Capítulo 43. Ni derrota, ni victoria

En cuanto menos lo pensamos, estábamos en medio de u a batalla colosal.

Todas las personas que habían caído al suelo ahora estaban luchando a favor de Ambar, Dara y yo estábamos conectados a tan punto que conseguimos neutralizar a algunos de ellos.

No voy a negar que por un segundo me daba como culpa atacar a estos niños, pero cuando vi a las trillizas del otro lado luchando sin piedad, entendi que solo peleábamos contra cáscaras  vacías, y tristes.

Sus almas ya no estaban en sus cuerpos, sus almas estaban en aquel tambor que la chica portaba.

El problema más grande con el que me encuentro, es que no solo luchó contra esas personas, también lo hago contra las sombras que Ambar liberó.

Mientras intentaba protegerme  y proteger a Dara, observaba de tanto en tanto, como Lior y Hugo intentaban detener a Ambar, quien tenía toda la pinta de estar buscando algo más.

Los jóvenes y sus Nemosorum se encargaron de crear como un anillo al rededor de la chica para evitar que se acerque a nosotros.

Hugo miraba de tanto en tanto hacia las trillizas, luego a Dara, para finalmente mantener entre ceja y ceja a Joel, quien está luchando en compañía de Tamirá y Rebecca.

Sí, estaba más seguro poniendo a mi amiga como vigilante del chico.

En medio de mi distracción unas de las sombras llegó a tocar a Dara, y las sombras de Ambar de verdad se ven aterradoras y espeluznantes.

Si bien la energía de mi designada logró deshacer a la sombra,  su brazo prontamente se volvió azul.

La joven me observó con miedo, y yo le correspondí, tan rápido como pude me hice paso hasta ella, deshice alguna que otra sombra, y al mismo tiempo que llegué ante ella, lo hacen Ebe y Zafiro.

Zafiro extiende el brazo de Dara quien prácticamente cayó al suelo, mientras Ebe pasaba su energía por el mismo, la chica gritaba de dolor.

Quisiera ir a ayudarlas, pero soy atacado por las personas que son dominadas por Ambar, la energía del cuerpo del Dara  aún llega a mi, así que aprovecho para defenderme.

Arrojo energía, y los cuerpos salen disparados, pero soy alcanzado por otro ataque, cuando me percato que viene de Ambar, quien en un descuido de Hugo y Lior aprovechó para atacarme, la chica ya estaba ante mi.

Ella intentó golpearme con su tambor mientras estaba en el suelo, pero Lior se ocupó de evitarlo arrojando energía a la chica.

Bastó con que ella levantara la mano para absorber esa gran cantidad de energía, sin embargo Hugo fue cuerpo a cuerpo contra ella, terminando ambos en el suelo.

El tambor rodó, y Alex vino tan pronto como pudo para intentar tomarlo, pero Ambar fue más rápida.

De su cuerpo salió una onda expansiva, que terminó mirándonos por los aires.

Estaba por ir contra un edificio, pero fue salvado por Zafiro, quien se puso delante mío y creo como un colchón de aire que evito que me reventara contra las ventanas.

El resto se salvó por que Saskia, Bruno, Oksana y Julia hicieron lo mismo. 

Me puse de pie tan rápido como pude y me preparé para luchar cuando veo que la chica está emanando una luz azul, sus ojos se volvieron de un intenso negro, y sus cabellos volaban en el aire.

—¡Es un maldito monstruo!— Exclamo con ira.

—Lo es— Anuncia Zafiro quien se pone en la misma posición que yo.

Con la mirada busco a Dara y veo que sigue siendo atendida por EBE y ahora también por Rebecca.

Ambar nos mira a Zafiro y a mi, y de su rostro cuasi diabólico se escapa una sonrisa, de esas que te estremece el alma y te quita la tranquilidad.

En ese momento, la chica hizo como una especie de red moviendo sus manos en el aire. Lo arrojo para arriba, y se extendió tanto, que se aseguró se pueda anclar tras nuestro y de ella.

Creo una especie de cápsula, en donde nos tenía a ambos. Este era su maldito objetivo desde el inicio.

Hugo y Lior comenzaron a atacar, intentando ingresar hasta donde estábamos nosotros  sin embargo parece que es un poco difícil debilitar la energía de esta mujer.

— He esperado siglos...—Dice Ambar caminando hacia nosotros, mientras ambos creabamos energía en nuestras manos. —Helios y Zafiro... mis objetivos, mis enemigos, no tienen idea de cuánto esperé día tras día, hora tras hora, universo tras universo, teniendo la esperanza de verlos de nuevo, una a lado de otro...

Aprieto mi mandíbula, porque no tengo idea de qué habla, juro que no tengo idea, porque todo lo que leí y estudie no indica bajo ningún contexto que dos personas de otro universo se deban juntar para lograr algo, así que... ¿Por qué Ambar añoraba tenernos juntos?

—De la nada, la vida me premia, con solo desearlo, y al fin mi trofeo...

—De verdad los viajes a universos te ha dañado la cabeza Ámbar.—Zafiro en verdad se ve confundida, pero no ha bajado la guardia bajo ningún modo.

—Quisiera meterlos en mi mente, bañarlos de mis sentimientos, en especial a ti Zafiro, para que cuando me veas matando lentamente a tu amor sufras de la misma manera que lo hubieras hecho en otro mundo.

