado.
—Lo siento Tamirá... debo ir.
—¡Ve!—La ayudo a ponerse de pie—Tendremos mucho tiempo para hablar. ¿Nos vemos en el almuerzo verdad?
—¡Claro! Necesito que continuemos con esa conversación —digo mientras le guiño un ojo, ella niega y ríe.
Apresuradamente doy pasos agigantados, mientras Dara embarca su viaje a mi lado, intenta mantener mi ritmo, pero el silencio entre los dos hace que esto sea Realmente incómodo.
—¿Se puede saber que te pasa?—Dice deteniéndome a medio camino.
—Dara, no tengo tiempo para tus berrinches, se supone que debo llegar junto a la directora ahora.
—Ahora me resumes a un berrinche, a tu amiga desde jardín de infantes.
—¡Si! Eso hago—,controlo mi volumen y me acerco lo suficiente a Dara para que solo ella me escuche—Si en verdad te importa nuestra amistad, vas a respetar que necesito estar lejos de ti, y vas a dejar de enviarme mensajes como el que enviaste hace rato.
>>Eso no hacen los amigos, no me puedes tratar como si fuera un muñeco al cual puedes manipular a tu antojo, de verdad, no estoy dispuesto a eso.
>>Y de verdad no necesito un escudo, como lo fue Andrea, no necesito que me veas como de alguien para que midas tus palabras.
>>Piensas ser venenosa conmigo? Más vale que lo pienses dos veces, porque no voy a dudar en cortar cualquier vínculo contigo, podremos ser amigos de toda la vida, pero nunca te comportas como tal.
Dara comienza a llorar por mis palabras, y la verdad que una parte de mi se sintió una basura, pero por otro lado al fondo de mi cabeza alguien me grita que es lo mejor que pude haber hecho.
Ella se retira, y me deja sólo, por lo que decido volver a mi camino. Al voltearme me doy cuenta que tengo público, y entre ellos a Julia, Oksana, mis hermanas, Andree y Ander. Y no contemos a todo el colegio que no terminaría mi lista.
Gizah hace un gesto de victoria, mientras que Liza por primera vez me mira dándome un gesto de aprobación. Como si lo que acababa de hacer hubiera sido salvar al mundo de algo catastrófico.
Los ignoro a todos, y voy al despacho de la directora, no tengo tiempo para niñerias.
Golpeo levemente la puerta, hasta que escucho la voz de la directora, la abro y paso con cuidado.
—¡Buenas Anta!—Saluda Abigail
—Helios, ¿cómo estás?—La directora se sienta en su escritorio y me invita a tomar asiento a lado de la señora Abigail.
Voy a la silla y me acomodo, mientras no dejo de mirar a la señora Lamied, ¿cuántos años tendrá? Se ve muy fresca y Jovial.
—Buenas—Digo algo tímido. —Dara me dijo que me buscaban. La presentación es en una hora, ya tengo todo en mi nube si quieren puedo ir a preparar ya el salón.
—Eficiencia...—La directora mira a Abigail al decir esa palabra—Por eso es el mejor alumno.
—Y por eso se le perdona las escapadas de clases—Abigail ríe, pero la directora no, creo que esa info no la tenía, yo solo aprieto mis labios y hago de cuenta que no paso nada.
Si me hago del muerto ¿Capaz pase desapercibido, no?
—¡Al grano!—Se apresura Abigail a hablar—Te llamamos por lo siguiente. Tenemos un leve cambio en el viaje.
—No es leve,—La directamente ofrece una mirada severa a Abigail, que levanta ambas manos.
—¿Qué sucede? Cambio de lugar.
—De fecha —hablan juntas.
Les sonrio, porque el calendario de este año no está diseñado para cambios, hay muchas actividades, y alejar o acercar ese viaje será catastrófico, a parte de mis múltiples actividades extras. Pero respiro profundo, ya qué, es lo que hay.
—Ok, Ok ¿Cuando?
—El siguiente fin de semana.
—¿Cómo? ¿Tan pronto? ¿POR QUÉ?
—Hay unas cuestiones Helios, con respecto a cosas, cosas que aún no puedo hablar contigo, pues, debe ser al término de este viaje, y definitivamente, debe ser ya, para que el resto de los planes los podamos cumplir.
Parpadeo, me rasco la nariz, respiro profundo y suelto el aire que llevaba retenido. Yo puedo, yo puedo, sólo que deberé renunciar a la pena de la próxima semana... bueno supongo que tendré otros eventos.
—¡Ok! ¿El aviso para los padres saldrá saldrá hoy?—pregunto a ambas.
—Si,— dice Abigail— de hecho... ya salió, tuvimos que adelantarnos, hablé con Andree, y me paso esta lista ¿estás de acuerdo?
Tomo el papel con algo de enojo, porque me sugirieron hacer la tarea con Andree hoy, pero al final, él lo hizo solo.
Veo los nombres y me sorprendo por los integrantes, es como si alguien hubiera tomado a los más aplicados y ya ¿Realmente los seleccionó o solo tiró nombres al azar?
—Dará, Nadir, Saskia, Fran, Fer, Andree, Gizah, Liza, Ander y yo...—las miro sin comprender.
—¿Tan poco?
—Los necesarios...Helios. Confia—Abigail se levanta y me pone una mano en el hombro—Así como yo confío en ti.
—¿Tendremos la reunión de todas formas?
—No... lastimosamente, mi marido y tu padre no podrán venir... ellos están... ocupados—respira profundo y es como que evita decir algo más —Pero te invito esta tarde a mi casa, ya invité a los de la lista. —hay algunas cosas que debemos hablar, y como la señora directora sabe, no podemos sacarles horas de clases, y estos son asuntos que de trabajan fuera de clases.
—Ok, ¿Mi padre le ha dicho algo?
¿El nos llevará?
—No, vendrá el chófer a buscarlos a la salida. —asco, de nuevo mi padre huyendo—,Nos vemos más tarde.
—Nos vemos...—Digo decepcionado. ¡Esto es una mierda!
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