>>No tienes idea, de las ganas que tengo de que tu corazón  se despedace lentamente mientras la sangre de Helios riega el suelo.

>>Sin embargo... me conformo con matarlos a los dos de una puta vez. Ambos merecen la muerte, lenta y dolorosa, y yo sé los puedo dar.

La chica está por abrir el tambor, pero Zafiro le arroja energía, y esto hace que el tambor salga volando a unos metros de ella.

—¡Maldita perra!— Exclama, peor en sus manos agranda las bolas de energía y el azul que la rodeaba se hace más intenso.

Nos arroja sus ataques con fuerza, pero logró desviar los ataques hacia una de las paredes de nuestro domo, y este explota dentro, generando una onda que se traduce en viento.

—¡Vaya! Parece que siguen siendo muy fuertes. — Asegura

—No te haces idea—Zafiro se para receta y poniendo ambas manos con las palmas hacia arriba crea unas flores de energía que flotan.

Yo opto por crear unas barras de energia puntiagudas, pero la verdad es que mi objetivo no es la chica en este preciso momento.

Como aún Hugo y Lior intenta romper el domo de hacia afuera, creo que con el movimiento y ataque correcto voy a lograr un vacío para escapar de aquí.

—Mmmm, piensan atacarme, sin dudar, veo que siguen siendo tal para cual, la cruel disfrazada de niña buena, y el supuesto idiota enamorado, disfrazado de estratega. Ambos se merecen uno al otro, y juro que los voy hacer cenizas.

—Ojalá supiera qué fue lo que te hicimos—Zafiro suena a comparación mientras habla, y sus ojos en verdad están cargados de dudas. —Si nos dices cómo podemos compensar, sea lo que sea que te hayamos hecho, o quizás lo que estemos por hacer...

Ambar ríe, y de su cuerpo se escapan más sombras, gigantes y horribles que las anteriores.

—¡Tú te atreves a decirme que quieres resarcirte? La reina Amit, la Astram sin piedad... que diferente te hace este mundo, o que buen disfraz te has hecho, sólo puedo decir, que me sorprende tu supuesta amabilidad, pero muy en el fondo, sé que lo sabes, sé que lo saben, y la verdad, es que ninguno merece vivir.

—Lo siento—hablo con cuidado—Te juro, que quiero evitar todo el dolor que sientes, si tan sólo nos dijeras qué fue lo que pasó y cómo arreglarlo...

—¡La pareja de Oro! Mejor dejemos de hablar, y ve, como sufre el amor de tu vida.

Finalmente Ambar arroja sus ataques hacia nosotros, Zafiro intenta deshacerlos y lo logra, pero lo que no nos dimos cuenta, ninguno de los dos es que ella estuvo preparando una trampa todo este tiempo, bajo la tierra salieron unos tentáculos de energía, que rodearon nuestros cuerpos, y los elevaron tan alto, rodearon nuestros cuellos, y comenzaron a asfixiarnos.

Escuchaba los intentos de Zafiro por meter aire, y la verdad es que me desesperaba ese hecho.

Ámbar nos puso uno ante el otro, y la verdad es que esta logrando su objetivo, mi mente está completamente ciega, concentrada en cómo Zafiro intenta respirar, y liberar su cuerpo para producir energía y salvarse.

Por un momento, olvidé buscar aire, y me resigne a la idea de que aquí íbamos a morir, cuando una imagen se hace en mi cabeza. Era Zafiro, en una laguna, estábamos los dos, sentados, hablando, siento mi corazón irse, cuando la escena se hace más vívida a cada segundo, a cada quejido suyo y mío, la vi en un caballo, montando, y yo tras ella, feliz de su cercanía, cuando, la cabeza me golpea con una imagen muy fuerte.

Mis manos estaban sobre el vientre de Zafiro, y ambos nos mirábamos, estábamos felices, y es como si lo estuviera viviendo en este preciso momento, sobre las palmas de mis manos siento el movimiento dentro de su vientre.

La felicidad nos inundaba, nos hacía suya, y mi alma había caído en la cuenta de que no puedo permitir morir en este mismo momento.

Apreté mis manos en puños, y concentré todas mis energías en conseguir que sea mi cuerpo entero el que guíe mis ataques y no mano.

Dejé de respirar, por que no me importaba, lo que quería era salvar a Zafiro. Concentré mis fuerza, y el hilo de mi muñeca comenzó a brillar, lo veía desde aquí, y por alguna extraña razón la de Zafiro también.

Estaba seguro que estaba por morir, cuando la imagen de mi novia se hace borrosa, pero al cabo de un segundo, ambos caímos al suelo, lo había conseguido, mi hilo deshizo nuestras ataduras.

Cuando nuestros cuerpos impactaron contra el suelo, el dolor se hizo en mi, y sé que en Zafiro también, porque gritó.

En lo que intento recuperarme veo a Ambar intentar abrir de nuevo el tambor, pero no sé cómo consegui arrojar la energía hacia donde Hugo y Lior estaban atacando y con ellos logré que la cápsula explotara.

Ambar salió volando, nosotros también, y en ese acto, la oscuridad inmensa llegó a mis ojos.

En mi inconsciencia se que lo que acaba de pasar no es ni una Victoria, ni una derrota.

Sólo se que en mi cabeza aparecieron más preguntas de las que ya tenía.



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